7.12.06

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez
*
Los periodistas no importan. Por lo menos es lo que se dejó ver en el sexenio de Vicente Fox. Casi 30 reporteros asesinados. Lo lamentable no es nada más la incapacidad o desinterés de la Presidencia y las autoridades correspondientes para esclarecerlos, sino la apatía y abulia del resto de la sociedad. Más triste aún, la tibieza de los mismos medios de comunicación. En el lapso de apenas una semana dos periodistas fueron asesinados y poco ruido se hizo. Uno ellos Roberto Marcos García, corresponsal de Alarma en Veracruz. El otro, José Manuel Nava, no cualquiera, nada menos que director de Excélsior hasta hace poco. Muy sintomático resulta que las grandes cadenas de medios, sobre todo la televisión, le dieron un tratamiento muy somero a las notas. Más sospechoso aun cuando Nava acaba de presentar “El asalto final”, en torno a los turbios intereses con lo que fue vendido Excélsior a Olegario Vázquez Raña.

A cualquiera matan ahora. Tal vez por eso el asesinato de los periodistas sea menos impresionante. Ya ven, hasta a los personajes de la farándula los atacan al estilo de los sicarios. Hace poco, el asesinato del hijo de Joan Sebastián, luego el atentado al vocalista de “Explosión Norteña”. Ahora, la ejecución del cantante popular Valentín Elizalde, advierte la mafia: seguirán más. Alguien dijo: “Esto está como Colombia hace 10 años”.

Creo que sí es para asustarse, dado el ambiente tijuanense actual, que de repente de la nada te intercepten tres patrullas, te obliguen a parar, a bajarte del carro y te encuentres con diez encapuchados con metralletas y armas largas. Lo primero que le ruegas a Dios es que, ya de menos, sean policías reales y te consignen por la falta que quieran, pero que no sea comando de la muerte (ahora que cualquiera es secuestrable o ejecutable). Me pasó con miembros de la PEP (Policía Estatal Preventiva). Afortunadamente era un operativo de rutina para ellos, parte de su trabajo y sin mayor problema para un servidor, pero ante el clima de psicosis es obvio que cualquier ciudadano se siente intimidado ante tales despliegues.

No contaría la anécdota anterior si no es que a una pareja de periodistas de radio y prensa le hubiera pasado lo mismo apenas hace unos días. Un agente encapuchado con arma larga tocó a la casa particular de estos comunicadores. Pidió entrar a buscar a un ladrón. Acto seguido aparecieron varias unidades y agentes encapuchados de esta corporación policíaca. Igual, se trataba de atrapar a un delincuente que efectivamente huía en esos momentos por las azoteas de algunas viviendas en Otay. Los policías estatales hacían su trabajo, no hubo mayor problema, atraparon al malandro. Pero el susto de los ciudadanos –y periodistas, aparte- confunde de repente y tarda en aplacarse.

De Jesús Blancornelas –el señor Blanco-, me entristecieron dos momentos. Primero, cuando después de un año de no verlo lo encontré muy mermado de su salud. Ya retirado, de vez en cuando visitaba ZETA. Un abrazo y un saludo breve pero elocuente: “Ya no te veo pero te leo”; con lo que validaba la apertura, confianza y aliento para el trabajo de un servidor, así como la ha tenido para tantos que se han formado en sus filas. El otro momento, al leer uno de sus últimos “Doble Plana” que escribiera apenas en septiembre pasado. Hacía remembranza de un amor platónico de su adolescencia. El último párrafo me transmitió y me provocó aflicción, angustia: “Estuve tan abrumado estos días sobre noticias, informes y rumores. Narcotráfico, corrupción e injusticia por toneladas. Por eso recurrí al recuerdo para desintoxicarme un poco y darles un descanso a ti y a Usted, Lectores”. Él, acostumbrado a salvar tantas afrentas durante toda su carrera, desde el retiro no podía sustraerse al oficio, pero más aún, a la desolación de cualquier humano ante un entorno actual tan poco grato. Ahora le damos la vuelta a la página, y a seguir, con la semilla que nos ha dejado nuestro director. Ya no digamos por compromiso, sino por convicción.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi pesar, para los reporteros de Zeta

Anónimo dijo...

mi sentido pesame por la perdida de Blancornelas

espero que estes bien

Anónimo dijo...

Oye y ahi como esta el ambiente despues de lo del Sr Blancornelas
hay muchos comentarios de que hasta ahi llego el periodico por que el era como que la espina dorsal del asunto.
se queda el hijo al mando total veda?
Que lastima la neta
lo vi anunciado en NBC canal gringo
Si se nota que se le respetaba mucho

Anónimo dijo...

Mi lider:
Por favor reciba mi mas sentido pesame por la muerte de nuestro apreciable amigo
Jesús Blancornelas.
Es una sensible falta para un periodismo objetivo.
El bato es chingo y se le honra.
Tu eres mi cuate y se te honra

Anónimo dijo...

hola
què mal pex
lo del señor Zeta

Anónimo dijo...

Mis pesames

Anónimo dijo...

mataron a mi perra puta gente envidiosa..

que cuentas vienes a la fil como esta la cosa con la muerte del mandamas...,

Anónimo dijo...

SALUdOS AFECTUOSOS.

LO QUE SUCEDE DIA A DIA ALGUNAS OCASIONES NOS PARECEN INJUSTAS SIN
EMBARGO AL REFLEXIONAR UN POCO COMPRENDEMOS LA ETERNIDAD DEL HOMBRE.
PARA TI QUE FORMAS PARTE DE UN SEMANARIO COMO ZETA MIS CONDOLENCIAS
POR LA PARTIDA DE TU DIRECTOR DON JESUS BLANCORNELAS. ATTE. JOSE
FAVOR DE TRANSMITIR A SUS FAMILIARES Y COMPAÑEROS MI
PESAR.

Anónimo dijo...

el debido respeto al dolor de la perdida de un personaje tan
significativo en la historia del periodismo, reciban ustedes, muestras
de
afecto y empatia en este tan tragico acontecimiento.

Sinceramente: Jesus/Martin Hernandez (mercado negro/agresores)

Anónimo dijo...

Juan Carlos,

Oye, pues mi solidaridad con los amigos de Semanario Zeta. lamento mucho el fallecimiento de Don Jesús.
¿Cómo está todo por allá?

Recibe un abrazo,

Daniel Rosas

Anónimo dijo...

buena columna
y me agrado la parte de Blancornelas
buenisimo.
pues esta bien escrito.