20.5.10

Reforma Electoral: “Salvó” a la institución. Reforma Política: Debe repensarse para el 2012.

CONSEJERO ARTURO SÁNCHEZ GUTIÉRREZ:
“EL IFE DEL 2006 QUEDÓ MUY ATRÁS”


“Estamos más agobiados de lo que correspondería”, es lo primero que expresa, de cara a la elección de este año, el consejero electoral del IFE Arturo Sánchez Gutiérrez. Dice que para ser una elección local esta del 2010, el instituto tendrá mucho trabajo, comparada con la del 2009, que fue federal. Y es que con una reforma electoral todavía perfectible, y con la misión fundamental de garantizar que todos los partidos políticos tengan equitativo acceso a los medios de comunicación, el Instituto Federal Electoral, adelanta, tendrá participación muy puntual en las 16 entidades donde se celebrarán comicios locales, y en donde en 12 de ellas se renovarán gubernaturas.
La otra gran cuestión, la credibilidad o desconfianza que pueda inspirar el IFE para con los ciudadanos, no es asunto preocupante para la autoridad electoral en este 2010; a decir del consejero Sánchez Gutiérrez. Apunta que en ese tenor la elección del año pasado les ayudó mucho. Primero, porque no hubo conflictos post electorales, como se esperaba. Segundo, porque los niveles de inseguridad en muchas entidades del país no vulneraron la elección, que también era un peligro latente. Tercero, porque la participación de los electores se elevó, con relación al 2003. Y cuarto, porque pudieron atender y frenar problemas gracias a que contaron con nuevos instrumentos legales que la reforma electoral les proveyó. Los cuestionamientos para esa entidad, sugiere, ya son más baladís: “Ahora el problema es porque se gasta mucho, o porque tiene un monitoreo muy complicado de organizar, o que los consejeros gastamos mucho en comida, o cosas de ésas. Pero no porque no se haga el trabajo que tenemos encomendado”, considera Arturo Sánchez Navarro, consejero que está por concluir su período de siete años como tal.
— ¿Y qué diferencias hay del IFE del 2006 al IFE del 2010?, le pregunta ZETA.
“El IFE del 2006 quedó muy atrás. Porque en primer lugar hay una nueva Ley. La Ley transformó al IFE. Le dieron más atribuciones, en radio y televisión, entre otras. Otro elemento, la fiscalización; antes los consejeros manejábamos la fiscalización directamente, ahora es una unidad autónoma.
Seis elementos del Consejo General salieron, empezando por el consejero presidente Luis Carlos Ugalde, nos quedamos tres nada más; se renovó el equipo que había organizado el 2006 y eso también, al menos en la perspectiva de muchos mexicanos, es una señal que hay una renovación. Tanto en 2009 como en 2010 recibimos menos recursos y tenemos más atribuciones; eso también nos ayuda porque estamos siendo más transparentes con los gastos y estamos siendo más abiertos con la forma de comunicar a los ciudadanos lo que estamos haciendo. Y finalmente creo que el 2006 quedó atrás porque la forma en como organizamos el 2009 nos ayuda a demostrar que en 2006 no nos portamos mal; que en el 2006 había algunos problemas, pero no en lo fundamental, que podría ser una actividad fraudulenta. Eso creo que quedó bien claro”.
Cualquiera diría que tiene que ganar la oposición para creer en el IFE. El consejero Arturo Sánchez explica que más allá de la derrota del perredista Andrés Manuel López Obrador y el triunfo de Felipe Calderón, del partido en el poder; en el resultado de la elección del 2006 no se dieron las condiciones que toda autoridad desea: Un amplio margen de diferencia entre el primer y segundo lugar; que el perdedor reconozca la derrota, que el vencido no recurra a los tribunales, que la gente participe más y, finalmente “que gane la oposición, porque eso le da a la autoridad certeza de que no hay alianza con el Gobierno”. Pero no se dio ninguna de esas condiciones, y se propició lo que él llama “la tormenta perfecta”: “Resultados cerrados, el derrotado no reconoció la derrota y organizó todo un movimiento nacional; fueron al tribunal, se hablaba claramente la posibilidad de anular la elección, y la participación no fue lo más generosa que podría haber sido. Si al menos se hubiera dado una sola condición, la gente hubiera dicho, ‘bueno, al menos no estaban aliados con el Gobierno’. Ocurrió la tormenta perfecta, se actualizó y se hace necesario reparar el barco. Tenemos una reforma electoral que lo va reparar”.

REFORMA ELECTORAL

Para el consejero electoral Arturo Sánchez Gutiérrez la propuesta de Felipe Calderón para una Reforma Política se ha perdido en la polémica partidista y se ha dejado de lado el aspecto meramente electoral. Las implicaciones. Por ejemplo, la disminución del número de diputados. “Eso implica disminuir el número de distritos, hay que redistritar todo el país, y eso requiere tiempo; estamos viendo hacia el 2012. Es una decisión eminentemente técnica pero con altísimas consecuencias políticas. Hay distritos que ya prácticamente son de la pertenencia de un partido, hacemos distritos más grandes y eso va a cambiar el mapa político. Yo quiero ver que los partidos estén dispuestos a eso, sobre todo en la elección presidencial”. Otra, la segunda vuelta: “Es tan barroca la forma como organizamos una elección que en caso de necesitarse una segunda vuelta hay que pensar perfectamente los plazos para organizar otra elección. No tenemos tiempo de volver a capacitar ciudadanos, de volver a conformar casillas, todo en un breve espacio. Porque organizar una segunda vuelta lleva tiempo, lo óptimo es que fuera lo más pronto posible, porque si uno la aplaza mucho está la tentación del gobierno en turno de hacer algo para rescatar la victoria si perdió, o de la oposición de hacer otras cosas. Si no están previstas estas situaciones se generan incertidumbres que paralizan los cambios”.
Refiere el consejero que la autoridad electoral ya se metió en alguna de esas problemáticas en las elecciones del año pasado, ya que la reforma electoral les obligó a recontar casillas donde el número de votos nulos fuera superior a la diferencia entre el primer y segundo lugar; contaron 42 mil casillas, el 30 por ciento de las instaladas. Para el 2012, se alarma, tendrían que contar tres veces, pues se elegirán diputados senadores y Presidente. Se requieren pues, más instrumentos jurídicos: “Necesitamos que se repiensen ese tipo de detalles porque cualquier cosa podría meternos en un problemón en el 2012. Imagínate que el día domingo cuando hay que dar cómputos finales el IFE dice ‘lo siento pero todavía no acabo de contar’… ¡huy!, no nos la acabamos…”.

La historia del IFE:
Tiene que ganar la oposición para que crean en la institución.
1990: “Se crea el IFE para operar la elección de 1991, después del escándalo de 1988.
1991: “Gana el partido en el gobierno, del Presidente Salinas, y nadie añadió una conflictiva mayor. Fue un proceso de reforma, de creación de una institución, muy complicado, en muy poco tiempo, y la elección salió avante”.
1994: “Dado lo ocurrido en Chiapas, en pleno proceso electoral, cuando faltaban dos meses de la elección, ¡cambian todo el Consejo General! Y la elección salió después de que habían matado a uno de los candidatos”
1996: “El IFE era llamado el ‘IFE ciudadanizado’, porque el anterior era de Gobernación. Los 9 consejeros, incluido Woldenberg, fueron electos por unanimidad por la Cámara de Diputados; o sea, todos los partidos votaron por él. Esa fórmula generó tres elecciones donde siempre ganó la oposición”.
1997: “El PRI pierde el control de la Cámara de Diputados, el control de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, y pierde importantes lugares en el Senado por el esquema de representación proporcional”.
2000: “El PRI pierde la Presidencia de la República y la Cámara de Diputados tiene una composición totalmente distinta”.
2003: “El PAN, partido en el Gobierno, pierde el control de la Cámara de Diputados y el PRI recupera posiciones. ¿Qué ocurre ese mismo año? Hay un conflicto en los últimos días en la Cámara de Diputados y el nombramiento del Consejero Presidente Luis Carlos Ugalde y de todos nosotros no se da por unanimidad en la Cámara. El Partido de la Revolución Democrática no participa y entonces empieza a generarse esta concepción de que fuimos el equipo del PRI y del PAN”.
2006: “Por si fuera poco, esta elección tiene toda la conflictiva que ya todo el mundo conocemos, y justamente no gana el PRD, y gana el PAN, que finalmente es el partido en el Gobierno. A todo esto se agrega el retraso de una suma de reformas que eran necesarias y que no se habían realizado”.
2007: Reforma Electoral: “No había una palabra en la Ley sobre precampañas, no había un mecanismo claro de acceso de los partidos a los medios de comunicación; no había atribuciones que ahora sí tenemos para frenar la participación de terceros en las elecciones, no había ese esquema de fiscalización que hay ahora. Y todo esto hace que el IFE ya no sea ciudadanizado sino partidizado; ya no un IFE con esa unanimidad de los partidos sino sólo por algunos, y que haya una fuerte crítica al desempeño del Consejo General. Y la crítica es a lo que tú mencionas, el arbitraje del IFE entre los partidos, pero nadie toca la capacidad del IFE para organizar elecciones”. La reforma no cambia el modelo de integración de casillas, no cambia la estructura de organización y capacitación del IFE, “no cambiaron el corazón propio del Instituto; y la prueba fue el 2009”.
2009: “Salimos avante. El IFE ya es otra institución. Cada vez cuesta más trabajo convencer a la ciudadanía que somos un IFE ciudadanizado, sin embargo lo que sí creo que es muy claro es que somos un IFE imparcial”.

(Juan Carlos Domínguez)

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