12.2.08

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez


Cómo cambian las cosas, ¿no? Hace cuatro años, que en realidad no es mucho, una revista de circulación nacional y de distribución gratuita realizó una encuesta entre sus lectores para determinar quiénes eran los 25 mexicanos más queridos por sus compatriotas. Ahora la realidad es otra.

Ya estaba “más allá que pa’ca”, pero en ese entonces el Subcomandante Marcos había a finales del 2003 hecho una insustancial reaparición defendiendo a los terroristas de la ETA. Siendo siempre su mejor publirrelacionista, por lo menos en ese momento le sirvió para que la gente lo ubicara en el lugar número 17 de las simpatías de los mexicanos. Ahora resulta más emocionante comprar muñequitos de trapo con su figura en San Cristóbal de las Casas.

La más querida de las mujeres, en un momento dado, créanlo, llegó a ser Martita Sahagún de Fox. Los encuestados la ubicaron en el lugar 16 de los más queridos, tributándole con ello su frivolidad y protagonismo. Ya iba a la baja pero aun en el 2003 todavía había muchos que deseaban verla como la Señora Presidenta en el 2006.

No hay quinto malo, es más, es sumamente halagador quedar en esa posición en una encuesta de los más queridos, y ese lugar los mexicanos se lo otorgaron –aunque usted no crea– a Lucero. Todavía en ese entonces la revista resaltaba sus virtudes: “Es la imagen cándida y bondadosa de Televisa… capaz de no dormir 24 horas una vez al año con tal de recolectar fondos en pro de la niñez necesitada”. Incluso todavía la mencionaban como “La Novia de México”. Muy lejos estábamos todos de imaginar que ese lucerito de la mañana iba a explotar como hecatombe en contra de los periodistas. Misteriosamente los ejecutivos de Televisa se han empeñado en sostenerla en la pantalla pese a su devastada imagen.

Ya es un raro espécimen, y su voz ya no es ni de niño ni de viejito, tiene setenta y tantos años y apenas puede con sus articulaciones, lleva 40 años en el mismo programa y una década diciendo que pronto se va a retirar. Chabelo, más conocido ahora como “Chabuelo”, quedó en el honroso cuarto lugar entre los mexicanos más queridos por el pueblo. Creo que en su caso no ha cambiado mucho el cariño para con él, finalmente conocen sólo al personaje y no al cascarrabias neurótico que explota en cada corte comercial. Sin embargo, cuando llegue su final, seguramente será una tragedia nacional. ¿Se imaginan un domingo de En Familia sin Chabelo?

Nadie como él, Vicente Fox fue el héroe de todos los mexicanos y aunque sus bonos rápido fueron en picada, el pueblo, que finalmente es el que cuenta, no lo aborrece, como a casi todos los ex presidentes. A medio sexenio, aún ocupaba el tercer lugar entre los más adorados por sus compatriotas. Nos hacía reír más que otra cosa. El escarnio –de intelectuales y periodistas– nunca fue suficiente tras sus metidas de pata tiro por viaje: “Fidel, cenas y te vas…”, “José Luis Borgues”, “Botas de charol”, “Qué bueno que no lees, eres más feliz…”, “Los mexicanos hacen trabajos que ni los negros quieren”… Cuánta simpatía. Si ahora ya no es tan querido –aunque sigue siendo muy rentable su figura– es porque tras su salida han surgido a flote sus transas. Continúan sus declaraciones y exhibicionismo, se cayó el mito del Presidente honrado, y se fortaleció la idea del Presidente pen… denciero.
.
Fue noticia hace unas semanas. Y hace cuatro años ocupó el segundo lugar entre los mexicanos más queridos: Ana Gabriela Guevara. Sus triunfos y el orgullo mexicano la ubicaron entre los afectos de los consultados. Se retiró, aunque tal vez se mantiene el afecto de sus seguidores por su valentía y arrojo para gritar verdades. Ya decía yo que esa mujer tiene escroto. Y bien puesto.

Y el mexicano más querido, hace cuatro años, pues quién más, era Manuel López Obrador. Sus acciones populistas en el Gobierno del Distrito Federal y sus afrentas nada “políticamente correctas” contra sus adversarios; le ganaban el cariño de los mexicanos. Era el más fuerte aspirante a la Presidencia. Hoy un mandatario virtual que mendiga espacios en los medios de comunicación para plantear su postura contra la privatización de la industria petrolera.

Otros adorados en su momento, según esta encuesta: Juan Gabriel, Brozo, Chespirito, Adal Ramones, Cuauhtémoc Cárdenas y, sorpréndase, el Cardenal Norberto Rivera y Rosario Robles. No cabe duda, el amor acaba…

No hay comentarios.: