27.12.06

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez

Joaquín López Dóriga saldrá de Televisa si de una vez por todas Emilio Azcárraga decide jubilarlo. Es un plan que desde hace largo tiempo se viene cocinando. El Noticiero desde hace un buen rato no levanta. Se ha insistido mucho en que Carlos Loret de Mola ocupará su lugar. Mas las altas esferas de la empresa no confían mucho en el “niño bonito” de la noticia, lo ven muy verde. Las luces están enfocadas hacia otro lado.

Ciro Gómez Leyva será el elegido, seguramente. Contra lo que pudiera esperarse de él, el ex conductor y protagonista principal del conflicto del Canal 40 ha resultado el más alineado de los conductores de esa televisora. Una señal ineludible es cuando Leopoldo Gómez le dio el “espaldarazo” al aire. Cómo cambió aquel que un día declarara “me la jugué con mi empresa, mis compañeros y mi causa”.

Leopoldo Gómez, aunque con bajo perfil, aparentemente, es el vicepresidente (en el organigrama de Televisa es el segundo grado después de Azcárraga) de Noticieros Televisa. Si bien es gris en su conducción del programa “Tercer Grado”; Gómez cuenta con altos grados académicos y, lo más importante, con gran poder de decisión en la televisora. En una de sus ausencias, relegó su rol a Ciro Gómez Leyva, signo inequívoco de las preferencias para con éste. A algunos de los periodistas-analistas les incomodó, pero terminaron por aceptar los designios del destino.

Denisse Maerker deberá asumir un papel más protagónico. Es la mejor periodista mujer que pueda ver hoy en día. Tal vez cubra las ausencias del titular del principal noticiero de Televisa. Me gusta para que ocupe en la pantalla el lugar que en un momento dado ocupó Lolita Ayala (obvio, con las debidas distancias eran tiempos “light”) ahora más preocupa en usar su espacio como trinchera de sus causas nobles, el albergue de perros, problemas de salud, y las cirujeadas a las que periódicamente recurre.

Excelente Denisse Maerker se vio entrevistando a Marcelo Ebrard, un presidenciable natural para el 2012. El nuevo Jefe del Gobierno del Distrito Federal se vio inteligente, tajante, duro; político vaya, en sus respuestas con la entrevistadora, pero aquélla nunca se amilanó, al contrario, siempre se mostró incisiva, punzante, y fría. Cuando Ebrard quería fingir demencia, Denisse le preguntó pausada y palabra por palabra, lo que parecía una engorrosa pregunta. Finalmente, la entrevista terminó en tono ríspido; y con un semblante incómodo y titubeante en el que muy probablemente será candidato presidencial para el 2012. En aquellos años cuando el Tata Peje ande no sé en dónde.

Que haya medios combativos siempre se agradece. Esa es la tónica que advierte, por lo menos en el primer número, semanario “Líneas”, encabezado por el periodista Atahualpa Garibay. La portada de su primer número la engalanan las imágenes (como fotos de “caritas”) de Jorge Hank Rhon, Francisco Vega, Eduardo Martínez Palomera y José Guadalupe Osuna Millán, con el titular: “En disputa el botín en Baja California”. El resto de los artículos y reportajes son incisivos, sin distingos de partido o fracciones. Para “Líneas”, como para cualquier publicación periodística, lo primero que se espera es la permanencia; después de ello, lo que se exige es la congruencia.

22.12.06

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez
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El señor gobernador no sabe de esas cosas; pero igual honró con su presencia la entrega de los Premios Estatales de Literatura, en el Multiforo del ICBC. Eugenio Elorduy –el gobernador- pronunció un largo y sinuoso discurso, que resultó muy emotivo para los escritores agraciados de esa noche: Juan Carlos Rea, Virginia Hernández, Marco Antonio Samaniego, Mauricio Ramos, Humberto Félix Berumen, Ursula Tania y Juana Ríos.
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Elorduy Walter pidió perdón a la que al parecer consideró la intelectualidad tijuanense ahí reunida. En un acto de modestia pronunció: “Ustedes han de disculpar… dominan un mucho mayor la amplitud de nuestro idioma para poder ser simplemente expresivos de lo que siento en el tema que nos tiene aquí esta noche…”. Fue entendible en las primeras palabras: Reconocía la labor literaria; después ya no fue tan claro pero se le notaba lo bien intencionado.
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Lo que sí fue claro, por lo menos en el discurso, fue la promesa de que habrá más dinero para los premios y una mayor distribución de los libros publicados. Muy bonito, pero al gobernador, y parece que a todos, se nos olvidó que Eugenio Elorduy ya va de salida.
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Muy sincero Eugenio Elorduy reconoció –y con ello nos midió a todos con el mismo “rasero”- que aunque no tenga tiempo siempre trata de leer. Expresó palabras duras: “La literatura entre nosotros no es una atracción pública”. Más crudas aún: “Apenas leemos, si bien nos va, el periódico”.
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Si hasta el Presidente Vicente Fox se equivocó al cambiar el nombre del mismísimo Jorge Luis Borges por el de José Luis Borgues; por qué no habría de equivocarse el gobernador Elorduy al cambiar el nombre del escritor tijuanense Humberto Félix Berumen, por el de Humberto Flores Berumen. Lo bueno que alguien lo corrigió a tiempo, rectificó, y con ello se disipó la gran polémica y tempestad que el hecho pudo haber originado entre la comunidad cultural regional.
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Un narcotúnel trinchera de artistas. En realidad se trata de “La Casa del Túnel”, una vivienda ubicada en la Colonia Federal que hace tiempo fue descubierta como pasadizo que daba hacia el estacionamiento de Ueta, en el lado norteamericano. Pues bien, ese espacio en la punta del país, servirá para que varios escritores, artistas y todo aquel ciudadano interesado escenifiquen un “Atentado Poético”, que consistirá en lanzar poemas de uno y otro lado de la frontera, como una forma de protesta ante el clima de violencia que vive nuestra entidad. De uno y otro lado de la valla, se harán lecturas, se iluminará con lámparas y espejos, y después se continuará con una marcha hasta llegar a Palacio Municipal. El próximo sábado a partir de las 3 de la tarde. Ojalá las palabras sirvan de algo.

19.12.06


Cine mexicano

Así del precipicio…

Juan Carlos Domínguez

El panorama del cine mexicano vive ahora otro momento que pretende sumar éxitos a la lista de películas nacionales que en los últimos años han contado con la buena acogida de nuestros públicos.
Es el caso de “Así del Precipicio”, historia cuyos ingredientes: el arte, el sexo y las drogas, dan como resultado un cóctel que han calificado de audaz, intenso y atrevido.
Es la ópera prima de la directora Teresa Suárez, quien escribe el guión a partir de sus propias dudas como mujer. No obstante con el desarrollo del argumento, se encuentra uno con una historia muy real, tangible y hasta cruda, si así se le quiere ver.
Nos encontramos con tres mujeres; Lucía, Carmen y Hanna, quienes comparten departamento, y con ello, el “reventón”, las drogas, el sexo, los amores y decepciones.
Ana de la Reguera interpreta a Lucía, una chica “fresa” sumida en la depresión y las drogas, decepcionada del amor y de la vida, despreciada por Matías (Alejandro Nones). Su amiga Carmen (Gaby Platas) es otro caso. Una artista conceptual tirada en la “güeva” y enamorada de su amigo gay, Gerardo (Rafael Amaya). Decepcionada, es una gran consumidora de cocaína, y hasta termina convertida en una buena dealer. La tercera protagonista es Hanna (Ingrid Martz), una judía que aparentemente vive muy bien -como tantas-, casada, pero aburrida. Y con “nuevas sensaciones”, empieza a darse cuenta de que le gustan las mujeres. Se irá a vivir con sus amigas y a tendrá nuevas experiencias de droga y sexo.
“Así del Precipicio”, como se ve, es una historia actual, moderna, “fuerte”; tratada con el humor y desenfado de la cotidianidad. La censura es un fantasma que también han rondado como una posibilidad para su directora y elenco, ya que aparte de los desnudos de Ana de la Reguera y los protagonistas hombres, hay escenas muy explícitas de sexo homosexual entre mujeres y entre hombres.
Otro rasgo que caracteriza al filme de Teresa Suárez es que la mayoría del reparto está compuesto por actores de televisión (también cuenta con las participaciones especiales de Martha Higareda y Miguel Rodarte), lo que para ella no significa un descrédito, sino al contrario, la muestra de versatilidad de nuestros artistas.
“Así del Precipicio” tuvo un costo de 22 millones de pesos.


La vida como es…


“Así del Precipicio” resume la historia de tres mujeres jóvenes, con la vida por delante, pero el desencanto partiéndoles la vida. Los típicos conflictos de autoestima y dilemas existenciales. Coronado todo ello con las adicciones de todo tipo. Carmen es una de las protagonistas, la interpreta la actriz Gaby Platas, quien platicó con ZETA sobre su personaje y el filme.“Es como estar al borde de todo… tocar todos los precipicios…”, resume a propósito del título.
Detalla más sobre Carmen: “Es un personaje muy divertido, demuestra las dos partes de la adicción a las drogas. La parte cuando empiezas y te la pasas bien y es divertido; y la parte pues como tiene qué pasar ¿no?, que ya no te la pasas bien, que ya tu adicción es tan grande que ya no te permite tener nada más en tu vida; más que estar preocupado por conseguir la droga”.
La película, que fue rodada a principios de 2005, es muy real, muy cotidiana. Así lo ve Gaby Platas, mas asegura que los problemas que ahí se plantean le son ajenos: “Nunca he estado en una situación así, ni metida en asuntos de drogas ni nada de esto, pero la gente que la ha visto y conoce bien esa forma de vida, pues me han dicho eso: que es una película que retrata la vida tal y como es. No lo deja como sutil ni tampoco lo exagera. Simplemente es como un retrato de la realidad”.
Platas (mayormente conocida por formar parte del elenco de “Otro Rollo” y su participación en “Big Brother”) había participado en otros dos filmes sin mayor trascendencia, así como en varias telenovelas. Por ello, su papel en “Así del Precipicio” es especial, además de que es reiterativa en la distancia que hay entre ella y Carmen.
“Fue difícil, como te decía, yo no he tenido mucho contacto con ese mundo; entonces sí fue una parte como difícil, pero creo que es el trabajo de los actores, hacer personajes diferentes”.
– Por la propuesta, por la crudeza y por ser mexicana, ¿esta película podría englobarse dentro de la tradición de filmes como “Amores Perros”, “Sexo, Pudor y Lágrimas”, “Amar te Duele” y toda esta “camada”?
“Pues sí ¿no? Yo creo que como tú dices, en primera, es una película mexicana, y es una ópera prima, como en algunos casos de las películas que acabas de mencionar. Entonces sí entra en ese grupo, sin duda”.
– Y por el final de la película, ¿no tiene un objetivo reivindicativo?
“Pues no es tanto como la cosa moral. La directora lo que quiso fue plantear un final esperanzador, de a pesar de todos esos problemas, se tienen varias opciones. A cada personaje le pasan diferentes cosas al final de la película”.
“Así del Precipicio” ha logrado buena taquilla en cartelera, en su primera semana de exhibición, alcanzó el segundo lugar en audiencia nacional. Para Gaby Platas esa es una señal excelente y el entusiasmo le alcanza para intentar contagiárselo a nuestros lectores: “Es una película que trata estos temas que son fuertes, pero los toca de una manera muy divertida. La verdad es que la mayor parte de la película, la gente se la pasa riéndose, y al final pues sí tiene esa parte esperanzadora y con un mensaje, pero en general es una película muy… muy divertida…”.

15.12.06

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez


Cómo me enternece el Teletón. El muestrario de la gran solidaridad mexicana, protagonizada, precisamente, por el gran desfile de “gente bien” de la sociedad, y celebridades, que desfilan a cuadro revelándose en sus nobles sentimientos. Encabezados por Emilio Azcárraga Jean (y Ricardo Salinas Pliego como contraparte en TV Azteca) juniors y ciudadanos de las altas esferas aparecen abrazando a niños humildes y enfermos y desplegándoles toda su ternura, cuando seguramente en su vida diaria ni los voltean a ver (suelen desplazarse por la caótica capital en helicópteros). Para ellos sólo es cuestión de suavizar la voz, asumir un tonito almibarado, y la sensibilidad a flor de piel hace el resto.


“Para que les duela menos”, podría ser un buen slogan de campaña para cualquier candidato (mejor que un “para que estés bien y de buenas”), con eso de que somos un pueblo con el que es suficiente suavizarle el lenguaje para aminorar el sufrimiento. Me llama la atención cómo en los últimos años a los discapacitados ya se les llama gente o niños con “capacidades especiales”; los ancianos ahora son “adultos mayores”; y así nos vamos. Aclaro (antes de que me lluevan los ataques) mi postura no es peyorativa, hago alusión al uso adecuado del lenguaje. Pero pareciera que la sutileza es el remedio para todos nuestros males. También aclaro que aplaudo la causa justa del Teletón, sólo reflexiono un poco en torno al despliegue emotivo en el que nos sumergen. Nuestra tradición telenovelera siempre se impone.


Los capitalinos gritan enardecidos en una cantina mientras ven un partido de fútbol Cruz Azul-Chivas, así como otros encuentros de la liguilla. Mientras, un Presidente lamentable rinde su último informe, y otro, surgido en medio de la pestilencia electoral, asume el poder. Pero eso poco importa frente a los encuentros futboleros. Todo el mundo habla de fútbol en la Ciudad de México (y en todo el país, pero los chilangos están más enajenados). Y los abatimientos de nuestra nación se olvidan pronto. Se ve en el Zócalo y en El Ángel de la Independencia a la gente protestando con antorchas que se apagan muy pronto.


La APPO, Flavio Sosa y Ulises Ruiz acaparan la atención de toda la nación. Finalmente es el fluir de la información mediática, la que nos sirven y digerimos. Y todos se suman a la causa hablando y reproduciendo consignas en sus ropas, en sus bardas o hasta en los “nicks” de los chats. Ciudadanos consternados, pero desde la distancia, guarecidos en su rinconcito, en su “mundito” irrenunciable. Como aquellos que se visten de rebeldes, participan en una marcha indignados y llegan a su casa a comer sopita campbell caliente. En el centro de Oaxaca hay pueblos olvidados desde siempre, lugareños que no hablan español, incomunicados, que aún hoy en día ni en sueños tendrán agua y electricidad, cuando apenas los divide una brecha donde sí llegó la civilización. “Nunca, ningún candidato de ningún partido ha llegado aquí. Nunca llega la ayuda de nada…”, me decía entristecido un habitante de la costa oaxaqueña. De todos esos lugares y sus problemas nadie habla. No lo vemos en los medios, luego entonces no existen.


Felipe Calderón entró con todo. Contundente. Una de sus primeras grandes decisiones: la aniquilación del “águila mocha”, orgullo de Vicente Fox. Habremos de ver qué trascendencia tendrá para nuestro futuro ver el sello completo en las imágenes oficiales. Por lo pronto Calderón ya nos presumió que se aprendió muy bien la historia de nuestro Escudo Nacional.

13.12.06


Informe Hank: La frivolidad

Juan Carlos Domínguez
Era una iluminación especial la que bañaba a la Zona del Río el lunes por la noche. Luces multicolores. La de los juegos mecánicos en la explanada exterior del Palacio Municipal, y la de las patrullas en caravana y con los códigos prendidos. Como de fiesta todos. El pueblo, y los policías (que desde hace rato ya traen su “fiesta” muy peculiar) en torno al festejo del Segundo Informe del Alcalde Jorge Hank Rhon.
Desde el mediodía se cerraron las oficinas de gobierno para los ciudadanos que hacían algún trámite burocrático y hubieron de regresar bajo la lluvia; para preparar el escenario al estilo hankista: Muchas sillas blancas, alfombra gris, y unas imponentes cortinas tricolores a espaldas del podium. Y antes de las seis de la tarde, empezó tan esperado momento. El desfile de personalidades incluyó a políticos, abogados, ex alcaldes y gobernadores, uno que otro empresario, figuras eclesiásticas y, por supuesto, la prolifera familia del Alcalde. Pero algo faltó. Se extrañó la alfombra roja, que tanto glamour le pone a las fiestas del munícipe.
Entre los casi mil asistentes, para variar, prevalecía el color rojo en blusas, camisas y chamarras. La infaltable “marea roja” compuesta de líderes populares y simpatizantes sacados de las colonias –“acarreados”, pues– soportando el “trance” del protocolo y en la espera del jolgorio de rigor.
Las primeras filas fueron ocupadas por María Elvia Amaya de Hank, la primera dama de la ciudad; la madre de Jorge Hank, su hermano Carlos Hank; y todos los hijos de la pareja presidencial.
Para iniciar la ceremonia fueron presentados uno por uno los Regidores. Los de la fracción panista con corbatita azul, los priístas con roja. María Elvia, impecable y atractiva como siempre, portaba también vestido rojo de satín; sólo compitiendo en deslumbramiento con Gregorio Barreto (el líder calafiero), que también vestía una camisa roja muy llamativa.
Y pues, como se acostumbra con “la estrella” de la noche, Jorge Hank Rhon fue presentado al último: “Démosle la bienvenida como se merece…”. Fue un aplauso entusiasta que pronto decayó en el desgano. Más tibio aún cuando fue seguido de la presentación del Gobernador del Estado Eugenio Elorduy Walther. Llegaron juntos, Alcalde y Gobernador. Hank se trepó al estrado, a “cumplir”; y el Gobernador fue a tomar asiento a un lado de la Señora María Elvia y el Arzobispo de la Ciudad, Monseñor Salvador Romo Muñoz: juntitos, como la Santísima Trinidad. Y para completar el cuadro, rodeados de todos los Hank y cercanos, con un dejo “absorto” que les daba aire de “Familia Real”.
Tras las presentaciones, vino lo que se acostumbra en estas ceremonias. La Banda de Guerra y la entonación del Himno Nacional Mexicano. Como de costumbre, Jorge Hank apenas balbuceaba; y a veces ni eso. Casi enfrente de él, pero abajo, Eugenio Elorduy igual cantaba con poco entusiasmo. Con las miradas perdidas ambos. Mirando al frente, hacia sus propios horizontes –o intereses–.
Regidor panista: lo más ameno
El Regidor por la fracción perredista, Carlos Mejía, fue el primero en tomar la palabra a la hora de los posicionamientos. De entrada dejó asentado que por lógica el primer edil hablaría de las cosas que ha hecho bien y no de las malas, lo justificó. Reconoció lo que a su parecer, han sido las mejores dependencias: El DIF Municipal, el IMAC (Instituto Municipal de Arte y Cultura), Servicios Médicos Municipales, y “algunos parques”. Mejía trató muy someramente la importancia de rendir cuentas claras en el uso de los presupuestos públicos; pero en general fue muy conciliador. Habló de no repartir culpas, de trabajar en conjunto. Habló de su convicción por la democracia, la tolerancia y el respeto entre los actores políticos porque “el ser humano es un simple mortal”.
El turno siguió para el Regidor Néstor Alejandro Araiza, del Partido del Trabajo. Inició su intervención exponiendo que se debe “reivindicar la cultura del esfuerzo humano”. Por ello resaltó –al igual que su antecesor en el podium– la mejora en los Servicios Médicos; también le aventó sus flores a María Elvia por su “constancia y dedicación”, al frente del DIF. Por momentos parecía que él daría oficialmente el informe de acciones del XVIII Ayuntamiento, y no Jorge Hank. Consideró que el balance es positivo hablando de resultados en el gobierno hankista, sobre todo en el rubro de Desarrollo Social, y hasta dio detalles y cifras de alumbrado público, pavimentación y reencarpetado: “No todo está mal. Se recoge la basura dos veces por semana…”.
El Regidor antes había empezado su intervención enfocándose al tema de la Seguridad Pública y resaltando los esfuerzos que se han hecho en la administración hankista en la compra de más patrullas y armas para los policías. Quiso ser un poco enérgico y por no dejar dijo dos frases fuertes: “…los tijuanenses estamos agraviados…” y “… se condena a Tijuana a vivir en la zozobra…”. Curiosamente, mientras el político abordaba el escabroso tema de la delincuencia en nuestra ciudad, los asistentes era cuando más hablaban y ponían menos atención. Jorge Hank sonreía de repente e intercambiaba algunas palabras con el Síndico José María Lozano y el Secretario del Ayuntamiento, Andrés Garza Chávez. El caso es que el representante del PT terminó más que planteando su posicionamiento, haciendo peticiones para el Gobierno Municipal. Y para ponerle un poco de “sabor” a su intervención hizo referencia a las malas mañas del PAN y el fraude del que fue víctima Andrés Manuel López Obrador.
El que subió muy cadencioso y pavoneándose; robusto y desenfadado, fue el representante de los regidores panistas, Raúl Castañeda Pomposo –ciertamente subió muy pomposo–, pero rápidamente se ganó la rechifla “del respetable”. El Secretario del Ayuntamiento hubo de pedir respeto para el Regidor. Le entró con todo, con voz engolada y fuerte criticó la frivolidad que ha caracterizado al gobierno de Jorge Hank: “de los actos superfluos que han coronado su gestión”. Dijo que los funcionarios públicos –en clara alusión a la primera figura municipal– piensan que están en un concurso de simpatía. Obviamente las bullas y rechiflas del conglomerado priísta ahí reunido no se hicieron esperar. Y más se intensificaron cuando osó declarar que “en el PAN no importan más los intereses particulares que los de la comunidad”.
Jorge Hank ni se inmutaba. Pero tampoco Eugenio Elorduy. Manteniendo las buenas formas pues. Y Castañeda Pomposo le seguía echando más leña al asador, criticando las frases publicitarias de puras promesas del Alcalde; así como las deficiencias de la actual administración en materia de licitación de obras, transparencias de recursos, y el hecho de que Hank prometió reducir el 30 por ciento de la nómina administrativa, y terminó incrementándola en un 60 por ciento. Abajo, las hijas de Jorge Hank miraban con confusión y tristeza el acto, y dirigían a su padre miradas de consuelo como si de un ser desamparado e incomprendido se tratara.
Campechanamente, el Regidor Castañeda se tomaba sus respiros, daba grandes tragos de agua a su botella con taponcito priísta (de color rojo), afinaba la voz, y arremetía de nuevo. Criticó que en seguridad se hayan gastado 250 millones de pesos, en 200 cámaras que de nada sirvieron, así como demás inutilidades en el plano de la seguridad. En su retahíla de repente hasta se ahogaba, pedía perdón y la gente más se reía y le hacía bulla. Acuñó el término de “democraticidio” para referirse a la cerrazón al diálogo de la actual administración municipal. Las bullas se intensificaban. Aseveró que este gobierno, al “puro estilo hankista”, era capaz hasta de vender el Palacio Municipal si así se le antojara. Remató: “Nosotros, los regidores del PAN, estamos comprometidos, sólo falta su voluntad señor alcalde…”. Y Jorge Hank lo ignoraba. El orador insistía… “Señor Hank…”; y Hank no volteaba. Las bullas para el robusto panista continuaban. Resultó divertido. Le robó cámara al Alcalde.
Para calmar los ánimos, tocó el turno a la regidora priísta Marta Montejano, a quien su postura adusta no impidió que fluyera optimismo. Leyendo su discurso, manifestó que la libertad con que se habían expresado los regidores que la antecedieron, era reflejo de la pluralidad con que se ha conducido el gobierno hankista. Se dijo orgullosa de pertenecer a ese equipo. “La sensibilidad del señor Alcalde ha establecido políticas de asistencia social que son modelos para todo el estado…”; consideró. Y el gobernador Elorduy abajo, muy serio, nomás se miraba las uñas. Acto seguido, la regidora se encargó de enumerar las mejoras que Jorge Hank Rhon ha hecho para la policía: “La Seguridad Pública nos compete a todos…”. “¡A todos!”, reafirmó levantando el dedo y con voz casi masculina. Para rematar, reveló a los asistentes la nueva cara de nuestra frontera: “Hoy Tijuana es una ciudad diferente, su gente… se trabaja arduamente”. Y por si quedaba alguna duda de su entusiasmo hankista: “¡La gente sigue confiando en Usted, Señor Presidente!”.

Un Alcalde agradecido
La inseguridad en Tijuana es un chisme, dice Jorge Hank Rhon, pero bien que inició su informe de Gobierno precisamente con ese tema. Igual que el año pasado se limitó a presentar un video de 25 minutos, solamente acotando que ahí veríamos “lo que se ha hecho y no ha hecho”. Claro que solamente se avocó a decir y recitar cifras de lo que sí se ha hecho. La primera frase no puede ser más autodisculpatoria: “La inseguridad en Tijuana no es privativa de Tijuana; es en todo el mundo”.
Muy bien dirigido el video, hasta eso. Aparecía Jorge Hank a cuadro presentando desde diferentes locaciones la introducción del tema que narraba con voz en “off”, en el que lograron hacer entendible su bajo volumen de voz. Los presentes pudieron ver a un Hank lo mismo en medio de una línea de ensamblaje de maquiladora, que conduciendo un autobús, bajo un puente en construcción, y hasta en un parque y con un perico en el brazo; para abordar sus acciones dependiendo el rubro: Seguridad Pública, Desarrollo Social, Desarrollo Económico y Reordenamiento de Mercados.
En sí, un vídeo-informe que fue una extensión de sus spots publicitarios, donde hizo referencia a los 182 millones de pesos invertidos para equipo policíaco, el Centro de Control y Mando (considerado el más grande del mundo), Dirección de Planeación e Inteligencia Policial, Dirección Anticorrupción; eliminación de cuotas en las escuelas, la inauguración de dos estaciones de bomberos; la inversión de 8 millones de pesos para preservar las especies en el Parque Morelos; otros 8 millones para la rehabilitación del Antiguo Palacio Municipal; más de 2 millones de metros cuadros en rehabilitación de vialidades; establecimiento de nuevas empresas; etc.
Todo sirvió para meter en su informe, a todo le dio relevancia: La marcha de las antorchas que encabezó con los masones, el reordenamiento de los mercados sobre ruedas, y, claro, sus fiestas populacheras. El mensaje explícito de todas sus intervenciones fue en sentido de que en Tijuana todo estaba mal y su gobierno ha hecho muchas cosas.
El vídeo-informe concluyó con una imagen muy fraternal, con un abrazo entre Jorge Hank y Eugenio Elorduy, y agradeciéndole al mandatario estatal “por el apoyo y respaldo a mi gobierno”. Con ello, y su intervención ya en vivo reconociendo a su mujer “como la mejor funcionaria de este gobierno, y todos estarán de acuerdo conmigo”; la ceremonia concluyó muy emotiva; con la sonrisa de sus hijos, los aplausos de los presentes, incluyendo al gobernador y la promesa de “seguir trabajando juntos… si ustedes me lo permiten. Nos falta tiempo... mucho… mucho tiempo…”.
Para enmarcar debidamente la euforia y el ambiente de buena voluntad, Hank bajó, dio más abrazos al Gobernador, mientras los guaruras de uno y otro se miraban feo entre sí –especialmente Jorge Vera, su jefe de escoltas, miraba fijamente a Elorduy– y así se fueron juntos hasta el estacionamiento subterráneo; con un séquito de guardaespaldas y reporteros detrás intentando captar hasta el último momento a los protagonistas de tan significativa noche. Aunque no tan glamorosa como otras. Faltó la alfombra roja.

Mientras haya fiesta y comida…

¡Hank para gobernador…! ¡Hank para gobernador…! Gritaba la muchedumbre afuera de Palacio Municipal. Estaban contentos con el jolgorio y la comida gratuita. Es más, los juegos mecánicos estaban medio abandonados, la pedidera de comida estaba a todo lo que daba. Pizzas, tacos de cabeza, elotes, pasteles, hot dogs, hamburguesas, pozole. Filas y más filas.
Había un programa artístico sobre un estrado, pero pocos ponían atención. Era preferible hacer colas para las hamburguesas; luego disfrutar de éstas mientras se hacía la siguiente fila para los tacos; y así completar el bufete de garnachas. Había hasta quien llevaba apilados varios platos de comida como reserva para llevar a casa y como muestrario de nuestra gastronomía popular. Con tal abundancia, la gente ni sentía el frío. Y de la delincuencia y deficiencias de nuestra ciudad, pues ni se acordaban.
El festín sólo tuvo una pausa para recibir al Presidente Municipal, que agradeció la presencia de los tijuanenses y fue muy reiterativo con la palabra “todos… todos…”; para referirse a su postura tan democrática.
Muy a su estilo, se puso a tono con el populacho. “… la mula no era arisca, los palos la hicieron…”; expresó para referir que “poquito a poquito ustedes se fueron dando cuenta que yo no hago promesas; cumplo, nada más”.
Y que a nadie más; más que a “ustedes” les debían su mujer y él, el estar en Palacio Municipal: “Son ustedes con ese papelito (parece ser que se refería a las boletas de votación) que nos hicieron el favor de ponernos en la Presidencia Municipal; que no es mía, es de ustedes”.
El entusiasmo de la gente continuaba, y “el Hank para gobernador” no cesaba. Y el otro que se engolosinaba con las ovaciones de sus simpatizantes: “Dicen por ahí que prometí muchas cosas y que no las hice. Y no es cierto, yo no prometí nada, yo lo único que ofrecí es que iba a leer el librito que dice qué quiere decir ser Presidente Municipal, que iba hacer eso, y más”.
Más contentos se pusieron los asistentes cuando les dijo que si estaban comiendo “de a gratis” fue porque los vendedores mismos lo propusieron. Y que habría más mercados sobre ruedas en la ciudad, para que todos ganen. ¡”Un mercado sobre ruedas en cada esquina!”, gritó una doña.
Si la gente empezó a retirarse, fue porque empezó a lloviznar, y tras el discurso del Alcalde los camiones de acarreados empezaban a partir. Uno que otro niño continuaba jugando en una especie de establo que fue instalado a un costado de la explanada; en una pequeña área de jardín donde también colocaron sanitarios portátiles. Y con eso de que el Alcalde Hank no distingue mucho entre la especie animal y la humana, da qué pensar el hecho de que junto a los baños y área de juego también hayan colocado pacas de alfalfa, y en lugar de alfombra, pastura y aserrín

7.12.06

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez
*
Los periodistas no importan. Por lo menos es lo que se dejó ver en el sexenio de Vicente Fox. Casi 30 reporteros asesinados. Lo lamentable no es nada más la incapacidad o desinterés de la Presidencia y las autoridades correspondientes para esclarecerlos, sino la apatía y abulia del resto de la sociedad. Más triste aún, la tibieza de los mismos medios de comunicación. En el lapso de apenas una semana dos periodistas fueron asesinados y poco ruido se hizo. Uno ellos Roberto Marcos García, corresponsal de Alarma en Veracruz. El otro, José Manuel Nava, no cualquiera, nada menos que director de Excélsior hasta hace poco. Muy sintomático resulta que las grandes cadenas de medios, sobre todo la televisión, le dieron un tratamiento muy somero a las notas. Más sospechoso aun cuando Nava acaba de presentar “El asalto final”, en torno a los turbios intereses con lo que fue vendido Excélsior a Olegario Vázquez Raña.

A cualquiera matan ahora. Tal vez por eso el asesinato de los periodistas sea menos impresionante. Ya ven, hasta a los personajes de la farándula los atacan al estilo de los sicarios. Hace poco, el asesinato del hijo de Joan Sebastián, luego el atentado al vocalista de “Explosión Norteña”. Ahora, la ejecución del cantante popular Valentín Elizalde, advierte la mafia: seguirán más. Alguien dijo: “Esto está como Colombia hace 10 años”.

Creo que sí es para asustarse, dado el ambiente tijuanense actual, que de repente de la nada te intercepten tres patrullas, te obliguen a parar, a bajarte del carro y te encuentres con diez encapuchados con metralletas y armas largas. Lo primero que le ruegas a Dios es que, ya de menos, sean policías reales y te consignen por la falta que quieran, pero que no sea comando de la muerte (ahora que cualquiera es secuestrable o ejecutable). Me pasó con miembros de la PEP (Policía Estatal Preventiva). Afortunadamente era un operativo de rutina para ellos, parte de su trabajo y sin mayor problema para un servidor, pero ante el clima de psicosis es obvio que cualquier ciudadano se siente intimidado ante tales despliegues.

No contaría la anécdota anterior si no es que a una pareja de periodistas de radio y prensa le hubiera pasado lo mismo apenas hace unos días. Un agente encapuchado con arma larga tocó a la casa particular de estos comunicadores. Pidió entrar a buscar a un ladrón. Acto seguido aparecieron varias unidades y agentes encapuchados de esta corporación policíaca. Igual, se trataba de atrapar a un delincuente que efectivamente huía en esos momentos por las azoteas de algunas viviendas en Otay. Los policías estatales hacían su trabajo, no hubo mayor problema, atraparon al malandro. Pero el susto de los ciudadanos –y periodistas, aparte- confunde de repente y tarda en aplacarse.

De Jesús Blancornelas –el señor Blanco-, me entristecieron dos momentos. Primero, cuando después de un año de no verlo lo encontré muy mermado de su salud. Ya retirado, de vez en cuando visitaba ZETA. Un abrazo y un saludo breve pero elocuente: “Ya no te veo pero te leo”; con lo que validaba la apertura, confianza y aliento para el trabajo de un servidor, así como la ha tenido para tantos que se han formado en sus filas. El otro momento, al leer uno de sus últimos “Doble Plana” que escribiera apenas en septiembre pasado. Hacía remembranza de un amor platónico de su adolescencia. El último párrafo me transmitió y me provocó aflicción, angustia: “Estuve tan abrumado estos días sobre noticias, informes y rumores. Narcotráfico, corrupción e injusticia por toneladas. Por eso recurrí al recuerdo para desintoxicarme un poco y darles un descanso a ti y a Usted, Lectores”. Él, acostumbrado a salvar tantas afrentas durante toda su carrera, desde el retiro no podía sustraerse al oficio, pero más aún, a la desolación de cualquier humano ante un entorno actual tan poco grato. Ahora le damos la vuelta a la página, y a seguir, con la semilla que nos ha dejado nuestro director. Ya no digamos por compromiso, sino por convicción.

1.12.06

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez
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Gustavo Cerati pudo ser el mejor concierto del año. Casi lo fue, de no haber sido por la malísima acústica de El Foro y el repertorio elegido por el rockstar, que prefirió golosinarse con su último álbum, “Ahí vamos”, agotando medio concierto con puras canciones de éste y relegando momentos que pudieron haber sido sublimes si hubiera incluido más temas de producciones como “Bocanada”, “Amor amarillo” o “Cosas imposibles”. Ni siquiera se trata de exigirle éxitos de Soda Stereo, eso es para los nostálgicos.

Lo más placentero del concierto: “Crimen”, “Té para tres”, “Me quedó aquí”. Lo más climático: “Bomba de tiempo”, “Juegos de seducción” y “Cosas imposibles” (no es necesario transcribirles aquí las letras, ¿cierto?).

Manú Chao fue la gran sorpresa al presentarse en el concierto del domingo. De pura casualidad, pues se encontraba en ese mismo momento en el bar Dandy del Sur, acompañando al colectivo Nortec en la filmación de un video. Para muchos fue desquiciante ver ahí al cantante gitano entre la presentación de Zoé y Cerati. Sin embargo, cuando uno puede pensar que para todo el mundo el momento es muy significativo, no falta quien te ponga los pies en el suelo. Una dama joven, pero doña, nos preguntó: “Disculpa… el que está cantando quién es… cómo se llama…”. Hubo que darle una leve explicación. No tenía ni idea: “Yo vengo con mi esposo… por Cerati, por Soda Stereo”; explicó.

Pero qué mala leche Cerati. Hizo un berrinche feo cuando Los Tres decidieron invitar al escenario a Manú Chao. Temía lo previsible: le robó cámara, por lo menos en esos cuatro minutos, qué intolerancia. Más preocupado aún su manager preguntaba al día siguiente: “¿Qué publicó la prensa?, ¿mencionaron a Manú?”. Y ante la respuesta afirmativa: “¡Mierda!”.
Un muy buen concierto, decía, por la presencia de Los Tres y la propuesta tan particular que cargan; Zoé, grupo al que no ubicaba lo suficiente (a pesar de que ya están muy vistos en Tijuana) pero de quienes reconozco una “actitud” (pareciera que hoy en día es muy difícil exigirle a alguien asumir una actitud) y Cerati, del que poco hay que agregar.

Entre la presentación del domingo y el lunes, hubo pocas diferencias. La más notoria, obvio, la presencia de Manú Chao, hecho del que los asistentes del lunes ni por enterados se dieron. En el repertorio, apenas la incorporación de un tema por parte de Cerati, “Avenida Acorta”. Otra diferencia: la entrega del público, el lunes estuvieron más apagadones. Luego, quizás, un Cerati un poco agotado (los excesos y las grupies del “after party” anterior no eran para menos) Otra dato, quizás intrascendente pero curioso: La abundancia de gente obesa en el evento del lunes.

¡A mí me vale que sea Cerati o un artista famoso!; expresó la mesera enojona del Bar Dandy del Sur, al desalojar a la gente a las tres en punto de la mañana. Ahí me tocó ver cómo llegó Cerati, a pie, como “Pedro por su casa”, junto con otros dos músicos. Pero a la media hora fue sacado a empeñoles, como cualquier otro. Está bien, para ubicarlo, para verlo muy diferente a la celebridad que es capaz de responder (así sea a la fan más atractiva): “Okay, me tomaré la foto contigo si esto satisface tu autoestima…”.

Muy bonita y llamativa resultó la inauguración del Antiguo Palacio Municipal (ahora oficinas de Instituto Municipal de Arte y Cultura). Fue una verbena popular, y al mismo tiempo toda elite del arte estuvo presente. Muy al modo hankista, el evento se vistió de gran acontecimiento más allá de la limitada fauna cultural tijuanera. Los priístas se saben aplicar para eso. Se brindó con cerveza y hasta con champaña. Mucho oropel y sonrisas. ¿Ya ven? No hay mucha diferencia entre la farándula y el circulo culturoso. Y con la política… ¡ni qué decir!