26.10.10


FLACA CABALLADA
Madero, Ramírez Acuña, senadora Díaz y hasta la depuesta Cecilia Romero, presentaron su registro para contender por la presidencia nacional del PAN

Rápido, apenas abiertos el miércoles los registros para elegir nuevo dirigente nacional del PAN, en las horas siguientes ya había varios inscritos que ansían suceder a César Nava.
El primero de ellos fue Gustavo Madero, senador y coordinador de la bancada panista, y a quien se le consideraba –antes de que Cecilia Romero levantara la mano para decir ‘yo también’– el candidato arropado por Felipe Calderón. Bronco chihuahuense de la “vieja guardia”, Madero se siente con todo el derecho de mandar a todos los panistas.
Como se decía, Cecilia Romero, sin ningún pudor, acudió a plasmar su firma en la hoja de registro, después de que hace apenas unas semanas salió por la puerta de atrás del Instituto Nacional de Migración (INM), de donde fue delegada y cuya característica fue que de toda la administración de Felipe Calderón había sido de las pocas que había permanecido en el puesto, sin que ello signifique que precisamente por eficiente; todo lo contrario.
Finalmente, al cúmulo de malas acciones e ineficiencias se le aplicó la guillotina tras la masacre de los 72 migrantes centroamericanos en Tamaulipas. Pero su desafortunado desenlace en el INM, ya se vio, no le impide tener otras inquietudes de envergadura, tal como dirigir el PAN nacional. La señora Romero, aparte, al registrarse se alebrestó y soltó que el PAN ha perdido votos por estar corrompido, por no ser democrático; por dirigentes que traicionan los ideales del partido y por gobernantes panistas que no respetan a sus militantes. En pocas palabras pareciera que estaba pateando el pesebre.
Otra que formalizó sus aspiraciones fue la ex diputada federal y actual senadora, Blanca Judith Díaz, quien presume ser la candidata de los militantes de base, antes que de grupos o de intereses internos. De ahí que, por eso mismo, sus posibilidades se estrechen, a sabiendas de que el mandamás dentro de la elección de la dirigencia nacional será Felipe Calderón. Y más que conminó a que se realice un debate entre los aspirantes, para contribuir con ello a que el elegido no esté cooptado por grupitos internos o incluso, “con el entramado criminal”.
El último en registrarse –hasta el jueves– pero el primero en haber ventilado su interés de dirigir a su partido, fue Francisco Ramírez Acuña, ex gobernador de Jalisco y actual legislador federal y hasta hace unas semanas presidente de la Cámara de Diputados. Lo que nunca esperó el jalisciense es que durante el acto de su registro los reflectores se iban a desviar de su persona para enfocarlos a otro panista: Manuel Clouthier. Pero el más molesto fue César Nava, actual dirigente del PAN, ante el bochorno provocado por el hijo del “Maquío”. Clouthier se puso de pie y le habló a Francisco Ramírez Acuña para cuestionarlo en el sentido de que si alcanzaba la dirigencia panista no iba a bloquearle su registro, pues Nava sí lo había hecho cuando pretendió ser militante activo. El panista sinaloense soltó a bocajarro que en su momento Nava le hizo una llamada telefónica al entonces dirigente del PAN, Luis H. Álvarez, para impedirle su registro.
Ramírez Acuña no tuvo más que prometer para salir del embrollo; dijo que no aceptaría instrucciones copulares, aclaró que no tiene pleitos con el Presidente y le aseguró a Clouthier que hará todo lo posible para que se le permita su ingreso al blanquiazul.
El nuevo presidente del PAN saldrá entre el 4 y el 5 de diciembre, días de la convención del Consejo Nacional conformado por 380 consejeros, donde la mayoría le rinde obediencia a los ánimos presidenciales y alfiles, por ejemplo a Juan Molinar Horcasitas, a Josefina Vázquez Mota, e incluso, a la primera dama Margarita Zavala.
Algunas opiniones consideran que tan “flaca está la caballada” del lado del presidente que hasta la funcionaria despedida del INM le entró a la competencia.

(Juan Carlos Domínguez/Isaí Lara Bermúdez)

No hay comentarios.: