Pan y Circo

Juan Carlos Domínguez

El escepticismo es mi problema. Pero algunas recientes declaraciones de protagonistas políticos me han hecho reflexionar en que quizás me paso de desconfiado. No hay derecho a dudar sobre todo cuando se respalda la realidad con palabras tan convincentes. Por ejemplo, lo que dice Kurt Honold, nuestro nuevo alcalde: “Trabajaremos con transparencia”. Y si no gobierna bien, por lo menos nos iluminará con su sapiencia el señor Honold: “El gobierno que tenía el ingeniero Hank se distinguió por abierto, plural, sin distingo, ni sigla partidista”.
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Jorge Hank Rhon, para variar, es el que más me mueve las fibras: “Nunca me ha gustado ser ni ‘gandayón’ ni tampoco irresponsable”. Y hasta me lleva a reparar en mis equívocos: “Tengo la conciencia tranquila y sé que lo que estoy haciendo lo estoy haciendo por el bien de la ciudadanía”.
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Los panistas también contribuyen en el auto rescate de mi confianza. Sólo citaré al precandidato Jorge Ramos, concreto y firme: “No tengo ambiciones de poder”.
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¿Alcaldes haciendo payasadas? Muchos no lo quiesieran, pero tengo la sospecha que por lo que resta del trieno, tendremos que resignarnos al destino. Eso de que Kurt Honold en cuanto tomó posesión fue a misa a darle las gracias a la virgencita, y luego hasta a bolearse los zapatos con “Paquito”, me hacen considerar al nuevo personaje, o muy protagónico, o de plano muy poco original. Que se me hace que ya ni vamos a extrañar a Vicente Fox (que hasta eso, no ha dejado que lo echemos de menos) teniendo tan cerca a un Honold que puede contribuir mucho al humorismo de nuestra política.
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Pero hablando de cosas buenas. Y, ya más en serio. Sí es para sorprender que un político, y diputado –más impresionante aún- esté trabajando (ya con eso es suficiente), y donando parte de su sueldo. Se trata del panista Carlos Torres Torres, quien de los 110 mil pesos que percibe mensualmente, regala 25 mil a distintas fundaciones altruistas de Baja California. Cumplió lo que prometió en campaña. En su página de Internet da cuenta de todas sus actividades, incluyendo copias de los cheques que avalan sus donaciones. Y aún hay más. Torres tienen metida una iniciativa de ley para que se les bajen los estratosféricos sueldos a los funcionarios de gobierno. Obviamente la propuesta no ha sido vista con buenos ojos ni el Congreso local ni Federal. Me entusiasma que se den este tipo de políticos. Y juro que lo digo en serio.
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Sucedió en el Cecut. A propósito de las funciones de la obra de teatro “Festen”, que se abarrotaron no por la obra, sino por la simple presencia de Diego Luna. Parecía aquello función de Taurus Do Brasil, por la aglomeración y la actitud del público. Pero escuchaba a una parejita, donde el muchacho presumía que el Cecut hasta un auditorio tenía. Luego, lo más revelador: -“Yo nada más he venido dos veces en mi vida”; decía la chica, como de 20 años. Y el joven respondía: “Yo vine como hace cuatro años”. Esa es la “gran penetración” que tiene el Cecut dentro de la comunidad, según presumen sus funcionarios.