29.11.11

LA POLÍTICA ALEGRE
Juan Carlos Domínguez

QUÉ BONITO SOY… CÓMO ME QUIERO…
Antes muy abrazador con las doñitas, y ahora ni las toca para que no le roben la “esencia” de las lociones caras que usa. Claro, antes andaba en campaña y ahora como Alcalde de Rosarito ni el piso toca. A muchos irrita la vida de moderno virrey que Javier Robles Aguirre se da. Más preocupado por estar al último grito de la moda que en escuchar los gritos –ésos sí– de los rosaritenses, el joven alcalde va dejando el mote de “El Tito” por el de “el júnior”. Más ahora que se pasea en flamante camioneta Hummer del año, color rojo pasión. El hecho enojó principalmente a los panistas del quinto municipio, pues recordaron cómo en su momento al alcalde panista Antonio Macías –que también se daba vida de rey, y hasta de mafioso– le llovieron críticas cuando adquirió camioneta de lujo Lincoln Navigator color azul marino. Recuerdan que el PRI criticó duramente al edil del PAN y ahora no se dan por enterados de los excesos de su entenado. Más doloroso aún, se lamentan, cuando hay catorcenas que ni se logra completar la nómina de los empleados del Ayuntamiento rosaritense. En su defensa Robles Aguirre aclaró que la lujosa camioneta no le pertenece, que se la prestó uno de sus colaboradores; hecho que pocos le creen, conocedores de los lujitos de los que gusta el edil y que disfruta presumir.

CASO CESPT
Mientras en la CESPT les urge que Agustín Rojas, ex director de Comunicación Social y Relaciones Públicas de esa paraestatal, ya vaya a sacar sus chivas de la oficina que ocupaba, la contraloría le sigue encontrando más “detallitos” que ya suman unas 50 observaciones. Suficiente para inhabilitarlo en esta vida y en su reencarnación, aseguran. Desde esa dependencia también se quejan de lo “olvidadizo” que se ha vuelto el director Hernando Durán, quien no cumple con nombrar de una vez a Hamlet Alcántara como sustituto de Rojas. A como se las gasta “Jaimito”, sospechan que anda buscando a otro incondicional de manga ancha que se le asemeje lo más posible al destituido vocero, al que Durán tendría aún ahí si no fuera por la orden expresa que en su momento lanzó el Gobernador: “¡Sácamelo de ahí!… ¡Pero ya!”.

SEÑORA DIPUTADA
La que no se entrega a las lamentaciones ni se duerme en sus laureles es María Luisa Clemente, ex directora de Comunicación Social del Estado en Tijuana. Despedida la comunicóloga de su cargo, y acostumbrada a vivir del presupuesto oficial, rápido se aplicó en sus nuevas perspectivas políticas. Ahora se ocupa en buscar que le den la candidatura del PAN para ser diputada federal del Distrito 8, que abarca a Rosarito y parte de Tijuana. Como consejera del partido que también es, no la tiene tan perdida. Y ya sabemos cómo se las gastan los panistas.

LA “OCURRENCIA” DE RICARDO
En el segundo boletín que emite en todo lo que va de su gestión como Regidor del actual Ayuntamiento, el panista Ricardo Franco Cázarez planteó la ocurrencia de convertir a la Zona Este de Tijuana en el sexto Municipio de Baja California. Su principal argumento es que aquella demarcación cuenta con una población de 300 mil habitantes, superior a la que tienen Rosarito, Tecate e incluso Ensenada. Eso sí, aclara que antes deberá hacerse un estricto análisis al respecto y conminó para ello a estudiosos como los del COLEF, que al fin para eso están, para hacer estudios y más estudios que al final de cuentas terminan embodegados. Regresando a la idea del Regidor Franco, pensándolo con detenimiento su propuesta va más allá de una mera ocurrencia. Quien fuera diputado federal del Distrito 13, el de la Zona Este precisamente, sabe de toda la pujanza económica que vive esa zona, negociaciones de todo tipo, empresas de las más diversas, y claro, las mafias delincuenciales que por allá han encontrado sus mejores búnkeres y campos de operación. También es la zona de mayor concentración migratoria, lo más pueblerino de lo pueblerino en Tijuana. Y otro pequeño “extra”, por allá se erige el Valle de las Palmas, ciudad satélite que albergará a un millón de habitantes. Sin duda Ricardo Franco ve más allá de las favelas, comunas o villas miseria, que es todo lo que la Zona Este representa para los tijuanenses más acérrimos.



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