26.5.08

DEMIÁN BICHIR
SueÑA en Grande

Sí, ya suena muy trillado escuchar a los actores mexicanos renegar de la televisión cuando han elegido el cine como mejor género para desarrollarse. También es cierto que son los menos aquellos que se concentran en la pantalla grande, por lo que los rostros ya se vuelven muy predecibles.

Caso concreto de la saturación de figuras cinematográficas son la dinastía Bichir. Uno de ellos, Demián, concreta sutilmente su desdén por la llamada “caja boba”: “No nos entendemos la ‘tele’ y yo”.

El actor, niega que sienta tirria por la televisión; ha estado en ella: “Yo he hecho algunas cosas que me han parecido interesantes, y otras que me han ofrecido pues son la misma historia de ‘la cenicienta’ y no me causan el menor revuelo”, externa en entrevista con ZETA.

No obstante, Demian Bichir recién reapareció en televisión, pero no en una telenovela cualquiera, sino en los tres últimos capítulos de la serie Capadocia, transmitida por la cadena HBO y producida por Argos, de Epigmenio Ibarra. Con tal productor Bichir trabaja de buena gana, aunque no tiene contemplado por el momento intervenir en los proyectos que Argos tiene por delante.

En televisión abierta, ni pensarlo. Lo reitera: “No nos entendemos la ‘tele’ y yo. Ellos no tienen las historias que a mí me enloquecen, y tampoco yo soy el tipo de actor que a ellos enloquece. O sea que estamos ‘a mano’”.

Del estancamiento que padecen los melodramas mexicanos, como actor se desentiende: “Yo creo que depende de lo que la gente consuma. Si la gente ve el mismo tipo de telenovelas, se van a seguir haciendo igual”.

Luego entonces, bien entrado en el cine, Demian Bichir se prepara en la promoción de su nuevo filme en México, “Enemigos Íntimos”, de Fernando Sariñana, estrenada en el pasado Festival Internacional de Cine en Guadalajara y en espera de distribución en las salas comerciales.

En la cinta donde comparte roles con Blanca Sánchez, Dolores Heredia, Verónica Merchant, Roberto Sosa y Ximena Sariñana; Bichir interpreta a un enfermo terminal con cáncer en la próstata; además de lidiar con otros problemas familiares y conyugales, en un entrecruzamiento de historias.

“Me llamó mucho la atención que era un tema tan delicado” -relata sobre su papel- “y tratado sin miramientos; además que profundizaba, y que el personaje me permitía explorar una serie de cosas que yo no había hecho antes. Todo el personaje deteriorarlo paulatinamente a través de la historia. Lógicamente el resto de la estructura y todo el reparto fue lo que me enganchó”.

La situación de un hombre joven que se ve sometido a quimioterapia y las consecuencias físicas que ello representa, sirve para que Demian bromee a próposito de la “profundidad” que tuvo que lograr en la interpretación: “Es que hacia dentro me tuve que rapar hasta los últimos pelitos; quedé como xoloitzcuintle. Ésa fue la parte más friolenta de todo el trabajo. Pero realmente muy poética”.

A respuesta expresa a una observación de una reportera, respecto de la regularidad con que Demian Bichir aparece desnudo en la pantalla, el actor continúa en son de broma: “En todas las películas salgo en ‘pelotas’. No, no me gusta, pero ‘tiro por viaje’; y en las telenovelas también me toca enseñar las ‘tepalcuanas’. Se siente bien gacho, es el estado más vulnerable para cualquier actor. Yo tengo cuates que dicen ‘¡qué padre!, te tocan puras de ésas con las más guapas’; y nomás les digo ‘sí guey, te invito a que le llegues ahí a estar encuerado ocho horas esperando tu escena…”.

Retomando la seriedad del asunto, Bichir platica las exigencias de su interpretación: “Todo eso me cuesta mucho trabajo, siempre que hago un personaje que va para adentro y explora rincones que generalmente no tocas en tu vida personal: se complica mucho y tratas de bajar la cortina en cuanto termina el rodaje. Además, yo pasé la mayor parte del tiempo ahí encamado, no bajaba ni a comer ni nada de eso; para poder conservar la concentración de un hilo que me parecía muy complicado desde que leí el guión”.

Por último, el actor no puede estar más congraciado con el cine, pues por estos días estará presente en el 61 Festival de Cannes (14 al 25 de mayo), a través de su interpretación de Fidel Castro, en la película “Che”, de Steven Soderbergh. La cinta, que se divide en dos partes -“Guerrilla” y “The Argentine”- tiene una duración de cuatro horas y es estelarizada por Benicio del Toro.

Por la envergadura del director, y el tipo de festival, se puede decir que el actor mexicano circula por los planos estelares de la cinematografía; sin embargo, sus más grandes ambiciones aún no se cumplen: Ser dirigido por Woody Allen o Martin Scorsese: “Soñar en grande o en pequeño cuesta lo mismo, así que es mejor soñar en grande”, remata.

* JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ

No hay comentarios.: