11.2.10

ENEMIGOS ÍNTIMOS
PAN y PRD defienden su unión

Engendros, prostitución política, promiscuidad, cinismo, fraude, grotescas, inmorales, frankestein, perversas, contra natura, borregadas, entreguismo…y así nos podemos ir con los adjetivos en contra que se han ganado las pretendidas coaliciones, entre el PAN y el PRD, principalmente. En al menos seis entidades donde se cambiará el gobierno estatal perredistas y panistas coquetean para ir juntos a las urnas. En Durango ya se firmó el convenio entre ambas partes. Aunque el gobernador priísta de esa entidad, Ismael Hernández, ya las desestimó a priori: “¡Si juntos ya perdieron en 1992!”. Donde todavía no se afirma pero se declara que no hay impedimento, es en Oaxaca, Hidalgo, Puebla, Quintana Roo y Sinaloa. El objetivo, según cada fuerza jura y perjura, es derrocar el cacicazgo del PRI. El secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont expresó su desagrado antes estas alianzas tachándolas de antidemocráticas e incongruentes. Aunque después reculó. Contrario al rechazo del segundo en el gabinete presidencial, está la postura de César Nava, presidente nacional del PAN, que ve con beneplácito la coalición PAN-PRD. En el lado del partido del sol azteca, también impera la diferencia de posturas.
En dos entidades donde se buscarán estos acuerdos de unión ya encontraron hasta “candidato común”. En Hidalgo, está la ex funcionaria foxista Xóchitl Gálvez. Y en Oaxaca el senador Gabino Cué, ex priísta y hombre cercano e identificado al ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y a su movimiento. El de Oaxaca es el caso más especial, pues para la postulación de Cué operó Diórodo Carrasco, que renunció al PRI para irse al PAN, y ahora le amarra al partido que lo cobijó precisamente a un priista. Al respecto, el diputado del PT, Fernández Noroña no oculta su contrariedad: “A César Nava le indignan los besos de la comunidad gay, pero no le molestan sus besos con Chucho Ortega…eso es una alianza gay”. Por lo pronto, a media semana PAN y Convergencia ya entregaron sus respectivas plataformas ante las autoridades locales.
En Veracruz ya se descartó la alianza del PRD con el PAN. El gobernador priísta de ese estado habría calificado la intención de alianza PAN-PRD como “construcciones cupulares, borregadas”.
En Sinaloa, el gobernador Jesús Aguilar, emanado del PRI, advirtió que finalmente tal alianza perredista-panista va inhibir a los simpatizantes más fieles de ambos partidos, por lo que lejos de ganar perderán sus votos duros. En Tlaxcala el PAN no buscó al PRD, sino al PANAL, para mantener el gobierno en manos de ese partido. En Chiapas, por su parte, irán en coalición por tercera vez PRD-PT-Convergencia, fórmula que ya les ha dado dos veces el triunfo en los gobernadores Pablo Salazar y Juan Sabines.
En Zacatecas, donde el PAN “no pinta”, sucede la misma discordia, pero contra el PRD, el enemigo a vencer. A raíz de la designación de Antonio Mejía Haro como candidato oficial de la gobernadora Amalia García, una desbandada encabezada por el también aspirante a candidato, el Senador Tomás Torres, amenaza en buscar la coalición impulsada por el Partido del Trabajo, con el PRI, Partido Verde y PANAL. El poder los lleva a ignorar las propias palabras de su líder moral, Andrés Manuel López Obrador, quien desaprueba alianzas con el PRI o el PAN “porque son las misma cosa. El caso es que hasta los más cercanos simpatizantes a AMLO en el PRD, PT y Convergencia trabajan para lograr coaliciones con panistas, priístas, verdes, panales, o con quien se deje.
(Isai Lara/Juan Carlos Domínguez)

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