Vendimia L.A. Cetto CRISTIAN CASTRO
Meloso Regreso
Una noche muy especial, memorable, fue para Cristian Castro su presentación sobre el escenario de los viñedos de L.A. Cetto en el Valle de Guadalupe. “Será uno de los recuerdos más bonitos, este día tan hermoso que me regalaron”, estuvo pródigo en frases de agradecimiento y cariño a lo largo de todo el concierto.
Y de canciones ni hablar, complació a todos sus seguidores con un recorrido de temas que a la vez fueron una retrospectiva de su vida, su carrera, y de los recuerdos de los 2 dos mil asistentes: “No me digas”, “No hace falta”, “Contigo voy”, ”Cuando me miras así”, “Es mejor así”. Y para que alcanzara el tiempo y no se quedará ni una canción fuera, recurrió a los popurrís: “Por amarte así”, “Mi vida sin tu amor”, “Ángel”, “Volver a amar”, “Vuélveme a querer”, “Nunca voy a olvidarte”.
Vestido completamente de negro, de los calcetines a la corbata, y haciéndose acompañar de seis músicos y cuatro bailarinas que todo el tiempo revolotearon alrededor de él, el hijo de Verónica Castro y Manuel “El Loco” Valdés se mostró animoso, adulador con las mujeres bajacalifornianas, bailador y generoso: “!Un beso para todas las morritas!”… “Las mujeres más bonitas están aquí”… “¿Qué quieren escuchar?”… “No más porque no hay banda, si no les cantaba hasta con la banda…”.
Por su puesto que la canción más coreada de la noche y que puso a cien al público fue “No podrás”, éxito debut de Cristian. Cantó temas de su nuevo disco “El culpable soy yo”, que fueron recibidas tibiamente por la gente. Pero los ánimos se volvieron a encender a medio concierto, cuando las luces se apagaron y reapareció sobre el estrado el Mariachi Águila. Entonces del “ronco” pecho de Cristian Castro salieron complacencias como “Hermoso Cariño”, “Tu retirada”, “Mañana, mañana”, “No volveré” –a dúo con el anfitrión Luis Cetto Jr.- y hasta “El Gallito Feliz”.
Habían pasado casi dos horas de canto, la noche empezaba a refrescar, la euforia del vino se intensificaba, la emoción de Cristian Castro se veía coronada con la alegría del público que terminó en un baile colectivo arriba y abajo del escenario. Cristian se despidió y la fiesta cálida enmarcada en los viñedos se prolongó hasta la media noche.
Y de canciones ni hablar, complació a todos sus seguidores con un recorrido de temas que a la vez fueron una retrospectiva de su vida, su carrera, y de los recuerdos de los 2 dos mil asistentes: “No me digas”, “No hace falta”, “Contigo voy”, ”Cuando me miras así”, “Es mejor así”. Y para que alcanzara el tiempo y no se quedará ni una canción fuera, recurrió a los popurrís: “Por amarte así”, “Mi vida sin tu amor”, “Ángel”, “Volver a amar”, “Vuélveme a querer”, “Nunca voy a olvidarte”.
Vestido completamente de negro, de los calcetines a la corbata, y haciéndose acompañar de seis músicos y cuatro bailarinas que todo el tiempo revolotearon alrededor de él, el hijo de Verónica Castro y Manuel “El Loco” Valdés se mostró animoso, adulador con las mujeres bajacalifornianas, bailador y generoso: “!Un beso para todas las morritas!”… “Las mujeres más bonitas están aquí”… “¿Qué quieren escuchar?”… “No más porque no hay banda, si no les cantaba hasta con la banda…”.
Por su puesto que la canción más coreada de la noche y que puso a cien al público fue “No podrás”, éxito debut de Cristian. Cantó temas de su nuevo disco “El culpable soy yo”, que fueron recibidas tibiamente por la gente. Pero los ánimos se volvieron a encender a medio concierto, cuando las luces se apagaron y reapareció sobre el estrado el Mariachi Águila. Entonces del “ronco” pecho de Cristian Castro salieron complacencias como “Hermoso Cariño”, “Tu retirada”, “Mañana, mañana”, “No volveré” –a dúo con el anfitrión Luis Cetto Jr.- y hasta “El Gallito Feliz”.
Habían pasado casi dos horas de canto, la noche empezaba a refrescar, la euforia del vino se intensificaba, la emoción de Cristian Castro se veía coronada con la alegría del público que terminó en un baile colectivo arriba y abajo del escenario. Cristian se despidió y la fiesta cálida enmarcada en los viñedos se prolongó hasta la media noche.
· “Peor que nunca… pero mejor que nunca…”
“La gente me está apoyando mucho, me está ‘apapachando’, está preocupada mucho por que yo pueda salir adelante…”, expresó Cristian Castro a propósito de los sinsabores que en su vida sentimental han permeado también su carrera.
“Pero me siento contento porque creo que son obstáculos que yo me quise poner también, los errores, las precipitaciones… y aquí estoy tratando de remendar todo esto. Ojalá que con canciones yo pueda devolver todo ese cariño…”; reflexionó.
Con un tono al hablar en extremo sensible y en momentos hasta meloso, el interprete no escatimó referirse a sus fracasos matrimoniales, y hasta chistear al respecto, ponderando la importancia de los consejos de su familia y su madre: “… hay que tomar las cosas paso a pasito, y pues en mi caso no casarme porque… me va como en feria”.
Aunque sin adentrarse mucho en el tema, fue sincero al ilustrar los quebrantos económicos que le han dejado sus ex mujeres y la actitud que asume ante ello: “Estoy peor que nunca, pero mejor que nunca. Me siento bien así, nosotros venimos de una pobreza, de ahí venimos la familia Castro y le fue bien a mi mamá, no nos duele para nada que se nos vaya el dinero, ni modo… Pero aquí estamos para hacer más dinero”.
Respecto al presente de su carrera musical, Cristian afirmó sentirse satisfecho con su actual disco, “El culpable soy yo”, en el cual se siente como “pez en el agua” por retomar el género pop. Se mostró incluso por demás optimista respecto al tema que da nombre al álbum: “Creo que es una canción que tiene posibilidades de convertirse en un clásico; la melodía es linda, la letra, el disco en general. A.B Quintanilla aporta mucho, Armando Ávila, yo también compuse. Hicimos un disco digno”.
Renovado en sus ambiciones, Cristian Castro cantará de nuevo con Yanni en el Auditorio Nacional; espera grabar otro disco de ranchero, le gustaría cantar al lado de Jesse and Joe y tiene en puerta un tributo a José José. ¡Vaya!, hasta algo Michael Jackson está en sus planes: “Ya vieron que hago mis pasitos…”.
1993, año en que debutó; tantas cosas han pasado desde entonces: “Yo quisiera pensar que no he cambiado mucho, pero claro que he cambiado, y ojalá que para bien. Me siento mejor, me siento mejor cantante, he crecido mucho, mi voz ha evolucionado, mi sonido también. Me siento en un momento muy lindo, de plenitud…”.
Promete Cristian Castro que le seguirá dando a su público canciones importantes, que continuará con dedicación y pasos firmes, sin trastabillar, sin titubeos, en el camino que juntos, él y su público, han trazado; con filosofía pues “siempre hay momentos de subida y de bajada…”.
“Pero me siento contento porque creo que son obstáculos que yo me quise poner también, los errores, las precipitaciones… y aquí estoy tratando de remendar todo esto. Ojalá que con canciones yo pueda devolver todo ese cariño…”; reflexionó.
Con un tono al hablar en extremo sensible y en momentos hasta meloso, el interprete no escatimó referirse a sus fracasos matrimoniales, y hasta chistear al respecto, ponderando la importancia de los consejos de su familia y su madre: “… hay que tomar las cosas paso a pasito, y pues en mi caso no casarme porque… me va como en feria”.
Aunque sin adentrarse mucho en el tema, fue sincero al ilustrar los quebrantos económicos que le han dejado sus ex mujeres y la actitud que asume ante ello: “Estoy peor que nunca, pero mejor que nunca. Me siento bien así, nosotros venimos de una pobreza, de ahí venimos la familia Castro y le fue bien a mi mamá, no nos duele para nada que se nos vaya el dinero, ni modo… Pero aquí estamos para hacer más dinero”.
Respecto al presente de su carrera musical, Cristian afirmó sentirse satisfecho con su actual disco, “El culpable soy yo”, en el cual se siente como “pez en el agua” por retomar el género pop. Se mostró incluso por demás optimista respecto al tema que da nombre al álbum: “Creo que es una canción que tiene posibilidades de convertirse en un clásico; la melodía es linda, la letra, el disco en general. A.B Quintanilla aporta mucho, Armando Ávila, yo también compuse. Hicimos un disco digno”.
Renovado en sus ambiciones, Cristian Castro cantará de nuevo con Yanni en el Auditorio Nacional; espera grabar otro disco de ranchero, le gustaría cantar al lado de Jesse and Joe y tiene en puerta un tributo a José José. ¡Vaya!, hasta algo Michael Jackson está en sus planes: “Ya vieron que hago mis pasitos…”.
1993, año en que debutó; tantas cosas han pasado desde entonces: “Yo quisiera pensar que no he cambiado mucho, pero claro que he cambiado, y ojalá que para bien. Me siento mejor, me siento mejor cantante, he crecido mucho, mi voz ha evolucionado, mi sonido también. Me siento en un momento muy lindo, de plenitud…”.
Promete Cristian Castro que le seguirá dando a su público canciones importantes, que continuará con dedicación y pasos firmes, sin trastabillar, sin titubeos, en el camino que juntos, él y su público, han trazado; con filosofía pues “siempre hay momentos de subida y de bajada…”.
JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ
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