30.5.08


TRASTORNO BIPOLAR
De la Euforia al "Bajón"

El Señor José Ángel Valencia y su esposa eran unos padres muy orgullosos de su hijo de 18 años. Un joven estudioso, responsable en extremo, al grado de casi no dormir; muy sociable, hiperactivo y productivo en los asuntos académicos. Nada para preocupar a su familia pues. Hasta el día que decide dejar los estudios, alejarse de la sociedad y escapar y hacia la Sierra Oaxaqueña, sin un acontecimiento claro que determinara esta actitud. Pero lo más desconcertante para el matrimonio Valencia fue cuando todo lo positivo de su vástago se transformó en negativo: Se volvió rebelde; de vestir elegante pasó al estrafalario. Y lo más duro: a los 20 años cayó internado en un hospital psiquiátrico. El diagnóstico: Trastorno Bipolar.

De acuerdo a estadísticas del Instituto Nacional de Psiquiatría, 2 millones de mexicanos padece de Trastorno Bipolar, y lo grave del asunto es que la mayoría de ellos no lo saben. De entrada el diagnóstico es difícil, luego existe la renuencia común de las personas de no consultar a “los especialistas de la mente”, por aquello de que los tachen de “locos”. Pero aún aquellos que han acudido a la ayuda médica o psicológica, por lo general no lo hace por las vías adecuadas, va de médico a médico, y así se pueden ir de 7 a 10 años para dar con el diagnóstico correcto: “Y así se pierden esos años de la vida”; se lamenta la doctora Martha Ontiveros, Presidenta de la Asociación Psiquiátrica Mexicana.

“Esto es lo que estoy viviendo, lo que estoy sintiendo, y no sabía cómo decirlo”, reparó el joven Valencia, quien ya presentaba esos síntomas desde su etapa de estudiante de Secundaria. Ahora ya está en tratamiento, pero no es fácil, las facultades mentales quedan mermadas, y la vida muchas de las veces fracturada, según lo expresa su padre: “Estaba perfilando un futuro muy prometedor. Hoy no puede emprender nada”.

La Organización Mundial de la Salud registra que las 10 principales razones de discapacidad, cuatro corresponden a enfermedades de tipo mental: La Depresión, el alcoholismo, esquizofrenia y Trastorno Bipolar. Este último se trata de un padecimiento crónico, llamado también “maníaco-depresivo”, caracterizado por alteraciones en el estado de ánimo en aquel que lo padece, que indistintamente se da en hombres o mujeres, y que si bien puede iniciarse desde la adolescencia, detona sobre todo entre los 25 y 30 años de edad. Es muy común, por ejemplo, en el caso de las mujeres, que este aparezca en la convalecencia post parto. El uso de drogas puede ser otro detonante. Aunque en realidad sus casusas que provocan el Trastorno Bipolar no están estrictamente definidas. Se consideran una combinación de factores genéticos y biológicos como causantes; al igual un desiquilibrio en los neurotransmisores (ciertas sustancias cerebrales), y el factor hereditario.

Para el paciente y sus familiares es difícil detectar cuando se padece el Trastorno Bipolar, porque los síntomas sólo se vuelven más visibles en las fases agudas de manía o depresión. En la fase de manía, la eufórica; el paciente anda elevado de más en su autoestima, trae el pensamiento acelerado o desordenado, habla mucho y rápido, no concilia el sueño, está hiperactivo, puede comportarse fuera de control, ser impulsivo, agitado, agresivo; con alucinaciones o delirios. Cuando los síntomas son moderados, los que rodean al afectado, no dejan de verlo simplemente como más “activo”. Por ello ni se alarman.

En el grado extremo, cuando cae en el período de depresión bipolar –que puede prolongarse desde semanas hasta un año- el paciente puede pasar por sentimientos de tristeza; apatía, desgano, falta de energía, trastornos del sueño, pérdida del apetito, fatal de concentración, baja autoestima, desinterés por las cosas o actividades que antes disfrutaba. Y ganas de suicidarse. Del 25 al 50 por ciento de estos pacientes lo intenta. El 15 por ciento lo logra.

Para atacar este fenómeno, los laboratorios AstraZeneca, aparte de comercializar la quetiapina, bajo el nombre de Seroquel XR, y aprobado por la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA) y la Food and Drug Administration (FDA) para tratar los padecimientos de esquizofrenia y las fases de euforia o tristeza extrema; a emprendido una campaña social de concientización; por un lado para contrarrestar el prejuicio que tiene la gente de consultar al especialista correcto, que es el psiquiatra, y al que popularmente suelen llamar “loquero”, y; después para que pacientes y familiares y gente que rodean a un enfermo de Trastorno Bipolar, sepan identificar su mal: “Sabiendo que el conocimiento del perfil de esta enfermedad es la base para controlarla hasta su cura total”, explica el doctor Carlos Pietra Santa, Director Médico de AstraZeneca.

La campaña incluye spots de televisión, donde se recrean pasajes cotidianos en la vida de personas con Trastorno Bipolar, y bajo la frase “Todos te pueden escuchar pero no todos te pueden ayudar”. Así como la línea telefónica gratuita de Serotel, 01 800 8220 326; que brinda asesoría, atención y apoyo tanto a los pacientes como a sus familiares.
También está la página de Internet
www.bipolar.com.mx con amplia información para conocer sobre el padecimiento, los programas educativos encaminados a su tratamiento, y hospitales y grupos a los que se puede acudir.

Por lo regular cada paciente de Trastorno Bipolar antes de haber sido diagnósticado correctamente, pasó por tres médicos y mínimo cinco años de tiempo perdido. Con el tratamiento apropiado, aumenta su calidad de vida y, sobre todo, puede reencaminar su vida después de tantos años perdidos.

*JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ

29.5.08

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez

El “soundtrack” era muy extraño (para ese tipo de eventos): Mecano, Duran Duran, Gipsy Kings; entre otros, una mezcla ecléctica. Se trataba de la ceremonia de inauguración de las exposiciones “Basta” de Roberto Rosique, y “Nullas Dies Sine Linea” de Enrique Trejo. La asistencia al acto fue copiosa, como hace mucho tiempo no se veía en la Casa de la Cultura de Tijuana. Además, significaba “el estreno” de Karina Muñoz como directora –o coordinadora, para el caso da lo mismo– de ese recinto, dependiente, por si muchos no lo saben, del Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC).

No cabe duda de las “tablas” que tiene Karina como comunicadora y conductora de noticias en televisión y lo demostró en su intervención en el acto inaugural. La Casa de la Cultura había tenido esa carencia –como otras instancias culturales–, de en la hora de los discursos, presentaciones y “frashazos”, no contar con los presentadores más elocuentes. Algunas directoras anteriores habían sido más bien “cortas” (pero si hasta sus voceros lo son, se supone profesionales del área) en el lenguaje, a no ser que algunas veces muy domésticas; en el protocolo y en general. Amén del dominio escénico, además está la presencia, el buen porte y actitud de Karina Muñoz que pareciera todo el tiempo está “a cuadro”.

Lo recurrente: la violencia. Ahora no sólo como tema para una obra artística, sino en el discurso mismo de este tipo de eventos que por supuesto no dejan de ser actos sociales al final de cuentas. A propósito, “esto no es normal”, fue la expresión de una ex vocera de la Casa de la Cultura, que la soltó así natural al contemplar a mucha de la gente que esa noche andaba ahí, que dijo no eran los invitados de costumbre. “Qué bueno que vino la gente… hay que irnos temprano… ahora que da miedo andar en la calle…”, más o menos expresó Enrique Trejo, quien expuso fotografías alteradas (otro de sus raros experimentos) respecto a los indocumentados y la frontera. Palabras no tan desandadas las suyas (aunque fue un poco así el tono), Trejo es tijuanense, pero además médico (prestigiado en su especialidad), y ya ven cómo les ha tocado también la desgracia. Ya hasta se quieren poner en “paro”, eso si muchos no ponen pies en polvorosa antes.

De un rojo intenso pintó toda la galería que se le asignó Roberto Rosique. Su exposición “Basta” consiste en esculturas armadas a partir de fierros retorcidos, metales enroscados, partes de carro destruidas (“Yonque Rosique”, lo nombré su colega Vidal Pinto), todas pintadas de rojo; rojo sangre, hasta las paredes, el piso; mucho rojo. Arte instalación consistente en esas piezas férreas por naturaleza, pero ahora violentadas, vulnerables; dramáticamente bañadas en sangre. De repente pensamos que la obra era de algún artista nuevo (joven), no por la novatez ni mucho menos, sino por cierta frescura, y el minimalismo; aunque esto se truncó con las frases de hombres célebres, en torno a la violencia, pegadas a la entrada de la sala; las piezas solas eran suficientes como mensaje. Pero lo grato sobre todo, fue ver algo muy diferente al resto de la obra de Rosique (en cuanto a formato). No faltaron los comentarios, bromas; crítica constructiva y destructiva, de los asistentes y otros artistas, que por supuesto nunca le vertirán directamente al colega, pero los sueltan para que algún periodista ingenuo no haga oídos sordos, lo difunda y sea aquel el que se gane los odios (perdón por la carga dramática), pero por esta vez no se les dará gusto. Ante tanto rojo y más rojo por doquier, no faltó la “bolita” que bromeaba: “la pintura se la regaló Hank”.
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Y esa noche en la Casa de la Cultura, en su café literario, tocaba en vivo un trío. Parecía aquello un barecito o café cantante; al sabor de boleros románticos, y mesitas a media luz. El rinconcito resultaba entonces muy apacible y acurrucador; y enfrente, toda la agresión de la vida real concentrada en cuatro paredes. Contrastes de una noche curiosa.

28.5.08

LOS INGRATOZ
No PreTenden la Fama

Ellos han estado muy a gusto tocando covers durante mucho tiempo. Más de seis años en los que han formado su propio séquito de seguidores en bares y antros tradicionales como los de Plaza Fiesta o Café Zoma, Baby Rock, Sevilla; y otros por el estilo. Además de salidas a otros municipios; eventos, festivales “y donde se dejen”; refieren Los Ingratoz.

El grupo conformado José Martínez (voz), René Contreras (bajo) y Eduardo “Peluche Ramírez (batería) –dos de ellos ex integrantes de Los Gatos de la Azotea- se dieron a la tarea de sacar un disco inédito, con canciones propias la mayoría. Meterse al estudio de grabación lo hicieron más que nada para corresponder a su público que solía preguntarles ‘¿cuándo sacan un disco?”. Ahí está, les llevó casi dos años terminarlo, en los Estudios 2000 de Tijuana.

“Es una mezcolanza”, explican los músicos tijuanenses, para aclarar que no hay un estilo en su música: “Como estábamos diseñados para tocar música totalmente variada, es estilo nunca se pulió, porque está cada quien tiene sus diferentes influencias, entonces salió la mezcla de todos”.

En efecto, rock urbano, happy punk, pop, metal, fusiones todas con el sello latino. El álbum abre con “Yo soy Ramón”, un rock urbano con mucho humor y la idiosincrasia tijuanera bien marcada. Luego está “Latinos”, que sería el primer tema a promocionar, tema de protesta a favor de los inmigrantes en Estados Unidos a ritmo de batucada, percusiones y guitarras. Y para más ejemplos de la ensalada de sonidos que traen Los Ingratoz, están los tres covers que aquí incluyen: “Y Volveré”; una balada romántica setentera que con ellos podemos escuchar como rock metalero; “La Boa”, clásica de La Sonora Santanera, con sonido más estilizado y mucho requinteo tipo Santana; y “El Cachanilla”, con el que echaron a la licuadora rock, norteña y quebradita.

Los Ingratoz no tienen reparo en resaltar que son un grupo básicamente de covers y ello se refleja en su producción: “Las influencias pues son de todos los grupos que hemos tocado, porque de repente vas a escuchar esta canción y se parece a Santana, vas a escuchar otra, y se parece a Maná; porque es lo que sabemos hacer”.

El hecho de nunca haber interpretado música original, no les complicó el proceso de composición y menos de ejecución. Todo lo hicieron tan desenfadadamente: “Hicimos lo mismo que hacemos en los bares; grabábamos y empezábamos a crear juntos, y de repente ya empezábamos a poner letras. Todos tocábamos y empezaban a salir las ideas de cada uno, improvisamos con las letras, a tararear sobre la armonía; incluso ni siquiera hay letras escritas. Fue como un palomazo, como lo que hacemos todas las noches”.

El disco de Los Ingratoz, de título “Latinos”, a partir de esta semana se vende en todas las tiendas de discos de la localidad. Su tema de lanzamiento se podrá escuchar en algunas radiodifusoras locales. Empiezan pues, Los Ingratoz, en un plan más profesional; aunque sin grandes pretensiones: “No queremos ser famosos ni mucho menos; nos gusta tocar y es una necesidad que quieres ir desarrollando. Nunca dejas de estar componiendo, creando canciones; nunca dejas la guitarra a un lado…”.

Y para seguirles la pista tienen la página www.myspace.com/losingratoz

* JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ

27.5.08


MEDICOS DE TIJUANA SE MANIFIESTAN CONTRA LA VIOLENCIA
"!Ay güey, ya me siento del PRD!"

A las ocho de la mañana, puntuales, fueron llegando los primeros médicos, algunos temblando un poco por el frío, inusual para una mañana de mayo. La Glorieta Cuauhtémoc en la Zona Río, el miércoles 21, fue el lugar que acordaron los profesionistas de la medicina para manifestarse contra la violencia y, en particular, los secuestros.

Un día antes, en una junta que para ponerse de acuerdo celebraron los galenos en el Hospital Ángeles, unas doctoras medio en broma y medio en serio confesaban que iban a llegar al plantón con lentes oscuros y peluca, para no caer bajo la mira criminal. En efecto, los primeros en llegar lo hicieron en abrigos amplios, lentes para el sol –aunque el día estaba nublado–, y estacionando su automóvil “de lejitos”. O de plano en taxi.

Postrado el sonido y dos de los principales organizadores frente al Calimax, fueron llegando a discreción. Muchos con su bata blanca y bajo ella, ropa casual fina. Se juntaban en “bolita” o haciendo círculo y la plática giraba en torno a anécdotas propias de su ramo y sus rutinas de turno. Una doctora del Hospital Psiquiátrico narraba cómo recibió una llamada telefónica donde le gritaron ¡loca!

Uno de los primeros en llegar fue el Doctor Jorge Astiazarán, en impecable traje azul oscuro, y repartiendo abrazos cual remembranza de sus tiempos de campaña como candidato a la Alcaldía de Tijuana. Una que otra patrulla rondaba el sitio, y un comando militar pasó una sola vez. Eran las 8:30 de la mañana y no había más de 50 personas. Expresaba un médico, a próposito de los secuestros: “¿Quién sigue, cabrón?...” Maná, el grupo pop, se dejó escuchar en la prueba de sonido con una canción muy ad hoc: “¿Dónde jugarán los niños?”

Minutos después los presentes fueron invitados a cruzar la calle y postrarse frente a la Glorieta. “¡Ay, güey! Ya me siento como del PRD”, expresó un galeno al arremolinarse junto a sus colegas. Muchos por continuar con su plática en corto no escuchaban al Presidente de la Federación Médica de Baja California, quien hablaba del deseo de ver nuevamente brillar el sol nítidamente cada mañana en nuestra ciudad.

“A todos aquellos que pensaban que los médicos no podíamos manifestarnos… Los doctores tenemos una causa que no es exclusivamente para nosotros sino para toda la comunidad de Tijuana…”, advertía el profesionista.

A esas horas ya no circulaba auto alguno por la zona ya que agentes de Tránsito Municipal obstruyeron las avenidas desde los cuatro sentidos aledaños a la glorieta. En un momento dado ni los grupos que llegaban a manifestarse podían acceder con su auto. Salvo el Doctor José Ortiz Ampudia, uno de los organizadores, que llegó en una camioneta, giró alrededor de ella agitando la mano para saludar a sus colegas. “¡¿Y dónde está la gente?!”, le reprochó una doctora.

Unos cuantos médicos y ciudadanos comunes se postraron hasta lo alto del monumento a Cuauhtémoc sosteniendo cartones blancos recortados en forma de palomas. No eran aún las nueve de la mañana y los protestantes parecía que lo hacían frente al desierto. Ningún auto y ningún movimiento había alrededor. Fue entonces que el orador en turno pidió a los agentes de tránsito que reanudaran la circulación de carros en las calles obstruidas: “¡Queremos que todos nos vean y que todos nos oigan!”

Gritos sin receptor
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“Terremotos… tsunamis… maremotos…”, lo que parecía un discurso apocalíptico y a ratos educacional, era pronunciado por una mujer con la indignación lógica de quien ha vivido de cerca el secuestro de un familiar. Su desencanto iba no solamente en razón del clima hostil en la región, sino de la descomposición en todo el mundo. Un académico pasaba lista de asistencia a sus alumnos de medicina. Llegaban doctoras camufladas como simples amas de casa o “doñas”. El médico que tomaba en esos momentos el micrófono exigía: “¡Que nos escuche el Gobernador Osuna Millán! ¡Queremos seguridad!... No queremos policías corruptos… no queremos políticos corruptos...” “¡Ah chingao!, pues va estar difícil”, expresaba en son de guasa un médico de entre los oyentes. “¡Ya basta!”, gritó varias veces el orador, y el mismo médico anterior soltaba una carcajada. La poca seriedad la asumían algunos jóvenes, alumnos de la Facultad de Medicina de la UABC.

Tomó la palabra el médico Benito Rodríguez, que lamentó la no tan nutrida asistencia; unas 350 personas cuando mucho: “¡Qué bueno que fuéramos seis mil!” Reprochó la usencia de enfermeras, y más estudiantes. Se lamentó de la Tijuana de hoy: “Extraño los tiempos en que dejábamos abierta la puerta de la casa y las llaves puestas en el carro…” Un poco afónico reconoció a los jóvenes presentes: “¡Este es el futuro!... ¡Agradecemos su coraje!”.

La chica Astrid Palacios tomó la palabra en nombre de los estudiantes de Medicina de la UABC. Se refirió a la lucha que deben enfrentar todos en contra de la violencia: “Por el amor…, el amor a la profesión, el amor a la familia, el amor a la ciudad…” Pero anunció que ella ya no piensa vivir en Tijuana.
La gente reunida apenas llenaba una sexta parte de la glorieta. Otro médico expresó al micrófono: “No es posible que haya médicos que han sido tres veces asaltados, que tengamos que cerrar el consultorio temprano o no atender a un paciente porque pensamos que nos puede robar”. Otro lo secundó: “Me doy cuenta que aquí hay muchas gentes (sic) inteligentes… no nada más nos quejemos, búsquennos la solución”. Uno más se inclinó hacia el tema de la desigualdad social, y consideró como contraparte al crimen organizado, la mayor generación de empleos: “Porque aquí hay gente que trae camionetas de 50 mil dólares, mientras otros apenas tienen para pagar el taxi”. Una doctora, la del Hospital Psiquiátrico, estaba preocupada por otras cosas: “¡Ah, llegaste! ¿Y dónde están las mantas de la Federación?”, reclamó locuaz.

Los reproches
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“¡Mira, qué imponente nuestro Cuauhtémoc!”, se admiraba la doctora de una clínica privada que con cámara digital en mano buscaba el mejor ángulo de la estatua del héroe mexicano, que la redescubría en ese día tan inusual. Más de hora y media llevaba de iniciada la protesta y apenas les escribían consignas a las figuras de paloma en cartón: “¡Queremos paz!”, “Justicia”. “Seguridad”. El doctor Héctor Rico anunciaba en altavoz y hacía extensiva a los médicos, y la comunidad que la autoridad eclesiástica de Tijuana: “¡Nos da todo su apoyo también!”. “¡Y que también nos dé las bendiciones, no chinguen!”, comentó sarcástico entre sus colegas un doctor.

Como a las diez de la mañana el ciudadano Genaro de la Torre, recordó una manifestación colectiva similar celebrada hace casi dos años, a raíz del asesinado del editor de ZETA, Francisco Ortiz Franco: “En aquel entonces tuvimos muy buena respuesta, siete mil personas”; dijo que en esa época se secuestraba solamente a empresarios fuertes “y hoy en día hasta humildes vendedores de sobrerruedas”.

“¡Irasema… retrata al de la máscara!”, instó a su compañera un doctor. Se trataba de un encapuchado, trepado en la parte principal de la glorieta y con un cártel que invitaba: “Secuestra a un diputado, ex diputado o ex senadores; ganan más que yo”. Mientras que Héctor de Isla Puga, representando a la Asociación de Abogados Emilio Rabasa, gritaba: “¡Sabemos quiénes son los delincuentes, agárrenlos”!, y ahora sí que abogó por el endurecimiento de las leyes y la aplicación de éstas. Otro pedía que corrieran a los policías “pero de la ciudad, si no se quedan y arman comandos”.

Eran las once de la mañana y una ligera llovizna amenazaba. Uno de organizadores principales bromeó. “Hice un trato con el Dios Tláloc pero parece que me atendió su secretario porque no me está cumpliendo”. Nadie rió. Pero igual la caída de agua pronto cesó.

De repente aquello parecía mitin político: “¿Ya se quieren ir?”… ¿Están cansados?… ¡Estamos en la lucha!”. Y el colmo, como para recordar a un candidato cualquiera: “¡Hasta la victoria!”. Y el intento de reconfortar: “Las autoridades parece que ya nos están escuchando”. “¿Y qué que nos escuchen?”, respondía un galeno entre sus similares. Entonces hubo un llamado a los reporteros presentes: “Señores de la prensa, aquí hay pancartas de secuestrados que no han tenido la suerte del doctor Guzmán. Queremos que les tomen fotos y se las hagan llegar al Gobernador Osuna Millán”.

Los médicos se repartían entre grupitos y las conversaciones no paraban: “Realmente lo malo son los secuestros, por el tráfico de droga se incentiva la economía, pero el secuestro la frena”. “Lo grave sería que mañana ocurriera otro secuestro, sería la respuesta de esto”; decían uno y otro. Algunas mujeres, pocas, derramaban lágrimas; familiares de secuestrados.

Los galenos referían de un oftalmólogo que ya ha sido secuestrado en tres ocasiones. Pero igual los temas se diversificaban: “Ya huele a ganado aquí”… “Ya somos un chorro de doctores en Tijuana, jóvenes y no jóvenes… a lo mejor por eso los secuestros, por la saturación”. Humor negro. Otros hablaban muy mal del Secretario de Salud en el Estado y del Procurador de Justicia: “Es un cinismo, eso que diga que cuando hay un secuestro que nada más puede ser intermediario pero que no se puede comprometer a más…”.

Un especialista del Hospital Ángeles reveló que hace dos años lo empezaron a amenazar los secuestradores. Hace apenas dos semanas lo volvieron a hacer, mas su familia y él han decidido no abandonar Tijuana. Hubo más reproches para la autoridad estatal: “Señor Gobernador, ¿dónde está? Está muy guardadito, ¿no?”. También arremetió contra sus colegas, otros profesionistas y el resto de la comunidad. Dijo que la gente tiene la ciudad que se merece: “Pero si hubiera ganado la Selección de Futbol, aquí estuviera a reventar de personas”.

Nuevas amenazas
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En medio del plantón en la Glorieta Cuauhtémoc, por un momento los médicos manifestantes pensaron en trasladar su movimiento hacia el Hospital General. El motivo: La amenaza de muerte que acababa de recibir el doctor César Romero, uno de los médicos que atendió a Humberto Moreno, uno de los sicarios que intervinieron en la matanza del bulevar Insurgentes el pasado 26 de abril y que falleciera la noche del martes. La familia del médico recibió la sentencia que también él iba a morir.

Decidieron permanecer en el lugar, pero tomando como bandera de su protesta la fresca advertencia que llenó aún más de indignación a los médicos: ¿¡Qué vamos a hacer!?”. “¡Que no los atiendan!”… “¡Que los dejen morir!”, respondieron muchos ya sin recato. Una doctora conminaba a los organizadores: “Si le pasa algo a César, se responsabiliza directamente al Gobernador. Suéltalo de una vez…” Y así se anunció.

Hasta con Monseñor Rafael Romo Muñoz arremetieron: “¿En dónde está, Señor Obispo? ¿En alguna fiesta de sociedad?”. Contra Jorge Ramos: “Señor Presidente Municipal, que lo tenemos tan cerca, ¿en dónde está? Lo acabamos de ver en campaña”.

La manifestación vivía sus últimos minutos: “Ya casi son las doce y hemos aguantado”. El clima les fue benigno; no así la apatía. Los médicos se quedaron un tanto solos en su grito, pero una doctora ya lo presentía la noche previa al plantón: “No vamos a tener muchos resultados porque lo estamos planeando de un día para otro”.
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* JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ

26.5.08

DEMIÁN BICHIR
SueÑA en Grande

Sí, ya suena muy trillado escuchar a los actores mexicanos renegar de la televisión cuando han elegido el cine como mejor género para desarrollarse. También es cierto que son los menos aquellos que se concentran en la pantalla grande, por lo que los rostros ya se vuelven muy predecibles.

Caso concreto de la saturación de figuras cinematográficas son la dinastía Bichir. Uno de ellos, Demián, concreta sutilmente su desdén por la llamada “caja boba”: “No nos entendemos la ‘tele’ y yo”.

El actor, niega que sienta tirria por la televisión; ha estado en ella: “Yo he hecho algunas cosas que me han parecido interesantes, y otras que me han ofrecido pues son la misma historia de ‘la cenicienta’ y no me causan el menor revuelo”, externa en entrevista con ZETA.

No obstante, Demian Bichir recién reapareció en televisión, pero no en una telenovela cualquiera, sino en los tres últimos capítulos de la serie Capadocia, transmitida por la cadena HBO y producida por Argos, de Epigmenio Ibarra. Con tal productor Bichir trabaja de buena gana, aunque no tiene contemplado por el momento intervenir en los proyectos que Argos tiene por delante.

En televisión abierta, ni pensarlo. Lo reitera: “No nos entendemos la ‘tele’ y yo. Ellos no tienen las historias que a mí me enloquecen, y tampoco yo soy el tipo de actor que a ellos enloquece. O sea que estamos ‘a mano’”.

Del estancamiento que padecen los melodramas mexicanos, como actor se desentiende: “Yo creo que depende de lo que la gente consuma. Si la gente ve el mismo tipo de telenovelas, se van a seguir haciendo igual”.

Luego entonces, bien entrado en el cine, Demian Bichir se prepara en la promoción de su nuevo filme en México, “Enemigos Íntimos”, de Fernando Sariñana, estrenada en el pasado Festival Internacional de Cine en Guadalajara y en espera de distribución en las salas comerciales.

En la cinta donde comparte roles con Blanca Sánchez, Dolores Heredia, Verónica Merchant, Roberto Sosa y Ximena Sariñana; Bichir interpreta a un enfermo terminal con cáncer en la próstata; además de lidiar con otros problemas familiares y conyugales, en un entrecruzamiento de historias.

“Me llamó mucho la atención que era un tema tan delicado” -relata sobre su papel- “y tratado sin miramientos; además que profundizaba, y que el personaje me permitía explorar una serie de cosas que yo no había hecho antes. Todo el personaje deteriorarlo paulatinamente a través de la historia. Lógicamente el resto de la estructura y todo el reparto fue lo que me enganchó”.

La situación de un hombre joven que se ve sometido a quimioterapia y las consecuencias físicas que ello representa, sirve para que Demian bromee a próposito de la “profundidad” que tuvo que lograr en la interpretación: “Es que hacia dentro me tuve que rapar hasta los últimos pelitos; quedé como xoloitzcuintle. Ésa fue la parte más friolenta de todo el trabajo. Pero realmente muy poética”.

A respuesta expresa a una observación de una reportera, respecto de la regularidad con que Demian Bichir aparece desnudo en la pantalla, el actor continúa en son de broma: “En todas las películas salgo en ‘pelotas’. No, no me gusta, pero ‘tiro por viaje’; y en las telenovelas también me toca enseñar las ‘tepalcuanas’. Se siente bien gacho, es el estado más vulnerable para cualquier actor. Yo tengo cuates que dicen ‘¡qué padre!, te tocan puras de ésas con las más guapas’; y nomás les digo ‘sí guey, te invito a que le llegues ahí a estar encuerado ocho horas esperando tu escena…”.

Retomando la seriedad del asunto, Bichir platica las exigencias de su interpretación: “Todo eso me cuesta mucho trabajo, siempre que hago un personaje que va para adentro y explora rincones que generalmente no tocas en tu vida personal: se complica mucho y tratas de bajar la cortina en cuanto termina el rodaje. Además, yo pasé la mayor parte del tiempo ahí encamado, no bajaba ni a comer ni nada de eso; para poder conservar la concentración de un hilo que me parecía muy complicado desde que leí el guión”.

Por último, el actor no puede estar más congraciado con el cine, pues por estos días estará presente en el 61 Festival de Cannes (14 al 25 de mayo), a través de su interpretación de Fidel Castro, en la película “Che”, de Steven Soderbergh. La cinta, que se divide en dos partes -“Guerrilla” y “The Argentine”- tiene una duración de cuatro horas y es estelarizada por Benicio del Toro.

Por la envergadura del director, y el tipo de festival, se puede decir que el actor mexicano circula por los planos estelares de la cinematografía; sin embargo, sus más grandes ambiciones aún no se cumplen: Ser dirigido por Woody Allen o Martin Scorsese: “Soñar en grande o en pequeño cuesta lo mismo, así que es mejor soñar en grande”, remata.

* JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ

23.5.08

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez

Qué personaje “polito”, como familiarmente le llamamos los bajacalifornianos a Sergio Aponte Polito, General de la Segunda Región Militar. Desde sus primeras declaraciones a los medios (sobre todo a raíz de los operativos especiales implementados por Felipe Calderón) ya se notaba que está hecho de otro “calibre”. Sin llegar a la elocuencia ni al protagonismo, llamaba la atención que daba la información sin evasivas y sin la actitud hermética que tanto caracteriza a los militares. De entrada, se veía como un señor, así, de carne y hueso, y no con esa como aura impenetrable de la que se envuelven los castrenses.

Buena zarandeada la que “polito” les puso a las diferentes corporaciones policíacas, incluyendo a las federales, cuando dio a conocer la lista de elementos inmiscuidos en el crimen organizado. Buena señal esa no solamente de su compromiso y honestidad, sino del apoyo que debe tener de sus superiores, el Secretario de la Defensa Nacional y el Presidente de la República. Qué bien que ahora que no hay diferencia de color partidista en los tres órdenes de gobierno, eso no fuera impedimento para que soltara lo que tenía que soltar; aunque lo quieran linchar, aunque por supuesto la investidura de su cargo los detiene. Al gobernador y funcionarios estatales, no les queda más que desmentirlo o tacharlo de irresponsable, y con ello sembrar la duda en lo poco que nos queda por creer.

Un soldado quería llorar…, pero no cualquiera, era el General Sergio Aponte Polito, que rodeado de policías municipales, estatales y funcionarios de primer nivel, se le anudó la garganta y llegó casi al sollozo, al denunciar la corrupción y la injusticia en México. Con ello, de plano, terminó de romper el esquema. Un militar conmovido, ¡vaya!, con sentimientos. Fue entonces cuando su discurso, que podría ser uno más -demagógico, protocolario y falsario- tomó otra dimensión. Y con ello se echó a la bolsa a la comunidad, en tiempos que hasta de los militares se empieza a dudar. Ya sabemos que los comandos criminales seguirán operando sin tregua, pero por lo pronto Aponte Polito ha aportado un algo anhelado: Un poco de credibilidad.

La paranoia a todo lo que da, es la que dejó ver Jesús Alberto Capella, Director de Seguridad Pública de Tijuana. Está bien que no se le ha bajado el susto desde que lo atrincheraron a balazos siendo aún consejero ciudadano de seguridad, pero eso de que sus escoltas persiguieran y dispararan contra una familia de civiles nomás porque los vio “raros”, denota una gran irresponsabilidad y… cómo decirlo, falta de inteligencia. Y esos son los que nos cuidan. Y nos quejábamos de los desmanes de los escoltas del ex alcalde Jorge Hank. Cómo ha cambiado Capella, defendiendo lo que antes incriminaba. Aunque claro, en uno y otro frente, la insipiencia de sus resultados no varía.

Qué comprensivo Jorge Ramos la verdad. El Alcalde no dejó “abajo” a su funcionario, lo defendió, y justificó que todo un Secretario de Seguridad y sus guaruras la agarraran a escopetazos contra un matrimonio y su hijo de dos años, por andar en camioneta “placoza”, con vidrios polarizados y sin láminas. De pasadita con ello justificó su recién medida gobierno de infraccionar a todo automovilista que cometa esa falta. El hecho era como para empezar a temer en las multas, pero no a la posibilidad de ser acribillados por la autoridad.

El narcoterrorismo vive su fase inaugural. En las noches –y días- tijuanenses todos los gatos son pardos. Con la acción de Capella y sus secuaces, también le entraron al tiroteo, asustados, policías de la Estatal Preventiva. La prueba de la paranoia colectiva que nos envuelve. Todos podemos ser criminales, todos podemos ser víctimas. Narcos se matan entre ellos, policías de una corporación matan a los de otra, o a sus mismos compañeros. Los ciudadanos “malosos” y los decentes, apenas se distinguen entre sí. El narco nos tiene sitiados, y como apuntaba el periodista Sergio Sarmiento hace dos semanas: “…nadie en Tijuana puede estar seguro de que una batalla como la del bulevar Insurgentes no lo alcanzará”.

22.5.08


SABRINA
Le echa toDos los Kilos... a sus Senos

El par de enormes senos que carga le han abierto las puertas de la fama. Así que el esfuerzo de sostenerlas, ni lo siente. Por el contrario, ahora las lleva por todo el país, como personajes importantes de su espectáculo erótico-sadomasoquista-musical.

De modelo en el programa cómico “La Hora Pico”, Sabrina realmente empezó a sobresalir en el competido mundo de la farándula, hasta su participación en el reality show “Big Brothers VIP”. De ahí pronto le llegó su propio programa de televisión; y con ello un camino más allanado para su propuesta musical y artística, que ahora la tiene activa todo el tiempo. Aunque su carrera musical ya data desde 1996, en su natal Argentina y como vocalista del grupo Nu Metal Ciberpunk, pocos ubican a la exuberante modelo en esa faceta. Entre los géneros del metal y punk electrónico, Sabrina y su grupo han tenido una intensa actividad en Sudamérica, incluso en Estados Unidos, e incluso han sido ‘teloneros’ de Marilyn Manson. En estos momentos ya tiene grabado y masterizado su sexto disco, el cual en unos cuantos meses lanzará de forma independiente, con una propuestas estética basada en el sadomasoquismo, donde la agresividad explícita, justifica, no es más que una vertiente de la protesta social. Incluirá covers de artistas como Alaska.

Pero poco importa su disco ahora, por lo menos para el público mexicano, quien por otra parte, ahora la está disfrutando con un espectáculo en vivo muy atrevido, que lo mismo ha presentado en países como España, Hungría o Perú: “Es el espectáculo más fuerte que existe en este momento”, presume Sabrina, entrevistada por ZETA.

En el show que presentará en Tijuana el próximo 2 de mayo, se hace acompañar de dos bailarinas y un actor porno; con desnudos, lesbianismo, sexo, sado, juguetes eróticos, todas esas cosas que a ella le encantan. Además de hace participar con ella al público: “La gente participa mucho, le gusta subirse al escenario; por ejemplo, les gusta que tenemos un concurso donde hacemos posiciones sexuales fingidas con los artistas porno; se arma mucho desmadre”.

Asegura Sabrina que, contrario a lo que podría pensarse, no ha tenido problemas con la mojigatería que muchas veces caracteriza a los mexicanos: “De repente si hay censura en los medios de comunicación y todo eso, pero a la gente en sí como que le vale madre; como que lo disfruta, no me parece que sea tan mala la gente de México”.

Claro, suele ver excepciones, que igual ni le preocupan: “Hay mucha que de repente si tiene como doble moral, y te pueden decir ‘no, eso no’, pero puede ser por cualquier cosa. Pero no me parece que la gente sea cerrada. El gobierno es el que es más…, por ejemplo, censura a la ‘tele’ para que no se puedan ver ciertas cosas…, pero a la gente le gusta todo esto”.

En nuestra ciudad, la voluptuosa vedette se presentará en el Chicago Club, un table dance enclavado nada menos que en la zona roja conocida como “El Caguilón”, pero Sabrina se presenta donde sea, no se anda con remilgos: “Es un lugar donde también va mucha gente extranjera, de Estados Unidos, y mucho oriental, que dicen son muy perversos, sadomasoquistas, les gusta el manga y todo eso. Yo creo que me va ir bastante bien”.

Un espectáculo muy atrevido, y sitios no precisamente ‘castos’, con el tipo de clientes que ello conlleva, no obstante, no han significado un riesgo para su integridad física o dignidad –que la tiene- como mujer: “”No, para nada… para nada, nunca me ha sucedido algo en el show, no me han tocado ni un pelo, ni nada…”.

· Va por más...
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Postura o estilo, pero Sabrina se cataloga aficionada al sexo; más que eso: una adicta. Cantante, actriz o modelo, la exuberancia y el erotismo ya se le quedaron como un membrete en su trayectoria artística. Más se le ha adherido esta etiqueta, advierte, debido a “Las Nenas de Sabrina” programa que en la medianoche de los miércoles conduce por un canal de cable.; donde además de mucho “atractivo visual” y lenguaje altisonante, se da el lujo de dar consejos sexuales, dilucidar fantasías, y hasta entrevistar artistas. Le ha ido muy bien: “Ya cumplimos tres años al aire y es uno de los programas con más rating en Telehit. Se ve en más de 60 países, me escribe mucha gente de todos lados; va bastante bien”.

Sobre todo que goza que la libertad que no tendría en la televisión abierta, aunque a como es ella, nunca es suficiente: “Quisiera que pudiera ser más fuerte, que no tenga censura, pero ¡bueno!, es hasta donde se puede llegar por ahora”.

-¿Y qué te gustaría hacer que no permiten?

Por ejemplo que no censuraran a las chavas cuando bailan y puedan mostrar sus pechos desnudos; o que no le pongan ‘bip’ a las palabras fuertes, que de hecho a veces no lo hacen. Pero más que nada la gente me pide cosas más atrevidas, que se puedan hacer desnudos y eso”.

-El público te tiene más ubicada por tu cuerpo y la particularidad de tus senos, ¿esto no te dificulta que te den oportunidades para trabajos de actuación más serios?

“Por ahí se me bloqueó una novela, pero eso no me gusta, no me interesaría. Aparte yo no, mi personaje no iría con la novela tendría que ser algo erótico o algo acorde conmigo. De repente tendría que reducirme las ‘bubies’, y eso no; llevo cinco años con ellas. Me gusta lo que hago en Telehit, y creo que eso va más con todo lo que es mi personalidad”.

No hay pues, ni ningún problema que sea la talla de su sostén lo que la siga distinguiendo como artista. Va por más, y con mucho gusto: “Mis senos pesan ahora 3 kilos y medio cada uno, y me voy a hacer una próxima operación. Me van poner trasplantes de 4 kilos y medio…”, concluye.
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* JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ

21.5.08



NOVELA
P a L o M a S

Jonás, el profeta que desconoció el mandato de Dios cuando éste lo mandó a predicar a Nínive, y terminó en el estómago de una ballena, es retomado en su humanidad, con sus defectos, enojos y lamentaciones, por la autora mexicana Keila Ochoa Harris.

Jonás en manos de la escritora, ahora enfrenta a los ninivitas y, en sus tribulaciones, también se encuentra con el amor, en la persona de Zuú, una mujer asiria en busca de libertad. Jonás y Zuú; el nombre de ambos significa “Paloma”. La novela trata de cuando dos almas se encuentran.

Precisamente por imperfecto y vulnerable, Keila Ochoa Harris tiene a Jonás como su personaje bíblico favorito. No obstante, sagaz y al fin mujer; para su ficción no solamente le buscó al profeta una pareja, sino que le dio a ésta un papel más protagónico: “Se narra desde que ella es una niña, en Asiria. Cómo va creciendo, de adolescente, se casa… y hay un poquito de romance, sí, pero no es el tema central. Más bien el tema es el momento en que Jonás y esta chica se encuentran y lo que pasa en esos días”; aclara la novelista.

Aunque se resalta mucho la recreación –o ampliación- del breve pasaje bíblico que protagoniza el predicador hebreo, la historia puede gustar a cualquier tipo de lector y no necesariamente a aquel con predilección especial por los temas religiosos: “Sí, yo pienso que el lector que empiece a leer la novela a lo mejor hasta me reclama ‘y dónde está Jonás’. El aparece a mitad del libro, porque en realidad la historia se basa en esta chica que tiene problemas que vivimos actualmente”.

Se refiere a cuestiones como la violencia intrafamiliar, problemas conyugales, falta de comunicación, orfandad. Como se ve, no muy religioso el tono. El texto de Keila Ochoa es un 80 por ciento ficción, tejida alrededor de lo que sucede antes, durante y después del breve episodio que relatan las santas escrituras.


“Traté de ver cómo eran esos tiempos y la verdad no encontré mucha información”, precisa la escritora. “No encontré mucha información de Asiria, fue limitado, sobre todo poder hablar con expertos pues no hay muchos por aquí, pero traté que fuera más apegado a la realidad que pude; en todo lo demás no hubo censura o rigor, sino que ahí dejé libre mi imaginación y dejé que los personajes hablaran, hicieran y deshicieran”.


Ochoa Harris, de apenas 32 años e hija de un misionero inglés y una misionera norteamericana, ha escrito también las novelas “Los guerreros de la luz” y “Retratos de la familia de Jesús”. Tiene predilección por la novela histórica y todavía no se anima mucho a los temas contemporáneos. Sin embargo, sus vivencias de mujer moderna y la vida agitada de la Ciudad de México, donde radica, le han servido para volcarlo en la historia de “Palomas”, aunque el sustento sea bíblico: “En la primera escena de la primera parte, el padre de la chica mata a su mamá en un arranque de ira. Me basé en un caso real de aquí, creo que a veces la novela histórica no está tan separada de la realidad actual”.

* JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ


20.5.08

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez

Hasta que agarró sabor el ICBC. A próposito de los festejos por el Día del Libro, el Instituto de Cultura de Baja California revivió, con una jornada de tres días de actividades literarias, plásticas y musicales pero, sobre todo, con el carácter lúdico, desenfadado, y de verbena, al aire libre. Algo distinto a la administración anterior, cuando Jesús Flores Campbell estaba más preocupado por el oropel y “el buen gusto”, en eventos como “Diego Rivera Bajo las Estrellas” o el de “Tongelele”, destinando recursos para impresionar a la alta élite cultural y social tijuanense.

Tacos de birria con vino tinto se sirvieron el viernes en el ICBC. Buena combinación que se complementó con la tocada en vivo de un grupo de música norteña interpretando las clásicas del género entre texto y textos leído por el escritor Pablo Jaime Sáinz, que presentó su libro “Conjunto Norteño: Relatos para la plebada”. Una apología de la cultura sinaloense incrustada en Tijuana y al otro lado de la frontera. Un autor, Sáinz, con evidentes influencias de Luis Humberto Crosthwaite, pero que al transcurrir de su lectura fue revelando su propia voz, en una lectura muy amena, elocuente, que realmente el público disfrutó. Aparte que el escritor simplemente llegó, se sentó en su lugar, y empezó a leer; solo, sin presentadores forzados ni comentaristas aduladores. Eso se agradece.

Muy solidarios se comportaban entre sí los funcionarios del ICBC. “¿Si quieres te ayudo a servir el vino?”… “No yo me encargo…”, se decían, como un equipo muy unido. “Pues ya era hora”, reconoció uno de los empleados, después que desde hace mucho dijo, esa instancia era un polvorín de intrigas, pleitos, envidias, y todas esas cosas; ya ven cómo se las gastan.

Buena idea la de ese tipo de eventos que, en primera instancia, supusimos pudo haber sido iniciativa de Paty Blake (poeta y ex reportera del periódico Frontera) que ahora funge como coordinadora de Fomento a la Lectura en esa paraestatal. Buena idea porque hace algunas semanas el ICBC hizo algo que desagradó a un buen sector de la comunidad artística local. Se sintieron tratados como chusma cuando contrario a la costumbre, no se les hizo llegar la invitación a la exposición de un artista desconocido, pero “yuppie”, que presentó cuadros y esculturas decorativas muy lujosas, diseños de ornamento, en un coctel destinado a la “gente” bien la ciudad. Un fotógrafa proveniente de una familia de abolengo llegó de casualidad ese día, y se encontró a su tía y pensó “!Oh... mi tía aquí… esto es algo especial!”. En concreto, un evento privado y elitista por parte de una instancia pública. Habría que ver en qué términos se gestionó.

Todo iba bien, sin sospecha, hasta que apareció Leobardo Sarabia -sin puesto público ahora, pero siempre ágil para incrustarse ahí donde es pertinente- pronunciando un discurso en un evento del ICBC que nunca se entendió, su intervención, fue para enaltecer el Festival de la Ciudad, que en medio de la polémica organizó el años pasado y que prometió ya viene para el este. El Festival de la Ciudad que nada tenía que ver con el evento ese día, salvo la proyección en grande de fotografías de varios autores, con el tema de… ¡Tijuana!, claro, pero a la que la gente poco caso hizo, más complacida con la presentación del libro, el conjunto norteño y, los tacos de birria. Un golazo les metió Sarabia a los del ICBC, y desmeritó la propia labor que pudieron haber realizado los funcionarios de ese instituto. Comentaban algunos culturosos que el Frente Sarabia se aprovecha ahora de una instancia sin dirección y un Patricio Bayardo que está como ausente.

15.5.08


BELLY DANCE
La DanZa del Vientre


Se le ve en bares, restaurantes de comida internacional, festivales de baile, eventos culturales y, sobre todo, en talleres y academias. Es el Belly Dance o Danza del Vientre, como se le conoce genéricamente.

La también conocida como “Danza Árabe” ha cobrado un auge inaudito en los últimos años, sobre todo en Latinoamérica. Ni qué decir en México. Más aún: Baja California es la entidad que más bailarinas de esa disciplina tiene en el país, tal vez a tono con el vecino Estado de California, a su vez la región más prolífera en el mismo rubro dentro de la Unión Americana.

Si entramos a cifras, hay que apuntar que en el año 2000, Tijuana contaba con sólo dos sitios donde se impartían talleres de Danza Árabe. Hoy en día deben existir unas diez academias especializadas sólo en esa disciplina y otra decena que la han incorporado a sus clases regulares de ballet, salsa o jazz, además de impartirse en casi todos los gimnasios; esto según estimaciones de Niral Basave, instructora pionera de las Danzas Árabes en Tijuana y actual Directora del Instituto Mexicano de Cultura, Arte y Desarrollo Humano, quien las incorporó al extinto Instituto Cultural del Norte en 1999.

Basave decidió traer el Belly Dance a Tijuana a raíz de que observó la gran aceptación que la asignatura tenía en San Diego a mediados de los noventas, situación que, explica, se atribuye por un lado a la vida nocturna, el fashion, la cultura cosmopolita y la gran emigración oriental que tiene la región californiana; mientras que también le encuentra una explicación espiritual aunada a la ubicación geográfica: “Son centros energéticos súper poderosos, no es de a gratis, la Cordillera de los Andes empieza en Sudamérica y termina acá arriba. Hay leyendas indígenas que dicen que cuando el águila del norte se junte con el cóndor del sur, la humanidad se va a iluminar. Es interesante e intenso porque el Belly Dance es todo un movimiento”, refiere la maestra.

Arte milenario y multicultural

La Danza del Vientre es el más antiguo baile oriental, que combina elementos de Medio Oriente con otros de África. También se le llama “Raks Sharki” en Egipto y “Belly Dance” en Occidente. Sus remotos orígenes fluyen por distintas vertientes. Algunas teorías se basan en las danzas del antiguo Egipto, otras lo explican como baile religioso de sacerdotisas, algunas más como práctica de alumbramiento, mientras que ciertas teorías lo centran -dada su gran diseminación- en los grupos gitanos de origen hindú. Lo cierto es que en paredes de templos islámicos que datan del Siglo VII al XII, ya se aprecian imágenes de bailarinas ejecutando esa danza; al igual que se ha visto en pinturas en miniatura del arte persa. A Europa occidental empezó a llegar en los siglos XVIII y XIX, y lógicamente, arribaría más tarde a América.

Con todo este historial y aunque se le encapsule como Danza Árabe, la realidad es que se trata de un baile que engloba culturas como la egipcia, árabe, persa y europea. Así pues, puede decirse que el Belly Dance se ha permeado desde el arte de la civilización musulmana hasta el de las bailarinas mundanas actuales.

Las danzas árabes se caracterizan por sus movimientos suaves y fluidos, donde las partes del cuerpo involucradas a veces van a diferentes ritmos unas de otras. La atención se centra en la cadera y el vientre, donde se alternan movimientos lentos y rápidos, así como el pecho, los brazos, el abdomen y los pies descalzos, siempre en contacto con el suelo, ya que el Belly Dance se asocia a la naturaleza y a la esencia misma de la mujer, quien con sus vibraciones, contorsiones, golpes y pasos serpenteantes expresa lo mismo sus tristezas que sus alegrías. Por ello la mirada de la bailarina también es esencial, por lo cual el maquillaje alrededor de los ojos es imprescindible para mantener una figura hechizante. Aunque a final de cuentas, el principal instrumento es todo el cuerpo.

Un fuerte atractivo de estas danzas es justamente el vestuario exótico, el bedlah, que significa uniforme en árabe, cuyo origen data de 1930 en Egipto y que poco tiene que ver con sus más incipientes raíces y se ha ajustado más al cliché de los harenes y el género del burlesque. Las bailarinas llevan un top o sostén ajustado, adornado con monedas o cuentas, un cinturón también formado con monedas y ajustado a las caderas, pantalones o faldas largas tipo harén, ya sean lisas o en capas. Otros elementos que dan vistosidad al atuendo son el velo, el bastón y el sable, que a su vez tienen una simbología especial: la suavidad y el misterio, lo llamativo y la valentía, respectivamente.

Si la “Danza del Vientre” es de por sí bella y muy sensual, la disciplina en sí tiene sus virtudes terapéuticas, tanto a nivel físico como mental, según aprecian los expertos. Es un excelente ejercicio cardiovascular que ayuda a la flexibilidad y fuerza de las extremidades y músculos, además de que fomenta la autoestima de las mujeres. Es recomendada por los médicos como ejercicio pélvico para parturientas, o simplemente para mantenerse en forma, pues en una sesión de sesenta minutos se pueden quemar hasta 330 calorías.

Si bien el Belly Dance se aprecia fácil y no requiere los niveles de exigencia que tienen otras disciplinas dancísticas, no es tan sencillo como pareciera, pues se compone de movimientos complejos y exigentes donde el reto de la ejecutante es mantener la armonía; como si el baile fluyera naturalmente, no es nada más mover las caderas o el vientre.

Las bailarinas e instructoras más experimentadas hablan de que para alcanzar un nivel óptimo de ejecutante y poder empezar a enseñarlo a otras personas, la disciplina debe practicarse alrededor de cinco años. Se habla también de cinco niveles: en los tres primeros se enseñan los pasos de marcación, pasos de ondulación y pasos de vibración; un cuarto nivel se centra en ejercicios de piso y acrobacias; un quinto nivel se enriquece con diferentes estilos de danza tribal, sable y andaluz, así como el uso del velo, crótalos y bastón. Sobre todo, el mejor nivel que se puede llegar alcanzar depende de la bailarina, su esencia, feminidad, expresión y actitud.

Más que un boom

“¡Vacas gordas!”, “¡Tubo… Tubo!” y ¡Chido el teibol!”, fueron algunas de las frases que, relata Niral Basave, le vociferaban a sus alumnas la primera vez que se presentaron en el Festival de Danza del CECUT (Centro Cultural Tijuana): “Yo casi agarrándome a bastonazos con la gente, me tenían que subir a explicar el por qué de la danza árabe”.

En cambio ahora, todas las mujeres -y alguno que otro jovencito- desean aprenderla. En uno de los talleres impartidos por Niral, la alumna más pequeña tiene un año y medio, en tanto que la mayor, 65 años. Prueba de que el Belly Dance se ha masificado y popularizado en extremo gracias a la cultura pop y la televisión. Todas las fuentes consultadas por ZETA mencionan a la cantante Shakira o la telenovela brasileña “El Clon” como factor detonante de este boom que se ha desatado de tres años a la fecha.

“Eso sí es cierto, es muy chistoso”, corrobora Basave. “Sí, lo globalizó más”, secunda Dalia Rodríguez, quien lleva cinco años practicando este tipo de danza. “Podría decirse que Shakira hace un Belly Dance pop, desde el momento que lo agrega a sus canciones pop, pero los pasos que ella hace son efectivamente originales de la danza árabe, y son bien ejecutados”. No en balde la cantante colombiana es de origen libanés y baila desde los cuatro años de edad; no es ninguna improvisada.

Si bien las jovencitas a la que más ubican es a Shakira, otras estrellas pop también han incorporado la Danza del Vientre a sus coreografías: Beyoncé, Jessica Simpson, la extinta Aaliyah, Hilary Duff, Rihanna y Nelly Furtado.

Actualmente, en el mundo del Internet, tecleando “Belly Dance” pueden encontrarse hasta 280 mil sitios al respecto, lo que da una idea del esplendor que esta danza ha generado y que también, por lógica, se ha llegado a banalizar. Como indica Niral Basave, hay muchas bailarinas que estudian un año o dos y ya empiezan a dar clases o abren su academia, porque también esto se ha convertido en una forma fácil de ganar dinero: “Pero también es como dice la Biblia o los grandes gurús, siempre te van a surgir falsos maestros y tú debes encontrar el tuyo”.

Liza Martínez, también de las primeras instructoras de Belly Dance que surgieron en la entidad, explica el auge de la disciplina como producto de la globalización: “Es una forma de la cultura oriental, de la árabe, de pernear a Occidente, y la danza oriental es una estrategia muy buena que ellos emplearon para penetrar en la sociedad occidental”.

Además del especial atractivo que encierra y la hace diferente: “No tiene nada que ver con las demás danzas, desde la percepción cultural hasta la concepción estética, es una danza que aporta muchas cosas que no hacen las otras. Por ejemplo, en ballet clásico tienes que empezar antes de los ocho años y se deja de practicar muy joven también; la danza clásica o contemporánea son técnicas creadas y están basadas en pasos, (mientras) la danza oriental está basada en movimientos. Esa es la diferencia”.

Para Niral Basave, todo este fenómeno tiene razones más transcendentales y espirituales: “Muchas filosofías hindúes o místicas decían que iba a llegar un momento con la nueva era de acuario, en que se iba a dar el despertar de la mujer, y no es de a gratis que en esta era llegara Shakira -por ejemplo-. Quizá para despertar a la gente inconsciente que comienza a moverse por vanidad o por otra cosa, pero descubre que hay algo más espiritual o algo más profundo en la expresión del movimiento de tu cuerpo. Yo creo que el Universo ya lo tenía contemplado, porque el Belly Dance es una forma de tocar un poquito el espíritu y la mente de otras mujeres, y que vayan, a través de la danza, descubriendo su feminidad y recuperándolos. Por ejemplo, ahora todas las mujeres se hacen cesárea, y antes nada más era en casos extremos. Hoy no saben lo que es pujar con una contracción, entonces a la hora de moverse tampoco lo saben expresar…”.

La formación es, entonces, integral: “En mis clases de repente hay chicas que no pueden mover las caderas, empiezo a trabajar hacia su interior, porque a lo mejor ese movimiento de cadera no pueden hacerlo porque traen una bronca con el marido, o de autoestima; o no pueden mover los brazos porque sus pensamientos son cuadrados o lineales, o porque la sociedad les dio una educación muy limitada”.

Danza para todas

No por nada también es conocida como la “Danza del Vientre”, porque es esa parte primordialmente atractiva de la mujer, la que más relevancia tiene al momento en el que la bailarina ejecuta sus movimientos. La cosa es que, como sería imposible en otro tipo de bailes, en el Belly Dance se pueden ver vientres abultados y bailarinas que están muy lejos de la esbeltez y el prototipo estético.

De hecho en Medio Oriente, la robustez en las mujeres y bailarinas es un atractivo, como lo explica Dalia Rodríguez: “No está mal visto allá; claro que en Occidente lo ven de manera rara, dicen ‘mira una gorda bailando’, pero mientras tú te aceptes, mientras esté bien ejecutado el baile, no importa si estás gordita o flaquita, el baile es más sensual que sexual”.

Bailarina desde los ocho años de edad, Rodríguez pasó por el jazz, folclórico, clásico y haitiano; aunque encontró lo mejor en el Belly Dance: “Aprendes a conocer tu cuerpo de otra manera. Al mismo tiempo que mueves el brazo de cierta manera, mueves la cadera de otra forma y los pies de otra, y estás concentrada en cada parte de tu cuerpo aunque estén en diferentes direcciones. A la vez está transmitiendo algo, y con la música, están en armonía con todo”.

Su carácter muy incluyente y abierto, es lo que también ha popularizado mucho el Belly Dance, pues aquí encuentran desfogue aquellas mujeres que nunca podrían incorporarse a otras disciplinas dancísticas en las que la mujer debe ser delgada en exceso.

“Una de las cosas que me enamora de esta danza es que no te pide una estructura ósea o un físico determinado, como en el ballet. Puedes ser gorda, alta, chaparra, baja, flaca, jovencita, vieja; es una danza para las mujeres, es un ritual, es una danza espiritual. No tienes un parámetro, como en el ballet, que si tus huesos no miden tanto o si no eres súper delgada, no la vas a hacer”, aduce Basave.

. Más allá de la estética, una belly dancer que se precie de serlo, debe captar la esencia del baile, que se centra en los misterios del amor y la vida, en la unión de espíritu y cuerpo. “Son movimientos súper naturales de la mujer, de la coquetería, de feminidad, del amor…”, concluye.La plenitud llega con la constante búsqueda que asume aquella que ha sido conquistada por la disciplina. Es como un virus que una vez dentro del organismo, es muy difícil quitárselo. Como expresa la bailarina costarricense Anahí Moyano, que a su vez resume: “El arte del Belly Dance y su parte espiritual hace que las mujeres se vean más lindas porque se sienten más lindas”.

* JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ









14.5.08



Semana Santa
La Pasión de Iztapalapa

Escenificaciones sobre la Pasión de Cristo, en el periodo que los católicos designan como la Semana Santa, se llevan a cabo a lo largo y ancho del orbe, en toda suerte de iglesias, parroquias, plazas, teatros, parques o cualquier foro que sirva para revivir ese pasaje religioso. La estadística apunta la cantidad de 1,131 millones de católicos en el mundo.

México “siempre fiel”, por supuesto, no se sustrae del festejo del “Vía Crucis”, y tiene su principal manifestación en la Ciudad de México, exactamente en la delegación Iztapalapa, una de las 16 demarcaciones en las que se divide la capital del país, con una población de casi 2 millones de habitantes -el 20 por ciento de la población defeña-, al sureste de la ciudad, y asentada sobre lo que eran aguas de los lagos de Texcoco, Xochimilco y Chalco.

“La Pasión de Iztapalapa” es el título que este año ha sacado Editorial Océano, en el cual se concentran imágenes de varios fotógrafos, coordinados por Pablo Ortiz Monasterio, así como textos de Juan Villoro, Carlos Monsiváis y Laura Emilia Pacheco.

Es una crónica fotográfica, una reseña histórica y documental, con testimonios de su gente, de una tradición que se viene preservando desde hace 165 años, y que anualmente convoca a casi 3 millones de fieles, quienes acuden a este Vía Crucis que 450 actores lugareños escenifican sobre el Jardín Cuitláhuac, el Cerro de la Estrella o Huizachtepetl, que además era considerado sagrado por los aztecas, donde antiguamente celebraban la ceremonia del Fuego Nuevo cada 52 años; por lo que el ritual conjuga el carácter prehispánico y colonial, la tradición antigua y la costumbre popular.

La escritora Laura Emilia Pacheco refiere a ZETA que fue invitada a participar en este proyecto por la editora Deborah Holtz. La idea era que colaborara con una historia a partir de un trabajo fotográfico que ya existía:

“Pero lo que a mí me llamó más la atención era la posibilidad de acercarnos a las personas que participan. Porque generalmente en la televisión, o en otras ‘pasiones’, tú ves la procesión, ves el ‘domingo de ramos’, ves ‘el lavado de pies’, pero pues nunca sabes en realidad quiénes son esas personas. Ya ahora tuvimos la oportunidad de entrar a las casas de esas personas y ver cómo viven ellos estos papeles que desempeñan cada año”.

La delegación Iztapalapa se compone de 16 pueblos, uno de ellos recibe el mismo nombre, el cual a su vez se subdivide en ocho barrios: La Asunción, San Ignacio, San Lucas, San Miguel, San Pedro, Santa Bárbara, San Pablo y San José. Exclusivamente ellos son los encargados de la celebración, cuyos habitantes se preparan buena parte del año, con vestuarios, maquillajes, peinados, escenografías, recursos visuales y de producción. Además, claro, de actores que cambian año con año, en cuyo rol principal, el de Cristo, se afanan en elegir al mejor candidato; un joven soltero, de familia cristiana, que tenga parecido físico con Jesús y que pueda cargar una cruz de 95 kilos de peso.

“Lo que a mí me parece más curioso de esto, es que no sólo es la representación de la Pasión, sino la interpretación que ellos hacen de ésta”, apunta Pacheco.

Y la magia no está nada más en ese día, sino en cómo lo integran los iztapalapos a su diario vivir: “Me llamó muchísimo la atención la fe con la que ellos hacen esto; me llamó una cuestión muy particular, la capacidad no sólo de convocatoria, sino de organización que tienen, es impresionante. En este caso se debe a la fe, y a una fe religiosa particularmente”.

– ¿No ha disminuido este fervor a raíz del descrédito de la Iglesia Católica en los últimos años?

“Es interesante… en el libro una persona nos comenta que estaba contemplando la posibilidad de cambiar de religión, no me dijo a cuál, me imagino que a alguna protestante; pero a partir de que participó con el papel, con parlamento, recuperó la fe católica”.


Precisa la autora que alrededor de 4 mil actores participan en “La Pasión de Iztapalapa”: “Lazarenos son miles, y con parlamento alrededor de 100; ésos son los importantes, y esta persona a raíz de eso, recuperó su fe. Y te lo decía con lágrimas, con los ojos compungidos”.

– ¿Asegurarías entonces que es una tradición que se preservará?

“Definitivamente; no hay duda al respecto. Cuando tú vas a los ocho barrios se advierte de inmediato una cohesión que es difícil de advertir ya en la ciudad, en una tan grande como lo es la Ciudad de México. Porque los ocho barrios sí son bastante cerrados en el sentido de que todas las familias se conocen, desde hace generaciones, entonces, no es sólo un orgullo personal, sino del mismo pueblo, de los barrios. Yo vi que es una cosa inamovible; así te lo pongo: inamovible”.

Pensar en una representación del Vía Crucis en una delegación cualquiera del Distrito Federal, conlleva la idea de hacinamiento, pobreza, violencia; en fin, el caos urbanístico y poblacional de esa urbe. Pero la escritora Laura Emilia Pacheco también en ello acota:

“Eso también es de llamar la atención. En los barrios propiamente no hay tanto hacinamiento y yo vi una pobreza… digamos… no extrema. No sería el resto de la delegación, que es muy grande y conflictiva, pero los ocho barrios conservan una cosa tradicional, algo particular que yo no había visto”.

Tan arraigados a la celebración y a la vivencia de la Pasión, no faltan los que refieren milagros, y Pacheco lo avala, por lo menos en su elocuencia: “Mira, lo dicen con absoluta convicción. Hay casi tradición de que el día de la crucifixión, que generalmente en la Ciudad de México es un día lluvioso o con viento y se levanta el polvo, hay como una coincidencia en que ese día se abre el cielo, se despejan las nubes, y baja un rayo de sol que alumbra a Cristo…”.

* JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ






7.5.08

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez
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Luego por qué los matan. Una disquera transnacional anuncia jubilosa el lanzamiento de un nuevo disco de su grupo Montéz de Durango. “Vida mafiosa” se titula el álbum y se prevén altas ventas ya nomás por el puro nombre. Dice el boletín enviado a los medios que se trata de un disco conceptual, de colección por su valioso contenido y arreglos musicales. Otras canciones incluidas son: “El General”, “Mi último contrabando”, “La imagen de Malverde”, “Está de parranda el Jefe”, “El cajoncito” y “La Hummer de Culiacán”. ¡Ya dan ganas de oírlo!

Ya se le cuecen las habas al público por ver la película basada en Sergio Gómez, vocalista de K-Paz de la Sierra que fuera asesinado por el hampa. “El grupero, la muerte de un cantante” es el escalofriante título que le puso su director, Francisco Joel Mendoza, que en una actitud muy heroica ha llevado a buen término la conclusión del filme pese a las protestas de familiares y ex compañeros del artista, que desde ya desacreditan el guión y lo que se cuenta en él, pero no aclaran qué es lo que les incomoda tanto. 40 personas hicieron el casting para encontrar al protagonista lo más parecido posible al malogrado cantante (¿sería muy difícil encontrar en nuestro país a tipos con rasgos como los de Sergio Gómez?). En unos días se estrena la cinta que, en una de ésas, como sucede con las películas mexicanas, nos trae el orgullo de ganarse algunos premios en festivales internacionales.

Adiós al pasito duranguense, porque pronto será desplazado —dicen los genios del marketing musical— por un nuevo ritmo: la Kumbia Xtrema (escrito así). Se trata de cumbias, ahora que han revivido y es hasta “cool” (por ahí andan algunos djs tijuanenses enloquecidos con lo que antes les resultaba muy naco), y supongo que con pasos atrevidos. Las disqueras ya andan bien aplicados contratando a cumbieros. Vanessa Alfaro y Dimension 48 son algunos de los intérpretes que pronto conquistarán las pistas de baile.

Bájense los chones… Bájense los chones… es una canción que ahora promociona El Chico Elizalde —los Elizalde se han reproducido como conejos a raíz del asesinato de Valentín—, y no es un tema obsceno como pudiera pensarse. Es un juego de palabras en referencia a Don “Concepción” y Don “Encarnación”, personajes de la canción; “los chones”. Eso sí es ingenio, buen ingenio del mexicano.

Una noche de loquera… me sudaban las orejas… es la letra con que inicia El Corrido del Narco Ovni. Les digo, para ocurrencias ni quién nos gane. La canción, que tiene video en dibujos animados (con buena calidad) narra cómo unos extraterrestres secuestran a un narquillo, pero éste termina volviendo adictos las marcianitos, los convierte en sus clientes, y luego hasta distribuidores. Un “cártel” extendido por todo el sistema solar. Ya nomás eso nos falta.

Un cumpleaños inolvidable tuvo una niña tijuanense. Lo platica: “Mis juguetes se quemaron… la casa… y el pastel…”. Es vecina del policía que intentaron asesinar el fin de semana pasado en el Fraccionamiento Mariano Matamoros, adonde llegó un comando disparando a diestra y siniestra. Pocos pequeños podrán presumir de una fiesta tan original y emocionante. Las imágenes de televisión mostraban un “brincolín” chamuscado. Y a dos que tres seguramente ya se les está ocurriendo escribir un corrido de la historia, a ritmo de pasito duranguense.

5.5.08


LOLITA AYALA
Pionera de las Mujeres en el Periodismo

Hay presencias que terminan por volverse perennes dentro de la televisión mexicana. Ya no importa qué tanto hagan, la costumbre gana y el personaje se vuelve institución. Tal es el caso de Lolita Ayala, quien por 36 años ha pertenecido a las filas de Televisa.

Cuando la voz dictatorial de los noticieros de la empresa de Emilio Azcárraga la llevaba Jacobo Zabludowsky, la contraparte femenina, apenas con un breve resumen de noticias a cuadro, era Lolita Ayala, quien destacaba por su juventud, belleza y sobrio porte. Su segmento “Muchas Noticias en Pocas Palabras” se volvió clásico. Hoy, muchas cosas han cambiado en la pantalla chica, mas ella continúa en emisiones vespertinas y siempre acompañada de una rosa a cuadro.

En plática con ZETA, la conductora de noticias rememora aquel pasado lejano: “Yo empecé cuando casi no había mujeres en los noticieros de televisión, creo que eso me favoreció. Bueno, yo estudié en Francia, Italia y en Estados Unidos; los idiomas me abrieron la puerta y yo estaba por entrar a Medicina, porque mi pasión es la medicina, y en ese momento me llamaron para hacer una prueba en Canal 8. Imagínate, era yo bastante jovencita y pensé que sería un trabajo de algunos años… y ve, llevo 36”.

Empezando tan joven en la carrera y siendo mujer, ¿nunca fue víctima del machismo o el escepticismo?
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“Bueno, por supuesto… por supuesto. Anteriormente todo el tiempo se decía que los hombres tenían más credibilidad que las mujeres. Las mujeres siempre fuimos la segunda del noticiero, nunca fuimos cabeza, éramos quienes sustituíamos a la cabeza. Hasta que gracias a Dios me vi beneficiada en el ‘87 con mi propio noticiero, porque fui la primera en tener un noticiero propio. Y bueno, de ahí se ha venido de todo, el ingreso de la mujer a los medios”.

Caracterizada también por su labor altruista, su defensa a los animales y su empeño para crear la Fundación Sólo por Ayudar, la visión de Ayala respecto a los medios de comunicación en la actualidad no deja de ser feminista. Resalta que ahora son más mujeres que hombres en el ramo: “La mujer es muy trabajadora, muy sensible, y yo creo que tiene eso que se necesita para ser buena periodista”.

La mujer “de las muchas noticias en pocas palabras” se ha significado más por ser lectora de noticias, indudablemente alejada del perfil de periodistas como Denisse Maerker, Carmen Aristegui o Katia D’Artigues; por eso cuando se le pregunta por las colegas que admira, su perspectiva no deja de ser un tanto fresa: “¡Ay! pues mira, a mis amigas veteranas. Así nos llamamos Virginia Lemaitre, Talina Fernández, Rita Ganem, Norma Meraz, que empezamos juntas, y pues ellas han tomado otros caminos. Las admiro, son mis amigas entrañables”.

A la par de su carrera televisiva, Lolita ha llevado una labor humanística desde hace 23 años, con Sólo por Ayudar, Fundación que ahora trabaja con ocho programas en problemáticas como la leucemia, cáncer de mama, alimentación y salud. Ser figura pública le ha ayudado a tener buena respuesta de organismos y empresas, porque como comunicadora siempre ha tenido muy clara su deber social: “El poder de los medios es tan grande que podríamos hacer mucho más de lo que hacemos. En lugar de tanta nota roja y tanto crimen, y tanta cosa horrible que transmitimos…”.
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* JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ

2.5.08


Filman en Tijuana:
NorTeADo

Y otra vez; llega el tema de la migración y los indocumentados al cine. Recién terminó de rodarse en Tijuana “Norteado”, seis semanas de locación, en ese que fue el primer largometraje realizado por el oaxaqueño Rigoberto Perezcano, egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos y becario de la Fundación Rockefeller-MacArthur, y reconocido y premiado internacionalmente por su cortometraje “XV en Zaachila”.

“Fue justo lo que tu piensas, a mí como director me parecía que no era como el tema que yo quería develar como ‘ópera prima’, pero siempre he dicho que para mí el cine es una responsabilidad y no un privilegio; y me sentí un poco cobarde de no afrontar ese tema que es añejo”, justificó con ZETA, Perezcano.

La cinta pues, que será una coproducción México-Alemania, narra las peripecias de Andrés para cruzar una y otra vez hacia los Estados Unidos. Hasta que llega a él un ingenioso plan –y hasta surrealista- para por fin dar el salto afortunado. El rol estelar lo lleva Harold Torres, un joven actor que próximamente se le verá en “Rudo y Cursi”, realización de Carlos Cuarón, y que llevará en los protagónicos a Gael García Bernal y Diego Luna.

“Norteado”, a pesar de que lleva solamente a cuatro actores en el reparto; muchos extras y personajes reales del “bordo”, la colonia Libertad, la Garita de San Ysidro, la Laguna Salada; Oaxaca y Los Algodones; así como apenas a 56 personas del staff técnico, tuvo un costo de un millón 250 mil dólares. Pero lo mejor es no pensar en el gasto: “Para mí como director sería un gran bloqueo pensar si vamos a recuperar eso. La recuperación más bien creo que va a ser la satisfacción muy grande de decir ‘tenemos una película que no tiene nada que ver con otra película. No hay actores conocidos, hay gente real; hay albergues, hay bordo, hay migra, hay centros de detención… Eso es lo que importa”.

Rigoberto Perezcano sabía que antes de la suya estaría en cartelera otra cinta de tema similar como “La misma luna”, que visto está le ha ido muy bien. Pero igual en estos momentos están saliendo otras dos cintas y algunos documentales por el estilo. Más insiste, la cuestión no es la historia tantas veces vista, sino cómo la cuentas. A eso apuesta él y su equipo.

Tuvo muchos sus reparos cuando Edgar San Juan, productor y guionista, le entregó el texto: “Era un tema bastante trillado, un tema que a nadie le interesa como ópera prima, pero asilándolo yo como persona o como director, me parecía un poco cobarde no tomar esa decisión teniendo todos los elementos, y que creo poder manejar como director. La historia solita me fue empujando hasta decir ´sí, es una historia de migración, pero no importa’. No podía dejar en mis manos una historia que a muchísima gente no le interesaría pero que a mí particularmente me creó un reto”.

Menos fácil aún, “Norteado” estará entre los géneros del documental y la ficción, filmada sólo en lugares reales y sin diálogos. Se llevará como seis meses de post producción, para estar siendo estrenada en las pantallas en el inicio del 2009.
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* JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ