4.4.07


Cine en Tijuana
TaLeNto PrOmEteDoR

* Juan Carlos Domínguez

Nueve o diez años tenía Álvaro Zendejas cuando ya manifestaba toda la inquietud de hacer cine. Y aun con la corta edad, estaba consciente de las pocas posibilidades que le daba Tijuana para concretar esa vocación.Sin embargo, un programa de televisión en PBS y el ingenio propio de su edad, lo llevaron a conocer las computadoras y la tecnología digital; allí encontró la beta para empezar a agotar todo su talento y aptitudes para el cine, o lo más parecido a ello. A los 14 años convenció a su papá para que le comprara su primera computadora con programas de video y audio digital. Y a los 16 ya tenía un primer cortometraje, con el que participó en el Festival Imaginería Audiovisual de la Frontera (IAF).
“Yo solito le encontré la manera, y la animación fue una vía de poder entrar a hacer cortometrajes, porque de cierta forma es fácil crear ambientes que de otra manera tendrías que construirlos y pagar”, explica Álvaro, ante lo difícil, que todavía hoy, es realizar cine con actores y elementos reales, debido a los costos y limitaciones del entorno.

A sus 24 años, este tijuanense ya pasó por la carrera de Ingeniería –de la que desertó- y actualmente está por concluir la de Comunicación. Pero en realidad su verdadera vocación está en el cine. Ha realizado más de 50 trabajos de ello, desde un video sobre la aparición de un OVNI (para participar en un concurso del programa “Otro Rollo” sobre videos de ovnis falsos), hasta trabajos de animación que le han dado el Primer Lugar al Mejor Cortometraje Experimental del Festival de Cine de Morelia, Mejor Cortometraje Animado del Festival de Cine de Baja California, y el más reciente incentivo para su latente carrera: La nominación en la terna para Mejor Cortometraje de Animación de la 69 entrega de los premios Ariel “Sheep Poem” es el trabajo que le valida esta sobresaliente nominación. Se trata de una animación combinada con una actriz real. Fue un proceso muy casero, en el patio de su casa, con una cobija azul colgada del tendedero como fondo escenográfico, que después fue manipulado en la computadora. Como cámara, una digital 8 de un chip que “obviamente todos saben que son las peores cámaras que puedes usar para un cortometraje”, aclara un Álvaro sardónico.

El cineasta en ciernes no se engolosina con los buenos resultados de lo que ha podido hacer hasta ahora: “No he podido hacer un cortometraje con un guión y personajes, porque cuando lo que he hecho, ha sido con muy bajo presupuesto y apresurado; y no han sido seleccionados para festivales. Y tristemente los que sí han sido seleccionados, y han ganado, no muestran personajes interactuando entre ellos”.

Por ello, próximamente Álvaro Zendejas hará un cortometraje centrado más en una historia y un guión, dejando a un lado los efectos visuales y animación. Para después engendrar lo que puede significar todo un reto: la realización de un largometraje.

“No es fácil, se ha tratado de hacer largometrajes aquí en Tijuana, ha sido autónomamente y es muy difícil”, reconoce.

Por otra parte, si bien es cierto que en la entidad últimamente ha habido un auge de diplomados, cursos y talleres de cine, para Álvaro como para muchos, siguen resultando impagables. No le ha quedado otra más que ir aprendiendo sobre la marcha. Sin embargo, pese a los buenos resultados que le ha dado la práctica en sí, está consciente de la preparación formal.

“Creo que todos sentimos eso en algún punto de nuestra mini carrera o nuestra vida, que ya podemos saber todo, pero reconozco que me falta mucho por aprender. Una cosa es que en tu escuela o tu ciudad sea el pez grande, pero cuando sales al mundo real es cuando te falta mucho”.

Cierto es que ahora se vive en Tijuana un dinamismo entre los jóvenes creadores que están haciendo cine y video. Pese a que no se cuentan con instituciones o empresas que impulsen el desarrollo de esta beta, tal como lo señala Álvaro: “Eso quiere decir que si hemos sobresalido mucho sin tanto apoyo, es porque algo bueno hay aquí. Hay buenas propuestas y buenas visiones”.

Aun con las limitaciones, será el talento y creatividad, sustentadas en la vocación, lo que respaldará a Álvaro Zendejas en cada proyecto: “Al final de cuentas es una obra, mientras me dejen hacer lo que un director o guionista puede hacer, estoy feliz”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por escribir, y gracias por la nota, es la nota mas completa que he visto, y la primera que veo una foto bien de mi, jejejej.

Estamos en contacto.

Alvaro