29.7.10

EL SALDO DE LAS ALIANZAS
Rubén Aguilar, ex vocero de Fox, prevé el escenario para el 2011 y 2012.

PEÑA NIETO: “YA NO ES CANDIDATO ABSOLUTO”
EBRARD: FORTALECIDO
CREEL: EL ÚNICO PANISTA SEGURO

Rubén Aguilar Valenzuela, quien fuera vocero de Vicente Fox, el mismo que siempre saliera al paso ante las incoherencias de aquél–“...el señor Presidente quiso decir”–, estuvo invitado por la Coparmex para ofrecer su diagnóstico de la pasada elección en todo el país.
En el caleidoscopio de las 12 gubernaturas en juego, resaltó el éxito de las alianzas, y el recuento de los triunfadores y derrotados. Los que más ganaron, enumera: Felipe Calderón “que estaba absolutamente derrotado, las encuestas decían que perdería el PAN en todos los estados”; Manuel Camacho Solís, “el articulador desde las fuerzas de la izquierda”; y los políticos, “que ya están dispuestos a romper con su partido, romper con líneas centralistas”.
Y los perdedores, para Aguilar: El PRI; “que no quería las alianzas”; los líderes del tricolor, “que ya no pueden garantizar cohesión ni amenazar con ‘si tú te vas no haces nada…’”; Andrés Manuel López Obrador “porque él sabe que si hay alianza PAN-PRD, queda marginado”. Pero al que considera el gran perdedor de la elección 2010 es a Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México: “Trató por todos los medios de que no hubiera alianzas; ya se sentía arriba del techo”. Refiere Aguilar que la alianza panista-perredista ya es un hecho para el 2011 en la entidad gobernada por Peña Nieto “y le puede dar un tremendo susto”.
Alega el ex vocero de Fox que contrario a muchos que no ven con buenos ojos las alianzas del PAN y el PRD, él contempla “una enorme virtud en que se junten la izquierda y derecha”.
El escenario para el 2012, concluye, ya empezó a tejerse más claramente después de los resultados de 2010, y cambia el panorama para los principales protagonistas. Por parte del PRD ve fortalecido a Marcelo Ebrard y en desventaja a Andrés Manuel López Obrador, ya sea si se recurre a encuestas externas o elección interna: “Ebrard tiene muchos recursos”. En el PRI ve a Beatriz Paredes muy golpeada tras la elección 2010, encabezando a “un PRI virtual, de discursos; y más en poder de los gobernadores, senadores y diputados”. Pero el punto álgido, apunta el analista, está en el Estado de México en su elección del próximo año, en donde si gana la alianza PRD-PAN “y no gana el candidato de Peña, éste muy difícilmente llegará a la Presidencia. Se abrirá la contienda interna en el PRI, y hay muchos interesados en el mismo PRI de que eso suceda. Ya no hay candidato absoluto”. Incluso vaticina que muchos priístas van empujar la alianza de los contrincantes y Manlio Fabio Beltrones “se la va a jugar”. Y apunta a personajes que resurgirán “por la grande”, como en el caso de
Rodrigo Medina de la Cruz, gobernador de Nuevo León.
Y hacia el PAN, como partido en el poder, no ve muchas barajas. Ernesto Cordero y Juan Molinar “ya se bajaron”; Javier Lozano dice que lo más que podrá buscar es la gubernatura del Distrito Federal; a Ernesto Lujambio no lo identifican como panista; mientras que a Josefina Vázquez Mota la ven como “panista muy nueva”. Acota con Santiago Creel: “Es absolutamente (el) que peleará en la interna”.
Entonces, resume Rubén Aguilar, 2010 y 2011 “cambiarán todo el entorno”.

(Juan Carlos Domínguez)

28.7.10


TODOS UNOS CABALLEROS
Reunión de alcaldes; los que se van y los que llegan

Cuando mucho hace un mes llegó a Palacio Municipal en calidad de candidato del PRI a la alcaldía y fue visto como “apestado” por algunos titulares; hasta de algunas dependencias lo quisieron “echar”. Ya al inicio de esta semana, Carlos Bustamante regresó como alcalde electo a entrevistarse con el edil saliente, el panista Jorge Ramos, y por supuesto el recibimiento fue diferente. Y no se diga, el discurso. Hasta margaritas brotaron. Ambos hablaron de una transición armoniosa, cordial, respetuosa y ordenada. Y la palabra clave: transparencia. Bustamante le bajó a las declaraciones de una auditoría a fondo, también dijo que Ramos ni con un presupuesto diez veces mayor al que percibe podría resolver los apremios de la ciudad. Muchos electores ya empiezan desconfiar ante civilizado acercamiento.

Mientras que en Rosarito tuvieron el respectivo “acercamiento” el alcalde saliente y el entrante; Hugo Torres Chabert y Javier Robles Aguirre. Aunque del mismo partido, es bien sabido que el “Tito” Robles no era el candidato del alcalde –por otra parte a veces más panista como el que más– pero sí el de Fernando Castro Trenti. El caso es que en toda la campaña Torres dejó muy clara con su ausencia su desacuerdo con el candidato del PRI. Es más, veía con mejores ojos al panista Raúl Leggs. Pero al inicio de semana, cumpliendo el protocolo, Hugo Torres recibió en su Palacio a Javier Robles, y refrendaron una transición cordial y “plácida”.


Juan Carlos Domínguez

REPROCHES CONTRA GASTÓN LUKEN
Diputada local le reclama que se haya desmarcado del PAN tras la derrota

En su momento ungido por la dirigencia nacional del PAN encabezaba por Germán Martínez, el empresario Gastón Luken fue nombrado candidato “ciudadano” para representar en la LXI Legislatura federal al Distrito 10 de Tijuana, precisamente que de “toda la vida” han considerado suyo los panistas, por lo que fue el acabose, por lo consideraron una fea imposición.
Pero el berrinche parecía que se les había olvidado a los blanquiazules, una vez montado Luken en la curul, al actuar como un panista más, tratándose de legislar o aprobar iniciativas. Para menor duda y rencor, también se le vio haciendo “bola” en los actos de campaña de Carlos Torres, aspirante que fue a la presidencia municipal de Tijuana. Pero apenas al conocerse la derrota panista, Luken se descuadró, “pintó su raya”, como se diría más coloquialmente: “Mi apoyo como legislador federal será irrestricto a todo gobernante del partido que sea y como se llame”.
La imparcialidad mostrada por Gastón Luken, fue tomada como una grave afrenta por algunos panistas, al menos así lo reclamó y manifestó públicamente la diputada local Adriana Guadalupe Sánchez. Le reprochó duro: “Es usted la prueba plena y material de que necesitamos una revisión hacia el interior del PAN, sin menoscabo de que por los propios panistas es usted diputado federal el día de hoy”.
La legisladora fue duro contra el que también fuera contralor en el gobierno perredista de Cuauhtémoc Cárdenas: “Usted en ningún momento fue electo democráticamente al interior de Acción Nacional…”, y le acusa de haber vulnerado la voluntad de muchos panistas más trabajadores y humildes que él.
La diputada Sánchez siente que Gastón Luken le dio la espalda al partido y que se burló de los panistas, que no conoce gratitud ni lealtad a la institución partidista. Dentro de su propuesta escrita, la política bajacaliforniana reconoce que el PAN en la entidad pasa por un período de duelo, por lo que también le espeta a Luken que no respeta el dolor panista. Remata ya exacerbada: “Esperamos no tenga usted la más remota intención de seguir en la política”.

(Juan Carlos Domínguez)
XICOTÉNCALT LEYVA:
“NOS PARECEMOS MUCHO”
Hasta el ex gobernador priísta fue a ovacionar a AMLO

Aparentemente sin partido que lo cobije, y a tres años de distancia de su frustrada pelea por la Presidencia de la república, Andrés Manuel López Obrador logró atraer, además de cientos de simpatizantes espontáneos, a políticos de diferentes filiaciones. Entre ellos al ex gobernador Xicoténcatl Leyva Mortera, el último priísta electo en la entidad, desterrado en su momento por el Presidente Carlos Salinas de Gortari, y muestra evidente de esa oligarquía y sistema político mexicano contra el que arremete apasionado “El Peje” en movimiento proselitista. Cortante, el ex mandatario estatal, respondió respecto a sus simpatías por el ex candidato presidencial de izquierda:
— ¿Qué opina de los planteamientos que hace Andrés Manuel?
“Que es un político nacional de primer orden, importantísimo escucharlo, muy claro, muy didáctico en su explicación; se trata de un patriota sin lugar a dudas, de un nacionalista, y es un honor tener la oportunidad de escucharlo, y de tratarlo”.
—Usted siendo priista y de la vieja guardia ¿cómo lo ve a él siendo la oposición encarnada?
“Bueno, el PRI es un gran partido, fue el partido de la revolución mexicana, él formó parte del PRI en su momento igual que yo. Así que en eso nos parecemos mucho.
— ¿Cómo lo imagina como candidato a la presidencia en 2012?
“Magnífico… ¡pues mire usted la respuesta que tiene!”.

(Juan Carlos Domínguez)
“EL PEJE" Y SU JUNIOR SE DEJAN QUERER
Sin acarreos, en Tijuana llenó dos salones del Grand Hotel

Desde 2006, Andrés Manuel López Obrador no ha dejado de hacer campaña para la presidencia de la República. Si bien es cierto la perdió –o se la robaron como él declara–, su intención, por más que lo diga y luego se desdiga, es convertirse en candidato a suceder a Felipe Calderón en 2012.
En estas condiciones llegó a Tijuana. Fue el jueves 15 de julio y atiborró de seguidores los salones del –alguna vez perredista, alguna vez panista, hoy priísta– Grand Hotel. Y eso sí, sin acarreos.
La plática del “Peje” ante sus cientos posibles votos era predecible; muy ad hoc a su carrera política, a su movimiento de “izquierda”, aquella descalificada por los partidos conservadores y empresarios aliados como “un peligro para México”, y para ellos, claro. Ese jueves AMLO adoctrinó con información de primera mano sobre el “saqueo” al país y el “atraco” de los poderosos que han llevado a la miseria al pueblo. De paso –ni modo que no– reafirmar lo que hace poco ventila a los mil vientos: que él sí levanta la mano para la sucesión presidencial.
El pretexto de su visita a Tijuana fue la presentación de un libro de su autoría: “La mafia que se adueñó de México… y el 2012”. Una redacción sintética y documentada sobre distintos escenarios políticos o económicos que dieron pie al enriquecimiento o a la concesión de privilegios de unos cuantos, según AMLO, de “30 barones del dinero” que son los que manejan y pilotean al país a sus anchas.
Las críticas, en las explicaciones del “Peje”, no faltaron. Directo, sin tapujos y delator de las mafias en el poder, el presidenciable hacía reventar en aplausos y gritos a sus adeptos del norte. Lo mismo cuando chasqueaba a Carlos de Salinas, al PRI, al PAN, a Televisa, a Tv Azteca o a Fecal. “¡Obrador para presidente!”, le festejaban los señalamientos de la complicidad de los medios de comunicación y las cúpulas burguesas.
AMLO recordó el Fobaproa. Como buen disidente habló pestes de los empresarios que se beneficiaron de la transa. Sin prestar atención a que el edificio que usaba para dirigir su mensaje es de Don Carlos Bustamante, presidente electo y uno de tantos que aparecieron en la lista del “fraude” y que según datos de López, ha costado unos 500 mil millones de dólares en cubrir los impuestos que ha generado aquel chanchullo.
López Obrador se fue sobre la yugular de los partidos políticos que –como lo llamó– practican la doctrina de la hipocresía: el PRI y el PAN. Para crear una mímesis alegórica y de paso ahorrar saliva, el “Peje” prefiere nombrarles “PRIAN”, “pues son las misma cosa”. Para el PRD y los partidos que le juegan de compañeros electorales también hubo: rechazó a las alianzas con las que en algunos estados el PRI perdió su poderío como en Oaxaca, Sinaloa y Puebla. Pero en su crítica, una aclaración: que respeta a los priístas y panistas de abajo, los del pueblo, “con ellos no es el pleito”.
El público de Obrador lo llama presidente legítimo. “Gente humilde”, como luego se dice, era la mayoría de los presentes, uno que otro trajeado. Pero todos le demostraron la devoción. Le llovían fotos, piropos y otros ademanes de lealtad.
A los medios locales, López Obrador les hizo el feo. Nada de entrevistas hasta no atender al pueblo. Pues antes que dejara de explicar un capítulo de su libro, la fila para que su “presidente legítimo” les autografiara la adquisición no tenía fin. “Con todo el afecto”, así firmó durante más de tres horas a todos y cada uno de los interesados.
En el merequetengue por el autógrafo, algunas señoritas salían a empujones entre el gentío que rodeaba a AMLO con su libro ya firmado, apretaban el ejemplar con el pecho y brazos, aparentando no creer de alegría su insólita dedicación.
No sólo el ex candidato presidencial levantó suspiros entre las señitos con sus ojos cerrados por la sonrisa. Su hijo, Andrés Manuel –muy parecido a su padre y quien de los hijos más converge con el movimiento– lo acompaña en su gira. El retoño del “Peje” no se daba abasto por tanta demanda. A él también le pedían fotos y autógrafos. El júnior con toda facha como se dice de “gente bien”; camisa abierta hasta el pecho, rasurado uniforme, buen calzado y con el “peinadito que usan en objetivo fama” le ayuda a su padre a asegurar votos. Carismático con las señoras y buena onda con los más jóvenes, Andrés Manuel Júnior también se une a la lucha del pueblo.
Esta fue la escena: cual estrella rock dando cientos de autógrafos y en la compañía de su vástago “revolucionario”, Andrés Manuel López Obrador se pasea por el país en víspera de construir “un gobierno del pueblo y para el pueblo” que promete representa y que por medio de las urnas construirá en México.

Isaí Lara Bermúdez

FACEBOOK:
LA CONTIENDA QUE TAMBIÉN GANÓ BUSTAMANTE
El Movimiento Nacional de Cibernautas del PRI se encargó de posicionarlo

Lo que pocos pensarían. Un factor determinante para que Carlos Bustamante le ganara la alcaldía al panista Carlos Torres, fue su presencia en Facebook.
Así lo aseguran y justifican los coordinadores del Movimiento Nacional de Cibernautas del PRI, uno de los movimientos que existen al interior del partido y que, igualmente, apenas si era conocida su existencia. Ni el PAN, partido en el poder, lo tiene.
Relatan Erick Martínez y Omar Contreras, coordinadores nacional y estatal de los cibernautas tricolores, que en las últimas décadas el PRI fue perdiendo las urbes, es decir, a los votantes citadinos, porque también descuidaron los nuevos medios de comunicación como Internet. “El PRI entendió que el sistema de partidos está cambiando, no atendía a las ciudades; que el 45 por ciento son menores de 28 años”, explican.
De ahí surgió la creación del último de los nueve movimientos que existen en el PRI –el anterior había sido el Territorial, fundado por Luis Donaldo Colosio–, que, aunque no está orientado exclusivamente para los procesos electorales, ha funcionado muy bien en los comicios de Monterrey, Querétaro, Guadalajara y el Distrito Federal.
El Movimiento Nacional de Cibernautas del PRI se olvida de las campañas de tierra, de spots televisivos o panorámicos donde “los candidatos se ven muy bonitos”, expresa Martínez, para entrarle al trabajo en serio de la difusión de la agenda nacional y local a través de las opciones de Internet tales como YouTube, los blogs, Facebook, Twitter, Myspace o MSN, que a la postre originen sincronización y decisiones simultáneas entre los cibernautas. Así se aplicaron con Carlos Bustamante durante su precampaña, y los resultados fueron evidentemente óptimos.
Ante la paradoja de que Bustamante, siendo un candidato de edad avanzada, haya resaltado más que el joven panista Carlos Bustamante –quien además todos sus mensajes parecían dirigidos al sector estudiantil–, los cibernautas del PRI lo explican desde el contenido y formato de las páginas abiertas para los contendientes. Dicen que para empezar, con Bustamante no se limitaron a abrir sólo una página, sino cinco, y con diferentes temáticas; mientras que Torres sólo abrió una o dos y centradas en su perfil.
“Con Bustamante se abrieron ‘101 ideas para Tijuana’, no era ponerlo de moda sino suscitar el debate; a diferencia de Carlos Torres que nomás se dedicó a venderse como una estrella más del firmamento”, externan los jóvenes del PRI.
Consideran que mientras Torres salió a enaltecer su persona sobre todo con una campaña de manual muy bien hecha, con Bustamante salieron a pedir ideas en las redes bajo varios ejes temáticos: Medio ambiente, La paz, Discriminación cero, Contra el cáncer y Yo amo a Tijuana. Recuerdan que con el uso de la red el mismo candidato le ponía poca atención, pero cuando vio que los “seguidores” fueron en aumento, no cabía del asombro y entonces sí reconoció el alcance de la cibercultura: “Bustamente movió varias cosas; Torres sólo una”.
Aclaran Martínez y Contreras que el Movimiento Nacional de Cibernautas del PRI no está conformado por expertos de la informática, sino simplemente por “urbanos”, personas al tanto de la vida actual. En este tenor, traen la propuesta para que en cada uno de los municipios bajacalifornianos sea creada la Oficina de Nuevas Tecnologías, insertada en el área de comunicación. “La idea es facilitar el gobierno a través de la red; que funcionen 100 ventanillas en internet para diversos trámites”, como ya funciona en Nuevo León y Guerrero.
Los cibernautas priístas también consideran que aquellos que no tienen acceso a la información de nueva tecnología deben ser considerados como “grupo vulnerable”: “Porque no es cuestión sólo de dinero”.
Juan Carlos Domínguez

21.7.10

La Polìtica Alegre
Juan Carlos Domínguez

¡VAN PA´FUERA!.- Amenazó René Mendivil dirigente estatal del PRI, que todos aquellos priístas traicioneros serán expulsados del partido. Por lo pronto irán contra los rijosos que tomaron las sedes del tricolor cuando protestaron por motivos de los candidatos impuestos. Luego echaran de casa a los que en plena campaña cambiaron de camiseta y se fueron a apoyar a candidatos del PAN. Mendivil también se la sentenció a todos aquellos “que dieron la espalda” en el proceso. ¡Vaya!, si así fuera, habría que empezar por correr a la mayoría de los hoy próximos diputados, y no se diga los regidores, porque si se trata de los que dieron la espalda, la mayoría de ellos –salvo Gregorio Barreto quizás- se hicieron ojo de hormiga para “perrearla” junto con Carlos Bustamante durante la campaña. Hasta lo desconocían, y ahora la suerte los premiará con sueldazos por tres años.

“POBRE” DESEMPLEADO.- Quien lo viera pensaría que es un millonario. O “placozo”. Y no es para menos, con el carrito con el que se mueve. Es el recién derrotado candidato a síndico procurador en Tijuana, Leonardo Fernández Aceves en una flamante camioneta Hummer, que tiene un costo en el mercado de 30 mil a 60 mil dólares. El ex delegado de La Mesa que en su momento cobraba unos 43 mil pesos mensuales fue de los primeritos en relamerse el bigote para esperar puesto en la próxima administración, ya hacía cuentas en su presupuesto personal pues el sueldo que los esperaba era por 91 mil pesos, que es lo que cobra el actual síndico. Pero a lo mejor ni falta le hace, si se pasea en un Hummer… dinero hay ¿no? Y eso que anda “desempleado”.

CON LAS UÑAS.- Y mientras –como se ve- muchos políticos se conducen con dispendios y lujo en su vida personal, los amolados resultan ser lo ciudadanos, gracias a la austeridad que a últimas fechas se deja ver en algunas dependencias y con algunos funcionarios. Tal es el caso de Gestión Social del Ayuntamiento de Tijuana, a donde llegan muchas personas de escasos recursos para solicitar auxilio para alguna medicina o tratamiento y ¡vaya!, ni gotas para los ojos logran conseguir. Aunque se supone que hay un presupuesto asignado especialmente para ese tipo de “auxilios” que todo el tiempo requiere la ciudadanía –más allá de las solicitudes formales y protocolos de la asistencia pública-, de un año para acá Gestión Social, área encabezada por el doctor Manuel Delgado- se conduce con bajo perfil y, lo más lamentable, al parecer sin recursos para “cumplir” con su razón de ser.

YA LE GUSTÓ.- La política tiene su sabor, sus gratificaciones, y eso que los votos no le alcanzaron para sumarse al presupuesto oficial, pero los números si lo emocionaron para continuar “sacrificándose” por el pueblo. Alberto Entebi, candidato ciudadano que fue por el Partido del Trabajo, ya amenazó que continuará en la política y que está más que puesto para buscar una diputación federal en el 2012, o de nuevo la alcaldía en el 2013. Eso sí, ahora lo hará como militante formal de un partido, y para ello no descarta ni al PRI, ni al PAN, ni al PT. Al que sí no mencionó fue al PRD, partido que lo despreció a cambio de Reyna Soledad.

Ante el peso de la derrota, muchos panistas no quieren festejo.
Torres: El gran ausente.

LAS FIESTAS DE RAMOS:
PARA IR DICIENDO ADIÒS...


En Cena privada: Solemne y romántico

“¡Claro que hay por qué festejar!”; pronunció de entrada Jorge Ramos, el todavía alcalde de Tijuana, durante la bienvenida a la cena privada por el 121 aniversario de la ciudad. Fresca la noticia de que se van los panistas, la fiesta no lució con los mismos ánimos de años anteriores. Como siempre, el edil se refirió a Tijuana como “una mujer hermosa… pero también rejega y renegada…”. Vaya, como si se estuviera despidiendo de su pareja, recordando alegrías y sinsabores, pero sin rencores.
La cena con velas y vinos se celebró en los jardines de Palacio Municipal, con valet parking y el simulacro de pasarela en alfombra roja aunque sólo era un pasillo de vil cemento. Por ahí llegaban los invitados de “rigurosa etiqueta”. De un lado los faroles y el glamour, y frente a ello, las casas de campaña y paredes de cartón de los ciudadanos que están protestando por la tala de árboles para construir un zócalo. Bajo esos mismos árboles, los invitados –empresarios, comerciantes, patrocinadores, y muy pocos funcionarios panistas– disfrutaron el menú de tres tiempos. Aunque las bebidas se acabaron temprano.
Pasaron bajo el reflector, el siempre sonriente senador Alejandro González Alcocer y su esposa Rosalba Magallón. Con paso cansino y melancólico por “lo que el viento –o la elección– se llevó” llegó Leonardo Fernández Aceves, pues si alguien la sentía segura para quedar en la próxima administración, era precisamente él, pues lo acomodaron en la “planilla de unidad” para ser el síndico procurador con cualquiera de los panistas que resultara candidato.
También apareció el diputado Juan Manuel Gastélum Buenrostro que jugueteaba con Enrique “Kiki” Méndez, secretario de gobierno del Ayuntamiento. Otros legisladores como Edna Pérez, Gloria Loza, Óscar Martínez, Antonio Cano. Más invitados: Ruth Hernández, el director del CECUT Virgilio Muñoz, el empresario Fernando Otáñez, el cronista de la ciudad Mario Ortiz Villacorta, Miguel Ángel Badiola –director de Relaciones Públicas en la administración de Hank Rhon–, el secretario de seguridad Julián Leyzaola, el delegado de La Mesa David Vázquez; y el único candidato a diputado del PAN que ganó las elecciones: Ricardo Magaña: “Y nadie creía en mí”, comentó con sonrisota. El resto de los contendientes ni asomaron la nariz. El gran ausente fue Carlos Torres, candidato perdedor del PAN a la alcaldía, se aclaró que sí lo invitaron, pero no confirmó: “Y esta fiesta finalmente era para él”, comentó un comensal. Al próximo alcalde priísta Carlos Bustamante, también se le invitó, pero disculpó su ausencia por “motivos de agenda”. Mientras sonaba una buena selección de melodías a cargo de Tiko`s Big Jazz Band, los asistentes movían el bigote con gallinita de guinea en salsa de tomatillo y ensalada de lechuga orejona cambray con aderezo de chile seco; entre otras exquisiteces servidas a discreción.
Por la retaguardia llegaron los invitados principales. Le “sacaron” pasar por donde están los ambientalistas protestando. Hasta allá corrieron los reporteros y fotógrafos, en la semioscuridad de los jardines que dan al ICBC, para recibir al alcalde Jorge Ramos, el gobernador José Guadalupe Osuna Millán y a Francisco Blake Mora, todavía en su calidad de secretario de gobierno. Ellos conformaron el cuadro de honor a la hora del protocolo. Las primeras palabras del alcalde fueron para agradecerle al gobernador –primero que a nadie– y después a empresarios, artistas y grupos sociales. Resaltó la importancia de “mostrarle a Tijuana un poquito de cariño, por todo lo que nos ha dado” –se refería a los tijuanenses en general–. Aprovechó para hacerle publicidad a los eventos que en las próximas semanas se desarrollarán en el marco del Bicentenario. Enfatizó los motivos para seguirle a la fiesta: “Sí, hay todavía algunas adversidades…, pero también avances importantes”. Y repitió los orgullos tijuaneros: Javier Bátiz, Julieta Venegas, deportistas destacados, la cuna del boxeo nacional, la OBC –parecía Carlos Torres en campaña.
El gobernador por su parte pronunció lo que parecía una más de sus ruedas de prensa: “Esta fiesta no se hubiera podido celebrar al aire libre en otros años, en otras partes…”, todo para resaltar la labor del ejército vigilando la entidad. Confortado con una decena de guaruras alrededor, más otros tantos para el alcalde, y con el airecillo fresco que esa noche sacudía las hojas de la decenas de árboles que viven sus últimos momentos; el gobernador no pudo evitar exhalar tranquilidad y satisfacción por la gestión panista: “El clima de paz ha ido ganando terreno”.
De repente el semblante de Ramos se puso serio, no se diga el de Blake y el de Osuna Millán. Ramos se refirió a las elecciones en las que perdió el PAN, se refirió a los resultados como una “señal importante” y que “respetaremos la expresión de los tijuanenses, para entregar el Ayuntamiento de una manera armoniosa, respetuosa y con acceso a la información”. El ambiente bohemio de la velada lo inspiró y Ramos desinhibió: “Estuve reflexionando estos días… ¿lo digo o no lo digo?... ¡Bueno!, lo diré. Y se empeñó en referirse a Tijuana como a su mujer –aunque temporal–: “Me tocó bailar el vals con ella tres años… defenderla… cuidarla”. Y la cruda realidad. “Ahora me tocará soltarla… y lo haré con mucho gusto…”. Se soltaron los aplausos. Aduladores los asistentes, desganados los funcionarios. Y para colmo: la fiesta terminó con música de mariachis vestidos de rojo.

En el parque: Populachero y bailador

Y al día siguiente el baño de pueblo. Jorge Ramos le entró al baile y se quedó hasta la medianoche al estilo José Alfredo Jiménez, con tequila y mariachi para cantarle “las Mañanitas” a Tijuana en el Parque Teniente Guerrero.
El panista que le queda poco como edil se dejó querer por los que fueron a cantarle a Tijuana, y de paso también a él, pues la fecha coincide con su cumpleaños. Contrario a los días habituales en ese parque, esa noche ni un malandro se pudo ver, la policía desde temprano despejó el área para el beneplácito y la comodidad del alcalde. Patrullas resguardaban la zona, incluso los policías daban vueltas al parque exhibiendo sus armas largas. Limpio el lugar, ahora sí, el presidente municipal pudo disfrutar de lo que tanto presume, que Tijuana es de los que aquí viven y no de los delincuentes.
El público que desde temprano empezó la fiesta sin la presencia de Ramos fue puro viejito vivaracho, baile y baile; el ambiente lo hicieron ellos; sacudían el cuerpo y zapateaban, unos consiguieron pareja y otros –ni modo– siguieron solitos. En el quiosco del parque se instaló sonido y luces; abajo algunas mesas y sillas; el suelo como pista de baile. Y no más. El ayuntamiento no se puso nada espléndido, el festejo fue mera austeridad. Comida y bebidas corrieron a la cuenta de quien los pudieran pagar. Un día antes el alcalde encabezó un festejo colmado de gala; allí, en el Teniente Guerrero, fue la populachera fiesta para el pueblo. Cualquier evento de campaña panista o del candidato derrotado Carlos Torres, tuvo más desparrame para las fiestas en comparación con éste, que el mismo Ramos calificó como “el más emotivo que puede tener un alcalde”.
Entre los asistentes ni un panista ni funcionario del ayuntamiento –nomás los que le siguen y atienden al edil en todos sus menesteres–. Cuando arribó el alcalde el bailongo estaba en su mero punto, sonaba la cumbia de Juana la cubana: “Háganle una rueda a Juana… porque ya empezó a bailar…”, y la “rueda” se la hicieron pero a Jorge Ramos y no para que bailara sino entre sus guardaespaldas y sus varios asistentes para abrirle paso. Ramos se tomó la “cortesía” de saludar de mano y beso a todas las doñitas presentes, con apretón de manos a los hombres; lo mismo acariciaba en la mejilla a niñas, las cargaba, despeinaba con su mano a los niños, y se fotografiaba con todos. Así anduvo entre sus adeptos, con una sonrisa discreta, con aires de fama, todo un “paladín”. Algunas señoras conquistadas por la “galantería” de Ramos se le abalanzaban para replegársele como si fuera su nieto. En lo que saludó a todos –la mayoría señitos grandes– lo aparatoso de su llegada por tanto guarura se olvidó. El presidente tomó el micrófono y sin hacer alusión a la derrota electoral de su partido recibió al mariachi entonando “Las Mañanitas”. Luego del discurso que poco conmovió prendieron las velitas del pastel. Ramos se acomodó para la foto al lado de su esposa y acercó su boca para apagarlas. Quedó colorado de tanto soplar. Al instante, tronaron fuegos artificiales como verbena de pueblo. Los guaruras del presidente, ciscados volteaban a todos lados como si fuera una balacera. Pronto acomodaron al alcalde y a su esposa en una mesa frente al sonido. Pidieron de beber, tequila y cerveza para él, vino tinto para la primera dama. Le llenaron la mesa de botanas y comida. Con el mariachi tocando, un niño quiso cantarle al presidente; pidió la de “Yo soy el aventurero” –su gusto es– que va “me gustan las altas y las chaparritas, solteras y viudas y divorciaditas… ”. Y la mesa presidencial se divertía al ver el show.
Después de un tequila, Jorge Ramos hasta mostró sus dotes de bailarín, dos chicas lo jalaron a que bailara, él no se hizo del rogar y fue a menear el cuerpo. Su esposa fue la que de plano no quiso, no cumplió ni con el protocolo. Ramos le pidió que lo acompañara y la primera dama se negó. Ni hablar. Resignado, fue al centro de la “pista” a moverse con la música y a posar para las cámaras. Ramos la hizo de todo, incluso de filántropo. Después de que le sirvieran prácticamente un bufet en su mesa, el presidente, “consciente del hambre”, mandó llamar a unos niños que recogían entre las mesas botes de aluminio. “¿Ya comiste?”, le preguntó al más grande de los hermanitos. La respuesta fue obvia. Entonces el alcalde prácticamente se quitó el taco de la boca para alimentar a los niños pobres de Tijuana. Algunos se dieron cuenta de la tierna escena. Otros ni se la creyeron.
Y así Ramos le cantó sus últimas mañanitas a Tijuana como jefe de jefes de la ciudad, la próxima vez lo hará como un tijuanenses más. Por lo pronto lució como todo un “sencillo” pero efectivo alcalde; bailarín y bohemio.

(Juan Carlos Domínguez/Isai Lara)


20.7.10

EL NUEVO CABILDO EN TIJUANA
DE TODO... COMO EN BOTICA

Originalmente “destapado” para la candidatura del PRI a la alcaldía de Tijuana, Mario Escobedo, presidente de la Cámara de Comercio de Tijuana, declinó precisamente porque le presentaron una planilla en la que él no tenía voz ni voto. Ésa era, y ya. Entonces, cuando recurrieron a Carlos Bustamante, los priístas apostaron por el mismo procedimiento, y aunque prudente Bustamante, no la aceptó tajante. Por eso duró un buen rato el “estira y afloje”. Si no mucho voto, sí le dieron voz y logró colocar a gentes de su confianza, pero tuvo que aceptar también las cuotas para las corrientes internas del partido, con el argumento de la mentada representatividad de los distintos sectores. Al final del día, llegan nombres que no están del todo intachables, además que bendecidos de las manos del destino, porque hasta en el mismo PRI dicen que ninguno de ellos aportó ni movió un dedo para el triunfo del que los encabezará en la próxima administración municipal. Los siguientes formarán el Cabildo del XX Ayuntamiento.

Suplente de alcaldía, David Saúl Guakil.- Comerciante de prendas de vestir, ex presidente de la CANACO, también ha ocupado varios puestos públicos cuando los recovecos que dejaba la democracia priísta lo permitía. Ha sido diputado local y regidor. Como ha sucedido en otras ocasiones, su papel de suplente del primer edil podría conducirlo casi naturalmente como secretario de gobierno en lo que será el XX Ayuntamiento. Posibilidad más que sustentable, pues a Guakil lo acerca una amistad entrañable con Bustamente. Sin la parquedad que caracterizó al otrora aspirante del PRI a la alcaldía de Tijuana, Guakil muchas veces decía lo que no “soltaba” el empresario, sin traicionar la fidelidad a aquél; como cuando corroboró la casi segura renuncia del dueño de las Torres porque no estaba recibiendo apoyo ni del PRI nacional y menos del estatal: “Yo me voy con él porque llegué con él”.

Síndico Procurador, Yolanda Enríquez de la Fuente.- Arquitecta que fue delegada de La Mesa en la administración encabezada por Jorge Hank Rhon, misma que se caracterizó por decenas de cambios y reacomodos en sus dependencias. De hecho, la de La Mesa fue la que más movimientos de titulares tuvo a lo largo de los dos años de gobierno hankista. Considerada por muchos como “lo más destacable” que hay en la planilla de Carlos Bustamante, Enríquez en la administración hankista también ocupó la dirección de una dependencia clave, COPLADEM (Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal), área utilizada para la movilización y acarreo electoral. Se comenta que Yolanda Enríquez puede ser una mano dura como síndica.

Primer regidor, Francisco Gómez Medina.- Líder del sindicato de burócratas que hasta la fecha no ha logrado negociación con Oficialía Mayor del XIX Ayuntamiento para lograr el aumento salarial para los empleados del municipio, como sí lo obtuvieron los burócratas del gobierno estatal. Gómez Medina es sobrino de Salvador Gómez Ávila, quién, se adelanta, será asesor jurídico del próximo Ayuntamiento. Al líder de los burócratas desde antes de las precampañas se le había mencionado como aspirante a la candidatura del PRI por el distrito 9, le fue bien, al quedar en la primera posición en la planilla de Carlos Bustamante. Fuentes internas del tricolor revelaron a ZETA que familiares del próximo regidor se han visto envueltos por delitos contra la salud.

Segundo regidor, David Ruvalcaba.- Dejó la dirigencia municipal de su partido para buscar fuera una diputación o una regiduría, quedando favorecido con esta última. Se aguantó en todo el proceso electoral de 2009, pero en el 2010 ya no se aguantó, logrando ser regidor por segunda ocasión, además que también ya fue diputado. Por muy breve tiempo fue titular de la Delegación Mesa de Otay en el Ayuntamiento pasado. Líder sindical del SYTATYR –que aglutina a empleados de la mayoría de las televisoras–, logró lugar en la planilla gracias al amparado de la CTM.

Tercer regidor, Mariano San Román Flores.- Licenciado en economía y cuñado de Carlos Murguía, el mismo que resultó electo diputado por el distrito 10 y fue dirigente municipal del PRI, así como regidor de la comisión de cultura en el gobierno de Jorge Hank Rhon. Pero regresando a Mariano San Román, es un niño verde, es decir, cuota de la alianza con el PVEM. Es hermano del destacado –y privilegiado– chef Martín San Román. Regidor que pinta para “ni fu ni fa”, dicho así por fuentes priístas.

Cuarto regidor, Javier Merino.- Por muchos años achichinque de Joaquín Parada Ruiz, con quien a su amparo formó el sindicato blanco “México Moderno”; mas después perdieron la amistad. Se le señala de cobrar “derecho” de piso en varias maquiladoras. Para sus correligionarios lo rescatable de Merino es que tiene muy buena relación con las cúpulas nacionales de la CROC y otros organismos gremiales. Otro de los “pecadillos” que carga es que en la elección pasada anduvo haciendo proselitismo al lado del candidato ciudadano-panista Gastón Luken Garza, hasta foto de ambos en campaña cuelga en alguna oficina del PRI.

Quinto regidor, Rubén Salazar Limón.-Conocido como “El Muelas” y líder del “Movimiento territorial”, esta regiduría –que seguramente veía muy lejana dada la situación y su posición dentro de la planilla registrada por Bustamante– se la ganó a pulso por haber “destapado” a María Elvia de Hank. Tiene fama de porro y de cola que le pisen en el asunto de los edificios “Alfa Panamericano”, cuando Hank prometió terrenos a los desalojados. Se dice que Salazar, junto con Laurencio Dado –ahora electo diputado por el distrito 12– y Marcelino Hidalgo, sacaron provecho de la venta de terrenos, negocio que incluso han continuado en la actual administración panista.

Sexto regidor, Eduardo Parra Pacheco.- Líder de los burócratas federales. Como pocos, muy bien visto por la mayoría de sus compañeros de partido, “hermano del alma” del diputado federal y ex senador Joel Ayala. Encabezó el FETSE y dicen fuentes del PRI que es un líder nato y que todos lo quieren, “a todos los candidatos les pone lana en sus campañas”; ¿será por eso?

Séptima regidora, Miriam Josefina Ayón Castro.- Miembro del Frente Juvenil Revolucionario del PRI. “Esta muchachita colgaba mantas y calcomanías…”, refiere un ex candidato a diputado federal en la elección de 2009. Sobrina de una vieja priísta, y muy cercana al dirigente estatal René Mendivil, a la vez que de Jorge Castro, uno de los coordinadores de la campaña actual. El ascenso de Miriam ha sido rápido, aunque en su registro consigna que es “profesionista independiente”, siempre ha vivido al amparo del PRI. Trabajó en el módulo de gestoría del diputado Chris López, fue suplente de regidor, es servil, muy servil, a Fernando Castro Trenti, tanto que por esa vía hasta la candidatura a la diputación por el distrito 9 le andaban ofreciendo. Ahora, como próxima regidora “no tiene perfil ni preparación; pudiera haber quedado cualquiera menos ella”.

Octava regidora, Franciscana Krauss.- Descendiente de Eduardo Krauss Coronel, que fuera procurador de justicia del estado, priísta, aunque en la administración de Ernesto Ruffo, decidió tomar la última posición en la planilla de registro de Carlos Bustamante y no la primera que aquél le ofrecía: “Si no es con Carlos no me interesa entrar al Ayuntamiento”. Se la jugó toda con él, pues si para regidurías a alguien eligió con toda libertad el próximo alcalde fue precisamente a esta mujer que lleva 20 años sin activismo en el PRI. En aquellos tiempos fue diputada federal por el distrito 10, y local por el 5, “no hizo trabajo, no regresó”. La gran estima que le tiene Carlos Bustamante es lo que la integra al Cabildo, de ahí en fuera “no tiene ni grupo”.

Noveno regidor, Ricardo Franco (PAN).- Impuesto por el mismo Carlos Torres en la mentada “planilla de la unidad”, título del que por cierto los propios panistas se reían al interior de su partido, Ricardo Franco fue colocado en la primera posición en el registro. Compañero de Torres en la LX Legislatura, Franco fue el diputado federal más sobresaliente, pero por su holgazanería e improductividad. Franco esperaba pasarse otros 3 años cobrando si levantar un dedo, pero ahora, dado al escenario estrecho para los panistas, tal vez en Cabildo tenga que hacer más que sólo ocupar una oficina.

Décimo regidor, Julio César Vázquez (PT).- Éste sí que se sacó el premio sin siquiera comprar “cachito” de la lotería. Su calidad de “comisionario” estatal del Partido del Trabajo en Baja California, le valió alcanzar lugar en el Cabildo. Seguramente se pasará tres años haciendo una que otra declaración a la prensa para sentirse “vivo” –dado que no hay partido en la entidad– y, por supuesto, haciendo comparsa al PRI o al PAN según se ofrezca.

Onceava regidora, Claudia Ramos (PAN).- Hermana del todavía alcalde Jorge Ramos. Pero aparte de ese gran “mérito”, dicen que es muy “movida” dentro del partido, le gusta mucho la gestoría social, eso de “conseguir ayuda para doñitas que no tienen para comer… acudir a asilos”. La catalogan sus correligionarios como una chica muy simpática, “muy linda”. Es licenciada en administración y está por terminar una maestría en neurolingüística. “Tal vez no tenga experiencia pero…”, prevén que hará mucho trabajo social como regidora.

Doceavo regidor, Erwin Areizaga (PAN).- Lo impuso en la “planilla de unidad” Francisco Blake. Fuera de haber sido secretario de gobierno en el Ayuntamiento de Tijuana su experiencia es nula. Es contador público, pero ha destacado más como asistente o “carga maletines” según lo calificó un funcionario panista. El tipo todo el tiempo apoyó a Javier Castañeda, pero hasta que su padrino Blake le abrió los ojos de que “el bueno” sería Torres, ni tardo ni perezoso cambió de convicciones.

Treceava regidora, María Luisa Sánchez (PAN).- Cuando Antonio Valladolid declinó “voluntariamente a fuerzas” a ser precandidato para la alcaldía de Tijuana, por lo menos tuvo la oportunidad de contribuir a la “planilla de unidad”. Su aportación fue María Luisa Sánchez Meza, que de empleada de mostrador en los “changarros” de Valladolid pasará a flamante regidora. Hay esperanza de que le brote capacidad porque, “la verdad, no sabe ni hablar”.

(Juan Carlos Domínguez)



Al borde de las lágrimas, Carlos Torres aceptó su derrota ante Carlos Bustamante.

GANÓ EL HARTAZGO

Políticos, analistas, candidatos, ex candidatos, han dado sus reflexiones. La más común, incluso la confirmó el gobernador Osuna Millán: el electorado dejó de creer en los gobiernos del PAN. En estas condiciones, Carlos Bustamante encabezará el gobierno priísta de Tijuana. Por lo pronto dijo, llamará a los colegios de abogados, para que le ayuden a revisar al ayuntamiento saliente. No vaya a ser.

La ventaja electoral el domingo 4 de julio, siempre estuvo del lado de Carlos Bustamante Anchondo, el candidato del PRI-Verde Ecologista.
Desde las primeras urnas que fueron contados sus votos, el priísta llevó la delantera. El candidato del PAN, Carlos Torres Torres, sólo llevó una ligera ventaja en las encuestas de salida que su partido pagó a la empresa ARCOP. Al final se supo. Fueron engañados. Se la creyeron y en conferencia de prensa quedaron mal. Se asumieron ganadores cuando sabían que habían perdido.
Más recatado el que sí iba arriba en los votos. Carlos Bustamante no dio albazo. Prefirió esperar a que el número de actas computadas le ofreciera la certeza del triunfo para salir a dar una conferencia, donde justo sea decirlo, Bustamante y sus colaboradores y familiares, fueron avasallados por los priístas oportunistas que no apoyaron en la campaña pero que reaparecieron la noche del 4 de julio, como René Mendívil Acosta, Fernando Castro Trenti, y el Verde y diputado federal a la fuerza, Eduardo Ledezma Romo.
En la elección de Tijuana votó menos gente. La abstención aumentó casi al 70 por ciento (en 2004 y 2007 estuvo en el 64 por ciento) y el voto nulo aumentó a 9 mil votos (el doble al de 2004). Sin embargo, Carlos Bustamante, de la coalición encabezada por el PRI, superó a Carlos Torres del PAN con más de 15 mil votos, que aunque se puede considerar un resultado “apretado”, no es tanto, considerando que en 2004 Hank le ganó a Ramos con 4 mil 802 votos, y en 2007 Ramos a del Monte con 7 mil.
Pese al abstencionismo y a los votos nulos (que en esta elección se explican más en términos de protesta que en ignorancia a la hora de emitir el sufragio), los panistas no tenían mayor dificultad en salir airosos, confiados en su “voto duro” que, en efecto, les garantizaba el triunfo. Pero evidentemente en esta elección ni los panistas votaron por los mismos panistas. Votó menos gente, y la que votó –la mayoría– no lo hizo por el PAN. Podría decirse bajo este análisis, que no ganó el PRI, que se castigó al PAN; al gobierno vigente. Al menos así lo explicó el gobernador José Guadalupe Osuna Millán cuando un día después de las elecciones, decidió dar la cara.
Ganó Carlos Bustamente, porque se impuso el sentimiento de hartazgo, de descontento de lo tijuanenses agraviados por su gobierno.
Menos se pueden decir triunfadores los ahora diferentes candidatos del tricolor; ante un electorado que no tiene la cultura del voto diferenciado, los “arrastró” el triunfo de la elección de alcalde, porque evidentemente muchos de ellos ni hicieron campaña. No existió hoy el mentado fenómeno de la “marea roja”, o sucesos tipo “rufomanía” cuando se trata del arrastre de un candidato por sí solo. Carlos Bustamente estuvo más tiempo solo que acompañado de la campaña; más que al PRI y la estructura organizativa a su alrededor, la explicación de su triunfo se centra toda en las razones de la derrota del PAN.

PRI: TRIUNFO SORPRESIVO HASTA PARA ELLOS

Muy contrario a la soledad que lo rodeó en su campaña las más de las veces, Carlos Bustamente se vio arropado por los priístas que llegaron en tropel a felicitarlo: Y a felicitarse mutuamente ante un triunfo que, ahora sí, sentían merecer todos.
Mas la jornada del 4 de julio no empezó con los mejores augurios para el partido tricolor. Coincidiendo con el horario de apertura de las casillas electorales, un tramo del boulevard Aguacaliente fue acordonado por policías municipales, desde la entrada al fraccionamiento Chapultepec hasta el Campestre, precisamente dentro de “los dominios” del candidato Bustamente, donde se localiza su hotel y ubicó su casa de campaña. La información oficial fue que el operativo obedeció a una fuga de gas; el PRI por su parte lo atribuyó a tretas del gobierno panista para enrarecer el clima electoral. Y efectivamente, algo muy característico de Jorge Ramos, como cuando el día del debate de la COPARMEX –por cierto muy panista en la campaña– sitiaron el frente de las Torres, con transporte público.
A las 11 de la mañana del 4 de julio, la casilla 0884 lucía como todas las de la ciudad, desolada. Nada de fila de ciudadanos –como otros años– dispuestos a votar. Era la casilla de quien seis horas después, se convertiría en el virtual ganador a la alcaldía de Tijuana. Rápido cayó el mediodía. A la una de la tarde René Mendivil, dirigente estatal del PRI, encabezó una rueda de prensa que abrió con palabras solemnes: “Nos gustaría reportar que la jornada ha transcurrido sin incidentes… pero no es así”. Como una “una campaña de miedo” calificó el dirigente priísta al recuento de eventos que contra su partido ya se habían acumulado en las primeras horas:
La orden de presentación para su candidato a alcalde en Rosarito; el arresto de una militante; los convoyes de policías municipales y ministeriales rondando por la ciudad; simpatizantes del PAN disfrazados de rojo o verde para fabricar pruebas contra los priístas, como el hecho de ofrecer hasta mil pesos por voto –“cuando sabemos que aquí el que hace eso es el PAN”–; “rumores ridículos” sobre renuncias de sus candidatos; encuestas de salida elaboradas “por empresas que para nadie es un secreto sus vínculos con el gobierno”; y claro, la acción con la que amanecieron, el bloqueo por dos horas de un kilometro aledaño al Grand Hotel: “Ahora sabemos que hay que reportar fuga de gas para que sí llegue la policía”, externó con ironía.
René Mendivil aseguró que no pensaba llegar al extremo de judicializar el proceso electoral; que la afectación a los resultados –que aseguraba los iban favoreciendo, aunque los reporteros poco le creían– sólo podrían valorarla hasta el final de la jornada.
Pasadas las 4 de la tarde los panistas presumían una ventaja de 3 a 1; mientras los del PRI aseguraban 2 a 1. Pero el semblante de los del tricolor, candidato, suplente y dirigente, no era muy entusiasta. Las derrotas de largo tiempo acumuladas les dictaban ser prudentes, de más. En el lobby del Grand Hotel circulaba uno que otro; el equipo de asistentes en la sala de prensa de Bustamente todos muy callados. Ni cantaban victoria, ni se daban por muertos.
A las 6 de la tarde convocaron a una segunda rueda. Repitieron la relación de actos de campaña sucia en su contra, más los que se acumularon con las horas. El “agandalle” del PAN al anunciar su triunfo apenas pasadas las 3 de la tarde, y el supuesto robo de urnas por parte de los priístas. Eliseo Mendoza Berrueto, ex gobernador de Coahuila, dinosaurio del PRI, dijo lo increíble viniendo de él. Denunció contra el gobierno local: “Pareciera que estamos regresando a los tiempos de la barbarie”. El dirigente estatal René Mendivil argumentó que el PAN provocó el robo de urnas precisamente cuando vieron que iban bajos en votos y en casillas históricamente para el PRI. Intentos fallidos y actos todos de “desesperación”, sentenció.
Descartó que buscarían anular la elección, respondió tajante: “No. Vamos a ganar”. Adelantó muy sesgadamente que el PRI iba ganando en todos los municipios, y dado al tono de su discurso durante toda la precampaña y campaña, poco convencimiento provocó ante la prensa: “Tengan por seguro que Carlos Bustamante estará más tarde aquí y él sí será ‘el nuevo presidente municipal de Tijuana’”.
De repente fue una corredera de todo el mundo hacia el Lov-e Lounge del Gran Hotel. El anuncio de algo importante. ¿Pero siendo apenas las 7 pasadas? Por eso Arturo Gónzalez, vocero de la campaña de Carlos Bustamante, advirtió –solicitó– antes de autorizar la entrada a la marabunta de reporteros: “No es rueda de prensa, por favor comprendan”. Sin embargo de algún rincón surgió un grito: “¡Ya ganamos!”. En ambiente VIP candidatos, militantes y familiares de los abanderados se distribuyeron en los cómodos asientos del bar para fijar su mirada en pantallas que fueron dando el conteo preliminar de las elecciones. “¡Mira, vamos ganando el distrito 8, que era del PAN!”; “ya era hora, fue el hartazgo”.
Juntos estaban Bustamante, Fernando Castro Trenti y David Saúl Guakil. El periodista Odilón García talló las ropas del candidato priísta: “¡Páseme su suerte!”; “no es suerte, es trabajo”, precisó Lourdes Inzunza, pareja del candidato. Bustamante lucía más sonriente que lo habitual, evitaba desbordarse.
“¡Estoy feliz, cabrón!”, expresaba Luis Eduardo Ledezma, dirigente estatal del Partido Verde. “¡Todo… todo…!”, por su parte decía Mendívil al teléfono. Ledezma seguía sin dar crédito frente a quien se topaba: “Fíjate, el Max (García)… ¡el Max!... va perdiendo, cabrón”. “Felicidades, fuiste un factor muy importante del triunfo, y tú lo sabes… Y lo saben ‘allá’”; congratulaba la periodista Rocío Galván a Carolina Bustamante, hija del candidato electo. Cada vez llegaba más gente. Kurt Honold, Alberto Capella, César Cázares, Juanita Jiménez, Carlos Barboza, Miguel Ángel Badiola. Muchos que en toda la campaña no se les vio, pero que del triunfo quisieron su parte. Hasta el doctor Jorge Astiazarán hizo acto de presencia.
Buen rato se aguantaron las ganas los del PRI; y hasta pasadas las 8 de la noche oficializaron el triunfo: “Baja California se pintó de rojo”. Contentos ante el anuncio, era más, mucho más de lo que esperaban. No se la creían ni ellos. Estaban apropiándose todas las alcaldías del estado y la mayoría de los distritos: “No obstante tantos obstáculos y tanta chapuza que cometiera el PAN”, insistía Mendívil. “Caballo que alcanza gana”, muy propio pero en tonito de “¡¿ves?, te lo dije!” don Carlos Bustamante les soltó a los reporteros. En cambio otros, sin nada de estilo, a grito pelón, como Fausto Zárate, ganador del distrito 9, clamaban: “¿No que no, ¡cabrones!?”; y preguntaba quién era reportero de ZETA “porque ZETA dijo que yo no hice proselitismo”.
Para informar las que serán sus primeras acciones de gobierno, Bustamente refirió que recurrirá al Colegio de Abogados para el escrutinio de la administración municipal: “Y vamos a empezar con el que va saliendo…pero no hay prisa”; dijo en referencia al alcalde Jorge Ramos. De Torres, su contrincante y tocayo, muy decente pero con sutil ironía sólo dijo: “No tengo nada en contra de ese buen muchacho”.
En medio de la euforia, el festejo y la algarabía de lo que ya eran cientos de priístas reunidos en el lobby de su hotel y al ritmo de la tambora, el próximo presidente municipal expresó a este semanario que no tiene más expectativas que cumplir sus promesas de campaña, que como eje principal tendrá la transparencia. Atribuyó su triunfo más que a un voto de castigo hacia el PAN, a la mera búsqueda de un cambio por parte de los bajacalifornianos. Acepta que su victoria traerá más reencuentro entre los priístas y que la prueba fue que a los panistas no les bastó su voto duro: “Porque salió el priísmo a votar. Despertó el priísmo”.

PAN: EXCÉPTICOS ANTE LA DERROTA

No bastó el espaldarazo del Presidente Felipe Calderón. No le funcionó la asesoría de “viejos” panistas; y menos sus propuestas, su discurso, su estrategia publicitaria. Su campaña no convenció al electorado para que, efectivamente, lo eligiera “el nuevo presidente municipal de Tijuana”.
Carlos Torres a través de su página en Facebook se había despedido “temporalmente” de sus amigos y seguidores para esperar la fecha de la contienda. Ya para el 5 de julio, les dio el adiós definitivo. Fue víctima del voto de castigo para su partido.
Torres, en tono afligido, dijo a ZETA que no era un resultado que esperara el Partido Acción Nacional: “Dentro de la información que teníamos había una expectativa de un resultado distinto, y hoy el resultado es muy claro a la tendencia de los candidatos del PRI”. Señaló que la contienda 2010 deja un reto muy importante de reflexión a quienes participaron en la Alianza por Baja California: “Vamos a entrar en una etapa de diagnóstico, creo que un buen diagnóstico comienza con la autocrítica”.
El 4 de julio será una fecha que difícilmente olvidará Carlos Torres.
Durante la mañana acudió a emitir su voto acompañado de su madre y su esposa. En la casilla 974, donde el candidato vota desde 1994, ya lo aguardaban un grupo de reporteros a los que les manifestó estar sereno, nada nervioso, con la tranquilidad que le dio el trabajo realizado durante la campaña.
Mientras los reporteros esperaban los resultados en la sala de prensa acondicionada en el Hotel Camino Real; computadoras con internet, impresoras, sonido, proyectores, televisiones, material de oficina y bocadillos estuvieron a la disposición de los medios de comunicación. Rodrigo Robledo Silva, dirigente local del PAN, hizo algunas declaraciones sobre incidentes que el PRI estaba cometiendo durante los comicios: “En los distritos 8 y 13 hay una operación de brigadas del PRI con gente externa del estado, andan promoviendo y comprando el voto. También hemos recibido quejas de una grabación automática, esa grabación sale del estado de Puebla y el número telefónico del call center es 222 211-8686 y 88 en dos líneas diciendo lo siguiente: “¿Ya votaste?, yo ya voté por Carlos Bustamante. Las quejas se han recibido durante toda la mañana en mis teléfonos directos y en las instalaciones del PAN. Las llamadas se han acentuado más en el décimo distrito”, aseveró.
Las lamentaciones entre los panistas eran por la poca afluencia de votantes, “nos dicen que poca gente ha ido a votar…”, “esperemos que no reine el abstencionismo…”, “ojalá que la gente sí vaya a votar…”, se decían entre ellos.
El cierre de las votaciones se había concretado, en la sala de prensa los reporteros aguardaban el arribo del candidato panista. Se había señalado que daría una conferencia a las 6:30 de la tarde. Llegó la hora pero Torres no arribó; los que sí, el dirigente Rodrigo Robledo y ex diputado y coordinador de campaña Antonio Valladolid. Orgullosos alardearon que según las encuestas de salida de Arcop –la misma empresa que en 2004, le dio 11 puntos a Jorge Ramos cuando perdió contra Hank–, les daba una ventaja de tres puntos contra el priísta Carlos Bustamante.
Aunque las “buenas nuevas” como que no dejaron conformes a los pocos panistas ahí reunidos: “Queremos informarles que en una encuesta de salida realizada por Arcop, se marca la siguiente tendencia: PAN con 44.06 y PRI 41.45. La encuesta se aplicó en 78 secciones y se cuestionó a uno de cada tres personas”.
Pero tras las cifras de los panistas, no tardaron mucho en llegar las oficiales, las del PREP; eran las 7:30 de la noche y ante el gran asombro de muchos, se vislumbraba un triunfo contundente de la Coalición que encabeza el PRI en los cinco municipios. Panistas y reporteros se aglutinaron incrédulos frente al monitor: “Al rato repunta…”, “así empiezan…”, “han de ser los votos de Barreto…”, eran frases que se escuchaban en el búnker panista.
Las llamadas telefónicas entre los colaboradores albiazules no se hicieron esperar, las caras de angustia y el signo de preocupación comenzaban a apoderarse de ellos. Al ver que la tendencia se pintaba de rojo, algunos periodistas abandonaron la sala panista para irse al Grand Hotel, en donde los priístas comenzaban ya el festejo.
Al Camino Real comenzaron a desfilar militantes panistas: El ex alcalde Enrique Díaz Félix, el secretario de Educación Óscar Vega Marín, Jacobo Ackerman, suplente de Torres; Gabriel Rivera, entre otros que no daban crédito a los resultados electorales. A las 9:20 de la noche el equipo de Torres decidió suspender la transmisión de los resultados. Fue al verse ya derrotados.
Su rostro, aunque desencajado, trató de disimular con sonrisas a los presentes. Era Carlos Torres arribando al salón para dar una rueda de prensa. Fue recibido con aplausos. Inmediatamente expresó: “Quiero reconocer la confianza de miles de tijuanenses que me dieron el voto, así como un grupo de tijuanenses miembros del PAN, PANAL, PES y de ciudadanos que me acompañaron en el proyecto de ciudad. Con la información que tenemos de representantes de casillas, hay un avance de captura de 72.59 por ciento de las casillas totales de Tijuana, que nos dan un 46.53 por ciento de los votos, mientras que al candidato del PRI le dan el 51.26 por ciento”.
Reveló: “Hace unos momentos me comuniqué con Carlos Bustamante para felicitarlo, los números y el crecimiento de los informes que están dando, presenta una ventaja más clara que tiene el candidato del PRI…Me tocó crecer desde los 13 años y formarme en la democracia y formarse en la democracia significa reconocer la decisión de la mayoría de los tijuanenses….”
El candidato fallido admitió que se responsabiliza por completo del fracaso de la contienda electoral, pues toda la estrategia política a lo largo de su campaña fue decidida por él: “Me gustaría tener un mayor número de elementos para presentar un diagnóstico al partido y evidentemente a los tijuanenses”. No precisó lo que ahora hará: “He estado en el servicio público y en la política desde los 13 años, y, bueno, en estos días voy a tener la oportunidad de revisar, reflexionar sobre los siguientes pasos”.
Agradeció a sus colaboradores, simpatizantes y ciudadanía. Las lágrimas estuvieron a punto de desbordársele cuando fue confortado por su esposa. Siguió una lluvia de aplausos. El séquito de panistas y compañeros desconsolados abandonaron el Camino Real.
La fiesta y la taquiza preparada en Las Palmas se quedó esperando, para mejores tiempos.
Juan Carlos Domínguez
Patricia Tamayo

7.7.10


Cuando su cierre de campaña...

ALBERTO ENTEBI:

“¡LLÉVESE A ENTEBI A SU CASA!”

Muy instalado en la Plaza Benito Juárez, ahí entre los dos palacios; con fritangas y dulces mexicanos; y entre la rebatinga de la gente por alcanzar gorras y banderas del Partido del Trabajo y Convergencia, Juan Luis Alberto Entebi, candidato a la alcaldía de Tijuana, tuvo un populachero cierre de campaña.

El candidato ciudadano repartió pizzas y ofreció música en vivo a ritmo de banda y norteñas. Dijo Entebi que eligió la entrada de Palacio Municipal para su acto, para mandarle el mensaje al PAN de sentirse cada vez más cerca de despachar en ese edificio. Armó ahí la fiestecita para que lo oyeran en el Ayuntamiento “¡porque tienen miedo!”. Aunque a Entebi se le olvidó que los burócratas nomás despachan hasta las tres de la tarde, y ya no había ni un alma en las oficinas a las ocho de la noche, hora en que arribó cual artista ovacionado.

Los acarreados poco a poco llenaron la plaza desde las cinco de la tarde. Los llevaron en seis camiones. El maestro de ceremonias juraba: “¡Aquí no hay acarreados… todos vinieron por su propia voluntad!”.

Como en feria de pueblo un joven montado en una camioneta anunciaba para que la gente se llevara el póster de los candidatos: “¡Llévese esta noche a Entebi a su casa!”, gritaba mientras también le ofrecía piropos a Sara Ruiz, candidata a diputada por el Distrito 11.

Lo mejor fue cuando empezó la repartición de rebanadas de pizza, ante la gran fila que se formó hubo personas que se estresaron y se enojaban contra los “colados”. Unos más “gandallas” querían formar una segunda fila para evitar la espera. Otro relajo resultó la entrega de gorras, señoritas, señoras, niños y jóvenes abandonaron al grupo que muy animosamente tocaba para ir por el souvenir electoral.

Con todo y los ofrecimientos que el PRI y el PAN según Alberto Entebi le han hecho para que se adhiera a tales coaliciones, el abogado aclaró que no lo hará. No quiso ahondar en cuánto o qué tipo de ofertas le han hecho, simplemente respondió: “Son por medio de acuerdos”.

En su discurso recordó algunas propuestas y presumió haber ganado todos los debates; pidió a los asistentes que “le echen un ojito a la elección”. Al parecer a Entebi se le olvidó que la coalición también incluye a Convergencia; Carlos Cuéllar, dirigente estatal de ese partido y candidato por el Distrito 10, tranquilo pero con la camiseta naranja bien puesta, le reclamó que en el discurso mencionaba mucho al PT y no tanto al Convergencia: “Nomás… por si se te olvida”.

(Rosa Guerrero)

Cuando su cierre de campaña...

CARLOS BUSTAMANTE

ENTRE CHELAS, BANDA SINALOENSE Y ACARREADOS

En el cierre de campaña del candidato del PRI a la alcaldía de Tijuana, Carlos Bustamante, quien menos figuró fue él. Lo principal fue la pachanga: La Original Banda El Limón; el baile; la cheve para todos, el regaladero de camisas rojas. Incluso, quien se llevó la “noticia” fue la candidata del PRD Reyna Soledad al anunciar su declinación a favor del empresario. Algunos al enterarse de la adhesión de la cantante sólo atinaron: “decía que no y hasta la patita alzaba”. De Ahí en fuera, el cierre de campaña fue prácticamente cualquier otro acto de acarreados y discurso que, más que sorprender, aburren.

El borlote fue en terrenos de Jorge Hank en el estadio de los Xolos –aunque a él no se le vio en el evento– el sábado 26. Hartos camiones llenos de acarreados provenientes de todos lados se amontonaban en la entrada de caliente. Unos ya venían entonados con botes de cervezas y otros se esperaron hasta bajar, pero la mayoría le entró duro al chupe. Eso los puso más alegres para recibir a su candidato. Otros iban únicamente por la banda y la bebida, “vengo a ver a la Banda Limón, pero yo voy a votar por Carlos Torres”, contaba entre carcajadas uno de los presentes.

El estadio de futbol, al igual que cuando juega su equipo, lució pintado de rojo, y más por tanta camisa colorada en apoyo al anfitrión del festejo; los que se perdieron entre todos (si es que asistieron) fueron los del Partido Verde Ecologista. Nada más su dirigente estatal Eduardo Ledezma se apareció en el lugar y uno que otro obligado. A don Carlos Bustamante ni cuando habló ante sus miles de congregados llamó la atención pues muy apenas se le entendió lo que quiso decir. “Así es esto”, respondió uno de los colaboradores priístas cuando se le señaló el desinterés de la gente por el discurso y la política.

La “rareza” (a medias), porque ya todos lo sospechaban, fue la presencia de la candidata a munícipe del PRD Reyna Soledad para hacer público su apoyo al abanderado del tricolor. “¡Ay, chole!, y decías que no”, le gritaron un par de “admiradores” a la hora de tomar el micrófono a la ex candidata perredista. Y ésta se sentía como en uno de sus conciertos pero con gente, claro.

La señora, seguramente ahora sí prospecto de Bustamante para algún puesto en su gobierno (si es que gana la alcaldía), explicó en el evento su declinación: “Nos hemos empeñado en sacar al buey de la barranca. Lo vamos a sacar, ¿qué no?... Estamos aquí pasando lista de presente con la gente que se merece el apoyo de Tijuana, porque tenemos el corazón puesto en la gente que vale la pena, por eso estoy con Carlos Bustamante”.


El propio candidato del PRI declaró respecto a su nueva adquisición política: “viene a reforzar nuestra campaña, le agradezco su gentileza y su forma de ser, estamos los dos con la misma intención: cambiar a Tijuana”.

El comité del PRD municipal por medio de su presidente, Vicente Vega, al día siguiente se deslindó de esa “gentileza” de su ex candidata, además de llamar la “decisión” de Reyna Soledad como parte de su “ignorancia política” aseguró que era parte de una “negociación económica”.

Al igual que la aparición de la candidata del Sol Azteca, la presencia de los trasportistas que mantienen reparos contra el gobierno municipal, lucieron como parte del repertorio priísta, parte del show. Su líder, Ángel Jiménez, subió al escenario con una camisa azul; en medio de su discurso donde reconoció el “error” de haber apoyado al PAN se quitó la camisa para quedarse con una roja, “esta vez no nos vamos a equivocar”, y tiró al suelo lo que todos entendieron como el símbolo del PAN, la pisoteó y besó su camisa de Bustamante. La mayoría le festejó su arrebato.

La música empezó nomás terminaron de arengar los políticos, y ahora sí, el ambiente se puso bueno. Empezó el baile; unos consiguieron pareja y entre tragos terminaron más juntos que un principio. Las filas para recoger sus cervezas eran más largas que para entrar a los baños. En cuanto el concierto comenzó ya la gente ni se acordó del PRI, ni de Bustamante, menos de Reyna Soledad, se desaparecieron en cuanto pudieron.
La fiesta, ya sin políticos, terminó tarde.

(Isaí Lara Bermúdez)
Cuando su cierre de campaña...
CARLOS TORRES
"!ESTA SELECCIÒN SI VA A GANAR!"

En el mero día en que la selección mexicana de futbol fue eliminada del Mundial, Carlos Torres no podía dejar de lado sus acostumbradas parábolas para enmarcar su cierre de campaña: “Hoy mientras jugaba México, hubiéramos querido meternos a la pantalla… pero no dependía de nosotros ese partido. Pero el partido del próximo domingo 4 de julio… ¡Ése sí depende de nosotros!”. Seguramente sus estrategas le habían preparado varios discursos, de acuerdo a los posibles escenarios, pero finalmente nefasto día para la afición futbolera, el caso era pronunciarse por demás optimista y triunfalista después de un fin de semana donde las encuestas pusieron al “tú por tú” al aspirante del PAN a la alcaldía de Tijuana y a su opositor del PRI.

“No importa que ‘haiga’ perdido México…”, sembraba el ánimo el conductor junto con la locutora “La Shula”, a los miles de asistentes que fueron acarreados en decenas de camiones colectivos estacionados en la canalización del Río. Traídos de colonias tan distantes entre sí como la Mariano Matamoros, Pórticos de San Antonio o la Independencia, los panistas lograron “arrejuntar” a alrededor de 8 mil personas, aunque la mayoría de los reporteros locales, muy “entusiastas”, publicaron 25 mil y hasta 30 mil cabezas. “Está a punto de llegar un joven responsable… talentoso… cercano a todos ustedes…”; infundían la expectativa los animadores. “¿Saben de quién estamos hablando…?”, los de hasta enfrente respondían como se esperaba: ¡Carlos Torres! Muchos otros, hasta atrás, estaban más metidos en la verbena y consumo de tostilocos, elotes, hot dogs y toda clase de fritangas. Lo locutores seguían presentando a “las personalidades” concurrentes: diputados locales y federales, y aspirantes a regidores y legisladores. “¡Todo Tijuana se va a pintar de azul y blanco!”. Después de un desfile de artistas como Vicente Fernández y Pedro Fernández, claro, en parodia, de fondo sonó recio la batucada para recibir al protagonista: “¡Carlos Torres!”

Y detrás de “el nuevo presidente municipal de Tijuana” todo el tropel de azules, funcionarios, dirigentes, aspirantes; como el ex alcalde y primero del PAN en la entidad, don Carlos Montejo Favela –como ausente–; de las fundadoras del panismo, Rosalba Magallón –muy sonriente–; los dirigentes estatal y municipal Andrés de la Rosa y Rodrigo Robledo –cuchicheándose al oído–; el ex presidente de la Coparmex Roberto Quijano –cual adherente–; el empresario y ahora diputado ”ciudadano”, Gastón Luken –tan panista como el que más–; Nadja Webhe, en la contienda pasada candidata a diputada que despotricaba contra los panistas y ahora suspirante a regidora en la planilla de Torres; el periodista Fernando del Monte, ex candidato por el PRI –arrinconado–; representantes de la cultura local como César Borja (Festearte) y Julio Rodríguez (Entijuanarte), confrontados entre sí –“el IMAC no, le van a dar ‘la ocho’, que es donde debe estar”, diría uno de otro–; y bajo el estrado, Héctor Osuna Jaime, hasta el jueves presidente de la Cofetel y el domingo ya “operando” en la elección de Tijuana. Y decenas más de panistas relevantes. “¡Esta selección sí va a ganar!”, espetó el funcionario Luis Moreno.

Por parte de los diputados le tocó tomar la palabra, así como ir y venir por la pasarela nada menos que a Arcelia Galarza, la líder sindical del PANAL, esta vez “reiterando compromisos”, de los panistas, como la eliminación de la tenencia de los carros, la creación de más preparatorias; mencionó a sus compañeros aspirantes a una diputación, pero no le atinaba a los distritos –¡vaya! ni al suyo!– por los que contiende cada uno.

“Un político que piensa diferente… y hace las cosas diferentes… Recibamos al nuevo presidente municipal… ¡Tijuana canta en positivo!...”; anunció “La Shula”, y sobre la pasarela cual luminaria, Carlos Torres fue y vino acompañado de una cantante de karaoke que interpretó para los miles de asistentes el tema en honor del candidato. “Siempre he creído que cada uno de nosotros tenemos la capacidad de percibir lo que es auténtico… y lo auténtico es que ¡vamos a ganar las elecciones del 4 de julio!”; pronunció el joven ex diputado. Luego presentó a un invitado “muy especial”: “¡Édgar!, un niño invidente que interpretó y tocó el órgano a ritmo norteño –aunque la mayor parte del tiempo estuvo gritando “¡arriba Carlos Torres!… ¡arriba Carlos Torres!”, ante las sonrisotas complacientes del candidato y su mujer; y el tropel de panistas detrás a tono con sonrisa de oreja a oreja. “¡Tijuana es una ciudad que nos da racimos de bendiciones!”; externó emocionado Torres, como colofón para presentar a su equipo de “líderes”: Del distrito 8 Manuel Gónzalez Reyes, “que tiene el corazón más grande que su cuerpo”; del distrito 9 Raúl Meza, “con mucho temple y determinación”; del distrito 10 Max García, “mi amigo”; distrito 11 Ricardo Magaña; “era güero cuando fue la campaña” –¡ése cuándo ha sido güero!, protestaría alguien–; distrito 12 Reynaldo Vega, “un maestro que es ejemplo”; distrito 16 Xavier Peniche, “ejemplo de entrega y generosidad”.

Torres preponderó su candidatura contra la de Carlos Bustamante y su visión de Tijuana actual: “Ellos ven el vacío medio vacío; nosotros lo vemos medio lleno…”. Hablando de vasos, colonos acarreados se quejaron de que ni agua les dieron –a algunos los trajeron trepados en camiones desde las 10 de la mañana so pretexto de ver el partido de futbol en el Auditorio Municipal–. “¡Ni agua… al contrario, creo que vamos a pagar para regresarnos…!”, expresó desesperada una señora media hora después de concluido el argüende.


(Juan Carlos Domínguez)