30.10.06

La Paz, B.C.S.
Poesía bajo la luna de octubre
Juan Carlos Domínguez

Dicen que la de octubre es la mejor luna. Si a ello se agrega el mar y la calidez de un puerto de ilusión, además de la inspiración de un cúmulo de poetas –con todo lo sublime y perverso que puedan encerrar sus letras-, aquello se convierte en una jornada casi alucinógena.
Esa primicia es la que mueve al cronista y poeta Edmundo Lizardi para organizar en La Paz, Baja California Sur, el Encuentro Literario Lunas de Octubre, que del 26 al 28 de octubre de este año, celebra su tercera edición.
La inspiración para crear este proyecto, cuenta Lizardi, surgió hace aproximadamente tres años, durante el Encuentro Hispanoamericano de Escritores Horas de Junio, que se celebra en Hermosillo. Ahí, “con el solazo y una cruda terminal, le reclamé al poeta y promotor cultural Raúl Acevedo Savín, la ocurrencia de organizar esa infame bacanal en plena canícula. Y el brotepronto revírome: `Pues organiza tú una en La Paz, en la mejor época del año´”, rememora el escritor paceño.
Así, en 2004 se festejó lo que Lizardi llama en realidad un coloquio entre amigos, de escritores con escritores; un reencuentro cálido entre poetas que, antes que eso, son almas inspiradas en un frente común. Con el tradicional Hotel Los Arcos como escenario y el paseo en barco hacia la Isla de Espíritu Santo, el encuentro poético también pasó por sus vicisitudes, mismas que finalmente pudo salvar el organizador. Refiere el desdén del Instituto Sudcaliforniano de Cultura (ISC), cuyo director renunció en esos mismos días de ambiente preelectoral en esa entidad; después cancelaron el Premio Internacional de Novela que, por cierto, contaba con una de las bolsas más robustas como incentivo, lo cual Lizardi resume como un boicot.
“Nada más querían en la inauguración la foto con el Gobernador, Leonel Cota, el ahora devaluado palero piratón de `El Peje´. No se podía esperar otra cosa de uno de los grupos más pedestres de la Hermosa Republica Mexicana, que del surrealismo que le adjudicaba André Bretón; ha pasado a un hiperrealismo tan anacrónico como las figuras de Fox, Felipillo y `El Peje´, como todos esos dinosaurios priístas reciclados, como legisladores por la partidocracia en boga. Como Ulises Ruiz y la APPO, incluso como Marcos”, refiere el poeta Lizardi con su peculiar corrosiva diatriba, que aprovecha para ventilar su postura irreverente.
En fin, se celebró otro encuentro en 2005, hasta llegar a esta tercera edición que se augura más digna y placentera. Ya con la organización y financiamiento parcial del ISC y la coordinación del Ayuntamiento de La Paz, con la idea de institucionalizar finalmente el encuentro y con las diferencias políticas dejadas a un lado, por ahora, entre el orquestador de las Lunas de Octubre y las autoridades culturales: “Vieras qué curiositos, que no bonititos nos veíamos poniéndonos de acuerdo entre impares inveteradamente contrapuestos. ¡Y se hizo!... con la importante inclusión de Los Cabos, donde será la clausura. Espero que todo salga bien”.
--Bueno, y a todo esto, un encuentro de poesía y literatura ¿para qué?, cuestiona ZETA, a lo que Edmundo Lizardi responde:
“Para nada y para todo. Nomás por dar la contra. Para no dejarle la exclusiva de las cumbres al G7, al Vaticano y a la usurocracia globalizada.”.
Más aún: “Para no morir del todo, para devolverle su dignidad creadora a la palabra secuestrada por la infame clase política y su galopante analfabetismo funcional. Por los adoradores del mercado y su fundamentalismo neoliberal. Por los discípulos de Og Mandino y Carlos Cuauhtémoc Sánchez. La poesía purifica el lenguaje, y por lo tanto, al hombre y a la mujer. Es una de sus funciones primordiales”.

Poemas que vuelan

Aunque compartiendo el mismo territorio peninsular, en cuestión literaria, las Californias, la Norte y Sur, tienen sus particularidades. Mientras que los norteños son más proclives a la narrativa, los sureños cultivan más la poesía, desde siempre.
Este año el programa de lecturas y presentaciones de Lunas de Octubre estará mayormente compuesto por autores del Norte: Francisco Morales, Leobardo Sarabia, José Manuel Di Bella, Elizabeth Cazessús, Roberto Castillo, Daniel Charles Thomas, Lizbeth García y Karina Vázquez; son algunos de los que menciona Lizardi, además de gente de Monterrey, Guadalajara, Hermosillo y México, DF.
Al margen del plan de presentaciones, Edmundo Lizardi es reiterativo al expresar el carácter lúdico del encuentro: “El principio del placer. ¿Te acuerdas de la hora feliz de los recreos escolares, recuerdas aquel timbre que sonaba a gloria? Si eres insensible al sentido simbólico del juego, el espíritu se reseca y se apaga. Nada más tienes que mirar a los ojos de esos jovencitos de la Generación X, cuyo universo verbal gira en torno de la palabra güey, ¿o no, güey? Su idea de liderazgo, del éxito, de la felicidad, se reduce a una gerencia de ventas. No importa lo que vendas, pero vende: condones, consoladores, mota, marineras, tangas, prótesis, softwares y hardwares. El mundo es un mall, un tianguis, donde el fetiche de la mercancía somos todos”.
Poeta todo el tiempo, Lizardi consolida en Lunas de Octubre esa vena que antes explicaba como “una dolorosa erección” que le daba la certeza de la creatividad poética, detonada muchas veces por el olor afrodisíaco del mar. La inspiración continúa, quizás más sublime porque proviene de fibras más sensibles que muere por compartir: “Estas Lunas van dedicadas a mi nieta Natalia, de pura cepa tijuanense, que también ya en el aire, literalmente, las compones”.
Por último, narra cómo a su descendiente le encantan los globos de gas y cómo en una ocasión, pasando por Plaza Río, la pequeña llevaba uno en cada mano. Uno de ellos se lo arrebató el viento: “Natalia siguió con la mirada el vuelo de su efímero juguete, y cuando lo vio perderse en el azul del cielo, clavándome sus encendidas pupilas, simplemente exclamó: ‘Como los pájaros…’.
Por eso le prometí que como premio iba a salir en el periódico. Que posara para la cámara porque mucha gente iba a verla, y a descubrir en su forma de mirar, de mirarlos, la imagen del globo convertido en pájaro”.

24.10.06


Ignacio López Tarso
Merecido homenaje

Juan Carlos Domínguez

Cuarenta años de carrera pueden ser muchos. Hacerlos productivos es otra cosa. Ignacio López Tarso puede jactarse de ello: 50 películas, mil programas de televisión, 90 obras de teatro, además de incursiones en radio y discos grabados. Mas los números poco hablarían si no fuera por la excelencia que ha caracterizado el trabajo de este primer actor.
La semana pasada, las instalaciones de la Cineteca Nacional vieron llegar a un Ignacio López Tarso caminando lento, con bastón, cansado; más feliz, ameno, platicando de sus recuerdos y regocijado del tributo que se le rindió –exhibiendo durante toda la semana sus películas más representativas- y que sabe que se lo merece.
“Días como estos, ocasiones como estas, son los que hacen de mi vida personal y mi vida profesional –no las puedo separar- justificable; de los días de angustias, de nervios, insatisfacciones”, expresó agradecido el actor de 81 años.
Ahí, en el recinto donde se almacenan muchas de las películas que ha protagonizado el veterano actor, se le rindió un reconocimiento más de los muchos que recientemente se le han brindado. El más significativo, el Homenaje Nacional que en julio pasado se le ofreció en el Palacio Nacional de Bellas Artes. Luego uno de la Asociación de Herencia Mexicana que se verificó en San Antonio, Texas y otro del Gobierno Municipal de Cuatepec, Veracruz.
– Hay muchos artistas que son renuentes a los homenajes porque dicen que “ya me están viendo viejo, ya me quieren “matar”. ¿Así lo ve Usted?, le cuestionó ZETA.
“¡Ah… no… no! Yo no me siento muy viejo, pero sí lo estoy”, respondió en plan gracioso. Luego más serio:”Pero no importa eso, que vengan, los homenajes son bienvenidos. Los halagos, los estímulos, son muy bienvenidos”.
Más tarde refrendaría ante el auditorio que se reunió en la inauguración de su ciclo de cine: “¡Homenajes!, pero son muchos, me decía alguien. ¡Qué bueno, que vengan más!, ahora que estoy a tiempo de recibirlos. Que no vengan a contarme que me los hicieron cuando esté allá. Mejor así”.


NOSTALGIA POR EL CINE


El talento, la dedicación, la disciplina y el respeto con el que ha asumido toda su carrera actoral Ignacio López Tarso, incluye todos los géneros y medios. Como la televisión y la radio, y qué decir del teatro, donde ha interpretado desde los clásicos griegos, hasta Shakespeare, desde los dramaturgos de los Siglos de Oro hasta los autores contemporáneos. Y en especial por su aportación en el cine, por lo que la Cineteca Nacional preparó este tributo exhibiendo cintas memorables como “El Gallo de Oro”, “Macario”, “Los Albañiles”, “El Hombre de Papel”, “La Sombra del Caudillo”, “La Cucaracha” y “El Profeta Mimí”.
Son 50 películas en las que ha participado el primer actor. El dato sirve para la confesión desenfadada: “De esas hay unas 20 que me gustan, otras 20 que no me gustan tanto, y 10 que de plano mejor ni verlas”.
Entre las más entrañables menciona a “Macario”, filmada en 1959, porque fue su primer éxito cinematográfico. Tuvo varios premios por su actuación, además de otros por fotografía y realización. “El Hombre de Papel”, aquella donde interpreta a un pepenador mudo, también tiene un lugar emotivo en su carrera. Igual cita “El Gallo de Oro”: “Me gusta mucho por ser un cuento de Rulfo, y por haber estado esta mujer tan bella que era Lucha Villa, que estaba entonces en sus mejores días, en sus mejores condiciones de canto; cantaba maravilloso y estaba muy guapa. La pasé muy bien en esta película, tiene muy buenos recuerdos para mí, una película muy divertida y que disfruté muchísimo”.
– ¿Siente nostalgia ahora que recapitula todo esto?
“Sí. Hay películas que ojalá pudiera volver hacer ahora, de ese tono de calidad, de ese tipo de cine, en donde pues ya la fotografía de Figueroa es muy difícil que se dé, pero hay muy buenos fotógrafos. La dirección de Gavaldón, pues es muy difícil buscar algo parecido, sin embargo, pues hay muy buenos directores también en el cine actual”.
El tema sirve para que Don Ignacio López Tarso reconozca la calidad y prestigio que están cobrando varios directores mexicanos en los años recientes. Mas la nostalgia le vuelve cuando se refiere al ambiente en torno al cine de sus tiempos: “Ya no hay los grandes cines populares, y eso fue lo que hizo una gran industria del cine mexicano, el gran público. Ahora son públicos pequeños, pagan más, son pequeños cinitos, en fin, pero aquellos jacalones enormes donde empezaban las películas a las diez de la mañana y terminaban a las diez de la noche, y el teatro siempre lleno, con 2 mil o 3 mil personas ahí, aunque pagaran 4 pesos y se renovaba el público. Ahora se hace diferente el cine; cuesta diferente, se exhibe de una manera diferente, se recupera de manera diferente…”, puntualizó el primer actor.
En el tributo a Ignacio López Tarso estuvieron presentes, entre otros, sus hijos Juan Ignacio Aranda y Susana López Aranda, actor y crítica de cine, respectivamente; el actor Pedro Armendáriz, Alfredo Joskowiscz, Director de IMCINE; además del director Jorge Fons, quien dirigió al homenajeado en “Los Albañiles” y que a la postre, concretó la mejor forma de preservar al actor por encima del tiempo: “El mejor tributo que se le puede dar, es ver y ver sus películas…”.

18.10.06


JULIETA VENEGAS
Saborea el éxito más que nunca

Juan Carlos Domínguez

Tijuana siempre es el tema de rigor -a veces hasta el cansancio- cuando Julieta Venegas ha de presentarse y dar entrevistas en esta su ciudad.
“¿Sabes que tiene mala fama?”, responde entre ingenua y pícara la intérprete cuando surge la enésima pregunta respecto a su tierra: “Qué onda con Manu Chao, nos jodió un poquito la cancioncita esa”, refiere la Venegas, a quien muy seguido le preguntan en España respecto a nuestra ciudad y la canción que dice “Tijuana, sexo y marihuana…”. Ella responde en son de broma: “¡Bueno!, con quién se junta el Manu Chao ¿no?”.
Le preguntan a la artista radicada en el Distrito Federal si sigue estando al tanto de lo que pasa en Tijuana, a lo que responde con el lugar común, o sea, los que todos saben de la ciudad aunque no estén vinculados a ella: “Lo que pasa en la frontera es lo que pasa en todas las fronteras, la gente tiene que salir a darse oportunidades a otro lugar, en este caso es Estados Unidos, qué mejor que nadie tuviera que irse de su casa y yo creo que en Tijuana siempre lo hemos visto…”.
Finalmente, aunque es obvio que no puede estar al tanto de lo que pasa ahora en la Tijuana que dejó hace 10 años, la identidad la lleva y la defiende cuando se da el caso: “Es que Tijuana suena súper sórdido, es como el nombre, les gusta Tijuana, el sonido, y ser frontera nos convierte como en algo diferente. Pero es como cualquier ciudad, somos gente de ahí, somos gente de fuera, es como una mezcla pero también tiene un lado muy conservador -explica a los extranjeros curiosos- . Y artísticamente es una ciudad que inspira mucho, no conocen la cantidad de gente que está saliendo de aquí, de fotógrafos, artistas plásticos, de músicos. Yo creo que también hay que resaltar que inspira mucho ser de la frontera”.
AFORTUNADÍSIMA
“La vida te sorprende y es más divertido así”, asume como filosofía de existencia Julieta Vegas. Así anda por la música, así ha llegado hasta donde está, sin quebrarse tanto la cabeza: “¡Ni idea!, no me imagino ni de aquí a diez meses, ni cinco meses, ni nada. Lo lindo para mí es el proceso de las cosas, más que la meta”, contesta cuando le cuestionan cómo se ve en los próximos años.
Ahora que está en plena gira por toda la República, la empiezan a conocer en España y resto de Europa con el nuevo disco, “Limón y Sal”, que gracias al éxito del álbum anterior ha recibido un inusual apoyo promocional de parte de su disquera, por lo que Julieta saborea el éxito más que nunca.
“Soy afortunadísima, las posibilidades de que yo me dedicara a lo que quería cuando era chica, creciendo aquí en Tijuana, pues eran pocas ¿no? Es un camino más largo cuando no eres de la capital, cualquiera de acá lo sabe, cualquiera que se dedica a la música, incluso siendo de la capital. Ya de entrada, eso lo agradezco muchísimo, ¡wow! Es increíble la suerte que he tenido y cómo todas las cosas se han dado, cada vez disfruto más de las cosas”.
Refiere que hasta las giras, que antes no le gustaban, hoy las goza. El subir y bajar de los aviones, llegar a distintas ciudades, hospedarse en los hoteles. “Toda la locura que significa tanto movimiento y tanto viaje… Yo siempre le llamo ‘la rutina de la no rutina’”.
Asegura la tijuanense que la espontaneidad ha sido el tono con el que ha llevado su trayectoria artística. Siempre tomando el rumbo con decisiones propias, desde la música que ha elegido hacer, hasta la imagen física que proyecta. Cierto desenfado que, sin embargo, ha balanceado con el profesionalismo de estar de lleno viviendo del espectáculo, sin meditar mucho en encontrar explicaciones de su éxito.
“Las cosas evolucionan a un camino. O sea, no sé muy bien por qué, yo creo que mejor ni saberlo mucho porque si no tendría… lo que emociona de la música es también la espontaneidad, que nunca sabes lo que va a pasar realmente. Me di cuenta, después de diez años ¡ah!, es como una carrera, y también se trata de crecer. Yo creo que todo evoluciona”.
No obstante, la parafernalia en que se mueve su carrera no le ha quitado el sentimiento de búsqueda que desde pequeña caracterizó a Julieta Venegas, quien jura tener la misma inquietud de siempre: “Sigo creciendo y aprendiendo de la música, y por suerte ahora me puedo dedicar a eso exclusivamente. Yo nunca he perdido la curiosidad por probar cosas y por hacer cosas, y eso me empuja.
“Mi onda en la música es el gusto por escucharla, por vivirla, por hacer; y el gusto por buscar cosas en ella. Yo creo que si pierdo eso, ya me dedico a otra cosa”.
El CONCIERTO

Gran recibimiento recibió Julieta Venegas de los tijuanenses, sus paisanos. Cerca de tres mil asistentes, desde niños hasta adultos cuarentones, así como de diferentes estratos sociales, fueron a disfrutar de la música de la intérprete la noche del sábado 7 de octubre y, finalmente, a compartir tanto éxito que ahora vive su paisana.
“¡Qué gusto estar entre familia… y entre amigos… con todo el apoyo que siempre dan!...”, fueron las primeras palabras con las que Julieta se dirigió a la gente reunida en El Foro después de aparecer, guitarra en mano, con las canciones “Eres para Mí”, “Algo Está Cambiando” , “Y No Seré”.
Desde el primer momento se notó el mayor desenvolvimiento que tiene la cantautora en escena, yendo de un lado para otro del escenario, saludando de mano al público de enfrente.
Algunas de las canciones las explicaba desde la perspectiva femenina y enamorada de su persona: “Las mujeres a veces nos sentimos muy inseguras: pero hay que decir `yo a ti te voy a ser feliz´”; y así discurrían los temas poperos que más le han pegado últimamente: “Limón y Sal”, “Mala Memoria”, “Sería Feliz” y “Lento”.
Con un acento entre chilango y tijuanense, la Venegas saludaba con mucho desenfado, como si estuviera en una fiesta particular, a personas y familiares que reconocía: “¡Qué onda!”. Cinco mesas VIP fueron ocupadas por sus allegados.
Alguna canción la dedicó especialmente a su familia; a su madre, tías, hermano: “Por perdonarme el que no esté… que casi no los vea…”. Continuaron los temas “A Donde Sea”, “Me Voy”, “Sin Documentos”, “De mis Pasos” y “Lo que Pidas”.
Con mayor producción, incluyendo tres pantallas de video circulares, seis músicos ejecutando bien y una Julieta Venegas intentando ser más desenvuelta, procurando bailar aunque de plano no se le dé y luce rígida de repente, el concierto fue ovacionado por un público fiel pese a la mala acústica de El Foro y la equivocada colocación de las bocinas.
Por momentos el público se mostraba más que emotivo, contemplativo, y reaccionaban ante las palabras de una Julieta Venegas apenas entendibles, dada a las condiciones del sonido: “Este es un concierto para ustedes los tijuanillos…”, “… qué lindo estar con ustedes…”, “… se ven muy bonitos desde acá…”.
Acto seguido, la tijuanense interpretó “A Callarse” (tema homenaje al poeta Pablo Neruda) con gritos desafinados; “Dónde Quiero Estar”, bailando mucho pero mal y con unas extrañas botas blancas que se veían muy inadecuadas para tales menesteres. Hizo mención de Los Ángeles de la Frontera, grupo que trabaja en pro de los indocumentados y a quien les dedicó el concierto y la canción “Aunque la Jaula Sea de Oro”, mientras en las pantallas se proyectaban imágenes de amor, paz y libertad.
Con un nuevo arreglo, más roquero, interpretó el éxito que la lanzó al estrellato: “De mis Pasos”, aprovechando para presentar a cada uno de sus músicos y acaparando una de las más grandes ovaciones de la noche. Del coro, el público pasó a interpretar por completo la canción.
Finalmente, Julieta Venegas se despidió, pero hubo el retorno de rigor para regresar con tres temas más, entre éstos “Andar Conmigo”, con una Julieta muy energética y saltadora sobre el escenario, pero sumamente agotada, según dejaba ver un close-up de su rostro proyectado en las pantallas gigantes.






Café Tacuba

S i z u
En solitario...

Juan Carlos Domínguez

A lo largo de su carrera los integrantes del grupo Café Tacuba se han desempeñado con tal tolerancia y libertad, que siempre ha estado presente la posibilidad de que cada uno de ellos en lo individual emprenda su propio proyecto.
Para el vocalista de la agrupación mexicana, Rubén Albarrán, no había surgido la necesidad –por lo menos tan imperativa- de trabajar una producción en solitario, hasta que no sucedió un evento determinante en la vida: el nacimiento de un hijo. Ahora bajo el nombre artístico de Sizu, el integrante de los tabucos da a conocer su disco "Bienvenido al sueño". De ello, y de los proyectos que vienen para Café Tacuba, el intérprete y compositor platicó en exclusiva con ZETA, durante su visita a Tijuana, como invitado del congreso de diseño gráfico Esquina Norte.

* Regalo filial

"Bienvenido al sueño", para Sizu es un disco hermoso, que le ha permitido hacer cosas que no había hecho. Desde ponerse botas estilo Kiss, hasta diseñar todo un festival de animación en multimedia; meter mucho color y vida en videos animados e ilustraciones naif. Un regalo que tiene un destinatario primero: "Porque me convertí en padre. Hacerle un regalo a nuestro hijo, mandar como un mensaje en el tiempo, encaminar esa energía y todas esas sensaciones que se generan por ese evento en particular, que es muy fuerte".
-- Entonces, ¿sí mueve muchas cosas un hijo?
"Pues sí mueve mucho. Creo que para mí fue como un momento en el que por estar en contacto con un ser que está tan puro, nuevecito, recién llegado de la fuente, que trae toda esa luz –y que supongo que por eso se dice 'dar a luz', porque es casi literal la expresión- como que se genera luz por estar en contacto con este ser, de un alguna forma te irradia y un poco a la opacidad de la que estamos acostumbrados por la cotidianidad y por todo lo que vivimos en el entorno en el que nos movemos, pues le viene a dar esta suerte de iluminación. Te vienen ciertos pensamientos, cierto entendimiento, que si bien no creo que dure mucho, creo que es un momento muy pequeño, lo recibes y te ayuda".
Un disco ofrenda de Sizu, para ofrecerle a su hijo un mundo más compasivo, más amoroso y colorido. Un proyecto muy personal no solamente permisible sino saludable para Café Tacuba: "Sabemos que el que cada uno de nosotros tenga la libertad de desarrollar estos proyectos individuales le reditúa al grupo hacia dentro. Regresamos con muchas más ganas de volver a componer, de volver a montar canciones, de hacer arreglos diferentes, regresamos enriquecidos por trabajar con otras personas, es aire fresco en general. Sabemos que la creatividad sin libertad se empieza a asfixiar, y lo que buscamos es esa libertad dentro del grupo, para que pueda seguir generando ¿no? Se llegó el momento para mí y fue el momento de hacerlo".
"Bienvenido al sueño" aunque mantiene la esencia de las composiciones que el cantautor ha venido haciendo para su grupo, compuestas como siempre en guitarra algunas, otras fueron creadas directamente en la computadora, lo que lo convierte en un disco esencialmente electrónico e instrumental en un 90 por ciento, salvo en algunas canciones donde la voz humana es usada como un instrumento más. Lo mágico del proyecto es el proceso, que empezó justo desde la gestación de su hijo, hace de tres años.
"Precisamente, fue también compartir ese momento bien femenino, de guardarse y esperar. Afortunadamente tuvo un proceso muy largo porque nosotros estábamos en gira con Café Tacuba, y el proceso continuaba cada vez que regresábamos y que había algún tiempo libre. Eso le ayudó al proyecto a tomar como diferentes caminos, porque si bien comenzó de esa forma, pues se complementó después. Quise hacerle videos, hice unas versines acústicas, hice remixes; como que se complementó todo el concepto global del disco".
-- Digamos que el resto de tus compañeros también vivieron todo esto proceso aún sin estar involucrados ¿cómo lo externan?
"Sí, lo han vivido porque también me he llevado a mi hijo a las giras. Lo toman muy bien, porque personalmente yo creo que ha sido como el evento más transformador que he tenido en mi vida, y creo que eso se refleja de alguna forma en el grupo. Dentro del grupo hay mucha tolerancia, hay mucha libertad –como te mencionaba-, tenemos muy claro que eso es esencial para nosotros como grupo. Así se ha tomado, con esa libertad, con esa tolerancia, con ese respeto".
-- ¿Y a ti como te ha transformado en relación con tu público, los fans, los medios, con todo lo que te involucras?
"Pues hacia todas partes ¿no? Creo que las relaciones cambian radicalmente y no sé si tenga que ver, pero sucede algo antes que tengas un hijo, obviamente (hasta entonces) eres el personaje más importante dentro de tu película, y de repente ¡bueno!, llega esta persona que definitivamente reemplaza este lugar y él pasa a ser el más importante. A partir de eso todas tus relaciones cambian".
En un disco tan personalmente emotivo, es obvio que lo que menos interesa es el éxito comercial. En este caso Universal, la compañía trasnacional para la que graba Café Tacuba, tuvo interés en el proyecto, pero para Sizu, igualmente placentero –o incluso más- hubiera sido sacarlo independientemente.
Porque "se generan otras perspectivas… son otras cosas las que recibe el público. Desgraciada o agraciadamente, uno nunca va saber hacia qué lado la compañía va estar interesada. Bueno, está teniendo está salida y así fue y así lo acepto. Lo que hubiera sucedido con este disco hubiera estado bien, hubiera buscado los canales y la forma de que se lograra. Lo que me interesaba mucho es que físicamente quedara impreso, porque eso va ayudar a que ese mensaje en que yo me alucino llegue en el tiempo".

* Nuevas emociones, nueva música.

Café Tacuba se apresta a grabar un nuevo disco. Y en este compás de espera, Sizu espera la llegada de un segundo hijo: "Son nuevas emociones, también descubriendo cosas diferentes, viendo que cada evento por similar que pueda parecer es totalmente diferente porque se rata de personas diferentes, de momentos diferentes. Nosotros no somos los mismos que hace uno o un par de años…".
Con este cúmulo de sensaciones, el vocalista y sus compañeros trabajan en un disco que saldrá hasta mediados del 2007: Aunque ya tenían listas 20 canciones decidieron posponerlo este año para no sacar un producto apresurado: "Siento que una vez que grabas las canciones como que se mueren un poco. Quisimos darle chance de que maduren todo este tiempo, hacer más canciones para tener más opciones de dónde escoger, hacer un disco que nos deje satisfechos a todos; de todas maneras así lo hubiéramos hecho este año no hubiéramos adelantado mucho, se harían viejas las canciones para nosotros. Hay que dejarles que vivan este proceso y se transformen en el tiempo".
Como en su momento han sido determinantes producciones anteriores de Café Tacuba, como un "Revés Soy" , "Cuatro Caminos" o "Avalancha de éxitos", lo lógico es que exista la expectación por la esencia que caracterizará un próximo disco. Para Sizu la cuestión es más espontánea: "Será un disco más fluido, es más, el otro día estaba pensando que estamos más en el momento de compartir y de pertenecer al momento, que de innovar o inventar o de recrearnos; creo que estamos en el momento nada más de compartir, de disfrutar la música, de tocar juntos… Esa es la vibra que existe…".


www.sizu.com.mx

3.10.06


Albert Plá
Genial a medias

Juan Carlos Domínguez

Escarbar en la personalidad de Albert Plá es un acto ocioso. Hay que limitarse a verlo actuar sobre el escenario y ya.
Nihilista, apático o desencantado de todo su entorno, ni las groupies ansiosas en el antro de moda logran entusiasmarlo: “Qué bonita tu sonrisa… tus dientes son perfectos…”, “Estás en Tijuana… y Tijuana es Tijuana”. Así cómo pues. Con Albert Plá no. Huye.
El bombardeo de preguntas en la rueda de prensa ni por un momento aturde su aparente aletargamiento. No tiene respuestas para nada, ni qué música le gusta, qué escritor es su favorito, qué problemas le preocupan, qué opina de Tijuana. Sólo atina a decir que “los tacos están muy buenos”. En medio de todo esto, de repente, surge la mejor pregunta que habría de formularse en la sesión: “¿A qué le darías importancia?”. La respuesta es un largo, el más largo silencio de todos los de Plá. Y finalmente un “… no sé… de verdad…”.

Irreverencia sin asombros

El año pasado, cuando prácticamente siendo un desconocido Albert Plá se presentó por primera vez en Tijuana, sorprendió unánimemente. Por las historias de sus canciones, por la manera de escenificar cada una de ellas y, sobre todo, por su actitud, la de un ser extraviado, ingenuo, casi desamparado; pero contando anécdotas tremendas, lo mismo de la vida cotidiana que de grandes fenómenos sociales; lo mismo desgarrado de amor, que corrosivo y férreo para atacar al sistema y los gobiernos. Vaya, cantando con la misma intensidad un meloso “Soy rebelde porque el mundo me hizo así…” que “… su majestad, me cago en su corona…”. Genial e irreverente.
Por ello la expectativa de volverlo a ver en Tijuana. Por ello el sinsabor de encontrarse con un espectáculo que no provocó el mismo encanto.
Muy diferente al “Matacerdos” –que era una recopilación de sus mejores temas-, un concierto de muchas canciones cobijadas con el alto histrionismo de Albert Plá, “El Malo de la Película” es un espectáculo de cine, teatro y video, con pocas canciones y un protagonismo de Plá difuminado por la saturación de imágenes.
Lo que el catalán nos presentó esta vez es la trama de un abogado, empleado de una corporación multinacional que construirá un complejo industrial, desbastando con ello un espacio natural. El dilema es la doble moral del abogado, que se cree bueno pero no lo es, es cómplice. Su viaje –físico y mental- entonces es un recorrido por sitios que lo remiten a cuestionarlo todo: La globalización, el capitalismo, la enajenación, la guerra, el autoritarismo. En un filme cuyos créditos advierten que es “sin Antonio Banderas… sin Penélope Cruz… sin guión… sin director…”, todas las imágenes se suceden arbitrariamente, pasando de la candidez a la crueldad y hasta lo snuff. Todo le sirve a Plá para criticar el establishment: McDonalds, la Iglesia, a los terroristas o subcomandantes, a instituciones mexicanas como CONACULTA (precisamente la institución que lo contrata) y gritar “Hay que matar al jefe de la tribu”, mientras aparecen imágenes de tiranos como Bush, e incluso de Vicente Fox y Salinas de Gortari. Casi para terminar interpreta “Gracias a la vida que me ha dado tanto…” con Judith Farrés, mientras el sentido canto se enmarca con imágenes de genocidios.
Finalmente, la irreverencia de Plá se mantiene, y se le agradece. Mas un dejo de desencanto queda tras un reencuentro del que se esperaba la misma genialidad que en su momento tanto nos sorprendió.

2.10.06

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez

¡Ah cómo nos gusta el arguende a los mexicanos! O somos muy ingenuos o nos gana nuestra naturaleza surrealista, el caso es que mientras haya "pan y circo" al país se lo puede estar llevando el carajo. La entrega de "El Sol de Oro" que esta semana se realizó en Tijuana, anunciado como un evento a nivel nacional, es una prueba de cómo nos inventamos –y cómo nos lo creemos, que es lo más chistoso- un mundo Disney. La mentada entrega, anunciada con alfombra roja para que desfilaran las luminarias, resultó un vil montaje casi escolar. La pasarela no fue más que el tapete rojo ese feo que ponen los de El Mexicano, y las grandes luminarias resultaron cinco o seis actores veteranos y desempleados (algunos ya irreconocibles por las cirugías). Aún así muchos fans y reporteros parecían felices cual si se encontrarán en la antesala de los premios Oscar. Organizada en Tijuana, pero con intenciones de proyección "internacional", la mayoría de los premios fueron entregados a medio elenco de Televisa local, y otros tantos del periódico El Mexicano, coincidentemente patrocinadores del evento. Y que conste, no se cuestiona el mérito de los colegas locales; se señala la particularidad de este tipo de premiaciones. También premiaron a Armando Infante, por ejemplo, otro hijo de Pedro Infante pero que en esta entrega su mayor mérito fue poner en cada mesa dos botellas de tequila de su propia marca. El Círculo Nacional de Periodistas, premió a medio Tijuana: locutores, esotéricos, promotores, bandas sinaloenses, y hasta al alcalde Jorge Hank Rhon y a su esposa. Vaya, hasta los dos desconocidos maestros de ceremonias, se premiaron mutuamente. Ellos mencionaron los méritos para premiar al Presidente Municipal de Tijuana: "… es un digno egresado de la Universidad Anahuác…"; y el de María Elvia: "… ha sido madre de 9 hijos…". Jorge Hank de última hora le hizo caso a su publirelacionista, a la cual le informaron ahí mismo "… el evento es muy chafa… que ni venga el ingeniero…". Mandaron al quite a Miguel Ángel Badiola (que no sabía cómo agradecer, porque ni claro tenía las virtudes que de su jefe estaban premiando) y el alcalde seguramente tuvo que reprimir su entusiasmo por las fiestas y la pasarela al ladito de los artistas.


Qué sagaces son los del Cecut para eso de las declaraciones. Ahora que el Centro Cultural Tijuana retejerá su 24 Aniversario con el "El Festival de Otoño", que se supone es donde se concentra la mejor cartelera de eventos, argumentan que esta vez tendrá un enfoque totalmente local "priorizando la participación de los talentos bajacalifornianos…". Curándose en salud seguramente porque el festejo no resultará tan lucido como otros años, y no resultará tal porque no deja de ser muy sintomático que en la recta final de la actual gestión del Conaculta, y con el proyecto de la Galería Internacional echado a cuestas, lo más seguro es que no tengan ni dinero ni ganas de hacer algo más espectacular. No se menosprecia al talento local, que quede claro, sobre todo mencionando a la Orquesta de Baja California y la Compañía de Danza Minerva Tapia; pero en años pasados el festejo ha incluido exitosas visitas –tanto en la explanada de forma gratuita, como en el Teatro- de gente de la talla de Joaquín Sabina, Cesaria Evora, Pablo Milanes, Celso Piña, Cachao, Oscar Chávez, Diego "El Cigala", etc. La gran estrella anunciada será Hernando Zúñiga, un baladista gris (de un éxito) al que recurren cuando no hay muchos pesos. En la parte editorial, lo mismo, festejarán con la presentación de dos libros editados por el mismo Cecut y que han tenido encajonados desde hace un rato. Será medio tristón el aniversario entonces. Pero más triste es que nuestros funcionarios todavía pretendan envolvernos con discursos sutiles. .
Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez

Hay funcionarios culturales congruentes. Al menos eso parece. Podría citarse el caso de Héctor Vasconcelos, hasta hace unos días asesor de la Presidencia del Conaculta (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), y quien renunció a su puesto como un acto de protesta e indignación contra Vicente Fox y su intromisión en el pasado proceso electoral. Acusó que Fox se puso al parejo en el jueguito de la Iglesia y el Empresariado mexicano. Calificó de "aberrante" la actuación del Presidente, más viniendo de él, producto de un proceso verdaderamente democrático (¡cómo olvidar aquella fiesta nacional!… Vicente amado por todos, comiendo tamales con el pueblo y conduciéndose hacia Catedral para darle las gracias a la virgencita). Héctor Vasconcelos (hijo de nuestra eminencia José Vasconcelos), le pone el ejemplo a muchos funcionarios, aunque, vaya, las suspicacias siempre habrán de existir. Yo me lamentaría de por qué renuncia hasta ahora, a unas cuantas semanas de concluir el sexenio. Y también me preguntaría, si a lo largo de su ingerencia en el Conaculta no vio más irregularidades que le movieran el tapete. Además, siendo asesor de Sari Bermúdez; habría que saber qué tanto determinó en las políticas de esa malograda institución. Caramba, yo que empecé halagando a Héctor Vasconcelos, termino cuestionándome sobre su gestión. Pero pues… es funcionario, a fin de cuentas.


Una alcaldesa en Tijuana ¿se imaginan? No es tan errada la posibilidad. Para muchos, si María Elvia Amaya, primera dama de la Ciudad, se lanzara para la Presidencia Municipal de Tijuana, ganaría de calle. Parece que no hay intenciones evidentes al respecto, pero el caso es que el desempeño de María Elvia, como cabeza del DIF, no ha dejado lugar a dudas en cuanto a efectividad y resultados y ha sido visto con buenos ojos por la comunidad y la prensa en general. Salvo algunos cuestionamientos sobre el glamour que siempre la envuelve, la señora de Hank ha hecho lo que ninguna otra Primera Dama. Vaya, puede ser tan eficiente en lo suyo que no se conforma con traer una y otra vez al grupo El Recodo para amenizar las fiestas del pueblo, sino que hasta es capaz de asegurar que le gusta su música y la baila, mencionar el título de dos canciones que conoce de la banda sinaloense, y presumir que tiene dos discos "que me regalaron".

Zona Segura pero para los delincuentes. Eso es finalmente ese operativo que desde hace más de un mes implementó la Policía Municipal y que consiste en asignar a grupos de agentes en determinados puntos del primer cuadro de la ciudad y Zona Río para brindar un resguardo especial a la ciudadanía. Pero ¿cuál? Me cuenta un artista plástico (que igual puede no tener el aspecto más decente, pero en fin…) que por la Plaza Viva Tijuana (junto a la línea) le robaron su bicicleta: vio, identificó y señaló al ladrón con unos agentes de la Zona Segura. Los policías le respondieron que no podían aprehender al señalado porque a ellos no les constaba que se hubiera robado el objeto. No sólo eso, sino tuvieron la desfachatez de informarle que el "nuevo propietario" de la bicicleta la había comprado en 200 pesos y que si la quería de nuevo, que pagara esa cantidad al supuesto ladrón. Les digo… todo es una burla en esta ciudad.