Presidente de México

Encorvado, apocado en el presidium; certero y recio ante el micrófono

LaS CaRaS de CaLDeRóN

Juan Carlos Domínguez

“¡Y no nos bajaron los pantalones!… que ya es ganancia…”, expresó un reportero de El Sol de Tijuana, apenas al ingresar a las instalaciones de la Universidad Autónoma de Baja California, (UABC) en la cobertura de lo que fue la primera visita, ya como Presidente de México, de Felipe Calderón Hinojosa.

Con el pretexto de dar a conocer los avances de lo que será el complejo habitacional “Valle de Las Palmas”, el primer mandatario visitó la entidad para reunirse con funcionarios del Gobierno Estatal y encargados del proyecto, teniendo como sede el CAR (Centro de Alto Rendimiento) de la UABC en Tijuana, que tan amargos recuerdos dejó en muchas personas, y en el gremio periodístico, tras la penúltima visita de Vicente Fox, en agosto pasado.

Calientes las protestas perredistas por aquellos días, la guardia presidencial de Fox, ya de por sí muy altanera desde siempre, en aquella ocasión implementó un dispositivo de seguridad que era difícil filtrar incluso por el mismo personal administrativo de la Universidad, ya ni se diga por los estudiantes y población en general. Las revisiones fueron exhaustivas, y no se limitaron nada más a esculcar mochilas y bolsas, sino incluso la ropa interior.

El panorama del viernes pasado en la UABC fue diametralmente opuesto; hasta desolado se apreciaba el plantel. Lo cierto es que se había adelantado el festejo del “Día del Maestro Universitario”, y no había clases. Un granito menos en el arroz, por aquello que no faltan los estudiantes revoltosos.También, a diferencia del año pasado, no había apostados en las entradas manifestantes del PRD condenando el fraude electoral. Ahora “ni sus luces” los perredistas, que incluso traen tal flojera, que hasta para nombrar a sus candidatos les ha faltado ganas.

¡Cambiaron los estilos!

Llegar hasta las instalaciones de la UABC no fue la proeza del año pasado. No se cerraron las vialidades varios kilómetros a la redonda, por lo menos no tan escandalosamente como con la visita de Fox. Cada quien pudo llegar con su automóvil fluidamente hasta el estacionamiento del CAR. Y ahí la primera sorpresa: Hasta Valet Parking. Más sorprendente aún, el servicio no solamente estaba disponible para los invitados especiales, sino también para los reporteros, que hasta muy pavoneados entregaban las llaves de su carro. Eso sí, muy propia atención, aun en medio de la terracería. Entre algunos carros, semiocultos, se apostaban algunos soldados. Silenciosos y discretos.

De forma inmediata, y aclarando la hora en que llegaría el Presidente (sólo llegó con un retraso de 10 minutos), se presentó ante la prensa Juan Carlos González Mesa, del área de Comunicación de la Presidencia. La camaradería, lo coloquial y hasta las formas “campechanas” del funcionario, sorprendieron sobremanera a los reporteros. “¡Han cambiado los estilos, carajo!... ¡Da gusto!”, exclamó la reportera de Televisa Maricarmen Flores. No lo podían creer: “Estoy gratamente sorprendida...”, expresaría una conductora de Síntesis. Pero el mayor alivio lo expresaría un reportero: “Y ya no te bajan los pantalones… que es lo mejor…”.

Aunque no faltó el escepticismo ante tanta lindura: “Pero hay que ver si dentro de 5 años no están enfadados los cabrones…”, consideró alguien de Televisa. Otra dijo: “Ya estaba esperando que me tiraran mi café”. Mientras que una reportera de Síntesis también incrédula compartía: “Yo ya me iba a venir a pie desde el canal”.

El encargado de los medios no ordenaba, invitaba; no giraba instrucciones, sugería. E invitaba a los representantes de los medios a “hacer tiempo”, en la casita de campaña provista de bocadillos, jugos y café. De vez en vez, expresaba: “Ahorita pasamos, jóvenes, no se me desesperen”. Nada que ver con los malencarados que cargaba Vicente Fox.El trayecto a las instalaciones deportivas, ya no fue el vía crucis del año pasado. Una ligera revisión a las pertenencias, y el paso por los detectores de metal, sin mayor problema.

Adentro, invitados especiales del proyecto “Valle de las Palmas”, esperaban pacientemente el arribo del Primer Mandatario y demás autoridades. Los reporteros estaban a la expectativa. El encargado de comunicación les avisaba: “Adelante se pueden acomodar, ¿eh?... no hay barreras… no se espanten”; seguramente en alusión a las famosas “jaulas” que caracterizaron la parafernalia de Vicente Fox.

Apocado su semblante, contundente su discurso

Y la comitiva apareció. Ante la robusta figura del Gobernador Eugenio Elorduy, con su infaltable camisa azul, la figura de Felipe Calderón lucía más diminuta. Venían además, el Presidente Municipal de Tijuana, Kurt Honold, y otros funcionarios del Gobierno Estatal.

Vestido con camisa azul, pantalón beige y chamarra de cuero color café; Felipe Calderón lucía, aparte de muy serio, desgarbado, encorvado, avejentado, indiferente, como distante y cansado. Una vez en presidium, en la mesa, mientras los demás hablaban, lucía apocado respecto del resto. Hablaba el gobernador y Calderón casi todo el tiempo se cubrió medio rostro con ambas manos. Kurt Honold estaba peor. Aunque algunos medios resaltaron que el Presidente lo saludó muy cordialmente, lo cierto es que todo el tiempo estuvo arrinconado e ignorado.

“Nos da mucho gusto recibirlo en Baja California”, le externó Elorduy a Calderón. Y “por no dejar”, agregó: “Y por supuesto también al Presidente Municipal de Tijuana”, ni su nombre dijo.

Ni tardo ni perezoso el Gobernador, antes de hablar del proyecto que ahí los reunía, sacó a relucir lo de los operativos contra el crimen organizado: “… le agradecemos a nombre de todos los bajacalifornianos y le reconocemos su valiosa decisión de ordenar el operativo Baja California…”. Y expuso su muy particular diagnóstico del mismo: “…para esta ciudad de Tijuana ha resultado de beneficios indudables…”. Y la presunción de lo que ni él mismo se creyó: “… con el cual, hemos venido trabajando en coordinación con su gobierno y lo seguiremos haciendo…”. Calderón se mostraba parco. Kurt Honold sólo observaba inquieto, las sillas a sus costados quedaban vacías, nadie quería sentarse a su lado.

Ya sacudida un poco la parsimonia, Felipe Calderón tomó la palabra. Y el cabizbajo personaje se transformó al tomar la palabra. Muy sonriente saludó a los bajacalifornianos. Habló de las bondades del complejo “Valle de las Palmas”, y hasta de la política de vivienda en el régimen foxista, a la que calificó de exitosa. El tema de “la ciudad sustentable” lo trató apresuradamente, y hasta se notó que no estaba enterado de los detalles: “Más vale que sea cierto lo que me contaron”. Calderón estaba ansioso, quería tocar otro tema. Claro, el de la inseguridad, y su mano férrea, aún en medio de las ejecuciones horas antes de su llegada.

Su voz se volvió más enérgica y imperativa al abordar el tema de la lucha contra el crimen organizado, e hizo derroche de frases para ocho columnas: “O actuamos ahora o perdemos a México”, “O cerramos los ojos a la realidad o dejamos que la violencia siga imperando…”, “Tijuana ha quedado sometida por la violencia…”, “Ésta será una batalla larga y difícil”, “Estamos actuando con todo el poder del Estado”.

Habló de los logros del “Operativo Baja California”, y a falta de datos más contundentes que validaran su optimismo, recurrió al asunto del decomiso de más de 205 millones de dólares que la Policía federal había incautado un día antes en la Ciudad de México.

Calderón habló fuerte y recio, cual si estuviera defendiendo aún su elección frente al “Peje”. Confirió a los tijuanenses y bajacalifornianos todos, trabajar en conjunto contra la delincuencia, en realidad la “indirecta” era para Gobernador y Alcalde, que fingieron demencia.

Y así como llegó se fue Calderón. Se le escuchó lo que se deseaba: su postura frente a la inseguridad, en un clima de logística impecable y sorprendente amabilidad del Estado Mayor Presidencial. Acto tan inusual que contentó a los reporteros y que por sí mismo les dio la nota con igualdad de importancia con respecto al contundente discurso de la batalla contra el crimen.

AMBULANTE: Documentales

La FoRmA De La LuNa

*Juan Carlos Domínguez

La luna creciente es el símbolo del Islam. Es la imagen de ese astro en su proceso de irse convirtiendo en luna llena. Mismo tránsito que el director Leonard Retel Helmrich compara con el del país de Indonesia, donde esa religión cada vez va permeando más la vida de sus habitantes.Como parte de la gira de documentales Ambulante, que del 9 al 15 de marzo hizo escala en Tijuana, se presentó “La Forma de la Luna”. Más que un filme, es una metáfora poética, de la que su director se vale para transmitir lo que realmente es el Islam, más allá de la “contaminación” o “violación” que del mismo ha sufrido por parte de los árabes, y que lo vuelve intolerante e incomprensible.

Retel Helmrich es holandés-indonesio, y aunque en primera instancia el documental podría ser meramente un trabajo muy personal, es una denuncia social al fundamentalismo que cada vez rige más a Indonesia, en aras de mantener el orden y la disciplina.

La historia es la de una anciana cristiana que, harta del caos citadino, decide regresar al campo; pero tanto en un sitio como en el otro, la vida es difícil. No hay oportunidades, y el islamismo pesa mucho en una estructura carente de oportunidades.

Como documental que es, por supuesto lo que se ve en “La Forma de la Luna” son personajes y acciones totalmente reales, mas el director reviste todo ello con un lenguaje e imágenes poéticas que desconcierta a aquellos que esperaban ver un trabajo con el formato clásico de ese género; mientras que aquellos públicos menos enterados, simplemente aprecian una película de ficción. Finalmente, a unos y otros les encanta.

Esta cinta se ha presentado y obtenido importantes reconocimientos en festivales internacionales de Europa y Asia, pero Leonard Retel Helmrich está consciente de que ese formato es de difícil acceso para el público en general. Poca cabida tiene en las salas comerciales.

“El documental debería ser más visto porque es un género que tiene mayor poder o injerencia en la política, que el que puede ejercer la ficción”, externó a ZETA el director.

De la gran influencia que puede tener el género, el realizador cita el ejemplo de “Shoah”, documental sobre los campos de concentración para judíos que tuvo gran injerencia en la política europea de los años ochentas: “Por el otro lado, se hizo una película, ‘La Lista de Schindler’, porque el director decía, bueno, ‘`Shoah’ es un gran documental pero no se puede acceder al gran público, por lo tanto necesitamos una ficción… Pero fue una ficción que no tuvo absolutamente ninguna repercusión en la política”, consideró Retel.

Aunque la cinta de Steven Spielberg ganó el Óscar, socialmente no tuvo trascendencia: “Lo preocupante es que la política toda tiende hacia el fascismo; habría que ver a gobernantes como Bush”.

El año pasado Retel realizó el documental “El Paraíso Prometido”, retrato de la interpretación que del terrorismo tienen los indonesios. El filme fue muy controversial y se prohibió su exhibición en ese país.

Con todo ello, Leonard Retel Helmrich, quien es cineasta desde 1986, seguirá enfocando su creatividad a las temáticas de ese país, con el compromiso serio que esto implica: “No siento esta responsabilidad como una carga, al contrario, me siento muy privilegiado de poder hacer esto, y me da mucha tristeza que la mayoría de la gente de Indonesia no pueda salir a hablar…”, concluyó.

Ely Guerra en Concierto

Intimo, romántico y tedioso

*Juan Carlos Domínguez

Íntimo, romántico y tedioso; así resultó el concierto que Ely Guerra ofreció en el Box Underground el pasado martes 13 de marzo.El público disfrutó, o hizo el esfuerzo, aun entre el apretujamiento y la sofocación dentro del que en realidad es un “cuartucho” donde retacaron a 500 personas que no solamente no se podían mover, sino tampoco ver a la cantautora sobre el escenario.

La larga ausencia de Ely en Tijuana sembró la expectativa, y los más agradecidos fueron los promotores que se avorazaron no nada más con retacar hasta el sobrecupo el Box Underground, sino también a revender hasta en 30 ó 40 dólares los boletos que originalmente se ofrecieron a 15 y 18 dólares. “¿Por qué se piratean tanto con la reventa?”, protestó un fan indignado, como tantos otros.

La intérprete tapatía retomó el look de sus inicios y ofreció una tocada totalmente acústica, haciéndose acompañar nada más de una guitarra. Ofreció las canciones más representativas de sus cuatro discos de estudio, pero con versiones más introspectivas, delirantes y “fumadas”.Con “un gracias Tijuanita” saludó a su audiencia, y así fue el tono, muy coloquial y amigable, que mantuvo con los espectadores durante la hora y 15 minutos que duró su presentación.

Desfilaron éxitos -bueno, éxitos es mucho decir- como “Ángel de Fuego”, “La Playa”, “Ojos Claros, Labios Rosas”, “Tengo Frío” y “La Tumba Falsa” (de Los Tigres del Norte).

Adultos jóvenes en su mayoría, con una gran prominencia de la comunidad gay (de ambos sexos), conformaron el público de esa noche de martes 13, los que se consolaron con básicamente nada más escuchar la voz de Ely, porque era imposible distinguirla entre la muchedumbre y la oscuridad. Algunos otros vieron todo el concierto valiéndose de su camarita digital que elevaban sobre las alturas para dirigirla hacia el escenario. Ya podrán disfrutar el concierto en video, porque en vivo fue casi imposible.

La noche fue un desfilar de gente que entra y salía, o de plano mejor se largaba, porque el hacinamiento fue asfixiante y, lo peor, la desesperación les ganó porque la penumbra no les permitió ver los destellos de su “estrella”.

“Yo nada más estaba viendo su sombra, qué pinche caso tiene…”, expresó a ZETA un grupo de jóvenes que prefirieron sentarse en los escalones del acceso al Box Underground, como tantos otros que constantemente salieron a tirarse en el suelo, quejándose de sus cuerpos adoloridos y magullados.

Ely continuaba casi en trance, pasando del canto dulce o meloso, al desquiciado o desgarrado. En ocasiones coreada por la masa que tenía enfrente. A la media noche se despidió: “Me mandan a la camita muy pero muy feliz…;” dijo coqueta. “Fue una noche llena de pasión…”, expresó provocativa. “Espero que lleguen a su casa a hacer lo que les corresponde…”, continuó picara. “Háganlo por mí porque yo ando solita…”, remató ya de plano cachonda.

Adriana Trujillo

PoStALeS CaPiTaLeS

*Juan Carlos Domínguez

¿Por qué ciertas conductas placenteras del ser humano han sido clasificadas como pecados? Aunque inherentes al carácter y el cuerpo del hombre, desde el inicio de los tiempos “los pecados capitales” han sido germen de toda clase de culpabilidades y condenas que de la conciencia meramente individual, trascienden a la colectividad, a veces de formas por demás extremas y devastadoras.

Pero dilucidar ese dilema dogmático, y finalmente existencial, no es la pretensión de Adriana Trujillo en su documental “Postales Corporales”, en el cual aborda la desnudez física (y mental) de siete protagonistas, encarnado en cada uno de ellos, un pecado capital, y con ello, una revelación de identidad, de actitud, de historia personal de un cuerpo físico, emocional y espiritual.

Comunicóloga egresada de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Trujillo emprendió una maestría en Documental en la Universidad Autónoma de Barcelona, después de una nutrida actividad en la región en proyectos artísticos audiovisuales como YONKEart, BorderLand, y, próximamente, BorDoc’s. “Pecados Capitales” fue la evaluación final en sus estudios en España.

También ejecutante de danza contemporánea en alguna etapa de su vida, Adriana había tenido la inquietud de las formas del cuerpo humano y su elasticidad, de las imágenes plásticas que éste puede generar. Una premisa que pudo quedarse en lo meramente estético, se enriqueció con todo un estudio de antropología corporal, del individuo dándole la cara, desnudo, a su historia personal indesprendible de un entorno, un contexto, de la interpretación del yo y el mundo. Una reflexión que explique “qué tanto puede tatuar la realidad en nuestro cuerpo”, expresa la videoasta.

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Desnudos del alma

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El estreno de “Postales Corporales” en Estados Unidos será este sábado 10 de marzo (3:30 pm) dentro de la selección oficial de cortos documentales del San Diego Latino Film Festival, en UltraStar Mision Valley Cinemas de Hazard Center.

Anteriormente, este trabajo tuvo exhibición en España, donde recibió el Premio Especial del jurado en el Barcelona Visual Sound, y en nuestra ciudad donde fue considerado Mejor Documental dentro del Festival de Cine de Baja California 2006. Y las perspectivas para su productora y directora, es una larga vida de exhibiciones de su documental en foros y muestras en nuestra región y el resto del país.

En 29 minutos se reparten los siete capítulos en los que está dividido el documental. Cada uno de ellos, por supuesto, un pecado capital, donde cada protagonista se desnuda, de cuerpo pero también de actitud, y habla, desde su propia voz, de su pecado y su persona, dando como resultado final “un caleidoscopio de emociones y matices”.

Una factura bella la de “Postales Corporales”, donde la pornografía que pudiera ser el incentivo para el espectador, queda en un segundo plano ante la propuesta estética del filme. Precisamente, no se trataba de hacer un documental en los formatos convencionales, ni siquiera un video experimental, sino un registro narrativo, visual y sonoro, que en cada uno de los capítulos obedece a un tratamiento y estética particular; como lo es la historia misma de los protagonistas.

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Pecados que hablan

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“`Postales Corporales’ es en esencia un paso y una invitación para pensarnos desnudos con nuestra carga vital en la butaca del cine”, expresa Adriana Trujillo.

Para ello “deja fluir el texto corporal de los personajes, quienes expresan tanto la angustia como el placer, ansiedad y armonía, decadencia y orgullo”.

El catálogo de postales va así.: “Envidia” es Naomi, una bailarina de 23 años; desde niña se dedicó al ballet, hasta que sintió celos por lo que podían hacer otras bailarinas y ahora se dedica a la danza contemporánea. “Gula” es Luis, naturista de 51 años; perdió 20 kilos, se volvió vegetariano, cambió todo su entorno social y espiritual, y se llenó de mucha hambre, pero por la vida. “Avaricia” es Ada, 21 años, su complejo siempre fue el tamaño tan pequeño de sus senos; su familia la ayudó para la cirugía que le aumentó la talla, ahora posa desnuda para revistas, comerciales y videoclips.

“Pereza” es Rubén, escritor de 34 años; se pasa la vida leyendo y escribiendo como un acto de resistencia al acelere diario: “Si el ocio es el padre de todos los vicios, la pereza es la madre de toda la belleza”. “Lujuria” es Mariona, actriz de 70 años; ella descubrió la sexualidad en la edad madura, narra sus anécdotas sexuales bajo la premisa de que con la vejez no tiene por qué morirse el sexo. “Ira” lo encarniza Ana, 25 años, quien sufre arranques de histeria, llora mucho, sus piercings y maquillaje reflejan su explosiva personalidad e intolerancia. Y “Soberbia” es Aramís, cubano homosexual de 40 años; dice que rompe con los estereotipos del “orgullo gay”, vive en continuo conflicto con los demás; es seropositivo y asume la vida con optimismo y libertad.

Otro elemento muy importante en “Postales Corporales”, es la música, compuesta expresamente para este trabajo por Santiago Barguño y Cristian Pérez Rodríguez, que interpretan junto con Joan Plana Nadal, en matices que van del piano y violín, a lo electrónico.

Al margen del resultado final, a Adriana Trujillo le queda la experiencia de un trabajo integral que no empezó cuando tomó la cámara en sus manos, sino con un proceso arduo de preproducción, que incluyó una metodología de investigación, pasando por la búsqueda de protagonistas, que tampoco fue fácil. Luego vendría también lo propio con la producción y postproducción, dando como resultado una intensidad creativa en la que una fase no desmerece a las otras.

La enseñanza que como tijuanense le deja este proyecto a Trujillo, es reflexionar sobre el grado de profesionalización que como locales todavía nos falta; aunque si bien lo importante es que se hagan las cosas, “seguimos siendo una ciudad adolescente”. Sus “Postales Corporales” puede ser ejemplo de un carnet de mayoría de edad para una generación de creadores que ya ha cocinado, condimentado y saboreado la “tijuanidad” visual hasta el hartazgo.

Ambulante

Gira de Documentales

Ventanas al mundo

Juan Carlos Domínguez

El proyecto presidido por el actor Diego Luna, se convierte ahora en una gira de documentales enriquecida con cuatro secciones -antes era sólo una- que energizan aún más las diferentes miradas y posturas de asumir la realidad.

Ambulante nace como un festival itinerante de documentales, cuya finalidad es llevar ese formato, poco socorrido por los grandes públicos, a las salas comerciales de cine. Se crea bajo un solo programa de filmes, que ahora se ha convertido en la cuarta parte de la totalidad de la propuesta.

Selección Oficial: Son documentales mexicanos y extranjeros que se han enfocado a los temas sociales y que han tenido impacto en festivales internacionales. Más que ese aval, la selección rescata estos trabajos por su creatividad e innovación, así como por su tendencia a la reflexión. “37 Usos para una Oveja Muerta”, “Bajo Juárez”, “Cada Quien su Granito de Arena”, “Jesús Camp” y “Maquilápolis”, son algunos de los títulos que se incluyen en esta sección. Hay que resaltar la inclusión de “Que Suene la Calle”, documental realizado por la tijuanense Itzel Martínez del Cañizo.

Director’s Cut: Es el apartado que da cobijo a aquellos documentales que han sido censurados en distintas partes del mundo. Propuestas que han sido manipuladas, distorsionadas u omitidas por los medios de comunicación o las autoridades, debido a su tratamiento de temas incómodos o controversiales. Aquí se podrán apreciar documentales dedicados a Oliver Stone, Fidel Castro (“Comandante” y “Buscando a Fidel”), la red Al Jazeera (“Sala de Control”), el priísmo de Luis Echeverría (“México la Revolución Congelada”) y los abusos del Ejército norteamericano e inglés contra todo aquel sospechoso de terrorismo (“Camino a Guantánamo”).

Wit Witness: Es el apartado que se gesta a partir del organismo del mismo nombre, una organización internacional no gubernamental, con sede en Brooklyn, Nueva York, que capacita a defensores de los derechos humanos, para darles video y voz a los testimonios de tantas víctimas. Gracias a ellos, han aparecido cientos de imágenes que permanecían ocultas, problemas que no se habían contado, y que ahora, con su exhibición, pretenden llamar la atención de los líderes de opinión, legisladores, gobernantes, medios de comunicación, y finalmente, del público en general. Wit Witness fue fundada por el músico Peter Gabriel y Reebok Human Rights Foundation. En uno de sus viajes, el rockstar llevaba uno de los primeros modelos de las cámaras camcorder, pero eso le sirvió para darse cuenta del gran potencial que había en el video para convertirse en una herramienta de denuncia. Ahora ese proyecto difunde los documentales lo mismo en CNN y CBS que en PBS o la BBC. El listado de temáticas en esta sección son: Los feminicidios en Ciudad Juárez, el abuso de trabajadores en Birmania, abusos contra indocumentados, tortura y desapariciones en contra de musulmanes, etcétera.

Injerto: Es la sección que, sin menosprecio de las demás, incluye los documentales más experimentales, ya que son aquellos creados por artistas y cineastas que buscan expandir las posibilidades del género más allá del simple retrato del que está frente a la cámara. Rompen con los cánones del formato tradicional, para a través del movimiento, intensificar la reflexión del documental como ventana de la realidad. Aquí se verán los trabajos “Energía de Lituania”, “Una Vez en el Siglo XX”, “El Rol de una Vida”, “Crítica de la Separación”, “Fascinación”, “Fronterilandia”, “Habana Solo”, “Magnavoz” y “Americanizado hasta la Muerte”, sin olvidar que cualquier filme de este género es un documento histórico, los trabajos de Injerto exploran lenguajes innovadores, frescos, que brindan diferentes aristas a la estética del planteamiento de los problemas.

Es un centenar de títulos incluidos en Ambulante Gira de Documentales 2007; imposible reseñar cada uno de ellos, o basta decir que individualmente, encierran una revelación del mundo, más allá de la cotidianidad de la que somos testigos. Además de ser una puerta para una nueva generación de cineastas latinoamericanos, y finalmente, de todo el orbe, tal como fue la iniciativa de Canana, la compañía productora fundada por Gael García Bernal, Diego Luna y Pablo Cruz. La meta es explorar nuevas rutas de expresión, donde la contemplación por el cine vaya aunada a la cultura y concientización.

Los documentales de Ambulante podrán ser apreciados por el público tijuanense del jueves al domingo, en las salas de Cinépolis Plaza Río, dentro de su cartelera y costo normal. Por otro lado, las propuestas de Injerto serán exhibidas sin costo para el público, en el Centro Cultural Tijuana y en el café La Casa de la 9.

Pan y Circo

Juan Carlos Domínguez

El escepticismo es mi problema. Pero algunas recientes declaraciones de protagonistas políticos me han hecho reflexionar en que quizás me paso de desconfiado. No hay derecho a dudar sobre todo cuando se respalda la realidad con palabras tan convincentes. Por ejemplo, lo que dice Kurt Honold, nuestro nuevo alcalde: “Trabajaremos con transparencia”. Y si no gobierna bien, por lo menos nos iluminará con su sapiencia el señor Honold: “El gobierno que tenía el ingeniero Hank se distinguió por abierto, plural, sin distingo, ni sigla partidista”.
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Jorge Hank Rhon, para variar, es el que más me mueve las fibras: “Nunca me ha gustado ser ni ‘gandayón’ ni tampoco irresponsable”. Y hasta me lleva a reparar en mis equívocos: “Tengo la conciencia tranquila y sé que lo que estoy haciendo lo estoy haciendo por el bien de la ciudadanía”.
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Los panistas también contribuyen en el auto rescate de mi confianza. Sólo citaré al precandidato Jorge Ramos, concreto y firme: “No tengo ambiciones de poder”.
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¿Alcaldes haciendo payasadas? Muchos no lo quiesieran, pero tengo la sospecha que por lo que resta del trieno, tendremos que resignarnos al destino. Eso de que Kurt Honold en cuanto tomó posesión fue a misa a darle las gracias a la virgencita, y luego hasta a bolearse los zapatos con “Paquito”, me hacen considerar al nuevo personaje, o muy protagónico, o de plano muy poco original. Que se me hace que ya ni vamos a extrañar a Vicente Fox (que hasta eso, no ha dejado que lo echemos de menos) teniendo tan cerca a un Honold que puede contribuir mucho al humorismo de nuestra política.
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Pero hablando de cosas buenas. Y, ya más en serio. Sí es para sorprender que un político, y diputado –más impresionante aún- esté trabajando (ya con eso es suficiente), y donando parte de su sueldo. Se trata del panista Carlos Torres Torres, quien de los 110 mil pesos que percibe mensualmente, regala 25 mil a distintas fundaciones altruistas de Baja California. Cumplió lo que prometió en campaña. En su página de Internet da cuenta de todas sus actividades, incluyendo copias de los cheques que avalan sus donaciones. Y aún hay más. Torres tienen metida una iniciativa de ley para que se les bajen los estratosféricos sueldos a los funcionarios de gobierno. Obviamente la propuesta no ha sido vista con buenos ojos ni el Congreso local ni Federal. Me entusiasma que se den este tipo de políticos. Y juro que lo digo en serio.
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Sucedió en el Cecut. A propósito de las funciones de la obra de teatro “Festen”, que se abarrotaron no por la obra, sino por la simple presencia de Diego Luna. Parecía aquello función de Taurus Do Brasil, por la aglomeración y la actitud del público. Pero escuchaba a una parejita, donde el muchacho presumía que el Cecut hasta un auditorio tenía. Luego, lo más revelador: -“Yo nada más he venido dos veces en mi vida”; decía la chica, como de 20 años. Y el joven respondía: “Yo vine como hace cuatro años”. Esa es la “gran penetración” que tiene el Cecut dentro de la comunidad, según presumen sus funcionarios.

Pan y Circo

Juan Carlos Domínguez

El Toreo de Tijuana es la manzana de la discordia ahora. Historiadores, empresarios, líderes de asociaciones civiles y funcionarios tanto del estado como del municipio, están metidos ahora en el tema de la demolición de ese inmueble. Para el resto de los tijuanenses, frente a otros temas, la plaza de toros como edificio histórico, no parece interesarles mayormente. Igual porque los tijuanenses de sepa cada vez son los menos. En una ciudad de tanto advenedizo, obvio, no hay arraigo, no hay sentido de pertinencia.
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El Toreo de Tijuana no es propiedad del Ayuntamiento, dijo lavándose las manos David Navarro, director de Administración Urbana del Municipio. El coso pertenece a particulares y ellos pueden hacer lo que quieran con él. Así que órale, duro con él, échenselo, seguramente dijo, claro, en términos más protocolarios.
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Al gobernador del Estado se le avecina “un broncón”, sentenció Aída Anchando, presidenta de la asociación “Unidos por Tijuana, 100 años de esfuerzo”. Porque existe una Comisión de Preservación del Patrimonio Cultural, incrustado dentro del ICBC, pero para variar estaban “dormidos en sus laureles”. De hecho llevan 12 años amodorrados en un asunto que evidentemente resulta poco atractivo a los funcionarios. El asunto es que si el gobierno del estado hubiera ordenado detener la demolición del Toreo de Tijuana, el Municipio hubiera tenido que acatarlo. Pero ni enterados estaban.
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Cualquier pretexto es bueno para el arguende y los pleitos partidistas. A lo de las multas electrónicas, lo de los asaltantes vestidos de rojo; y todo ese circo en el que están envueltos panistas y priístas, rojos y azules, funcionarios municipales y funcionarios estatales; se suma el Toreo de Tijuana. Ahí hay un buen pretexto para que entre los dos niveles de gobierno se sigan achacando culpas: Unos por ineptos, y otros por intransigentes. O todos por ambos defectos. Eso si, no faltaría material y a seguir cocinando notas calientitas en los medios todos los días, tal como ocurre hoy en base a la epidemia de declaracionitis contra la que ningún político parece estar vacunado.
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Pero para casos curiosos, los del Municipio. Apenas un día antes se anuncia la inauguración de una exposición plástica en el Antiguo Palacio Municipal o bautizado ahora como “El Palacio de la Cultura”. La artista es la poco ubicable Sylvia Pardo; la exposición es en un día martes, lluvioso y frío, en el pleno centro de la ciudad. De casualidad paso por ahí, y el despliegue de autos de lujo y seguridad afuera es inusual y llamativo. Entro y la ceremonia la preside el Alcalde Jorge Hank Rhon. “!Ah caray!, ¿pues quién es la que expone?”, me pregunto. Luego averiguo y las respuestas son sigilosas y tímidas. Atinan a decirme que es “la apoderada” o algo así de Hank. El acto cultural, termina pues, siendo otro más de los convites sociales del edil. Hasta catalogo de la muestra presentan, editado por el Ayuntamiento, con los consabidos colores del partido adornando la esquinita de la portada, y la presentación de Jorge Hank analizando la obra de la artista. Van tres eventos concurridos y glamorosos en el nuevo espacio. No parece el de todos los tijuanenses como pregona el Alcalde. Es más, hasta un priísta expresó: “Es el nuevo zoológico de Hank”. ¿Qué habrá querido decir?

Pan y Circo

Juan Carlos Domínguez

Las curiosidades que nos venden los medios. El otro día Hechos de TV Azteca dio como una de sus principales noticias el reconocimiento que le entregaron a un empleado de Elektra. Ricardo Salinas Pliego, Presidente del Grupo Salinas encabezó la ceremonia y soltó las palabras de rigor que suelen conmover al festejado y a sus allegados (al resto no). El reconocimiento fue para Pablo Hernández por sus 50 años ininterrumpidos como vendedor de Elektra -“la tienda para gente de escasos recursos”-, ya ni siquiera como empleado del Grupo Salinas, TV Azteca u otra firma. El señor laureado dijo “ni he sentido cómo se ha ido todo este tiempo”. El vendedor de Elektra dijo que en 50 años no ha dejado de sonreír. Sin palabras.

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El tiempo se ha congelado en Tijuana. Por lo menos eso parece si escuchamos las radiotribunas. El colmo es que siguen participando los mismos “tribuneros” desde hace más de veinte años. Los “tribuneros” son aquellos radioescuchas que se han erigido como “opinadores” eméritos que, me los imagino, son aquellos viejos residentes tijuanenses que ya no tienen mucho que hacer más que escuchar la radio y sentirse líderes de opinión. Son voces y nombres que ha fuerza se han quedado grabados en la memoria: Rita Flores, Roberto Mercado, José Luis Pineda, Nuñez…Lo más absurdo es que han pasado todos los partidos, todos los colores y todas las mafias por el gobierno, y las quejas siguen siendo las mismas en 1986 que en 1992, 2000 o 2007. Por lo menos esos noticieros ya no recurren solamente a los recortes del periódico. Pero de ahí en fuera, nada ha cambiado.
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Regresó Fernando del Monte a la titularidad del noticiero Notivisa. Las especulaciones eran muchas. Los motivos, desde problemas de salud, hasta la cancelación de su programa de debate “Contrapunto”. Más aún que Alfredo Álvarez había asumido un protagonismo evidente, a pesar de que lleva muy pocos meses ahí. Álvarez editorializaba la mayor parte del tiempo, se mostraba incisivo, y hasta se acomodaba de tal forma que le robaba todo el cuadro a su compañera Karina Muñoz. No cabe duda que el reportear en la calle le da otras tablas a Álvarez frente a la cámara. Por otro lado la sobriedad de Fernando del Monte, es necesaria en este momento que los hechos noticiosos desfogan el humor de tantos. Notivisa debe buscar el equilibrio, que al cabo la competencia de enfrente (los otros noticieros locales de TV) no gozan del mejor momento para sobresalir.
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Siempre he sentido desprecio por Jorge Ortiz de Pinedo. Me cae gordo. Siempre me ha parecido su humor bobo, soso, simple. Sin embargo, el otro día caí en la cuenta que ha hecho buena labor en la televisión. Con diferentes series, como “Los comediantes”, “La Casa de la Risa”, “Festival del Humor”, ha impulsado a muchos comediantes y los ha lanzado a la popularidad. Eso es bueno, los artistas no suelen ser los más solidarios entre ellos. Vi uno de esos programas y la verdad hay cómicos muy buenos, que nadie los conocería. Otra cosa que recordé de Jorge Ortiz de Pinedo, una tragedia en su vida. Su madre y su hermana –también actrices- murieron asesinadas en Israel, a causa de un atentado terrorista.

Pan y Circo

Juan Carlos Domínguez

Se montó en su macho Sergio Vela y no solamente revalidó a Teresa Vicencio como directora del Centro Cultural Tijuana, sino menospreció el sentido común de toda la comunidad cultural tijuanense y les dijo que su decisión fue muy concienzuda y meditada en base al buen desempeño de la funcionaria, sustentado en dos hechos: El diálogo amplio que sostuvo con la comunidad artística, y el buen equipo de colaboradores con los que cuenta. Declarar eso me huele a burla. Todavía más, el exquisito presidente del Conaculta, dijo que esa instancia impulsará más las manifestaciones artísticas de la región (seguramente porque el presupuesto no le dará para más) porque el Cecut no debe ser un mosaico de la expresión artística de todo el país (¿me pregunto, qué no es una instancia federal ésa?), porque entonces aquello se convertiría en un “tianguis cultural”. No cabe duda, estamos perdidos. Canjeamos a una Presidenta del Conaculta frívola e ignorante, por otro titular refinado e intolerante.

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Me están resultando simpáticos los panistas precandidatos para la Presidencia Municipal de nuestra ciudad. En un cuestionario que les aplicó el periódico Frontera, a Miguel Ávila Niebla le preguntaron que si cuál personaje o persona le aburre más, respondió: “cualquier político”. ¿No es incongruencia? El que se voló la barda fue Javier Castañeda Pomposo, a él le preguntaron sobre el personaje vivo que más admira; respondió que Vicente Fox. (¿A él le prenderá sus velitas?). Luego, Jorge Ramos, caramba, le hicieron la pregunta: ¿cuál ha sido el episodio más ridículo de su vida?; contestó: “en ningún momento me he sentido ridículo”. Y yo no pude dejar de recordar su rostro desencajado aquel domingo electorero cuando le dieron la noticia que Jorge Hank Rhon le había ganado la alcaldía de Tijuana. Pero lo que sí se me hizo bien bonito es cuando les preguntaron que si cuál ha sido el amor de su vida y respondieron, los tres, que sus actuales esposas. Lindo, ¿no?

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A María Elvia de Hank le ha dolido dejar el DIF, pareciera. Una semana después de dejar el cargo, siguió inaugurando proyectos y encabezando proyectos. Dos semanas después, ha estado dando entrevistas diariamente en todas las estaciones de radio y demás medios. O le duele desprenderse del cargo, o su fidelidad conyugal es inquebrantable o ha entendido muy bien la solidaridad colectiva tratándose de campañas proselitistas. Y dice que no tiene ni idea de la política.

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¿Cuánto cobra la selección mexicana de fútbol por jugar en San Diego? Lo suficiente como para que ganar el partido sea lo menos importante.

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Se los dije, el Toreo de Tijuana era un buen pretexto para aventarle más leña al fuego de la confrontación partidista entre los diferentes niveles de gobierno. A última hora, seguramente por indicaciones de “más arriba”, el regidor Carlos Mejía le entró a la protesta para detener la demolición de esa plaza de toros, debió haberlo hecho desde hace mucho, como encargado de la comisión de educación y cultura que es. El beligerante Raúl Castañeda Pomposo, hizo lo propio. Pero demasiado tarde. Ya para qué. Los señores seguramente hasta entonces ni enterados estaban en lo que consiste la Ley para la Preservación del Patrimonio Cultural para Baja California.

PEDRO INFANTE

A cincuenta años de su muerte...

*Juan Carlos Domínguez

“Mudo desfile ante el ídolo”, “México llora la caída de un nuevo ídolo”, “Desfiló el pueblo día y noche ante este ídolo caído” y frases por el estilo, fueron los titulares a ocho columnas de todos los periódicos del país. No era para menos. Nunca antes los mexicanos habían mostrado tal conmoción ante la muerte de un famoso. Y con el dolor nacía el mito.

“Pedro Infante. El Ídolo Inmortal” (Océano), es el título de un libro escrito por José Ernesto Infante Quintanilla, que da cuenta no sólo de la vida y obra del artista más influyente en la cultura popular mexicana, sino también de la leyenda que se ha construido a partir de aquel 15 de abril de 1957, cuando el artista perdía la vida a causa de un accidente aéreo.

A lo largo de su carrera, Pedro acumuló 61 películas filmadas y la grabación de 430 canciones. De eso da un recuento pormenorizado el autor del libro, lo que ya de por sí lo convierte en un valioso documento. Pero lo más importante, da cuenta de la biografía del ídolo mexicano, del que ciertamente, se ha escrito tanto, pero pocas veces desde las fibras mismas del afecto de sus más allegados.

Infante Quintanilla, sobrino del artista, promete que ésta es la biografía más completa que se ha escrito sobre Pedro Infante. Páginas por donde transcurre el nacimiento, la infancia y juventud del ilustre sinaloense; una crónica que se entreteje de anécdotas familiares y relatos de primera mano de familiares y amigos. Incluso de cartas escritas por el propio Pedro, que con sumo cariño dirigía a sus hijos. “Es un libro innovador”, presume el autor.

Aunque presentado oficialmente el año pasado, “Pedro Infante. El Ídolo Inmortal” es un libro que se enmarcará sobresalientemente este 2007, cuando se conmemore el 50 Aniversario de la muerte de Pedro Infante. Será un año de fiesta dedicado a la memoria del cantante y actor, y de sus entrañables personajes que aún se mantienen tan vivos como siempre.

La obra se reparte a lo largo de siete capítulos: Yo soy quien soy, que es un análisis del fenómeno social y cultural que representa Pedro Infante; Orgullo ranchero describe los primeros años de su vida en Guamúchil y Culiacán, así como sus inicios en la música; El muchacho alegre relata su ascenso y éxito en la carrera artística; Doscientas horas de vuelo se centra en su vida personal, por demás intensa; Que me toquen “Las Golondrinas” puede ser el capítulo más emotivo, toda vez que narra los detalles de su muerte, el duelo nacional y el mito que se ha sembrado desde entonces; mientras que en Tú sólo tú, se hace una reflexión en torno a su personalidad, así como el análisis de varios intelectuales que reparan en el fenómeno irrepetible que este personaje representa. Como capítulo final se ofrece un compendio de toda la obra artística de Pedro Infante.

“Mucha gente se aferró a la idea de que Pedro Infante no había muerto”, refiere el autor del libro y rescata precisamente el hecho de que este “Pedro Infante. El Ídolo Inmortal” viene a dilucidar cualquier idea al respecto, con testimonios de primera mano y un extenso catálogo de fotos donde, incluso, puede observarse el rostro del ídolo entre los escombros de la avioneta calcinada. Mas con las emociones que habrán de remover estas páginas, persistirá el mismo afán: no dejar morir a quien concentró en sí toda la esencia de un pueblo.