ARROLLADORA BANDA EL LIMON
FieSTa GrUPeRa
*Juan Carlos Domínguez
Es la otra Tijuana, el pueblo, el sur en el norte. No es el público que se ve en El Foro, Multikulti o en la Plaza Monumental -en caso de que se presente Manu Chao, por ejemplo-. El ambiente en el Terrenazo Caliente podría ser el de cualquier baile masivo en el interior del país. La audiencia es populachera, y aunque algunos anden muy bien arregladitos, no niegan “la cruz de su parroquia”. Aunque finalmente, todo el mundo es groupie.
La Arrolladora Banda Limón acarrea un buen séquito de seguidores, pero también los demás grupos que el sábado pasado se apropiaron de los terregosos predios del Hipódromo: Explosión Norteña, Carlos Vega, Banda Agua Caliente y Los Sierreños. Y siete mil entusiastas que siguieron cada ritmo de bandazo.
Desde las nueve de la noche arrancó la fiesta grupera. La gente fue llegando poco a poco, aunque sin registrarse el lleno masivo que otrora solían tener estos eventos en ese sitio. Sin embargo, el entusiasmo era grande. Desde el acomodador de autos en el estacionamiento del Hipódromo, que agitaba la banderita bailando al son de la música de banda, hasta los locutores de la estación “La Mejor”, que con sus gritos le ponían más énfasis al relajo.
El escenario lo ocupaba una banda con músicos vestidos de forma llamativa, con pelos parados y pintados de colores -algunos de ellos- y bailes muy “delicaditos”. Tras el escenario, el “show” también era muy vistoso: Infinidad de fans generosas queriendo acaparar la atención de músicos; camionetas “apantalladoras” llevando y trayendo artistas, y otros tantos con gafetes en el cuello, de cualquier tipo (prensa, staff, invitados), vanagloriándose de tener el acceso que no tiene cualquier cristiano.
Todo el mundo estaba contento. Hasta los policías, quienes solapaban a todo aquel que tuviera ganas de orinar, ahí, atrasito, entre las camionetas y a unos cuantos metros del escenario. Mientras, en el estrado la música seguía, solamente interrumpida por el diálogo del vocalista en turno, uno de esos que al cantar tienen un vocerrón, y al hablar les sale una voz de pito. De repente saludos que pareciera no venían ni al caso: “¡… A los que le van a los Potros de Tijuana!”.
Y llegó el momento más esperado, aunque sin mucha efusividad, fue anunciada ¡La Arrolladora Banda Limón! Sorpresivamente, en un escenario alterno que había permanecido a oscuras, se hizo la luz. Se hizo el sonidazo.
Ritmo arrollador
Retumbaron las bocinas como ni en los conciertos roqueros. Puro humo y luces, no aparecían los músicos. En cambio, nada más se dejaba oír una voz galáctica, grabada y casi incomprensible. Se sucedió un popurrí de éxitos de la Arrolladora, algo se entendió de la voz: ¡Orgullo de México! Seguía el collage de canciones, por un momento pareció que todo el concierto iba a ser grabado.
La gente seguía contenta y coreando los temas. Hasta que por fin, fueron apareciendo trombón, trompetas y clarinetes, con sus respectivos ejecutantes. Los músicos todavía permanecieron un buen rato frente a los micrófonos, sin hacer nada, escuchando sus propias canciones grabadas. A la gente le valía.
Los reconocidísimos acordes de “El Sinaloense” marcaron, ahora sí, el inicio del concierto en vivo de La Arrolladora Banda Limón. El público seguía cada nota y cada paso del vocalista, un chaparrito muy brincador. El resto de los músicos, no dejaban de bailar, a la vez de ejecutar sus instrumentos en esa fusión del sonido tradicional de tambora, con música romántica y, de repente, matices pop en su repertorio de rigor: “Huele a Peligro”, “Se me Cansó el Corazón”, “Los Puritos Huesos”, “Me Vieron Llorar”, “Pásame la Botella” y “Cuéntame”.
Sin abandonar lo jacarandoso, La Arrolladora lo mismo iba de temas como “La Rajita de Canela” a “Costumbres”. Luego anunciaron en plan estelar el título de la siguiente canción: “Si tu Amor No Vuelve”. Gritos de todos y el vocalista ofreciendo la voz más candorosa de la noche; mientras la gente cantaba el tema completo. Emocionado, lanzó saludos a la audiencia, los típicos de esa clase de artistas: “¡Cómo están carnales!... ¡Ánimo socio!”. Como premio, arrojaron camisetas hacia la audiencia, y por supuesto, todos fueron sobre ellas.
Tras un breve lapso en el que intervino el locutor “El Jarocho”, y en un intento de ponerle comicidad al momento, incluso incitando al vocalista Germán para que se encuerara para beneplácito de las mujeres presentes, continuaron temas como “Fallaste Corazón”, “Tu Nuevo Cariñito”, “La Otra Cara de la Moneda”, “Entrégame tu Amor”, “De ti Exclusivo” y “Así Fue”, de Juan Gabriel, que en un desplante de dramatismo, el vocalista interpretó hincado en el piso.
Ya con toda la euforia a cuestas, de músicos y público, los de La Arrolladora invitaron a algunas mujeres a subir a bailar al escenario. Una a una fueron subiendo y colocándose junto al integrante de su preferencia. Cada mujer, al subir recibía los chiflidos del “respetable” y una que otra bulla -para la gorda que nunca falta-.
Generosos, los de La Arrolladora Banda Limón prodigaron agradecimientos para todos: “¡Saludos para todos los malandrines y la Policía!”.
Posteriormente, Explosión Norteña -el grupo tijuanense más popular del momento- hizo su parte en una presentación también muy esperada, para reaparecer La Arrolladora Banda Limón en una segunda ronda que se prolongó hasta pasadas las tres de la madrugada.
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