Pan y Circo
Juan Carlos Domínguez
Son espíritus miserables y cobardes, según el poeta Mario Bojórquez, los que sugieren que hubo favoritismo para nombrarlo ganador del Premio de Poesía Aguascalientes, el más importante en ese rubro. Pues será el sereno, pero las voces no son tan erradas. Ciertamente el también ex gerente de la Sala de Lectura del CECUT tiene atributos suficientes para ganar ese premio o cualquier otro; pero también es verdad que Bojórquez ha sido muy protegido por Eduardo Langagne, uno de los tres jurados del concurso. El escritor Langagne, que ha ocupado desde hace mucho tiempo puestos importantes dentro del Conaculta y el Instituto Nacional de Bellas Artes, siempre ha ungido a este poeta sonorense y a otra tijuanense (que ahora despacha en un puesto en Bellas Artes) aun cuando sus desempeños como funcionarios muchas veces han sido mediocres. Ya saben, lo típico, los que se brincan de una institución a otra, acumulando liquidaciones y currículum aunque el prestigio personal lo dejen por los suelos. El Premio Aguascalientes le otorgó a Mario Bojórquez 250 mil pesos. Así, pues bien vale la pena cargar con la mala vibra lanzada por los espíritus miserables y cobardes, ¿no?
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Los más aplicados también son los más groseros. Por lo menos así lo dejaron ver 10 mil becarios de la Fundación Telmex, a los que hace algunos días se les reunió en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México para ser felicitados por el más rico de México, Carlos Slim; y el más importante del país, Felipe Calderón Hinojosa. El Presidente felicitaba a los muchachos por su esfuerzo; y éstos le respondían con rechiflas y abucheos. Calderón presumía que México en los próximos 30 ó 40 años será una de las economías más grandes del mundo; y los becarios le gritaban “¡cállate!... ¡espurio!... ¡pelele!”. Lo menos que le gritaban era mentiroso, y los Slim sonreían nerviosos. Qué bien que los premios y becas no compren conciencias. Bueno… tal vez si fueran 250 mil pesos…
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Los mexicanos ya leemos más, según las estadísticas. Sobre todo la juventud, el futuro de México. El promedio ya ascendió a casi tres libros (2.9) por año. Pero qué importa la cantidad, los contenidos son lo interesante, lo revelador, lo promisorio. El libro más vendido en estos momentos en nuestro país es “Quiubole con…”, de la consejera de imagen Gaby Vargas y Jordi Rosado, el patiño de Adal Ramones. Allá por el cuarto lugar anda el libro “Cuentos Tenebrozos”, de Víctor Trujillo. Pero para ilustrarnos más, esperemos la Feria del Libro de Tijuana, y verán que las más grandes audiencias las registra la sexóloga Anabel Ochoa, Juan Manuel Sáenz, locutor de “La Mano Peluda”, y Germán Dehesa y sus anecdotarios maritales.
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Sigue la “mala estrella” de la Mega biblioteca José Vasconcelos, enorme elefante blanco que nació en medio de la polémica y gracias al capricho de la ex directora del Conaculta Sari Bermudez y el matrimonio Fox. Ahora resulta que las instalaciones de la misma fueron utilizadas para la grabación de un comercial de una firma de modas. La disculpa es que no se cobró por ello, cuando el reglamento de la biblioteca establece que ésta no será usada para otros fines que nos sean las consultas literarias. “Coincidentemente” se descubre también un desvío de 70 millones de pesos. El director de Bibliotecas Nacionales, una de las “vacas sagradas” de la cultura –o más bien de la burocracia cultural- acaba de renunciar, se trata de Saúl Juárez Vega. ¿Y Sergio Vela, director de Conaculta? Pues bien, gracias. Ya ven, si no puede vigilar a sus subordinados que tiene ahí cerquita, qué se puede esperar con los que tiene a 3 mil kilómetros de distancia, acá, en el CECUT.
2 comentarios:
Que gusto me dio enterarme de lo que los niños gritaban.
Ja ja, a mí también. Me hubiera encantado verlo
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