TAMALIZA ELECTORERA

Torres celebró fiesta para “activos” y “adherentes”

Quien de plano no ha parado de hacer campaña es Carlos Torres. Al cumpleaños, boda, rosca de reyes, y demás actos sociales, se sumó el Día de la Candelaria, al que con muchos días de anticipación invitó el joven aspirante a la alcaldía de Tijuana. Precisamente en el salón social La Candelaria, el ex diputado por el PAN ofreció una fiesta muy mexicana, donde los invitados eran recibidos por un par de burros rayados, para tomarse la foto con las “cebras”, los sombreros y el zarape, a la usanza de las turísticas fotos de la Avenida Revolución. Como salvoconducto, a los comensales se les colgaba del cuello un jarrito de barro mezcalero para la degustación de la folclórica bebida en sabores de coco, tamarindo, cajeta y mango. Bebidas y comida estuvieron a cargo del bar de moda La Mezcalera: Además del mezcal; tamales, frijolitos, barriles de cerveza, aguas frescas, churros azucarados. Hubo recepción y registro para los asistentes; “¿activo o adherente?”, era la pregunta. Una vez respondida, pa´dentro, a disfrutar de la fiesta; amenizada con cantantes de ranchero tipo “El Potrillo” Fernández, mariachi y conjunto norteño. Corridos incluidos. Entre la concurrencia: Hernando Durán, director de la CESPT; Ricardo Franco, el más improductivo de los ex legisladores federales; Gastón Luken, diputado federal por designación ; Luis Felipe Ledesma, engreído empresario y ex regidor; Juan Manuel Gastélum, diputado local “kikista”; un gris Miguel Ávila Niebla, ex precandidato a la alcaldía y ahora jefe del PAN en Rosarito; José Cervantes Govea; Max García, el candidato del gobernador Osuna para la diputación local del distrito 10. Y muchos militantes, “pero no son los que votan en la interna… hay muchos amigo del amigo del amigo…”, diría uno de los asistentes. A diferencia de otros festejos de Torres, no asistió el alcalde de Tijuana Jorge Ramos. Y menos –ni para guardar las formas– los contrincantes en la interna por la candidatura: Alejandro Monraz, Javier Castañeda y Antonio Valladolid. La fiesta terminó temprano, porque igual inició a las 5 de la tarde, en un viernes muy lluvioso y con alrededor de unos trescientos invitados.

(Juan Carlos Domínguez)