LAS NUEVAS HUESTES DEL PAN
Gustavo Madero creció al ala conservadora, acotó a los “neopanistas”, pero no se deslinda de Calderón.
Si bien los “calderonistas” no dejarán de tener peso en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, digamos que sí estarán un poco acotados. De tal suerte que de 40 miembros que conformarán la cartera que acompañará al elegido dirigente Gustavo Madero, diez pertenecen a la corriente más conservadora del panismo. Empezando por Cecilia Romero, ex titular del Instituto Nacional de Migración y hoy Secretaria General del PAN, es decir, la segunda de mando después de Madero.
Tras el frente común contra Roberto Gil Zuarth, el evidente candidato de “Los Pinos”, la segunda opción pasó a ser Gustavo Madero, y hasta ahí se fue “la cargada”, sin negarse la empatía con el Presidente de la República, pero tampoco el vínculo a ultranza que significaba Zuarth.
Incluidas dos de las mujeres que fueron sus contrincantes, Gustavo Madero ha aceptado que los diferentes aspirantes llegaron a un acuerdo de invitar a todos a participar en el partido. Sin embargo desde el primer momento Gil ha protestado porque Madero no respetó el supuesto acuerdo. En el pecado lleva la penitencia Gil, dado que Felipe Calderón, muy ocupado, ahora sí, en asuntos de la agenda nacional más que en su partido –pese a que lo defienda como un “mesías”– descuidó o le dio un apoyo a “medias” al diputado con licencia y ex subdirector de Gobernación.
De cualquier forma, Madero, aún coordinador del PAN en el Senado, ha dicho que marchará al lado del Presidente Calderón en sus directrices de gobierno, lo que muchos le empiezan a criticar como “enseñar el cobre” de la subordinación. Sin embargo, se dan por bien servidos de no haberse sujetado al extenso grupo de los “neopanistas”, uno más, tal como en el pasado reciente padecieron a César Nava y Germán Martínez.
En cuanto a los primeros movimientos y manifestaciones de Gustavo Madero, ha confirmado a sus coordinadores de bancada en la Cámara de Diputados y en el Senado, es decir, a Josefina Vázquez Mota, de quien muchos ya habían pedido su cabeza por haberse alineado a Roberto Gil; y al senador José Gónzalez Morfín.
Otra primera acción que ha llamado la atención es la creación de cuatro coordinaciones nacionales, la de Asuntos Indígenas, donde ha colocado a Eufrosina Cruz; Atención a Grupos Vulnerables con el senador Guillermo Temporrel, Asuntos de Migrantes con el senador Humberto Andrade, y Asuntos Agrarios, encabezada por Rosendo González. Argumentó que con estas nuevas instancias el partido busca tener una agenda más cercana a los ciudadanos: “Lo que le quita el sueño a los mexicanos es lo que le quita el sueño a los panistas”.
En el aspecto de las potenciales alianzas con el PRD, Madero, contrario a su bravío porte, se mostró cauto: “Ahorita tenemos problemas en México más importantes, que nos deben preocupar y ocupar”. Pero no las descartó, pues no es un tema nuevo para el PAN, dijo.
A la declaración del ex Presidente Vicente Fox, en el sentido de que ya es hora de que públicamente se presenten a los aspirantes para la candidatura en 2012, convino: “Sí, los tiempos se empiezan a acomodar, después de esta elección nacional habrá mayor exposición…”. Los aspirantes deberán tener mayor exposición, hacer mayor trabajo, empezar a proyectarse más, refirió.
Definido el dirigente nacional del PAN, sólo está a la espera de la elección de las cabezas en el PRI y en el PRD; entonces sí será el tiempo de aplicarse en la candidatura de la Presidencia. Por lo pronto empieza la tarea, nada fácil, de calmar las aguas internas del partido.
(Juan Carlos Domínguez)
Gustavo Madero creció al ala conservadora, acotó a los “neopanistas”, pero no se deslinda de Calderón.
Si bien los “calderonistas” no dejarán de tener peso en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, digamos que sí estarán un poco acotados. De tal suerte que de 40 miembros que conformarán la cartera que acompañará al elegido dirigente Gustavo Madero, diez pertenecen a la corriente más conservadora del panismo. Empezando por Cecilia Romero, ex titular del Instituto Nacional de Migración y hoy Secretaria General del PAN, es decir, la segunda de mando después de Madero.
Tras el frente común contra Roberto Gil Zuarth, el evidente candidato de “Los Pinos”, la segunda opción pasó a ser Gustavo Madero, y hasta ahí se fue “la cargada”, sin negarse la empatía con el Presidente de la República, pero tampoco el vínculo a ultranza que significaba Zuarth.
Incluidas dos de las mujeres que fueron sus contrincantes, Gustavo Madero ha aceptado que los diferentes aspirantes llegaron a un acuerdo de invitar a todos a participar en el partido. Sin embargo desde el primer momento Gil ha protestado porque Madero no respetó el supuesto acuerdo. En el pecado lleva la penitencia Gil, dado que Felipe Calderón, muy ocupado, ahora sí, en asuntos de la agenda nacional más que en su partido –pese a que lo defienda como un “mesías”– descuidó o le dio un apoyo a “medias” al diputado con licencia y ex subdirector de Gobernación.
De cualquier forma, Madero, aún coordinador del PAN en el Senado, ha dicho que marchará al lado del Presidente Calderón en sus directrices de gobierno, lo que muchos le empiezan a criticar como “enseñar el cobre” de la subordinación. Sin embargo, se dan por bien servidos de no haberse sujetado al extenso grupo de los “neopanistas”, uno más, tal como en el pasado reciente padecieron a César Nava y Germán Martínez.
En cuanto a los primeros movimientos y manifestaciones de Gustavo Madero, ha confirmado a sus coordinadores de bancada en la Cámara de Diputados y en el Senado, es decir, a Josefina Vázquez Mota, de quien muchos ya habían pedido su cabeza por haberse alineado a Roberto Gil; y al senador José Gónzalez Morfín.
Otra primera acción que ha llamado la atención es la creación de cuatro coordinaciones nacionales, la de Asuntos Indígenas, donde ha colocado a Eufrosina Cruz; Atención a Grupos Vulnerables con el senador Guillermo Temporrel, Asuntos de Migrantes con el senador Humberto Andrade, y Asuntos Agrarios, encabezada por Rosendo González. Argumentó que con estas nuevas instancias el partido busca tener una agenda más cercana a los ciudadanos: “Lo que le quita el sueño a los mexicanos es lo que le quita el sueño a los panistas”.
En el aspecto de las potenciales alianzas con el PRD, Madero, contrario a su bravío porte, se mostró cauto: “Ahorita tenemos problemas en México más importantes, que nos deben preocupar y ocupar”. Pero no las descartó, pues no es un tema nuevo para el PAN, dijo.
A la declaración del ex Presidente Vicente Fox, en el sentido de que ya es hora de que públicamente se presenten a los aspirantes para la candidatura en 2012, convino: “Sí, los tiempos se empiezan a acomodar, después de esta elección nacional habrá mayor exposición…”. Los aspirantes deberán tener mayor exposición, hacer mayor trabajo, empezar a proyectarse más, refirió.
Definido el dirigente nacional del PAN, sólo está a la espera de la elección de las cabezas en el PRI y en el PRD; entonces sí será el tiempo de aplicarse en la candidatura de la Presidencia. Por lo pronto empieza la tarea, nada fácil, de calmar las aguas internas del partido.
(Juan Carlos Domínguez)
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