LA POLÍTICA ALEGRE
Juan Carlos Domínguez

HISTÉRICO
Los gritos y maldiciones cimbraron el Palacio Municipal de Rosarito. El tremendo ataque de histeria provenía de Ernesto Gilbert Castillo, coordinador de Copladem, quien reaccionó así cuando un reportero le preguntó respecto a las observaciones que el Gobierno del Estado le hizo a su Plan de Desarrollo Municipal. Inexplicable su reacción pues los “detallitos” que le mencionaron eran mínimos porque incluso hasta lo felicitaron por lo bueno del proyecto. Como con el diablo metido le espetó al entrevistador: “!Todos ustedes son una bola de estúpidos!” (en realidad les dijo algo peor)… “!Escriben nomás chingaderas!”; y el gremio periodístico se indignó: “Que escribimos chingaderas es cierto; pero que no nos diga pen…”. Dicen que encolerizado Gilbert hasta los zapatos de tacón aventó contra la pared.

CHANGARRITO AZUL
Lejos quedó aquel día en que la entonces regidora del PRI, Marta Mandujano, muy ufana se quitó la camiseta roja hankista y se puso la azul de Jorge Ramos. Tres años le duró el gusto – con chambita en el XIX Ayuntamiento- pero en sus planes estaban muchos más. La suerte electoral le deparó otro destino y, en lugar de despachar en el Congreso o Palacio Municipal, ahora despacha en el edificio del PAN de sus –recientes- amores; aunque dicen que la mayoría de los panistas no la quieren, salvo el dirigente Enrique Méndez. Pero ahí la tienen nada menos que encargada de un puestecito de dulces, sí, para procurarle recursos al partido, de donde también sale su “raya” como militante activa. Marta aprovecha los actos partidistas para ofrecer mazapanes, pepitorias, chicles, churritos y dulces del osito montes. Ahora así que a tono con la iniciativa panista de Fox, el blanquiazul le retribuyó su adhesión otorgándole su “changarrito”.

INCOMUNICACIÓN
Está bien que el pueblo sea chico, pero por más rural y pequeño que sea el mismo, muchos reporteros de Tecate consideran que en la dirección de Comunicación Social del gobierno municipal debería estar alguien más capaz. Consideran que ningún favor le hace al alcalde Javier Urbalejo y resto de colaboradores, que como titular de esa dependencia tengan a un chamaco de 22 años, aunque la edad es lo de menos, lo que irrita es su inexperiencia e “ingenuidad”, por llamar ésta última de algún modo. Alfredo Ochoa, se llama el susodicho, que por cierto no es comunicólogo sino historiador, y tal vez por ello no acaba de entender, o no le has explicado, en qué consiste su chamba. El caso es que si algún reportero (como fue el caso de ZETA) le solicita una entrevista con algún funcionario; se deslinda para él mismo buscar agendarlo. Si se le solicita su número de celular para cuando se requiera entablar comunicación inmediata con los voceros del gobierno, lo niega y responde: “Siempre estoy aquí en la oficina…”. El caso es que ni él sabe para qué.

ULTRA COMUNICADA
La que sí está súper comunicada, aunque no saben con quién, porque con sus subalternos no, es la titular de Comunicación Social del XX Ayuntamiento de Tijuana. No hay presupuesto para remodelar la sala de reporteros, y menos para una computadora del siglo pasado que aparte acaparan sólo un par de reporteros, pero eso sí, reprochan algunos, a la titular Marta Saldivar si la proveyeron de celular y radio de tecnología de punta, y la nueva versión de Ipad. Cuando el resto de los empleados del área se quejan que prácticamente deben trabajar con señales de humo.