MARCO ANTONIO REGIL: AMBICIOSO EN INCANSABLE

Le da MieDo VeNiR a TiJuaNa

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La conducción de un nuevo programa de concursos, la faceta de conferencista motivacional, el proyecto de una producción en televisión independiente, la ambición de conducir en inglés para las audiencias norteamericanas y hasta la escritura de libros, son los planes que casi frenéticamente se agolpan en la carrera actual de Marco Antonio Regil.

De visita en Tijuana e invitado por la escuela Univer, el locutor de origen tijuanense se encuentra fincado en Phoenix, Arizona, donde desde hace tres años se ha concentrado en un proyecto motivacional enfocado en el ámbito de los negocios y la difusión de talleres de ventas, comunicación y liderazgo, orientado a elevar el bienestar económico de la gente.

Marco Antonio no se ha conformado con el glamour y la fama de ser figura de televisión, sino que su ambición lo ha llevado a explorar otros campos de la comunicación y compartirla -como una misión, dice- con el más amplio auditorio posible.

Aparte de dar talleres y conferencias por todas partes de Latinoamérica, el también productor de teatro está por publicar un libro, “País Rico, País Pobre”. En él centra toda su postura en torno a la corrupción, la delincuencia y la impunidad que hacen que un país como México, y tantos otros, no salgan del subdesarrollo.

“El tema es el código de honor, de las reglas. Cuando las reglas no se aplican, entonces todo el mundo empieza a romperlas, los delincuentes se dan cuenta que pueden romperlas y no pasa nada, y cuando la delincuencia puede comprar a la policía, puede comprar al gobierno, puede comprar a la gente –no estoy diciendo que toda la gente esté metida en eso, pero hay mucha-. Para que el crimen organizado tenga tanto éxito, tiene que haber gente involucrada en todos los niveles”, declara Regil, en una actitud muy distinta a la del conductor ameno que se le conoce.

Menciona el caso de Rudolph Giuliani, quien abatió la delincuencia en Nueva York, que llegó a niveles terribles -peor que en Tijuana o la Ciudad de México-, en una estrategia que iba desde aplicar todo el rigor de la ley hasta por el delito más pequeño, el de la “Cero Tolerancia”. “Porque si no le haces nada al que se roba una bolsa, luego rompe los vidrios de una joyería, luego pasa a robar un carro, y así te voy subiendo hasta que de repente secuestro, mato, y no pasa nada”.

Considera que en nuestro país se podría acoger muy bien el mismo esquema: “Lo que pasa es que en México nadie ha tenido los pantalones de ser ese tipo de líder porque te van a odiar. Si te pones a atacar el crimen pequeño vas a tener que aplicar reglas muy fuertes y algunas personas van a salir perjudicadas, obviamente”.

Refiere que en nuestro sistema jurídico existen las leyes, pero no se aplican, y de eso hablará su primer libro. No se enfocará tanto en los crímenes o la delincuencia, sino en la corrupción, en la impunidad, como flagelos: “¿Por qué Estados Unidos siendo un país que no es rico en recursos naturales, es rico financieramente? ¿Y México, que tiene todo, cómo es posible que estemos en el tercer mundo? La respuesta es esa: la corrupción. Y es que rompemos las reglas, queremos que el país cambie sin que nosotros cambiemos; o el gobierno cambia y luego cambio yo. No, es al revés, Puedo estar equivocado pero esa es mi visión, es mi punto de vista, es lo que siento que tengo que decir, y lo voy a decir en el libro, con cosas prácticas, para que la gente no esté esperando que la solución venga de otro lugar”.

Y hablando de la delincuencia, ZETA le cuestiona al popular animador qué tan conectado sigue de la realidad en Tijuana, ante lo cual reconoce: “Estoy muy desconectado porque primero me fui a México, luego a Miami, ahora en Phoenix; y cuando quieres ir alcanzando otras metas y otros lugares, obviamente no tienes tiempo ni espacio para estar en todos los lugares al mismo tiempo”.

No obstante, asegura, “me da gusto regresar, me da… es una emoción agridulce”, resume titubeante. “Me da gusto ver a Tijuana, pero me da tristeza ver que siguen habiendo problemas que teníamos hace mucho tiempo y se han hecho más grandes todavía. El problema de la inseguridad me da especial tristeza, sigo viendo el mismo problema donde la gente llega a esta ciudad y no hay un arraigo, sino que la usas para trampolín, pero no hay un agradecimiento, y es un problema complicado porque es una ciudad que crece mucho, pero crece sin dinero”.

Sin duda, aquel que iniciara como locutor en estaciones como Radio Latina o More FM conoce bien el contexto: “Tijuana sigue creciendo sin presupuesto. No es como Monterrey, por ejemplo, que crece pero con mucho dinero. La gente manda a sus hijos a estudiar y les pone casa, les compra carro y abren negocios y todo. Yo me atrevería a decir que Tijuana es la ciudad más complicada, la más compleja de todo México”.

Enfatiza sus sentimientos encontrados: “Me da gusto regresar, pero me da tristeza. Aunque no esté aquí, tengo amigos y me dicen, tengo correo electrónico y me entero, leo los periódicos y veo la televisión, y sé lo que está sucediendo”.

– ¿Te da miedo venir a Tijuana?, porque me comentaron que pediste mucha seguridad para hacerlo y preferiste llegar por el aeropuerto de San Diego…

“Pues nos han dicho todos… nos han dicho muchas cosas”, expresa sin responder concretamente. “Sí nos dijeron ‘ten cuidado’. Y toda la gente, sí, Tijuana ha tomado esa fama de ¡cuidado! La mayor parte de mis amigos y de la gente se cruzan a vivir a San Diego; los que pueden ahí, los que no, viven aquí, pero con mucho cuidado. Ya está pasando lo que pasaba (sic) en la Ciudad de México o en Colombia, que la gente ya no se compra el carro que quiere comprarse, o ya no usa el reloj que quiere usar; y las mujeres deben tener mucho cuidado y empiezan a usar escoltas. Hemos visto que el fenómeno se revirtió en Nueva York, hemos visto que se revierte en Colombia. Hemos visto cómo tocas fondo y sales. Ojalá que el fondo lo toquemos pronto y Tijuana le pueda dar la vuelta a ese problema. No es sólo Tijuana, es México”.

Va por sus sueños

Marco Antonio Regil puede sonar duro con sus palabras y, sobre todo, con su actitud. Pero en eso ha fincado su éxito: “Yo elimino a la gente que empieza a decirme: ‘no puedes hacer esto…’. Les digo: ‘Te quiero mucho pero… gracias’”.

El conductor de programas como “Cien Mexicanos Dijeron” recuerda que pasó por la falta de credibilidad de familia y amigos cada vez que intentaba dar un paso más. Cuando de la radio pasó a la televisión tijuanense, luego cuando decidió marcharse a la Ciudad de México, después cuando cambió su residencia a Estados Unidos: “Y cada vez que quiero hacer algo más grande siempre hay gente que me quiere sabotear: ‘Te vas a equivocar… te va ir mal…’”.

Sentencia que en esta vida no necesita humildad, sino seguridad, por lo que otro gran giro en su carrera será cuando alcance su meta de trabajar para la televisión norteamericana, hablando totalmente en inglés, objetivo que no logró hace cuatro años cuando audicionó para “The Price is Right”, que en su momento condujo en su versión en español: “Yo no estaba listo, no podía conducir en inglés, pero ahora ya lo puedo hacer; he estado trabajando mucho en eso. En Arizona hablo inglés todo el día, tengo un coach de reducción de acento; estoy trabaje y trabaje en eso”.

Aclara que no es cosa sencilla, pero el también presentador del Teletón es tesonero: “El problema de la conducción es que es más difícil que actuar, porque ahí puedes memorizar tus líneas, puedes practicar, hay toma dos.

Y como conductor tienes que estar hablando, animando, bromeando; debes tener sentido del humor y eso es un reto más difícil, es algo que ningún hispano ha hecho que haya crecido con el español como primera lengua. Lo han hecho actores, lo han hecho cantantes, pero no ha habido ningún conductor que de tener éxito en su país en la televisión o en la radio, haga este cambio en inglés; entonces tengo mucha ilusión de ser el primero.

Y sé que una vez que lo haga yo, lo van a hacer otras personas. Sé que lo más difícil es ser el primero, y es una misión muy importante, porque creo que es lo que me corresponde hacer. No estoy diciendo que va a pasar en seis meses, o en un año; ojalá así suceda, a lo mejor tardo años en hacerlo, pero no importa, me voy a morir en la rayita hasta que lo logre. Y algún día, ojalá sea pronto, me verán en la tele en inglés”.

Por lo pronto Marco Antonio Regil estará grabando el piloto de un programa de televisión, en el giro que tanto le gusta, de concursos y familiar, que marcará su retorno a las pantallas mexicanas. Será semanal, lo que le permitirá venir a México sólo por dos días, para grabar las emisiones de todo el mes. En ese aspecto Televisa le da todas las facilidades y apoyo: “Porque saben cual es mi sueño, y han entendido que yo para sentirme vivo y para sentirme feliz, tengo que ir por mis sueños, y me están apoyando al cien por ciento en esto. Estamos haciendo un esquema donde no estoy firmado con exclusividad, pero tengo el compromiso verbal de que sigo con Televisa y no me voy a ir a ninguna otra parte”.

Asimismo, continuará con su programa de radio en internet, en la página Vendedores Perros, con sus conferencias y talleres que seguirá impartiendo por todos los países de habla hispana y, con un proyecto que habrá de consolidar en 2009 ó 2010. El programa televisivo intercontinental se enfocará a dar testimonios de vida y superación, en los que trabajará de la mano del productor Leo Vera (creador de Teletón Chile) y de un equipo de amigos tijuanenses con los que ha compartido su ascenso, entre ellos Ignacio Flores de la Lama. Todo un plan de vida y de profesión que parte del hecho de vivir entre dos países, de traer consigo la esencia tijuanense: “Nunca pensé que el haber nacido aquí, y el haber nacido a una cuadra de la línea fronteriza, y escuchado los helicópteros gritar ‘¡pollos regrésense!’, me iba a servir en un futuro. Todo pasa por algo, por eso voy a sacar el libro ‘País Pobre, País Rico’. Es un reto muy grande, y a como soy de perfeccionista, tenemos que sacar un libro muy, muy bueno”.

La cosa es trascender más allá del oropel y la amplia sonrisa. Lo tiene claro: “Lo principal es que la gente me empiece a ubicar no solamente como el conductor de concursos, que es la parte divertida y entretenida, sino como un mexicano que está creciendo y quiere compartir con la gente lo que me ha servido a mí”, concluye.

*JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ