7.7.10


Cuando su cierre de campaña...

CARLOS BUSTAMANTE

ENTRE CHELAS, BANDA SINALOENSE Y ACARREADOS

En el cierre de campaña del candidato del PRI a la alcaldía de Tijuana, Carlos Bustamante, quien menos figuró fue él. Lo principal fue la pachanga: La Original Banda El Limón; el baile; la cheve para todos, el regaladero de camisas rojas. Incluso, quien se llevó la “noticia” fue la candidata del PRD Reyna Soledad al anunciar su declinación a favor del empresario. Algunos al enterarse de la adhesión de la cantante sólo atinaron: “decía que no y hasta la patita alzaba”. De Ahí en fuera, el cierre de campaña fue prácticamente cualquier otro acto de acarreados y discurso que, más que sorprender, aburren.

El borlote fue en terrenos de Jorge Hank en el estadio de los Xolos –aunque a él no se le vio en el evento– el sábado 26. Hartos camiones llenos de acarreados provenientes de todos lados se amontonaban en la entrada de caliente. Unos ya venían entonados con botes de cervezas y otros se esperaron hasta bajar, pero la mayoría le entró duro al chupe. Eso los puso más alegres para recibir a su candidato. Otros iban únicamente por la banda y la bebida, “vengo a ver a la Banda Limón, pero yo voy a votar por Carlos Torres”, contaba entre carcajadas uno de los presentes.

El estadio de futbol, al igual que cuando juega su equipo, lució pintado de rojo, y más por tanta camisa colorada en apoyo al anfitrión del festejo; los que se perdieron entre todos (si es que asistieron) fueron los del Partido Verde Ecologista. Nada más su dirigente estatal Eduardo Ledezma se apareció en el lugar y uno que otro obligado. A don Carlos Bustamante ni cuando habló ante sus miles de congregados llamó la atención pues muy apenas se le entendió lo que quiso decir. “Así es esto”, respondió uno de los colaboradores priístas cuando se le señaló el desinterés de la gente por el discurso y la política.

La “rareza” (a medias), porque ya todos lo sospechaban, fue la presencia de la candidata a munícipe del PRD Reyna Soledad para hacer público su apoyo al abanderado del tricolor. “¡Ay, chole!, y decías que no”, le gritaron un par de “admiradores” a la hora de tomar el micrófono a la ex candidata perredista. Y ésta se sentía como en uno de sus conciertos pero con gente, claro.

La señora, seguramente ahora sí prospecto de Bustamante para algún puesto en su gobierno (si es que gana la alcaldía), explicó en el evento su declinación: “Nos hemos empeñado en sacar al buey de la barranca. Lo vamos a sacar, ¿qué no?... Estamos aquí pasando lista de presente con la gente que se merece el apoyo de Tijuana, porque tenemos el corazón puesto en la gente que vale la pena, por eso estoy con Carlos Bustamante”.


El propio candidato del PRI declaró respecto a su nueva adquisición política: “viene a reforzar nuestra campaña, le agradezco su gentileza y su forma de ser, estamos los dos con la misma intención: cambiar a Tijuana”.

El comité del PRD municipal por medio de su presidente, Vicente Vega, al día siguiente se deslindó de esa “gentileza” de su ex candidata, además de llamar la “decisión” de Reyna Soledad como parte de su “ignorancia política” aseguró que era parte de una “negociación económica”.

Al igual que la aparición de la candidata del Sol Azteca, la presencia de los trasportistas que mantienen reparos contra el gobierno municipal, lucieron como parte del repertorio priísta, parte del show. Su líder, Ángel Jiménez, subió al escenario con una camisa azul; en medio de su discurso donde reconoció el “error” de haber apoyado al PAN se quitó la camisa para quedarse con una roja, “esta vez no nos vamos a equivocar”, y tiró al suelo lo que todos entendieron como el símbolo del PAN, la pisoteó y besó su camisa de Bustamante. La mayoría le festejó su arrebato.

La música empezó nomás terminaron de arengar los políticos, y ahora sí, el ambiente se puso bueno. Empezó el baile; unos consiguieron pareja y entre tragos terminaron más juntos que un principio. Las filas para recoger sus cervezas eran más largas que para entrar a los baños. En cuanto el concierto comenzó ya la gente ni se acordó del PRI, ni de Bustamante, menos de Reyna Soledad, se desaparecieron en cuanto pudieron.
La fiesta, ya sin políticos, terminó tarde.

(Isaí Lara Bermúdez)

No hay comentarios.: