ALCALDE CON SANGRE DE “HÉROE”
Ramos comparó la Independencia y Revolución con la actual guerra contra el narco
Jorge Ramos como que se siente Miguel Hidalgo y Costilla, sólo que el presidente municipal en una versión “moderna” y renovada. Así fue como muchos entendieron el mensaje del alcalde el pasado miércoles frente a historiadores y estudiosos al inaugurar en Tijuana el Seminario sobre la Independencia y la Revolución Mexicana, organizado por el congreso de Baja California. Para dar inicio al seminario que organizó la diputada Gloria Loza, mediante la Comisión Especial para el festejo del Bicentenario de Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, el alcalde tijuanense preparó –o se lo prepararon– un discurso muy a su estilo; una de esas dizque reflexiones que intentan ser creativas y apasionadas; como si estuviera –todavía– en campaña política. Ramos comenzó con la cordialidad y los saludos pero nomás calentó garganta, y agarró monte. Salió con que las condiciones de la independencia y la revolución tenían muchas coincidencias con la situación actual. Sólo que la diferencia es que el enemigo actualmente no es el imperio español sino el poderío de narco: “…con enemigos modernos, diferentes… que quieren conquistar nuestro país… no es una guerra sólo declarada por el Presidente sino una guerra real… mucho tendría que enseñarnos José María Morelos y Pavón”, explicó el primer edil. Ya inspirado Ramos concluyó la idea: “Aquí en Tijuana nos inspira –para combatir al nuevo enemigo– el fervor patrio, el heroísmo, traemos en la sangre la de aquellos héroes en nuestras venas, ese valor”. Y para levantarse el cuello, aseguró que ésta es la única ciudad que puede reportar avances en el combate al narco, como queriendo decir que es gracias a su heroísmo con el que ha manejado la administración.
El de Ramos no fue el único discurso conmovedor; Óscar Ramón Martínez, diputado panista y presidente de la mesa directiva del Congreso, le hizo segunda. También se puso patriótico, afirmó que “por amor a México” se debe estudiar la historia, recordó la clásica frase: “conocer nuestro pasado… para saber de dónde venimos y hacia dónde vamos”, ya entrado, con voz de catedrático, explicó la importancia de conocer el pasado de nuestra nación y que ésta se enseñe en las escuelas para los más jóvenes, tenemos “la responsabilidad no sólo de estudiar la historia sino de hacer historia”. Pero al panista el alarde de estudioso le duró poco. En cuanto bajó del recinto ZOOM POLITICO le preguntó sobre un dato que en primaria se aprende: si conocía la fecha de consumación de la independencia en México, con todo y pena –o quién sabe– el diputado presidente del Congreso aceptó: “No… ya me estás balconeando…” y ante su ignorancia, una promesa: “me debería de quedar al seminario, ¿verdad?, voy a aprovechar ahorita que lo están dando para quedarme”. Pero ni eso. En un descuido el panista emprendió la huida.
Así “festejan la libertad” los panistas, el alcalde de la ciudad y los diputados del Estado: con sentimientos heroicos, e ignorancia.
(Isaí Lara)
Ramos comparó la Independencia y Revolución con la actual guerra contra el narco
Jorge Ramos como que se siente Miguel Hidalgo y Costilla, sólo que el presidente municipal en una versión “moderna” y renovada. Así fue como muchos entendieron el mensaje del alcalde el pasado miércoles frente a historiadores y estudiosos al inaugurar en Tijuana el Seminario sobre la Independencia y la Revolución Mexicana, organizado por el congreso de Baja California. Para dar inicio al seminario que organizó la diputada Gloria Loza, mediante la Comisión Especial para el festejo del Bicentenario de Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, el alcalde tijuanense preparó –o se lo prepararon– un discurso muy a su estilo; una de esas dizque reflexiones que intentan ser creativas y apasionadas; como si estuviera –todavía– en campaña política. Ramos comenzó con la cordialidad y los saludos pero nomás calentó garganta, y agarró monte. Salió con que las condiciones de la independencia y la revolución tenían muchas coincidencias con la situación actual. Sólo que la diferencia es que el enemigo actualmente no es el imperio español sino el poderío de narco: “…con enemigos modernos, diferentes… que quieren conquistar nuestro país… no es una guerra sólo declarada por el Presidente sino una guerra real… mucho tendría que enseñarnos José María Morelos y Pavón”, explicó el primer edil. Ya inspirado Ramos concluyó la idea: “Aquí en Tijuana nos inspira –para combatir al nuevo enemigo– el fervor patrio, el heroísmo, traemos en la sangre la de aquellos héroes en nuestras venas, ese valor”. Y para levantarse el cuello, aseguró que ésta es la única ciudad que puede reportar avances en el combate al narco, como queriendo decir que es gracias a su heroísmo con el que ha manejado la administración.
El de Ramos no fue el único discurso conmovedor; Óscar Ramón Martínez, diputado panista y presidente de la mesa directiva del Congreso, le hizo segunda. También se puso patriótico, afirmó que “por amor a México” se debe estudiar la historia, recordó la clásica frase: “conocer nuestro pasado… para saber de dónde venimos y hacia dónde vamos”, ya entrado, con voz de catedrático, explicó la importancia de conocer el pasado de nuestra nación y que ésta se enseñe en las escuelas para los más jóvenes, tenemos “la responsabilidad no sólo de estudiar la historia sino de hacer historia”. Pero al panista el alarde de estudioso le duró poco. En cuanto bajó del recinto ZOOM POLITICO le preguntó sobre un dato que en primaria se aprende: si conocía la fecha de consumación de la independencia en México, con todo y pena –o quién sabe– el diputado presidente del Congreso aceptó: “No… ya me estás balconeando…” y ante su ignorancia, una promesa: “me debería de quedar al seminario, ¿verdad?, voy a aprovechar ahorita que lo están dando para quedarme”. Pero ni eso. En un descuido el panista emprendió la huida.
Así “festejan la libertad” los panistas, el alcalde de la ciudad y los diputados del Estado: con sentimientos heroicos, e ignorancia.
(Isaí Lara)
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