28.1.08

Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez

Cómo iniciar esta columna cuando hasta la ironía que la caracteriza cuesta trabajo soltarla ante las dramáticas circunstancias que rodean al entorno. Menos posible aún apelar al optimismo que muchos lectores reclaman cuando tachan -tan vez acertadamente- del tinte excesivamente pesimista de este espacio. Pero no podemos cerrar los ojos ni taparnos los oídos, como muchas personas a las que he escuchado comentar que han preferido ya no ver noticieros ni leer periódicos. Simplemente no es posible, cuando por las calles y colonias, en los espacios públicos y privados, e incluso en la intimidad de los hogares bajacalifornianos, está presente el drama, el horror.

Los criminales mandan, de eso no hay duda, tienen a las autoridades y a nuestros gobernantes agarrados de los cojones. De otra manera suena inverosímil que se puedan dar “jornadas del terror” como la del lunes y martes pasado. Cómo puede ser posible que tras un llamativo y aparatoso asalto bancario en plena zona centro, que remató en balacera por la vía rápida; siete horas después sean ejecutados dos funcionarios policíacos en pleno bulevar Díaz Ordaz, por el mismo comando negro que supuestamente debería a ver estado “fichado” por lo menos para no poderse desplazar tan fácilmente en lo inmediato. ¿No se supone ya para entonces en la ciudad debería estar funcionando un operativo de seguridad, ya no digamos especial, sino de alerta máxima? Luego, para más indignación –y dudas, muchas dudas- el mismo comando cuatro horas después irrumpe en el hogar de una familia que ni la debía ni la temía, y otras dos horas más tarde, masacran, los mismos, a otra familia en la colonia Loma Bonita.

Más rabia e impotencia da cuando, por ejemplo, uno, ciudadano común, tras una agotada jornada de trabajo, tiene que hacer la larga fila y a veces soportar las revisiones en los retenes militares; o cuando otros tienen que hacer visitas al Hospital General, o a la Semefo, y encontrar aquello convertido en cuarteles militares; mientras que los comandos criminales se desplazan con toda libertad por la ciudad, y son capaces de dejar una hola de muerte en una sola noche. Son invisibles acaso, o de plano las autoridades no nos están diciendo toda la verdad.

Con quién refugiarse ahora en caso de un apuro o amenaza. ¿Con la policía municipal? ¿Con los “pepos” del estado? ¿Acaso con algún agente de la PGR? ¿O con los soldados? Correr hacia cualquiera de ellos es casi casi como hacerlo con un comando criminal. Hay un desbarajuste total donde ya no hay distinción de insignias porque todas están embarradísimas. Cualquiera puede ponerse el uniforme –disfraz- de lo que sea, y cometer cualquier clase de fechorías, ahora que el crimen organizado ha diversificado sus actividades: narcotráfico, ejecuciones, asaltos bancarios, secuestros, levantotes, y, próximamente, actos terroristas.

El Gobernador Osuna Millán dijo que conoce perfectamente bien quienes son los adversarios. Pues que lo diga, porque ahora el “crimen organizado” parece el monstruo de las mil cabezas, o una entidad impalpable, cuando debe haber alguien, con pies y cabeza, al frente de todo esto. Dice también el gobernador que se está actuando, pues que de pormenores entonces de que las acciones concretas que emprendieron la noche del lunes y madrugada del martes, que permitieron que los delincuentes concluyeran su jornada justiciera.

A Fernando Castro Trenti le pidieron el anillo –sin albur- un comando criminal, en la ciudad de México. Pero se trata de un senador por Baja California, que mucho ha determinado –vaya que ha determinado- la vida política en la entidad. La nota debería ser, más que el asalto, el origen de la joya del que lo despojaron y que está valuada en 86 mil dólares. Eso me remite a otro ex funcionario priísta -.y convertido en millonario-, Arturo Valdez Otañez, hasta ahora secuestrado. Creo que ahora el “crimen organizado”, esa entidad surrealista, irá por los políticos y gobernantes, para que ya no que duda quién lleva las riendas de este país.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hasta ahora me entero de los tales videos, gracias por ser un faro informativo jajaja

Anónimo dijo...

Una vez que leí la primera columna Juan, pensé con más fuerza que debes salir cuanto antes de ese ambiente tan hostil, porque en verdad es un lugar que atenta a poner loco a cualquiera. Las cosas que vas diciendo en la columna, lo peor de todo, es que son verdad desde la Baja hasta al DF, donde ya vetas hasta lanzacohetes antitanque fueron hallados.

No sé que pensar con todas las notas que se han dejado escuchar, como por ejemplo desde las del detenido Popeye hasta las que ahora cuentas, será que en el caso del supuesto asesino del cardenal Posadas, todo es un invención y que las armas como el lanzacohetes fueron sembradas?... tú que piensas.