MARTIN PARRA
Más Allá De Mezclar Sonidos

* Juan Carlos Domínguez

Su pasión, es la fuerza motriz que lo impulsa a hacer de la música electrónica una filosofía de comunicación, un canal amplio con su propio yo, en primera instancia, y después frente al público.Así lo vive y expresa Martín Parra, considerado el mejor dj de México en la actualidad, y que una vez más estuvo en Tijuana, para presentarse en la discoteca Balak.

El disc jockey capitalino arribó a la escena electrónica después de ser un melómano desde temprana edad. Cautivado con grupos de tecno como New Order, Pet Shop Boys o Depeche Mode, fue en 1993 que apareció mezclando trance y progresivo; más tarde house y deep house, hasta llegar a la gran gama de subgéneros de hoy en día.

El oficio de mezclar música es una amalgama de su gusto personal, como amante de los géneros electrónicos y la necesidad de aportarle algo a la gente, más allá del mero espacio lúdico, el transportarlos a nuevos conocimientos, incluso, del sonido. Una exploración simbiótica que él vive desde el set, y el público sobre la pista de baile.Mas la catarsis musical en cada presentación de Martín Parra, no se deslinda de un puntual trabajo de constante documentación, de búsqueda, y finalmente de un compromiso de evolución, aunque ello no conlleve las formas rígidas.

“Se crea la necesidad de estar al día, se complementan mi gusto y mi desempeño, luego se desarrolla en mis sets un círculo retroalimentativo. Todo va de la mano. La música es la fuerza principal que genera esto”, expresa Parra.

“Para mí lo más importante es lograr que la gente se pase un buen momento, y a nivel personal me doy por bien servido y mi meta es lograr un balance entre tu atención y la educación, lograr que se diviertan pero a la vez que sepan de nuevos sonidos, de nuevas tendencias”, enfatiza.La empatía que Martín Parra ha ido logrando con los bailadores de su música, obedece mucho a la intuición, por supuesto, pero también a una disciplina que necesariamente se ha ido forjando por sí sola: “Yo creo que como cualquier melómano, o como cualquier gente que realmente sea un ‘clavado’ de esto, va a desarrollar ese instinto, ese olfato. Ahora, en mi caso, como dj y productor, pues sí estoy muy al pendiente, sí gasto una considerable cantidad de tiempo a la semana para estar cazando información fresca, para mantenerme en contacto con las disqueras, y todo eso”.

No obstante, los públicos son tan cambiantes como las pistas de baile o las discotecas. Por ello, en cada set, el dj se enfrenta a una nueva experiencia, que, independientemente del repertorio musical ya establecido, el resultado es variante de una tocada a otra. A veces no es tan sencillo.“Pues mira, creo que los años no han pasado en vano. ¿A qué me refiero con esto? A que ya tengo colmillo, en el sentido de que por haber nacido en un país como México, a pesar de las limitaciones no solamente con la música electrónica, sino con la cultura musical en general; en mi caso, como representante de la escena electrónica, pues ha sido un poco difícil, ha sido como duro el tratar de introducir este género a lo largo de todos estos años”.

Agrega: “En nuestro país la música está como monopolizada, entonces eso ha tenido un factor positivo y uno negativo. Positivo en el aspecto que debido a esa rigidez del público, me ha hecho de alguna forma como más capaz de persuadir con mi sonido. Primero los voy conquistando de alguna forma, luego ya puedo introducirles mis nuevos sonidos y tendencias. Hay lugares donde me han tocado públicos muy difíciles, pero al final los hago bailar y los hago pasar una noche divertida. Logro mi cometido”.No por lo anterior, deberá pensarse que Martín Parra se mueve siempre en los terrenos de lo sublime. Su música igual puede no recibir la mejor recepción. Lo bueno que ello queda nada más en el terreno de lo anecdótico.

Hubo una ocasión en que un promotor, que no tenía idea de la música electrónica, ni nada, solamente había escuchado que yo era el mejor dj de México y entonces me contrató, y no sé de qué manera organizó su evento, pero en su cabeza pensó que yo era un dj versátil. Creyó tal vez que yo mezclaba pop, cumbia, rock y todo, y obviamente yo llegué con mi rollo electrónico, que de plano la gente no esperaba… Entonces para mí, sí fue muy difícil lidiar con un público así”.

– Y entre la versatilidad y toda la gama de sonidos que generas, ¿cómo lograr una esencia, un sello que te defina?

“No te lo podría definir exactamente. Yo creo que sí tengo un estilo como dj, es la manera como transmito mi energía hacia la gente. Quizás es como muy subjetivo esto. Hay djs que se expresan muchísimo en el escenario o tocan muy prendido. Yo creo que me adapto de acuerdo al público”.Lo cierto es que Martín Parra ha logrado la consolidación en un oficio en el que no se es precisamente músico ni creador; sin embargo, hay un aporte emotivo que va más allá del trabajo práctico de mezclar sonidos. “Mucha gente dice que no somos artistas, pero yo creo que sí hay como una actitud que de alguna forma, quieras o no, revela un mensaje, una postura ante la vida, permeada por la música”.

De ello depende la seducción que Martín busca infligir en cada ser danzando a sus ritmos: “Ha sido como un arma mía la adaptabilidad, el saber cómo tocar de acuerdo a las circunstancias”, concluye.