7.9.09

Priego regresó un millón de pesos por boletos de avión que no utilizó.Otros los canjean por efectivo.
EXHIBEN A DIPUTADOS "GANONES"

Como para “casos insólitos de Ripley” la noticia de la semana fue que un diputado mexicano regresó dinero. Y no cualquier cosa: más de un millón de pesos, por concepto de boleto de avión que no utilizó a lo largo de su período de tres años en la LX Legislatura.
Sucede que el área de administración del Congreso entrega a los diputados federales que residen a más de 300 kilómetros de la Ciudad de México un cupón canjeable para que viajen a su entidad una vez por semana. En clase premier y viaje redondo que muy abusados los legisladores suelen cambiarlo por un boleto de vuelo clase turista y recibir la diferencia del costo en efectivo o cheque a su cuenta. Eso en el mejor de los casos, otros de plano se van en automóvil a sus ciudades de origen o cambian su destino a lugares turísticos o capitales tan distantes como Ámsterdam o París.
El legislador por Tabasco, Gerardo Priego, para molestia de sus abusivos compañeros de Cámara, incluyendo a sus compañeros del PAN, sacó a la luz su caso, que debe ser el de muchos, del dinero que le sobró porque no viajó lo suficiente y que regresó a la Cámara con el sensato argumento: “Me sobró este dinero, y lo devuelvo porque no mío”.
Un diputado federal recibe aproximadamente 100 mil pesos de sueldo neto, lo que parece no ser suficiente para que los legisladores paguen sus viajes de su bolsillo, para lo cual el Congreso destina una partida de 600 millones de pesos. Amén del resto de prestaciones. El monto que recibe cada miembro de la Cámara va de acuerdo a la distancia que los separa de la capital del país. Los diputados de Baja California son entonces los que llegan a recibir más recurso para ese fin. Atendiendo a la hipótesis de que nuestros 10 legisladores bajacalifornianos siguieran el ejemplo de Priego, considerando el mismo monto aquel percibía, estuvieran regresando a las arcas públicas hasta 10 millones de pesos. Pero no es el caso.
“Yo sí los utilicé, todos los boletos, sin excepción; así de sencillo”, aseguró a ZETA el diputado mexicalense Francisco Rueda. Dijo que él viajó cada semana a la capital cachanilla: “Nosotros somos la parte más lejana de la Ciudad de México, por lo tanto nosotros si nos vemos en la imperiosa necesidad de utilizar los boletos. Es el vuelo más largo y por lo tanto el más caro”.
Respecto a la actitud de su correligionario externó: “Es encomiable que lo haga”, pero acotó: “Priego representa a Tabasco pero él no vive en Tabasco, entonces él no utilizó los boletos y por eso es que los regresa. ¡Qué bueno que los regresó!”. Y exhortó: “Quien no haya utilizado los boletos que los regrese, o que los done, o lo que tú quieras, pero no es dinero del diputado”.
Otro ejemplo es el de la diputada del PAN por el distrito 8, Mirna Cecilia Rincón, pero ella afirmó que el remanente que le dejaban el canje del boleto clase premier al turista lo regresó a la comunidad en forma de gastos de avión para deportistas bajacalifornianos que pidieron su patrocinio para ir a competir a otras entidades o para familias que requerían atención quirúrgica en hospitales de la capital del país: “Yo siempre estuve apoyando a gente de la comunidad para ese tipo de asuntos”.
La diferencia de un pasaje aéreo en clase premier a uno clase turista puede ser hasta de un 70 por ciento, más la legisladora Rincón aseguró a este semanario que no es tan grande el saldo arrojado de esa práctica tan común entre nuestros diputados: “Le sobre a uno un poco, muy poquito, en realidad sobra como para un boleto al mes y es cuando los utiliza uno para apoyar a la ciudadanía”. De Priego opinó: “Si él no los utilizó, si él no apoyó a la ciudadanía, pues que los regrese, definitivamente, no puede quedarse con ellos. Eso a mí me parece excelente, cuando lo vea lo voy a felicitar”.
De paso denunció: “Seguramente el compañero, que ni siquiera es de Tabasco, no ocupaba la cantidad que le otorgaban para eso; no asistía a las sesiones, también hay que tomarlo en cuenta. En mi caso, tuvimos un noventa por ciento de asistencias; así que no hay remanentes, no hay tal”.
En el 2007 la Auditoría Superior de la Federación ya había advertido la malsana práctica de que los legisladores tuvieran la ventaja de canjear los cupones de viaje por dinero en efectivo o transferirlos a terceros. Pero nada se hizo. Respecto al tema de los dispendios el diputado plurinominal por Baja California, Carlos Torres Torres, desde el inicio de su gestión ha pugnado por transparentar los recursos asignados a los diputados: “Existe un exceso de recursos en el Congreso, en muchos detalles, desde la persona que nada más se dedica a apachurrarle a un elevador… Existen demasiados gastos en la Cámara que hacen que sea un órgano que nos cueste mucho”.
Torres, junto con diputados como Alejandro Landeros y el mismo Gerardo Priego han presentado iniciativas para transparentar ese tipo de prestaciones que llegan a ascender hasta 17 millones de pesos al año nomás por concepto de viáticos, según se hace constar en propuesta de reforma que por escrito presentó a ZETA el diputado Torres. Obviamente la iniciativa de Ley no ha gozado de popularidad en la mayoría de los 500 legisladores que componen la LX Legislatura.
Carlos Torres revela que en un acto de congruencia, entregó al área administrativa de la Cámara un cheque por la cantidad de 107 mil pesos, dinero que le sobró de diversos viajes realizados. Así lo registra en su página de Internet y así lo resaltará en su informe de actividades que dará la próxima semana. “Estoy convencido que en la medida en que la política sea más pública, que más ojos estén revisando las cosas, vamos a construir más confianza”, concluyó.


(Juan Carlos Domínguez)

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