26.4.11





MAL MALOVA


De candidato aliancista PAN-PRD, a gobernador cercano al PRI

De Mario López Valdez dicen que pudo ser un gobernador “gigante”, pero que se rodeó de puros enanos. Llegó con un enorme capital político y con grandes simpatías por parte de los sinaloenses, pero pronto enseñó “el cobre”.

El carismático y priísta “Malova” encabezó la alianza PAN-PRD-PT-Convergencia llamada “El cambio es ahora en Sinaloa”, pero nada de cambio, el descontento y la decepción se sembraron en sus votantes desde el momento en que dio a conocer su gabinete.

Los gritos vinieron principalmente de los líderes perredistas que con justa razón reprobaron la inclusión en la nueva administración de los hijos de los ex gobernadores Francisco Labastida Ochoa y Juan Sigfrido Millán; Francisco Labastida Gómez de la Torre, Rocío Labastida Gómez de la Torre y Juan Ernesto Millán.

Hoy, a tres meses de su toma de posesión, en Sinaloa se da por perdido un gobierno más. En el estancamiento continúan la agricultura, el empleo y la economía en general. El principal lastre en el estado, la inseguridad y el crimen organizado, no se ven ni se verán disminuidos desde el momento mismo en que no existe una estrategia en Seguridad Pública por parte del gobierno. Amén de los señalamientos de corrupción y vínculos con el narcotráfico que tienen algunos de los funcionarios.

Pero la criminalidad no es la única amenaza para Sinaloa, también lo es, y desde las mismas entrañas de la administración estatal, las fauces priístas que no se fueron con el cambio de poderes, López Valdez no solamente no pudo o no quiso desprenderse del PRI, sino tuvo que pactar con su partido de origen, para sostener un gobierno al que, pese a la coalición de partidos que encabezó, pareciera que llegó sólo cubierto con la manta tricolor.

Lejos quedaron las fuertes acusaciones de corrupción, enriquecimiento ilícito y de perversos acuerdos que “Malova” le hacía en campaña al ahora ex gobernador Jesús Aguilar Padilla, con el que de inmediato pactó impunidad.

Para ejemplificar el grado de “seriedad” con la que el mandatario estatal ha asumido los problemas de Sinaloa, hay que decir que cuando se declaró el desastre agrícola en el estado, “Malova” en su discurso de auxilio al gobierno federal le dijo al Presidente: “Señor Calderón, si nos ayuda le bailo en Los Pinos…”. Anda de un gracioso, le reprochan sus detractores, como si aún estuviera en campaña.

En ciudades como Mazatlán los asesinatos se han incrementado en lo que va del año y la consecuencia inmediata ha sido una baja considerable de turistas; pero tampoco eso parece ser problema grave para el gobernador, desde el momento en que nombró como su asesor en cuestiones de seguridad a Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, el “Chuy Toño”, ex jefe de la Policía Judicial de Sinaloa, y que el imaginario colectivo ubica como protector que del narco Rodolfo Carrillo Fuentes. A Aguilar Íñiguez se le compara con Humberto Rodríguez Bañuelos “La Rana”, jefe de la policía judicial en el sexenio de Antonio Toledo Corro. La disculpa de “Malova” es que “con blancas palomitas no se combate el narcotráfico”. Pero para muchos tal posición fue sólo para crear un puente entre el crimen organizado y el gobierno.

En cuanto a los nombramientos como los de Francisco Labastida Gómez de la Cruz, hijo del ex gobernador Francisco Labastida Ochoa, no van sino encaminados a “amarrar” los “negocitos” que López Valdez y la cúpula tienen a la vista. El vástago Labastida fue colocado en la Coordinación de Proyectos Estratégicos, su padre, actual Senador de la República, preside la Comisión de Energía. En breve se discutirá en el Congreso local temas como la producción de gas natural y la energía eólica, además que la empresa Sempra Energy –que en Baja California ya sabemos cómo se las gasta– piensa instalarse en Sinaloa.

“Malova” ha presentado un Plan Estatal de Desarrollo que gestó de puertas cerradas, pues no consultó ni a colegios, ni empresarios, ni a grupos civiles, y menos al pueblo. Ven en su proyecto un enfoque hacia los grandes negocios, los suyos, y no hacia los grandes problemas, los de los sinaloenses todos.


Juan Carlos Domínguez

No hay comentarios.: