LA MUERTE DE LUIS COLOSIO
“Si me hubiera ido al PAN por ardor, yo mismo no me lo hubiera perdonado”, diría en junio del 2000 a los editores de ZETA, Luis Colosio Fernández, padre del ex candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, asesinado en Lomas Taurinas en 1994. Don Luis, en aquella ocasión, venía a Baja California en plan de campaña y como candidato plurinominal del PRI para Senador.
El sábado pasado Colosio Fernández falleció a los 77 años víctima de una neumonía. Hasta entonces exigió justicia para el esclarecimiento del atentado a su hijo, y apoyando la idea del complot cuando en un inicio sostenía la teoría del asesino solitario, pensamiento que cambió prácticamente desde su ascenso al Senado, en tiempos del gobierno de Vicente Fox y en el que no destacó mayormente. En aquella visita a este semanario Don Luis, apoyado en su intuición, y a la opinión de todos los mexicanos –según su decir–, inculpó del asesinato “a cuatro perversos”, pero se negó a dar nombres. Ratificó sus sospechas sobre Manuel Camacho Solís. Dejó claro también, que contra lo que pudieran pensar los demás, no dejaría de ser un priista de cepa. El padre de Luis Donaldo, antes de convertirse en Senador, llegó a ser alcalde de Magdalena de Kino, Sonora, amén de diferentes cargos en los gobiernos locales. Una de sus últimas apariciones en público fue en la boda de su nieto Luis Donaldo, en donde expresó su pesar por haberse cerrado el caso del magnicidio y porque las autoridades “no entraron de fondo al problema.”.
Los restos de Don Luis Colosio serán sepultados al lado de su hijo Luis Donaldo y su nuera Diana Laura. Mientras que a poco más de un mes de cumplirse otro año del asesinato del ex candidato Colosio, los priístas locales se aprestan –hoy en año electoral– a rendir un homenaje. Como el año pasado, también electoral, en el que vía telefónica se dejó oír la voz de Don Luis, apenas entendible, y ya muy cancina en clamor.
“Si me hubiera ido al PAN por ardor, yo mismo no me lo hubiera perdonado”, diría en junio del 2000 a los editores de ZETA, Luis Colosio Fernández, padre del ex candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, asesinado en Lomas Taurinas en 1994. Don Luis, en aquella ocasión, venía a Baja California en plan de campaña y como candidato plurinominal del PRI para Senador.
El sábado pasado Colosio Fernández falleció a los 77 años víctima de una neumonía. Hasta entonces exigió justicia para el esclarecimiento del atentado a su hijo, y apoyando la idea del complot cuando en un inicio sostenía la teoría del asesino solitario, pensamiento que cambió prácticamente desde su ascenso al Senado, en tiempos del gobierno de Vicente Fox y en el que no destacó mayormente. En aquella visita a este semanario Don Luis, apoyado en su intuición, y a la opinión de todos los mexicanos –según su decir–, inculpó del asesinato “a cuatro perversos”, pero se negó a dar nombres. Ratificó sus sospechas sobre Manuel Camacho Solís. Dejó claro también, que contra lo que pudieran pensar los demás, no dejaría de ser un priista de cepa. El padre de Luis Donaldo, antes de convertirse en Senador, llegó a ser alcalde de Magdalena de Kino, Sonora, amén de diferentes cargos en los gobiernos locales. Una de sus últimas apariciones en público fue en la boda de su nieto Luis Donaldo, en donde expresó su pesar por haberse cerrado el caso del magnicidio y porque las autoridades “no entraron de fondo al problema.”.
Los restos de Don Luis Colosio serán sepultados al lado de su hijo Luis Donaldo y su nuera Diana Laura. Mientras que a poco más de un mes de cumplirse otro año del asesinato del ex candidato Colosio, los priístas locales se aprestan –hoy en año electoral– a rendir un homenaje. Como el año pasado, también electoral, en el que vía telefónica se dejó oír la voz de Don Luis, apenas entendible, y ya muy cancina en clamor.
(Juan Carlos Domínguez)
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