LA POLÍTICA ALEGRE
Juan Carlos Domínguez

Jaime Díaz Ochoa, dizque Senador.

SE BUSCA

Por este medio se está pidiendo la colaboración con datos o información que ayuden a ubicar el paradero de Jaime Rafael Díaz Ochoa. La última vez que se le vio fue en agosto del año 2006, es decir hace casi seis años, cuando salió de su domicilio ubicado en Mexicali, y dijo que iba irse a la capital del país porque había agarrado una chambita de Senador. Desde entonces familiares, amigos, sus compañeros del PAN, reporteros, e incluso sus colegas legisladores en ambas Cámaras no pueden dar razón de él, nunca lo han visto allá, incluso algunos –y no es exageración- pensaban que nomás tenían un Senador del PAN por Baja California, o sea, Alejandro González Alcocer (mismo que alcanzó celebridad nacional gracias a su afición por los películas de Cantinflas). A Díaz Ochoa urge localizarlo por lo menos para avisarle que ya se le acabará su beca dentro de 7 meses. Que llegue a checar la salida, mínimo.

CANTAN RANCHERAS

Pidiéndole permiso a un pie para mover el otro, llegó el mediodía del viernes al Hotel Marriot, el diputado federal por el PAN Gerardo Cortés. Al igual que otros de sus correligionarios (Alejandro González Alcocer, Miguel Osuna Millán, Alejandro Monraz, César Mancillas), aunque madrugaron y se metieron al salón donde disertaría la precandidata Josefina Vázquez Mota, cuando llegó ésta, se volvieron a salir a la calle para entrar junto con ella en la marabunta. Con el acoso y de cámaras y micrófonos, unos y otros se daban codazos y pataleos con tal de salir a cuadro lo más cerca posible a la señora. Hablábamos de Gerardo Cortes, que al modo, llegó con paso cansino, como con toda la fatiga del mundo, flojonazo y lento para carburar, lo califican sus compañeros. Pero ya ven, todo un flamante diputado federal, que alcanzó ese puesto nomás por ser amigo del Gobernador José Guadalupe Osuna Millán; ambos en las tertulias y bohemias se avientan palomazos, dúo dinámico que armoniza con falsete y media voz. Les sale muy bien “El Cachanilla” y “El Sinaloense” cuentan. Alguna gracia tenía que tener éste Cortés.

SUBASTA

“El Distrito es de quien lo trabaja”, es la máxima de algunos priistas a los que les hierve el hígado cuando ven que algún oportunista se apunta para buscar una candidatura donde no les corresponde. Más coraje les da cuando al susodicho lo consideran un traidor de los intereses partidistas. Es el caso ahora de Olga Macías, ex regidora del PRI en la administración de Jorge Ramos, “vendida” a las causas muy particulares del ex alcalde panista, y privilegiada aún en el actual gobierno municipal; su hijo es asistente de Alberto Capella, secretario de Seguridad Pública. Por si no hubiera suficientes suspirantes en ese considerado el distrito más “nice”, Macías se agrega a las aspiraciones de César Cázares, Luis Leyva, Edna Pérez, Raúl Pompa y Carmen López Segura. “A todos ellos les queda grande la yegua”, ejemplificó un priista la recordar que, por ejemplo, si una Carmen López Segura no pudo ni con la Casa de la Cultura, cómo se avienta a ocupar una curul a nivel federal. Pero así se las gastan en la subasta de candidaturas.

FRUSTRACIÓN TRICOLOR

Aún no se ocultaba el sol, la tarde del miércoles 18 de enero, y en las oficinas del PRI Municipal, ubicadas en la Zona Norte de Tijuana, se agarraron atrancando puertas, poniendo seguros y echando a la gente a la calle, incluyendo a priistas como Rodolfo Fierro Márquez, Rosa Mares Cossío o gente de Eligio Valencia, quienes habrían acudido a solicitar su formato de registro. A la espera del humo blanco que saldría del caldero donde cocinan sus postulaciones, esa noche, en el PRI, no querían testigos. A esa misma hora, mientras tanto, en el Hipódromo Caliente el silencio era sepulcral, denso. Horas el panorama era distinto, la convocatoria era hacer relajo y mucho ruido en torno a la candidatura de María Elvia Amaya de Hank. Pero tras el escándalo de las aves exóticas encontradas en su jet particular, como que cambiaron los augurios. A los que estaban bien puestos para la “avanzada” y las porras, solamente les dijeron: “queda en stand by”.