Pan y Circo
JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ
Qué gobernador más relajado, así se le veía a Eugenio Elorduy. Será que ahora no le tocaba estar al lado de su Procurador metiendo las manos al fuego por él, ni justificando las tonterías de sus policías estatales, ni sacándose de la manga declaraciones insustanciales a propósito de los crímenes en Tijuana. En el CECUT, en la ceremonia de su 25 aniversario, al señor gobernador, mientras esperaba su turno para hablar, se le veía bien “relax”, casi en un estado limbito porque, claro, los temas culturales, por muy abstractos que le resulten, siempre le resultarán menos problemáticos.
Los guaruras del gobernador estaban desperdigados por todas las salas principales del CECUT. Algunos intentando pasar desapercibidos entre la muchedumbre, pero pues no niegan “la cruz de su parroquia”, ahí estaban atentos a todo, y hasta fisgoneando en los apuntes de los reporteros. Muchos funcionarios de los tres niveles de gobierno, y pocos artistas los asistentes a la ceremonia celebrada el mediodía del miércoles, para ajustarse a la agenda de Eugenio Elorduy. Muchos reporteros también, pero interesados en las actividades del gobernador, por lo que una vez terminada la intervención de aquél, hubo desbandada de media asistencia.
Es el más querido el Gobernador Elorduy, por lo menos para Julio Castellanos, representante de Josefina Vázquez Mota (Secretaria de Educación), pues al subir a pronunciar su discurso, dejó muy claro el afecto para el primer mandatario del estado, al que se dirigió con mucho afecto, y ya, de paso, fue mencionando a cada uno de los presentes en el presidium.
Muy político resultó el acto de celebración del aniversario del CECUT. Funcionarios culturales de los tres niveles de gobierno nada más cumplieron con el discurso. Otros, como Gabriel Estrella, rector de la UABC, hablaron de los vínculos que siempre han existido entre la Máxima Casa de Estudios y esa institución, lo que no es del todo cierto, si no pregúntenle a la gente de la Escuela de Humanidades, están muy desligados. El Presidente del COLEF, por su parte, pronunció el discurso que por años le hemos oído y leído en los medios, previsible (a propósito de este tipo de gente, me pregunté dónde andarían Manuel Valenzuela o Víctor Clark Alfaro). Teresa Vicencio, directora del CECUT, agradeció toda la confianza que le han tenido sus empleados.
Incongruente Sergio Vela, el mero mero de la cultura nacional. Agradeció a la comunidad artística y cultural de la entidad, cuando en su momento los ignoró y los trató como “el pavorreal al cuervo”.
Y llegó el momento esperado: La intervención del Gobernador del Estado. Por un momento pensamos que nos íbamos a privar de su brillante discurso. De hecho lo llevaba escrito, para no errarle. Empezó coloquial agradeciendo mucho la cordialidad de invitarlo al evento. Se dirigió un buen rato a Teresa Vicencio y refrendó todo su cariño para con ella y la estirpe familiar panista. “Le has echado muchas ganas Tere, has logrado superar muchas cosas”, le dijo a propósito de los desencuentros con la comunidad artística. Una funcionaria del CECUT efusiva aplaudió y nadie la siguió, Elorduy tuvo que pedir la ovación. Dijo el mandatario que su gobierno es el que más le ha invertido a la cultura. Y por último estableció, precisamente él, que “Baja California necesita un sentido de congruencia”.
¿Sólo humor negro? De los muchos acarreados al evento del CECUT, algunos se entretenían viendo la exposición “rara” colocada en el vestíbulo. Una de las instalaciones consistía en una mesa bien puesta, elegante, con platillos aparentemente muy suculentos, pero que contenían fragmentos de cuerpo humano (en yeso): dedos, manos, orejas, pene, trozos de pierna; pero con muy buena presentación gastronómica. Un funcionario panista local guiaba al funcionario federal Julio Castellanos, y a propósito del particular menú de mutilaciones le aclaró: “Es la especialidad de Tijuana”.
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