LA ELECCIÓN EN EL PAN:
ENTRE LA INDECISIÓN Y LA TRAICIÓN
Cuando a José Guadalupe Osuna Millán alguno de sus innumerables esbirros le dice “¡Góber, ya ganó!”, el Lupillo nomás sonríe perversamente.
Se refieren a la elección del nuevo dirigente estatal del PAN a celebrarse el próximo sábado 5 de febrero, en donde votarán 77 Consejeros Estatales, ya sea para favorecer a Sócrates Bastida o a Ruth Hernández. Identificado el primero como el “candidato oficial” y la segunda como la de los panistas agraviados.
En sus respectivas campañas, ambos contendientes han pronunciado un discurso idéntico. Que la unidad de los panistas, que van “abrir” el partido a la ciudadanía, que la renovación del PAN. Pero nada es cierto. Ni “abiertos”, ni renovados, y unidos menos. Y para prueba el actual proceso de elección interna que viven. La pelea es a uñas y dientes y, sobre todo, golpeteos, muchos, por debajo de la mesa. Es tanto el cochinero, confiesan algunos militantes panistas, que “parece que se están peleando la presidencia de la República”.
La ideología y los principios partidistas de los que tanto se ufanan en el discurso los panistas –desde el más modesto regidor hasta el primer mandatario del país– simplemente no caben en la práctica. La lucha, las negociaciones, los compromisos, los amarres, en el cabildeo de los votos, se limitan a lo mucho a conservar un puesto en la nómina gubernamental, conseguir una chamba para algún familiar o allegado, y en la promesa de alguna postulación para las elecciones externas por llegar, en el 2012 y 2013. Meras transacciones de compraventa al final de cuentas esta elección interna para la presidencia estatal del PAN en Baja California.
“Cuánto tienes, cuánto vales”, reza un refrán popular. Y así se barajan los 77 nombres que aparecen en el listado de los consejeros estatales. Que éste representa tantos, que aquél no es consejero pero es cercano a fulano, que zutano quiere ser diputado y le conviene porque este candidato es operador en ese distrito, que éste es del grupo “x” pero le conviene apoyar a “y” porque si no, los va a “tumbar”, y puras de ésas.
Como desde hace mucho tiempo, las dos corrientes más fuertes que se enfrentan entre sí son las del gobernador José Guadalupe Osuna Millán, y la del ex alcalde Jesús Gónzalez Reyes. Osunistas contra chuyistas. Otros grupitos con influencia son las de “los Rojos” o “Magallones”, los kikistas, y de células como las de los hermanos Castañeda o el “Kiki” Méndez; que aunque con poquitos votos en lo individual, en “bola” pueden acalambrar al que consideren el candidato opositor. Parece ser que en esta elección ésa es la tendencia, todos contra el gobernador, léase contra su candidato, Sócrates Bastida, “después de la imposición de Carlos Torres (ex candidato del PAN a la alcaldía de Tijuana) no creo que esta vez sean tan pendejos para que se dejen hacer lo mismo”, expresa sin tapujos una miembro adherente del panismo local.
ENTRE LA INDECISIÓN Y LA TRAICIÓN
Cuando a José Guadalupe Osuna Millán alguno de sus innumerables esbirros le dice “¡Góber, ya ganó!”, el Lupillo nomás sonríe perversamente.
Se refieren a la elección del nuevo dirigente estatal del PAN a celebrarse el próximo sábado 5 de febrero, en donde votarán 77 Consejeros Estatales, ya sea para favorecer a Sócrates Bastida o a Ruth Hernández. Identificado el primero como el “candidato oficial” y la segunda como la de los panistas agraviados.
En sus respectivas campañas, ambos contendientes han pronunciado un discurso idéntico. Que la unidad de los panistas, que van “abrir” el partido a la ciudadanía, que la renovación del PAN. Pero nada es cierto. Ni “abiertos”, ni renovados, y unidos menos. Y para prueba el actual proceso de elección interna que viven. La pelea es a uñas y dientes y, sobre todo, golpeteos, muchos, por debajo de la mesa. Es tanto el cochinero, confiesan algunos militantes panistas, que “parece que se están peleando la presidencia de la República”.
La ideología y los principios partidistas de los que tanto se ufanan en el discurso los panistas –desde el más modesto regidor hasta el primer mandatario del país– simplemente no caben en la práctica. La lucha, las negociaciones, los compromisos, los amarres, en el cabildeo de los votos, se limitan a lo mucho a conservar un puesto en la nómina gubernamental, conseguir una chamba para algún familiar o allegado, y en la promesa de alguna postulación para las elecciones externas por llegar, en el 2012 y 2013. Meras transacciones de compraventa al final de cuentas esta elección interna para la presidencia estatal del PAN en Baja California.
“Cuánto tienes, cuánto vales”, reza un refrán popular. Y así se barajan los 77 nombres que aparecen en el listado de los consejeros estatales. Que éste representa tantos, que aquél no es consejero pero es cercano a fulano, que zutano quiere ser diputado y le conviene porque este candidato es operador en ese distrito, que éste es del grupo “x” pero le conviene apoyar a “y” porque si no, los va a “tumbar”, y puras de ésas.
Como desde hace mucho tiempo, las dos corrientes más fuertes que se enfrentan entre sí son las del gobernador José Guadalupe Osuna Millán, y la del ex alcalde Jesús Gónzalez Reyes. Osunistas contra chuyistas. Otros grupitos con influencia son las de “los Rojos” o “Magallones”, los kikistas, y de células como las de los hermanos Castañeda o el “Kiki” Méndez; que aunque con poquitos votos en lo individual, en “bola” pueden acalambrar al que consideren el candidato opositor. Parece ser que en esta elección ésa es la tendencia, todos contra el gobernador, léase contra su candidato, Sócrates Bastida, “después de la imposición de Carlos Torres (ex candidato del PAN a la alcaldía de Tijuana) no creo que esta vez sean tan pendejos para que se dejen hacer lo mismo”, expresa sin tapujos una miembro adherente del panismo local.
EL ENTRAMADO DE INTERESES
En la lista de los 77 personajes que componen el Consejo Estatal del PAN, hay muchos que ni los mismos panistas ubican. “Lo conocemos porque los vemos ahí, pero ni hacen ruido”, consejeros muy equis, como dicen. Pero la cosa es que tienen voto. Incluso se le da tan poca importancia al Consejo que “siempre que hay elecciones nos pasan desapercibidas, pero ahora va a ser diferente”, reconoce un militante, sin voto, pero molesto por la forma de conducirse el partido en los últimos tiempos.
Otra característica del Consejo es que la mitad de sus integrantes no tiene actualmente un “cargo” público, o por lo menos no de primeros niveles, en la estructura actual del gobierno; factor determinante para no verse obligados a votar por el candidato del góber. Pero a diferencia de todos esos “bultos”, hay otros que sí tienen peso, ya sea porque han ocupado cargos de primer nivel en el gobierno, porque son operadores dentro del partido, porque son familiares entre sí, porque tienen vínculos de amistad u otra clase de afectos con los líderes panistas, o simplemente porque son los que mueven conciencia entre la militancia.
Para empezar, está, por supuesto, el gobernador, que no solamente es consejero estatal sino que tiene la sartén por el mango; tiene la estructura, los recursos, y el poder. Está operando a todo lo que da. El favorito del gobernador es Sócrates Bastida, entonces la cadenita y entrabes de los incondicionales –por convicción o por necesidad– al mandamás del estado, se hace larga.
Está para empezar Ricardo Magaña, diputado local, cuyo hermano Héctor tiene la promesa de ocupar la Secretaría de Medio Ambiente (ocupada antes precisamente por Bastida) o la CESPT, Magaña garantiza 4 votos, muy bueno. Está Ismael Chacón Güereña, actual dirigente estatal y aspirante a ocupar la Procuradurá de Justicia en el Estado. Está una María Luisa Sánchez, regidora, “gente” de Antonio Valladolid, a quien cuidará para que le mantengan el “hueso” de delegado del Instituto Nacional de Migración.
Está Raymundo Vega, quien estuvo a punto de ser diputado local pero lo sacrificaron para favorecer a Arcelia Galarza Villarino, del PANAL; Vega votará por Sócrates no porque tenga intereses o le acaban de dar un puesto, sino por mero agradecimiento a Enrique Méndez, dirigente municipal del PAN. Y Méndez, precisamente es un caso especial, es “chuyista” pero en esta ocasión volteará la tortilla a favor del candidato del góber, por mera precaución, pues le tienen miedo a Ruth Hernández (apoyada por Chuy Gónzalez) en caso de llegar a la dirigencia estatal: “No le puede perdonar a Ruth que le dijera sus verdades cuando fue a pedirle el voto para la dirigencia municipal, ella le dijo que no era bueno para el partido, casi casi le dijo delincuente… como los dirigentes estatales tienen facultad de destituir al dirigente municipal, al “Kiki” le dio frío, habló con ella, pero Ruth no le garantizó que no hará nada contra él”. Con Enrique Méndez a Ruth se le fueron 4 votos.
Otros que andan buscando postulación para una diputación son Gerardo Álvarez, Óscar Martínez y Urbano Chávez, por lo que se espera que voten por el candidato del gobernador.
En cuanto a la corriente de Jesús Gónzalez Reyes, proclive a Ruth Hernández, mucho panista comenta que con tal de obtener una próxima candidatura para la senaduría, éste se “venderá” al gobernador. Mas sus defensores y conocedores de las entrañas del PAN aseguran que eso “jamás”, que primero negocia con los “kikistas” o los “Magallones” que arreglarse con el gobernador, que sus diferencias son irreconciliables. Hernández tiene también a los “kikistas”, como Loreto Quintero, Juan Manuel Gastélum y el mismo Francisco Vega de la Madrid, quienes, dicen, ya se vendieron, el “Kiko” a cambio de la candidatura para la gubernatura, y Gastélum “El Patas” por una notaría pública. Igual sus defensores lo niegan categóricamente, dado a que este grupito está tan menospreciado desde hace muchas elecciones atrás, que traen mucho rencor para con el gobernador y sus grupos.
Voto segurito sí lo tiene Ruth Hernández con Raúl Castañeda Pomposo, a cuyo hermano la candidata defendió a capa y espada cuando aquél se candidateó por la alcaldía de Tijuana. Igual cuenta con la venia de los “rojos”, como Héctor Osuna Jaime, que no vota, pero mueve las conciencias de un buen número de consejeros como Alejandro Gónzalez Alcocer o Armando Corella y toda la parentela Magallón.
Tanto Sócrates Bastida como Ruth Hernández presumen treinta y tantos votos apalabrados. Se amparan incluso por los que no votarán. Eso es lo que les han prometido a cada uno por su lado. Pero como bien los saben hacer los panistas, la contienda que se perfila muy cerrada, como hace tiempo no se veía, finalmente la determinarán los amarres y las negociaciones de emergencia. Ahora sí que la palabra la tendrán los traidores de última hora.
(Juan Carlos Domínguez)
En la lista de los 77 personajes que componen el Consejo Estatal del PAN, hay muchos que ni los mismos panistas ubican. “Lo conocemos porque los vemos ahí, pero ni hacen ruido”, consejeros muy equis, como dicen. Pero la cosa es que tienen voto. Incluso se le da tan poca importancia al Consejo que “siempre que hay elecciones nos pasan desapercibidas, pero ahora va a ser diferente”, reconoce un militante, sin voto, pero molesto por la forma de conducirse el partido en los últimos tiempos.
Otra característica del Consejo es que la mitad de sus integrantes no tiene actualmente un “cargo” público, o por lo menos no de primeros niveles, en la estructura actual del gobierno; factor determinante para no verse obligados a votar por el candidato del góber. Pero a diferencia de todos esos “bultos”, hay otros que sí tienen peso, ya sea porque han ocupado cargos de primer nivel en el gobierno, porque son operadores dentro del partido, porque son familiares entre sí, porque tienen vínculos de amistad u otra clase de afectos con los líderes panistas, o simplemente porque son los que mueven conciencia entre la militancia.
Para empezar, está, por supuesto, el gobernador, que no solamente es consejero estatal sino que tiene la sartén por el mango; tiene la estructura, los recursos, y el poder. Está operando a todo lo que da. El favorito del gobernador es Sócrates Bastida, entonces la cadenita y entrabes de los incondicionales –por convicción o por necesidad– al mandamás del estado, se hace larga.
Está para empezar Ricardo Magaña, diputado local, cuyo hermano Héctor tiene la promesa de ocupar la Secretaría de Medio Ambiente (ocupada antes precisamente por Bastida) o la CESPT, Magaña garantiza 4 votos, muy bueno. Está Ismael Chacón Güereña, actual dirigente estatal y aspirante a ocupar la Procuradurá de Justicia en el Estado. Está una María Luisa Sánchez, regidora, “gente” de Antonio Valladolid, a quien cuidará para que le mantengan el “hueso” de delegado del Instituto Nacional de Migración.
Está Raymundo Vega, quien estuvo a punto de ser diputado local pero lo sacrificaron para favorecer a Arcelia Galarza Villarino, del PANAL; Vega votará por Sócrates no porque tenga intereses o le acaban de dar un puesto, sino por mero agradecimiento a Enrique Méndez, dirigente municipal del PAN. Y Méndez, precisamente es un caso especial, es “chuyista” pero en esta ocasión volteará la tortilla a favor del candidato del góber, por mera precaución, pues le tienen miedo a Ruth Hernández (apoyada por Chuy Gónzalez) en caso de llegar a la dirigencia estatal: “No le puede perdonar a Ruth que le dijera sus verdades cuando fue a pedirle el voto para la dirigencia municipal, ella le dijo que no era bueno para el partido, casi casi le dijo delincuente… como los dirigentes estatales tienen facultad de destituir al dirigente municipal, al “Kiki” le dio frío, habló con ella, pero Ruth no le garantizó que no hará nada contra él”. Con Enrique Méndez a Ruth se le fueron 4 votos.
Otros que andan buscando postulación para una diputación son Gerardo Álvarez, Óscar Martínez y Urbano Chávez, por lo que se espera que voten por el candidato del gobernador.
En cuanto a la corriente de Jesús Gónzalez Reyes, proclive a Ruth Hernández, mucho panista comenta que con tal de obtener una próxima candidatura para la senaduría, éste se “venderá” al gobernador. Mas sus defensores y conocedores de las entrañas del PAN aseguran que eso “jamás”, que primero negocia con los “kikistas” o los “Magallones” que arreglarse con el gobernador, que sus diferencias son irreconciliables. Hernández tiene también a los “kikistas”, como Loreto Quintero, Juan Manuel Gastélum y el mismo Francisco Vega de la Madrid, quienes, dicen, ya se vendieron, el “Kiko” a cambio de la candidatura para la gubernatura, y Gastélum “El Patas” por una notaría pública. Igual sus defensores lo niegan categóricamente, dado a que este grupito está tan menospreciado desde hace muchas elecciones atrás, que traen mucho rencor para con el gobernador y sus grupos.
Voto segurito sí lo tiene Ruth Hernández con Raúl Castañeda Pomposo, a cuyo hermano la candidata defendió a capa y espada cuando aquél se candidateó por la alcaldía de Tijuana. Igual cuenta con la venia de los “rojos”, como Héctor Osuna Jaime, que no vota, pero mueve las conciencias de un buen número de consejeros como Alejandro Gónzalez Alcocer o Armando Corella y toda la parentela Magallón.
Tanto Sócrates Bastida como Ruth Hernández presumen treinta y tantos votos apalabrados. Se amparan incluso por los que no votarán. Eso es lo que les han prometido a cada uno por su lado. Pero como bien los saben hacer los panistas, la contienda que se perfila muy cerrada, como hace tiempo no se veía, finalmente la determinarán los amarres y las negociaciones de emergencia. Ahora sí que la palabra la tendrán los traidores de última hora.
(Juan Carlos Domínguez)
Los consejeros y sus tendencias
1-Enrique Acosta López (Sócrates)
2-Gerardo Álvarez Hernández (Sócrates)
3-Rubén Ernesto Armenta (Ruth)
4-Alejandro Bahena Flores (Sócrates)
5-Sócrates Bastida Hernández (Sócrates)
6-Mónica Bedoya Cerna (Sócrates)
7-Amintha Guadalupe Briceño Cinco (Sócrates)
8-Luis Armando Carrasco Moreno (Ruth)
9-Raúl Castañeda Pomposo (Ruth)
10-Thelma Castañeda Custodio (Sócrates)
11-Rosa María Castillo Burgos (Sócrates)
12-Marco Tulio Castro Rodríguez
13-María Luisa Clemente Jordán (Sócrates)
14-Pablo Contreras Rodríguez (Sócrates)
15-David de la Rosa Anaya (Sócrates)
16-Olga Luz Pérez García (Ruth)
17-Juan Manuel Gastelum Buenrostro (Ruth)
18-Marco Antonio González Arenas (Sócrates)
19-Leticia Grajeda Montaño
20-José María Guillén Urueta (Sócrates)
21-Víctor Celada Hermosillo (Sócrates)
22-Orlando Chávez Hernández (Sócrates)
23-María del Carmen Íñiguez Casanova
24-Yadira Maricela Jacobo Reyna (Sócrates)
25-Ricardo Lomelí Sedano (Sócrates)
26-Yadira López Gónzalez (Sócrates)
27-Gloria María Loza Galván (Sócrates)
28-Ricardo Magaña Mosqueda (Sócrates)
29-Óscar Román Martínez Garza (Ruth)
30-Ricardo Mejorado Ruiz
31-Enrique Méndez Juárez (Sócrates)
32-Miguel Manuel Miranda Ibarra (Ruth)
33-Juan Manuel Molina García (Ruth)
34-Fernando Moreno Guzmán (Ruth)
35-Juana María Nahoul Porras (Sócrates)
36-Salvador Orozco Vargas (Sócrates)
37-Gregorio Saúl Oznaya (Ruth)
38-Celia Palacios Balderas (Ruth)
39-Francisco Javier Paredes Rodríguez (Ruth)
40-Ernesto Pedrín Rivera
41-Loreto Quintero Quintero (Ruth)
42-Antonio Ramírez Rivera
43-Claudia Elizabeth Ramírez Quintero (Sócrates)
44-Diego Alonso Ramírez Robles (Sócrates)
45-Juan Carlos Ramírez Preciado (Sócrates)
46-Sergio Manuel Ramos Navarro
47-Miguel Ángel Rodríguez Castro (Sócrates)
48-Eva Griselda Rodríguez
49-Blas Roberto Romero López (Ruth)
50-Bertha Alicia Sánchez Lara (Ruth)
51-AdrianaGuadalupe Martínez Sánchez (Ruth)
52-María Luisa Sánchez Martínez (Sócrates)
53-Saúl Sandoval Noriega (Sócrates)
54-Aníbal Santana Chaires
55-Blas Rodolfo Solano Chávez (Ruth)
56-Marco Antonio Sotomayor Amezcua (Sócrates)
57-Armando Terán Corella (Ruth)
58-Sergio Tolento Hernández (Sócrates)
59-Luis Torres Torres (Sócrates)
60-Refugio Coronado Valenzuela
61-Raymundo Vega Andrade (Sócrates)
62-Roberto Alfonso Vidrio Rodríguez (Ruth)
63-José Luis Zazueta Pérez (Sócrates)
64-Óscar Zumaya Ojeda (Sócrates)
65-Fernando Pimentel (Sócrates)
66-Héctor Castellanos (Ruth)
67-Salvador Morales Muñoz (Ruth)
68-Arnulfo Palomera (Ruth)
69-Eugenio Elorduy Walther (Sócrates)
70-Fortunato Álvarez (Sócrates)
71-César Mancillas (Sócrates)
72-Rodolfo Gilbert (Ruth)
73-Ismael Chacón Güereña (Sócrates)
74-Jaime Díaz (Ruth)
75-Ruth Hernández (Ruth)
76-José Guadalupe Osuna Millán (Sócrates)
77-Alejandro Gónzalez Alcocer (Ruth)
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