SALINAS PLIEGO:
“ES RIDÍCULO PRETENDER ACABAR CON EL NEGOCIO DE LA DROGA”
Y cómo lo adularon el alcalde, funcionarios y empresarios locales durante el Tijuana Innovadora

La última cena de Tijuana Innovadora fue con Ricardo Salinas Pliego, presidente del Grupo Salinas (TV Azteca, Electra, Banco Azteca, entre otros) en los salones del Grand Hotel. Le rindieron pleitesía –¡y de qué forma!– el alcalde Jorge Ramos, empresarios, políticos y una mayoría de funcionarios públicos de “medio pelo”. Antes de presentar una amena ponencia sobre las ventanas de la conectividad; el magnate mexicano dio una larga introducción sobre Tijuana, la frontera, los negocios y las malas decisiones del gobierno federal en materia de economía. El público la gozó y más de una vez lo acallaron con aplausos o risas.
Desde los primeros segundos Ricardo Salinas Pliego rompió el hielo y se mostró sorprendido por una Tijuana a la que hacía mucho tiempo no regresaba a pesar, lo dijo, de los muchos negocios e inversiones que tiene por estos lares: “Es una imagen muy distinta a la que vemos en la televisión. Vamos a tratar de cambiar eso…”, expresó como dueño de TV Azteca y por lo que se ganó un sonoro aplauso. Pero justificó que las buenas noticias no venden.
A tono con los clamores de los bajacalifornianos, se metió al tema de las “medidas inviables” que desde la Federación imponen a la frontera, tales como la restricción de dólares, que reprobó: “Así les gusta a los burócratas centralistas”. Él mismo se puso como ejemplo para dar la importancia a las necesidades locales de cada punto del país. “Estamos en un proceso de descentralización, tuve una reunión aquí con ‘mi gente’”, dijo refiriéndose a sus empresas y empleados en Tijuana.
De pasadita, avaló el PIRE. Y se detuvo largamente en el tema del ejército, alabando su labor, igualito como lo hace Calderón, Osuna Millán o Jorge Ramos: “Han hecho un buen papel aquí”. Y más aplausos de la concurrencia local deseosa de reconocimiento.
Aunque elogió la actuación del ejército, cuando el empresario se centró en desaprobar las acciones del gobierno, criticó severamente la guerra contra el crimen organizado que encabeza el Presidente –aunque sin mencionar a Felipe Calderón–: “Es incorrecto invertir todos los recursos del Estado en perseguir a unos cuantos malandrines”. Fijó que definitivamente esa guerra nunca se ganará: “Es ridículo pretender acabar con el negocio de la droga”. Ejemplificó con California: “El consumo de drogas es una ofensa menor”. No obstante más tarde, al referirse a las campañas sociales que emprende la Fundación Azteca dijo que estaba totalmente en contra que los jóvenes usaran cualquier tipo de droga.
Para finalizar, y para seguirse ganando a sus espectadores, Ricardo Salinas Pliego reiteró la buena impresión que le dejó Tijuana: “El cambio ha sido notable”. Y prometió aportarle a la ciudad: “Mandaré a la mejor gente y mayor inversión para que las cosas sucedan”. En representación del gobernador, Juan Tintos Funke le entregó unos vinos de la región: “Muy bien, esto es más útil que una placa de metal”; la gente rió a carcajadas ante la sinceridad. Posteriormente el alcalde Jorge Ramos le entregó al magnate las llaves de la ciudad: “Su presencia agrega credibilidad a Tijuana”, le agradeció a Salinas.

(Juan Carlos Domínguez)