30.5.08


TRASTORNO BIPOLAR
De la Euforia al "Bajón"

El Señor José Ángel Valencia y su esposa eran unos padres muy orgullosos de su hijo de 18 años. Un joven estudioso, responsable en extremo, al grado de casi no dormir; muy sociable, hiperactivo y productivo en los asuntos académicos. Nada para preocupar a su familia pues. Hasta el día que decide dejar los estudios, alejarse de la sociedad y escapar y hacia la Sierra Oaxaqueña, sin un acontecimiento claro que determinara esta actitud. Pero lo más desconcertante para el matrimonio Valencia fue cuando todo lo positivo de su vástago se transformó en negativo: Se volvió rebelde; de vestir elegante pasó al estrafalario. Y lo más duro: a los 20 años cayó internado en un hospital psiquiátrico. El diagnóstico: Trastorno Bipolar.

De acuerdo a estadísticas del Instituto Nacional de Psiquiatría, 2 millones de mexicanos padece de Trastorno Bipolar, y lo grave del asunto es que la mayoría de ellos no lo saben. De entrada el diagnóstico es difícil, luego existe la renuencia común de las personas de no consultar a “los especialistas de la mente”, por aquello de que los tachen de “locos”. Pero aún aquellos que han acudido a la ayuda médica o psicológica, por lo general no lo hace por las vías adecuadas, va de médico a médico, y así se pueden ir de 7 a 10 años para dar con el diagnóstico correcto: “Y así se pierden esos años de la vida”; se lamenta la doctora Martha Ontiveros, Presidenta de la Asociación Psiquiátrica Mexicana.

“Esto es lo que estoy viviendo, lo que estoy sintiendo, y no sabía cómo decirlo”, reparó el joven Valencia, quien ya presentaba esos síntomas desde su etapa de estudiante de Secundaria. Ahora ya está en tratamiento, pero no es fácil, las facultades mentales quedan mermadas, y la vida muchas de las veces fracturada, según lo expresa su padre: “Estaba perfilando un futuro muy prometedor. Hoy no puede emprender nada”.

La Organización Mundial de la Salud registra que las 10 principales razones de discapacidad, cuatro corresponden a enfermedades de tipo mental: La Depresión, el alcoholismo, esquizofrenia y Trastorno Bipolar. Este último se trata de un padecimiento crónico, llamado también “maníaco-depresivo”, caracterizado por alteraciones en el estado de ánimo en aquel que lo padece, que indistintamente se da en hombres o mujeres, y que si bien puede iniciarse desde la adolescencia, detona sobre todo entre los 25 y 30 años de edad. Es muy común, por ejemplo, en el caso de las mujeres, que este aparezca en la convalecencia post parto. El uso de drogas puede ser otro detonante. Aunque en realidad sus casusas que provocan el Trastorno Bipolar no están estrictamente definidas. Se consideran una combinación de factores genéticos y biológicos como causantes; al igual un desiquilibrio en los neurotransmisores (ciertas sustancias cerebrales), y el factor hereditario.

Para el paciente y sus familiares es difícil detectar cuando se padece el Trastorno Bipolar, porque los síntomas sólo se vuelven más visibles en las fases agudas de manía o depresión. En la fase de manía, la eufórica; el paciente anda elevado de más en su autoestima, trae el pensamiento acelerado o desordenado, habla mucho y rápido, no concilia el sueño, está hiperactivo, puede comportarse fuera de control, ser impulsivo, agitado, agresivo; con alucinaciones o delirios. Cuando los síntomas son moderados, los que rodean al afectado, no dejan de verlo simplemente como más “activo”. Por ello ni se alarman.

En el grado extremo, cuando cae en el período de depresión bipolar –que puede prolongarse desde semanas hasta un año- el paciente puede pasar por sentimientos de tristeza; apatía, desgano, falta de energía, trastornos del sueño, pérdida del apetito, fatal de concentración, baja autoestima, desinterés por las cosas o actividades que antes disfrutaba. Y ganas de suicidarse. Del 25 al 50 por ciento de estos pacientes lo intenta. El 15 por ciento lo logra.

Para atacar este fenómeno, los laboratorios AstraZeneca, aparte de comercializar la quetiapina, bajo el nombre de Seroquel XR, y aprobado por la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA) y la Food and Drug Administration (FDA) para tratar los padecimientos de esquizofrenia y las fases de euforia o tristeza extrema; a emprendido una campaña social de concientización; por un lado para contrarrestar el prejuicio que tiene la gente de consultar al especialista correcto, que es el psiquiatra, y al que popularmente suelen llamar “loquero”, y; después para que pacientes y familiares y gente que rodean a un enfermo de Trastorno Bipolar, sepan identificar su mal: “Sabiendo que el conocimiento del perfil de esta enfermedad es la base para controlarla hasta su cura total”, explica el doctor Carlos Pietra Santa, Director Médico de AstraZeneca.

La campaña incluye spots de televisión, donde se recrean pasajes cotidianos en la vida de personas con Trastorno Bipolar, y bajo la frase “Todos te pueden escuchar pero no todos te pueden ayudar”. Así como la línea telefónica gratuita de Serotel, 01 800 8220 326; que brinda asesoría, atención y apoyo tanto a los pacientes como a sus familiares.
También está la página de Internet
www.bipolar.com.mx con amplia información para conocer sobre el padecimiento, los programas educativos encaminados a su tratamiento, y hospitales y grupos a los que se puede acudir.

Por lo regular cada paciente de Trastorno Bipolar antes de haber sido diagnósticado correctamente, pasó por tres médicos y mínimo cinco años de tiempo perdido. Con el tratamiento apropiado, aumenta su calidad de vida y, sobre todo, puede reencaminar su vida después de tantos años perdidos.

*JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ

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