30.1.12

LA POLÍTICA ALEGRE
Juan Carlos Domínguez

Capella, Jefe de la Policía en Tijuana.
DE RAMBO A RAPERO
Cuando uno piensa que ya lo ha visto todo en este país, siempre aparece algo nuevo que sorprende, y avergüenza. De esas cosas que dan pena ajena. En el circo, maroma y teatro montado por Televisa, experto en esas cosas y que ahora llamó “Espacio Vanguardia”, Alberto Capella, hizo gala -¡otra vez!- de su protagonismo. En una mezcla de rapero de barrio y Adal Ramones, el secretario de Seguridad Pública rapeó los 5 puntos de “El Otro Rollo” de esa dependencia, que no es otra cosa que la advertencia para borrachos, drogos, malandros y guevones (así lo dijo) de que la corporación que encabeza “te va agarrar” o “los vamos a correr de Tijuana”, con un guion redactado seguramente por su staff de “brillantes” comunicólogos. Está bien que el lamentable monólogo es muestra del nivel de nuestros funcionarios y de un Capella que es capaz de inventarse historias hollywoodenses, pero para qué andarlo presumiendo, hasta en YouTube.

BOBOS
“No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”, reza sabiamente un refrán y para el espectáculo de payasos, animales, fenómenos y comparsas llamado “Espacio Vanguardia” aplica perfecto. Decenas de jóvenes que se dicen universitarios pensantes, aplaudieron, rieron y ovacionaron, no solamente a Capella, sino a un “mesías” de la mercadotecnia como Marco Antonio Regil, funcionarios panistas, malos conductores, y a escritores y músicos locales como los integrantes de Nortec, Pepe Mogt y Juan Carlos Reyna, que cantinflearon de lo lindo intentando descubrir el hilo negro de la inseguridad en México, y en una larga perorata indescifrable condenaron a los grandes cárteles y, monopolios, así como a los principales empresarios de México, precisamente cuando ellos mismos estaban ahí sentados muy satisfechos contribuyendo a la tradición embrutecedora de Televisa. No hombre, si para “congruentes” no hay quién nos gane.

SUFRIR ME TOCÓ A MÍ…
Fea fue la traición, y peor la decepción, para David Saúl Guakil, titular de la Secretaría Desarrollo Social Municipal, que lleva una semana totalmente desaparecido, no contesta llamadas, radio ni celular, hundido en el desconsuelo y la lágrima, escondido para que nadie sepa su sufrir. Le puso muchos kilos y dinero a su campaña para lograr la candidatura a Senador por el PRI, pero la “democracia” de su partido le hizo una chicanada. Primero la traición de sus propios empleados en el Ayuntamiento, unos pidiendo firmas de apoyo para María Elvia Amaya de Hank, y otros para Eligio Valencia Roque. Después los designios partidistas lo hicieron a un lado para favorecer a la esposa de Jorge Hank, y todo para que al final aquella “declinara” y nomás le hiciera mal obra al también comerciante de ropa. Lo que más le duele a Guakil, clasista como él solo, es el duro golpe a su pundonor y orgullo judío que no pudo contra los amarres del líder charro purechepa.

NO ESTABA MUERTO
Lo que no se logró en 6 años, tener alguna noticia del Senador panista por Baja California, Jaime Díaz Ochoa, fue posible tras el comentario medio en broma y medio en serio que Cuentahiloz vertió aquí la semana pasada. Dio señales de vida, ahora que ya se va. En una carta dirigida a este columnista (ver sección Cartaz) enumera una treintena de temas que ha promovido, solicitado, propuesto y exhortado, dice, en favor de los bajacalifornianos. Lo escrito en este espacio, acusa, “pone de manifiesto su absoluto desconocimiento acerca del trabajo legislativo y la actividades que he tenido como Senador dela República desde Agosto de 2006 a la fecha”. Darlo por muerto entonces, es culpa de los medios y los reporteros de la región, aunque a éstos en más de un lustro no les haya llegado ni un méndigo boletín de las arduas labores legislativas de las que hasta hoy nos llegamos a enterar.

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