27.6.11

LA POLÍTICA ALEGRE
Juan Carlos Domínguez

COMO NUNCA
Muy saludadores y solícitos con los reporteros, como por ni asomo lo son a la hora que se les implora por una entrevista, los funcionarios de primer nivel del Ayuntamiento de Tijuana departieron con empleados y obreros de la prensa, y algunos directivos, en elegante y vegetariano desayuno que ofreció la administración de Carlos Bustamante con motivo de la “Libertad de Expresión”. Al convivio en la remodelada Sala de Presidentes no por mañaneados dejaron de llegar muy elegantes, los funcionarios, no los reporteros.

COMO SIEMPRE
En la mesa de honor -la del Alcalde- se entiende deben quedar los directores o jefes de información, lo bueno se pone cuando éstos se disputan los asientos al lado “del preciso”, lo que no pocas veces se consigue a punta de codazos o arrempujones. En esta ocasión (siempre suertuda para eso) quedó Maricarmen Flores, de Televisa, a la diestra de Bustamante, y en la siniestra Miguel Ángel Torres Ponce, del Sol de Tijuana. Y en el resto de las sillas Enrique Sánchez Díaz (EL Mexicano), Jesús Ramón Gil (APBC), Arturo Gónzalez Cruz.

COMO AUSENTE
Entre tanta sonrisota y camaradería por parte de secretarios y directores para con los reporteros, la excepción era Miriam Ruíz, directora de Relaciones Públicas del Gobierno Municipal. Muy alta, espigada, altiva, con un mohín de desdén frente a la concurrencia, ausente, ida, como habitando un mundo raro. Pero que se puede esperar de alguien que ni siquiera conoce el nombre de la Primera Dama de la Ciudad, “… híjole, tengo toda la vida de conocerte pero… ¿cómo te llamas?...”, titubeó un día en plena rueda de prensa, ante la expresión anonadada Carolina Bustamante, aparte, hija de su patrón.

COMO DE COSTUMBRE
Lo de rigor fueron los discursos reivindicadores –y hasta victimizados- de autoridades y periodistas. Le tocó “abrir pista” a Martha Saldívar, jefa de Comunicación en Palacio Municipal: “Qué raro siento estar atrás de un micrófono después de tantos años”. El “Búfalo” Gil se dirigió al Congreso del Estado para que se cree una Ley contra el desamparado de los periodistas. Torres Ponce, preciso y sereno reprochó el menoscabo e indiferencia que ha caracterizado a los funcionarios de Bustamante con respecto a los medios de comunicación: “Nos tardamos hasta 3 ó 4 semanas para conseguir una cita. Eso no ayuda en nada”. Y don Oscar Genel –puro sentimiento-, que se robó la mañana –literalmente-, con un anecdotario de casi media hora, le reviró al director del Sol de Tijuana: “¿Pasan 3 semanas y no te reciben?... ¡Oye, pues tócales!”. Risitas, risotas, y asunto arreglado.

EL REGALO DE LA DISCORDIA
La sensación de la fiesta fueron los regalitos colocados en cada uno de los platos de los comensales, los que rápidamente se fueron vaciando. Una cajita muy mona que anticipaba un buen obsequio para los reporteros. Una pluma de imitación plata, que más emocionaba a los invitados cuando descubrían que también hacía las veces de memoria USB, tan imprescindible en estos tiempos. “No me toca a mí decirlo, pero están muy bonitas”, presumió la secretaría de Educación Juana Pérez Floriano. Pero también propició la discordia, algunos “agandallaron” más de una de las cajitas, y cuando llegaba otro invitado ya no encontraba su correspondiente paquete. ¡Vaya! el dichoso regalito hasta discordia conyugal andaba provocando, ella cronista de sociales y él fotógrafo; ella quería sentarse donde hubiera gente importante, él en la mesa donde ya divisaba un regalito sin dueño que lo haría feliz. Finalmente ella se fue con el funcionario de su elección, y él se quedó donde la cajita que rápidamente embolsó.

PALABRA DE ALCALDE
Atendiendo la recomendación de Maricarmen Flores, así lo confesó, el Alcalde Bustamante no leyó su discurso, para no trabarse. Y en la disertación aprovechó para tirarle al gobierno federal por la inseguridad y prepotencia, ejemplificando con el caso de Jorge Hank, tema obligatorio: “El ingeniero tendrá ‘sus cosas’, pero no se merece ese trato…”. Respeto a sus funcionarios, se excusó: “Les he exigido que tenga el cuidado de recibirlos y atenderlos a ustedes”. Y cumpliendo con el protocolo de día tan especial: “No me molesta la crítica, mientras sea constructiva, mientras sea real. La que se inventa, esa sí me preocupa”.


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