11.3.11


LA POLÍTICA ALEGRE
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Juan Carlos Domínguez
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EL CARNAL FERNÁNDEZ

Las bondades del PAN-Gobierno alcanzan para toda la parentela prendida de la ubre. Si no pregúntenle a Francisco Javier Fernández Aceves, que de asalariado empleado de banco, maestro de medio tiempo en secundarias, y escritor muy regular del “boom” tijuanero, desde hace rato cobra como flamante “asesor” del Gobierno del Estado, concretamente de la Secretaría de Educación y Bienestar Social. Ah, y todo por el gran mérito de ser hermano de Leonardo Fernández Aceves, ex secretario de Desarrollo Social, ex delegado de La Mesa, y ex titular de un montón de puestos de los que ha ordeñado desde hace 20 años. Bueno, pero regresando al hermano “intelectual”, Javier, échense ese trompo a la uña, el susodicho cobra por sus servicios de “asesor jurídico” cerca de 40 mil pesos (curiosamente los tres asesores de la misma área cobran entre 11 y 14 mil pesos, muy por abajo del hermano pródigo), de prima vacacional recibe más de 4 mil pesos, y de aguinaldo 52 mil pesos. Por lo menos deberían de explicarnos en qué consisten las sesudas asesorías del mencionado cuentista y narrador.
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PASEO EN LAS NUBES

Quien vive en las nubes, literalmente, es Heriberto García García, titular de la Procuraduría de Derechos Humanos en Baja California. Muchos pisos y pocos resultados son los que caracterizan a la gestión del funcionario. Su soberbia lo lleva a rentar dos pisos completos, el sexto y el séptimo, del Edificio Cazar de la Zona Río, y en las últimas semanas, ha rentado también todo el primer nivel, para ahí atender a los desarrapados y victimados que llegan a solicitarle auxilio que evidentemente en contadas ocasiones prosperará. El señor García, como sus antecesores, se considera becado vitalicio a expensas del Gobierno del Estado y la Federación, a los que obviamente no toca ni con el pétalo de una rosa.
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MUY GALLITO

Ahora sí que salió bravo el chamaco. Saúl Osnaya, ex dirigente juvenil del PAN en Tijuana, apenas se enteró de la visita en la ciudad del diputado federal del PT, Gerardo Fernández Noroña, afiló las uñas en Facebook. Posteó: “Vamos a ver al pazguato mayor, Fernández Noroña, quién se apunta a exigir disculpa pública…”, conminó a la chiquillada azul para públicamente exigirle al petitsta se detractara “por su vocablo (sic) utilizado en contra de varios tijuanenses”. Y en efecto, el chavo Osnaya y uno de sus cuates hicieron acto de presencia en el evento izquierdista donde hubo 200 asistentes; pero de muy gallos terminaron en zorrillitos arrinconados tras unas tarimas. Que agradezcan que no los descubrieron los exacerbados entusiastas de Fernández Noroña.
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SIN REMEDIO

Si para hacer la chamba diaria está en la modorra, para apagarle los “fuegos” mediáticos al alcalde de plano ya es mucho pedirle a la Dirección de Comunicación Social del Ayuntamiento. En Palacio Municipal cada vez se dan más cuenta, pero los “intereses” en juego no los dejan actuar en consecuencia. Por ejemplo, el miércoles pasado, a la misma hora que una emisora local cuya política es pegarle a Carlos Bustamente hasta por debajo de la lengua exigía al presidente municipal que “ya se deje de cosas y se ponga a trabajar… que se ponga a tapar las calles”; David Navarro, secretario de Desarrollo Urbano, en una sesión de una agrupación de periodistas daba a conocer el arranque de un programa de repavimentación y bacheo en varias vialidades. Pero en Comunicación Social ni por enterados; de entrada, no tuvieron ni la elemental lógica de mandar a un redactor del área a que acompañara a un funcionario de primer nivel a comparecer públicamente, con todo lo que ello implica, y en segundo, y más grave, ni se preocuparon por generar un boletín oficial para informar, aunque sea sesgadamente, sobre un punto tan álgido en la administración municipal. No cabe duda, en el área de comunicación social del Ayuntamiento todavía no les cae el veinte que ser la cara informativa de lo que ocurre con la ciudad y su gobierno es un “poquito” más comprometedor que leer y sonreír frente a un telepronter.

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