11.2.10

REFORMA POLÍTICA: MAL ARRANQUE
Senadores del PRI la retrasarán hasta donde se pueda

El tema de las alianzas partidistas y la batalla campal de declaraciones vertidas esta semana, opacó el inicio de las pláticas sobre la Reforma Política propuesta por el Presidente Felipe Calderón. En el seminario de análisis iniciado el lunes con los integrantes del Senado, apenas hubo lugar –como se acostumbra– para las descalificaciones. Imperó la intransigencia de los autores, incluyendo a los mismos panistas, frente al grito desesperado del Jefe de la Nación: “La Reforma debe bajar a los ciudadanos”. Con la amenaza del PRI y el PRD de frenarla, los panistas César Nava, Fernando Gómez Mont y Josefina Vázquez Mota (líder nacional del PAN, secretario de Gobernación, coordinadora de los diputados panistas, respectivamente), como pudieron le “hicieron esquina” a Calderón, repitiendo los argumentos del Presidente que fueron subiendo de tono hasta referirse a la necesidad de acabar con “las maquinarias partidistas” y los “sistemas políticos cerrados y bajo presión”.
Por el lado de la oposición, como era de esperarse, vino la descalificación y hasta la amenaza sesgada. Francisco Rojas, coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, consideró que era pura palabrería que no resuelve nada la disertación de los defensores de la reforma. Mientras que el jefe de los diputados del PRD, Alejandro Encinas, aseveró que el decálogo calderonista está pensado para favorecer la partidocracia. Para otras voces, tanto priístas como perredistas, la intención clara de Felipe Calderón es buscar el retorno del presidencialismo.
Entre la maraña de posturas ante la propuesta política, quizás la voz más centrada fue la de la Presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen Alanís, que lejos defensas y linchamientos a priori, planteó la importancia de diseñar un sistema de recursos jurisdiccionales por todo lo que implicaría una reforma política como la planteada por Calderón. Sutilmente les dijo a los legisladores que no es nada más cuestión de aprobar leyes, sobre todo cuando todavía hay asignaturas pendientes en materia de amparos, impugnaciones, regulación de campañas y recursos públicos así como el uso de medios de comunicación. Fue más allá: “Podría rescatarse la añeja propuesta de incorporar al sistema jurídico una ley de partidos políticos”.
Para los analistas políticos la opinión generaliza es de una reforma débil y hasta mal redactada, con la actitud “de que se apruebe lo que se pueda”. Otros la califican de sospechosa y “que despierta dudas hasta en el interior del PAN”. El pleito va para largo, por lo pronto los legisladores del PRI ya amenazaron que la reforma política no será su prioridad. Intentarán cansar al Jefe de la Nación, cuya propuesta para muchos se deja ver cada vez más endeble: “Quizás el Presidente ya decidió perder esta reforma pero quiere ganar el debate”.
(Juan Carlos Domínguez)

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