RAÚL SANDOVAL
Y surge la palabra libertad

Juan Carlos Domínguez

Lejos quedó ya ese estado de ensoñación en el que cae todo aquel al que le llega el éxito y la fama de repente. Raúl Sandoval, “egresado” de la Primera Generación de “La Academia” -a la postre la más sobresaliente-, ya no anda por el mundo con el entusiasmo básico de aquel que de ser un tipo común y corriente, amanece un buen día convertido en artista venerado.

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Con madurez y los pies mejor puestos en la tierra, sin duda el oriundo de Mexicali se ha ido despojando poco a poco del membrete de “alumno” aficionado que ganó un concurso nacional, le sonrió la suerte y que debe estar eternamente agradecido con los que le dieron la oportunidad; para hablar más pragmáticamente de su carrera artística, sin romanticismos, sino como una profesión que, como tal, debe redituar ganancias y garantizar la permanencia.

Tal postura la dejó ver el intérprete, quien además ha concluido su contrato con la Televisora del Ajusco y su posible recontratación está pendiente, en la que el joven cantante se presentaría con más exigencias y condiciones, aunque no detalla las mismas: “Todavía no hay ninguna respuesta, estoy viendo las posibilidades que tengo para tomar una decisión, y pues será lo mejor para los dos. Aquí lo bueno es que no hay ningún pleito, hay buenos términos, la cosa es negociar…”, advierte.

Bien sabido es que a Raúl Sandoval, como a tantos otros de los talentos “procreados” por el reality de Televisión Azteca, no se les ha dado el apoyo de promoción y proyección adecuados, además de que los han dejado a la deriva, lo que incluso en un momento dado, deprimió al “cachanilla”, al grado de declarar que dejaría la artisteada decepcionado del olvido en que lo tenía su empresa. Sin embargo, el sinsabor pasado no es obstáculo para considerar recontratarse con la empresa de Ricardo Salinas Pliego: “Creo que todo depende de la manera en que quede hecho el contrato ¿no?”.

Precisa: “Es claro, el contrato está a punto de terminar y obviamente tratan de presionar y darte a conocer lo que le hace falta a la empresa para seguir, y así ‘como tantearle el agua a los camotes’ para saber qué vas hacer. Entonces la cosa es hacer un buen negocio, llegar a buen trato, y si nos conviene a los dos, pues seguir; y si no, yo seguiría libre nada más”.

Y surge la palabra Libertad, la cual Sandoval mide en su justa importancia, por lo que a pesar de lo atractivo que pueda resulta continuar con su “empresa”, también le presenta la disyuntiva de otras vertientes para su carrera. “A mí me gustaría estar libre, porque siento que podría estar en todos los medios y me gustaría participar en muchos eventos que no nos dejan. Por ejemplo, el ‘Juguetón’, que es un evento para una buena causa, o el ‘Teletón’ y en muchos eventos que apoyan al país, como ahora el caso de Tabasco. Me gustaría estar en las dos empresas y poder apoyar y entrar de muchas maneras a todos los medios; no estar limitado. Yo siento que estar en un solo medio te limita”, afirma.

La opción evidente en un momento dado sería Televisa y TV Azteca, y Raúl jura que no tendría preferencias entre una y otra: “No… no; obviamente sería lo mismo, es una negociación. A lo mejor no me conviene ninguna de las dos -dice un poco en son de broma-. O a la mejor las dos me convienen, quién sabe. Todo es a la hora de negociar -insiste-, lo que van a ofrecer y las posibilidades que vas a tener de caminar”.

Sigue y sigue… y con banda

Desde junio, Raúl Sandoval no tiene contrato con TV Azteca, pero eso no lo ha detenido. Sigue presentándose constantemente por toda la República, y ampliando sus escenarios gracias a su más reciente disco, “Mi Otro Camino”, grabado con banda bajo el sello Universal.

“Me ha gustado mucho este género, vamos por el segundo sencillo y pues estoy trabajando muy bien, haciendo bailes. En el género ranchero no se entra a este tipo de escenarios, y he tenido la oportunidad de estar al lado de El Coyote, de Bobby Pulido, el Chico Elizalde, de varios compañeros que me han dado la oportunidad de trabajar a su lado y aprender mucho”, refiere.

La música de banda es lo de moda, y Raúl acepta que eso le amplía las posibilidades de proyección, tanto en escenarios públicos como en la radio, donde el 80 por ciento de las programaciones se enfocan a ese género. No obstante, asegura que el ranchero nunca lo dejará, y si ahora está cantando con banda y el próximo año seguirá haciéndolo con un nuevo disco, es porque surgió de casualidad y le gustó, simplemente: “Todo salió de un palomazo, en unos 15 años de una amiga, fui a festejarla, llegó la banda y me dijeron ‘a ver, aviéntate’, entré a cantar, me gustó, empecé a proponerlo en la disquera y después de dos años me lo aceptaron”.

El cambio del género ranchero al de banda tiene sus particularidades, hasta divertido le ha resultado a Raúl y, paradójicamente, comodito, pues le exige menos esfuerzo.

“Sí, es drástico el cambio. Es muy diferente, no sé… la manera de llevar los tiempos y muchas cosas técnicas para cantar. La banda es como más libre, más suelto, y como al principio me costó mucho trabajo ser cuadrado y afinado, porque yo me descuadraba desde ‘La Academia’, y ya cuando me estaba poniendo en el mejor momento para cantar cuadrado y afinado, pues ahora me tengo que descuadrar y medio desafinar para cantar la banda, pues así es. Es más libre, se disfruta más para echar más grito y todo eso, es más festivo y es más rico cantar con la banda”.

Lo mejor es que, según afirma el joven cantante, cante lo que cante, sus seguidores ya los tiene, no cambian, lo quieren igual: “A nivel de presentaciones, te puedo decir que la asistencia de la gente, el gusto y lo que me ha demostrado el público, es una aceptación igual que con lo ranchero”, concluye.