17.6.10

CÉSAR NAVA:
CRÓNICA DE UNA VISITA FRUSTRADA
PLANTÓ A SU CANDIDATO Y A MILITANTES
Se preparó todo un “show” con miles de “acarreados”, pero el dirigente nacional del PAN ni se enteró

Si los priístas trajeron a su dirigente nacional, Beatriz Paredes, los panistas no quisieron quedarse atrás cinco días después. César Nava visitó la entidad para levantarle la mano al candidato Carlos Torres en Tijuana. Lo malo fue que a la mera hora el presidente nacional del PAN dejó plantado a medio mundo, ni con las reuniones privadas entre panistas cumplió. Muy a fuerzas alcanzó a dar una conferencia de prensa. De principio a fin lo programado para Nava se canceló. Primero estaba una reunión con “líderes” del partido –o sea con los grupos cupulares– en el hotel Lucerna; ahí, Francisco Blake Mora, el alcalde Jorge Ramos, el senador Alejandro González Alcocer, el precandidato caído Alejandro Monraz, el diputado Kiko Vega, Sócrates Bastida y demás encumbrados azules se quedaron esperando a su presidente. La excusa: desperfectos en la avioneta en que viajaba. Lo “bueno”, se suponía, iba a ser en el centro de espectáculos Alamar donde se planeó un mitin en que aparecería Carlos Torres y César Nava frente a miles de acarreados –ya no digamos panistas pero sí vestidos con las camisas blanquiazules que se repartían en bonche–. Unos ni conocían a Nava, “quién es ése”, extrañada preguntó una doñita a la que llevaron desde el Mariano Matamoros. La “movilización” del gentío se hizo al clásico estilo del priísmo viejo –bueno, y del actual–. De todas partes de Tijuana salieron “caravanas de la democracia” –como en el PAN prefieren llamar al correteadero de gente– con destino al acto masivo. Las “caravanas” no eran otra cosa que cientos de camiones que transportaban a la multitud.
Hubo peregrinos que llegaron desde las dos de la tarde, eran de los más molestos: “¡ni comida!, ¡ni camisa!, ¡ni madres!... pura agua, ya me voy”. Ya pasaban de las 7 de la tarde y apenas iba llegando Carlos Torres, pero sin César Nava, pues al “Democracia Fest” –como bautizaron el acto– tampoco llegó. Mientras, aprovechando el concierto que Vicente Fernández daría en la ciudad, y para quitarles lo aburrido a los congregados, llevaron a un “Chente” patito, un imitador que no pudo prender a los aglutinados del PAN. Ya para cuando se presentó Torres, la gente ni respondió con algarabía, bien apagados, o más bien fastidiados por tanta espera; por más que la animadora gritaba un sinfín de ocurrencias en el micrófono, nomás no. Antes, los panistas trataron de todo para distraer la ausencia de César Nava, pusieron a la mascota de Max García a bailar, chicas con minifalda a “mover el bote”, batucaday otros actos improvisados. El abanderado del PAN llegó acompañado de los candidatos a diputados de Tijuana y con su ejército de coordinadores y asistentes. Le abrieron paso para colocarse en la tarima donde hasta bailó, “si como baila gobierna, estamos jodidos”, expresó uno de sus colaboradores. Torres salió con lo mismo de siempre para causar empatía con el pueblo, platicó que creció escuchando las canciones de José Alfredo Jiménez, que el ejército se queda en Tijuana, etcétera. Pero en medio de sus palabras, olas de gente se estaban saliendo del Alamar, mientras algunos “organizadores” les insistían que no se fueran, “no se vayan, todavía no se acaba”. Pero la retirada no se detuvo. Para finalizar y ya casi sin concurrencia, todavía prometieron falsamente la llegada de Nava: “Sufrió un percance, los que quieran quedarse, acaba de llegar”.
Entrada la noche, al fin apareció el presidente nacional del PAN nomás para atender a los medios en el hotel Camino Real. Se disculpó por no llegar. Pero su verdadera consigna era enumerar maravillas de Carlos Torres: Que es un candidato con “visión de futuro”, que va a modernizar Tijuana, que tiene una actitud “positiva” y que representa la “nueva generación de políticos” llamados los “bárbaros del norte”. A Torres nomás se le dibujaba la sonrisa como niño mimado. ZOOM POLíTICO le preguntó a Nava sobre el señalamiento de una elección de Estado en Baja California, pues él mismo ha denunciado que los gobiernos priístas son quienes los orquestan, respondió con plena inocencia que en esta entidad es distinta la situación a la de Yucatán con Ivonne Ortega: “Son 5 mil kilómetros de tierra y años luz en términos de democracia. En Baja California tenemos un gobierno muy respetuoso del proceso electoral que no destina recursos públicos a los candidatos del PAN, que no pone en servicio a los candidatos del PAN la función pública”. Se le cuestionó por la “corrupción que sale a flote” en los gobiernos emanados de Acción Nacional y le pusieron como ejemplo el reportaje de ZETA donde se señala a Cuauhtémoc Cardona Benavides, secretario nacional de elecciones, acusado de adueñarse de grandes cantidades de predios. César Nava salió en su defensa. Dijo que había leído el artículo publicado y que se trataba de “infundios y calumnias… no tengo la menor duda de Cardona ni de los militantes de Acción Nacional” y rápido cambió el tema, “pero con Carlos Torres tenemos un candidato limpio”. A decir del líder nacional las campañas del PAN incluyendo la de Torres son distintas a las demás, pues en el gasto hay mesura: “Sin caer en el exceso, ni en el derroche”. Mientras eso decía una avioneta con rótulos del candidato Carlos Torres sobrevolaba la ciudad con promos pagados, precisamente, por el partido de Nava.

(Isaí Lara Bermúdez)


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